06 | Lazo
Despierta temblando y con la respiración acelerada. Su mirada se desorienta por la luz del lugar, por lo que se talla los ojos, dándose cuanta a la vez de las lágrimas que salen por ellos.
Alfa... ¿Dónde está Alfa?
Jung Kook se asusta por el repentino llamado de su Omega. Viendo por todas las direcciones de la pequeña habitación, mientras se sienta en la cama.
Alfa...
De nuevo llama su Omega a la vez que siente como jala algo. ¿Acaso es un lazo? Jung Kook no puede evitar llorar al sentir esa conexión, porque ahora mismo lo hace sentir triste y confundido.
¿Qué está pasando? ¿Quién es ese Alfa? Se pregunta, aún temblando.
Según recuerda, rompió su lazo con Tae Hyung... ¿A caso Tae Hyung se arrepintió y los volvió a unir?
Se abraza a sí mismo y cierra los ojos, porque siente miedo. Quiere saber dónde está y quién es ese Alfa, pero también quiere estar con él; quiere saber qué está pasando; quiere... Quiere muchas cosas en tan poco tiempo. Todo esto lo asusta y lo único que puede hacer es abrazarse las piernas y llorar, mientras su Omega sigue llamando al Alfa y chillar por él.
De pronto, escucha un gran bullicio afuera de la habitación, provocando que abra los ojos y mire hacia la puerta. Sorprendiéndose cuando entra Yoon Gi con una bata de hospital y su cabello negro despeinado, pero lo que más llama su atención, son las lágrimas que escurren por sus mejillas.
—¡Omega! —grita Yoon Gi con felicidad, para después correr hacia a él y apretarlo en un abrazo.
Para Jung Kook todo pasa exageradamente rápido; entre el ruido de personas afuera de la habitación, los sollozos del mayor contra su cuello y su Omega chillando de felicidad porque su Alfa ha llegado, comienza a llorar con más fuerza por lo abrumado que se siente.
—¡Iré por la doctora! —escucha que alguien dice, quizá una enfermera que entró siguiendo a Yoon Gi.
Se abraza con fuerza del Alfa... De su Alfa, al parecer. Aún no entendiendo cómo es que eso pasó, pero algo dentro de él hace que se sienta seguro, protegido.
Poco a poco Yoon Gi rompe el abrazo para mirar al menor, con sus ojos rojos y lágrimas escurriendo.
—Pensé que había sido un sueño, Kookie —susurra Yoon Gi—. Pero pudiste despertar.
—Un... ¿Un sueño?
—¿A caso no lo recuerdas, Jung Kook? —pregunta Yoon Gi, mientras su rostro se deforma en una mueca de miedo y tristeza.
Y todo lo golpea como un relámpago en medio de una tormenta al escuchar esa pregunta.
Recuerda un lugar con flores rojas y un árbol de durazno. Recuerda a dos lobos, uno de pelaje blanco y otro de pelaje negro. Recuerda a Yoon Gi. Y recuerda... Que formaron un lazo al unir sus almas. Sí, lo recuerda.
—¿Realmente estamos unidos, hyung? —Sus labios tiemblan, mirando fijamente al mayor— ¿Realmente es mi Alfa?
Pero antes de que Yoon Gi pudiera responder, entra rápido la Doctora, siguiéndola por detrás la madre del Omega y la misma enfermera que entró después que Yoon Gi.
—¡Jung Kook! —chilla con alegría la mujer mayor, corriendo hacia su hijo para abrazarlo.
Y mientras la mujer llora y llena de besos a su hijo, la doctora se acerca hacia al Alfa.
—Yoon Gi, necesitas que te revisen. Yo me encargaré de tu Omega —susurra la doctora.
Yoon Gi la mira por un segundo, para después volver a ver a Jung Kook. Suspira y asiente; aunque no quiera alejarse de Jung Kook. Para después salir de la habitación y seguir a la enfermera.
Una vez se va, la doctora le pide a la señora Jeon que salga de la habitación, para poder revisar a Jung Kook. La mujer acepta con las mejillas y nariz rojas -por tanto llanto-, despidiéndose de su hijo con la promesa que se verán más pronto de lo que piensan.
La Alfa cierra la puerta cuando solo están Jung Kook y ella.
—Bien, Jung Kook, me presento —habla la Alfa, al mismo tiempo que toma un termómetro y hace que el Omega lo coloque abajo de su axila— soy la doctora Kim Hyo Yeon y soy la encargada de tu bienestar. Pero ahora, tengo que hacerte unas preguntas, ¿Está bien? —Jung Kook asiente, por lo que ella prosigue— ¿Recuerdas por qué llegaste al hospital?
—Y-yo... —Baja la mirada, jugando con sus dedos para evitar llorar— Rompí el lazo con mi destinado...
—Lamentablemente así es, Jung Kook. Tú, al igual que ese Alfa, ahora son una pareja rota, lo cual provocó que tú cayeras en un sueño profundo de casi dos días. Esto a causa del dolor que sintió tu Omega al romper el lazo; aunque, ¿Aún sientes ese dolor?
—No —Jung Kook niega con la cabeza—, ahora solo siento la necesidad de estar con mi Alfa.
La doctora asiente, tomando el termómetro cuando lo escucha sonar. Lo revisa, caminando hacia una mesita enfrente de la cama para tomar los papeles del registro de Jung Kook, colocando su temperatura.
—¿Y tu Omega también lo necesita? —Lo mira por un segundo, parando de escribir.
—Sí, en realidad es mi Omega quien lo llama.
—Entonces tu Omega aceptó a este Alfa... Pero, ¿Tú cómo te sientes al respecto? —Para de escribir, para mirar fijamente al Omega.
Jung Kook de pronto se siente tímido, provocando que sus mejillas se pongan rojas y evite la mirada de la doctora.
—Yoon Gi hyung es un buen Alfa, que siempre me ha protegido. Pero... —Su labio tiembla y sin notarlo, segrega feromonas de tristeza— No sé si sea un buen Omega para él.
Muerde su labio al terminar de hablar y se abraza a sí mismo, mientras suelta pequeñas lágrimas.
Y antes de que Hyo Yeon pueda decir algo, la puerta se abre de manera precipitada, revelando de nuevo al Alfa de cabellos negros. Tanto Jung Kook como la misma doctora se sorprenden ante la intromisión, pero eso a Yoon Gi no le importa y solo camina hacia el Omega para abrazarlo.
Pronto llega corriendo la misma enfermera de hace unos momentos, con la respiración agitada.
—Lo siento doctora, es que el paciente-... —Pero antes de que pueda continuar, la Alfa la interrumpe.
—Está bien, yo me encargaré —responde Hyo Yeon.
La enfermera asiente y cierra la puerta. Hyo Yeon suspira, cambiando su mirada hacia Yoon Gi y Jung Kook, quienes siguen abrazados y llorando, mientras el Alfa le susurra que siempre será un buen Omega para él, sin importar qué. Lo que causa que Jung Kook llore con más fuerza.
Y es ahí, que Hyo Yeon se da cuenta que Yoon Gi no despertó al Omega por pura casualidad, sino que la Diosa Luna le concedió la oportunidad de unir su vida con la del Omega.
—Lamento interrumpirlos —habla Hyo Yeon, obteniendo enseguida la atención de ambos menores—. Pero ahora que están los dos, tengo que hacerles un par de preguntas. ¿Está bien?
Yoon Gi asiente, separándose del menor para mantenerse a un lado de él, tomando su mano.
—Ambos lobos están de acuerdo con esta unión, ¿cierto? —Comienza la doctora, teniendo un asentimiento por parte de ambos— Bien, eso es bueno, pero, Jung Kook, ¿Tú quieres mantener este lazo?
Tanto Yoon Gi como la doctora, mantienen su mirada sobre el Omega, quien baja la cabeza y muerde su labio. Jung Kook siente como su Omega ruega para que no lo haga, porque realmente quiere quedarse con Yoon Gi, su Alfa.
Jung Kook duda, porque recuerda lo que sucedió en aquel mundo; recuerda que le dijo a Yoon Gi que no rompería su lazo. Pero, ahora que están en el mundo real todo es tan complicado, porque, ¿quién dice que Yoon Gi no encontrará a su destinado?
—Bien, saldré por un momento, para que puedan hablar —Y sale la doctora de la habitación -al sentir el ambiente un poco pesado-, obteniendo un asentimiento de cabeza por parte de Yoon Gi.
Pasan algunos minutos más en silencio, solo sintiendo como sus lobos jalan del hilo que los une. Porque no solo es el Omega de Jung Kook quien llama a su pareja, sino, también, es el Alfa de Yoon Gi, quien jala y llama al Omega. Todo siendo tan reciproco, tan hermoso, que parecen destinados.
—Jung Kook... —Rompe el silencio Yoon Gi, aún sosteniendo la mano del menor.
Y es entonces, que Jung Kook levanta la cabeza y mira al Alfa, con sus ojos llorosos.
—¿Por qué yo? ¿Por qué se enamoró de mí?
Yoon Gi se sorprende con la pregunta, pero aún así, sonríe enternecido.
—Te lo dije en aquel mundo y te lo digo aquí. Eres simplemente el Omega que quiero por quien eres, Jung Kook. Ante mis ojos, eres un ángel disfrazado de humano; tan puro y bondadoso como un cristal, que con el más ligero toque se puede romper. Pero es no evita que me cuides; aunque yo sea el mayor —Toma un respiro después de reír ligeramente, viendo al Omega—. Simplemente te amo, Jung Kook y quisiera pasar el resto de mi vida contigo, si me lo permites.
Jung Kook solloza, porque -por primera vez en su vida- puede sentir cómo es amado por alguien como pareja. Entonces, esto es el amor. Piensa, mientras suelta lagrimas, viendo de nuevo los ojos rosas del Alfa.
Aunque, aún el miedo persiste en su pecho.
—Pero... ¿Qué pasaría con su destinado?
—Jung Kook, somos más de siete mil millones de personas en el mundo, por lo que dudo que lo encuentre. Pero si fuera el caso de que lo encontrara, te seguiría eligiendo a ti. Por algo la Diosa Luna me dio la oportunidad de despertarte y de unir nuestras almas.
Jung Kook asiente, sollozando de nuevo y pensando por un instante, que tal vez la Diosa Luna, también le está dando esta oportunidad para tener a ese Alfa que tanto ha soñado. Mientras que Yoon Gi ya no dice nada y simplemente abraza al Omega, que sigue llorando, por lo que le besa la cabeza.
Y pasan un momento así abrazados, hasta que escuchan como alguien toca la puerta. Por lo que Yoon Gi rompe el abrazo, dándole un último beso a la cabeza del Omega, para después decir en alto:
—Adelante.
La doctora Hyo Yeon entra, viendo al Alfa con ojos rosas y al Omega más tranquilo, mientras toma la mano del Alfa.
—Jung Kook —llama la doctora—, ¿ya tienes una respuesta?
Jung Kook traga un poco de saliva, viendo a la doctora, para luego pasar su vista al Alfa junto a él, viendo específicamente sus ojos rosas. Yoon Gi también lo mira y aprieta el agarre de sus manos, dándole una confianza tan grande, que se puede interpretar que la decisión que tome, él la apoyará.
Entonces, Jung Kook asiente, cerrando sus ojos.
—Sí —susurra, tomando un poco de tiempo para volver a abrir sus ojos y ver al mayor—, quiero quedarme con Yoon Gi hyung.
Y Yoon Gi no puede evitar lanzarse en un abrazo hacia al Omega. Por lo que también su lobo festeja aullando y moviendo la cola.
La doctora los mira con una pequeña sonrisa, pareciéndole tierna la escena frente a ella. Pero ese momento es interrumpido por un enfermero que entra rápido a la habitación, obteniendo la atención de todos.
—Doctora. ¡El paciente Kim ha despertado!
Hyo Yeon asiente y se despide rápidamente de la pareja, para después irse detrás del enfermero. Y de pronto la habitación se queda en silencio, hasta que un susurro lo rompe.
—Tae Hyung.
—¿Tae Hyung? —pregunta el menor, aún no entendiendo y viendo la mirada triste de Yoon Gi.
—Él también está aquí en el hospital. Colapsó enfrente de mí, después de... —Y un nudo en la garganta le impide seguir.
Jung Kook siente como su pecho se aprieta al escucharlo. Porque él pensaba que Tae Hyung, al ser un Alfa, podría resistir al dolor de su lazo roto, pero se equivocó. Y le duele, porque al final, le sigue importando Tae Hyung.
—Él estará bien, hyung —Intenta consolar el Omega, acariciando el dorso de la mano de su Alfa.
Yoon Gi asiente, limpiando sus lágrimas con su mano libre. Porque Tae Hyung es su amigo y le importa; aunque aún duele si piensa en lo que le hizo a Jung Kook.
—Sé que estará bien —solloza—, solo que me duele pensar en él por todo lo que pasó. Además de que me tuve que enterar de la peor manera.
Ríe sin gracia, captando enseguida la atención del menor. Quien hasta apenas ahora se da cuenta de que Yoon Gi habla como si supiera todo.
—¿De qué se enteró exactamente? —pregunta Jung Kook con un poco de miedo.
—Sé que él es el Alfa con el que rompiste el lazo y el porqué lo hicieron... —Traga un poco de saliva, viendo fijamente al menor— Y también sé que Tae Hyung está enamorado de mí. Pero lo que me enoja, es que no hayan tenido la confianza de decírmelo.
Jung Kook se queda con el corazón en la garganta, no sabiendo qué responder.
—Pero, ¿sabes? —continúa el Alfa— Ahora lo único que me importa es que estén bien. Porque ya habrá tiempo para hablar sobre esto.
Termina con una ligera sonrisa y besa el dorso de la mano del menor. Jung Kook hace un puchero y asiente, ya no queriendo llorar porque le duelen mucho los ojos. Pero eso causa que Yoon Gi sonría más grande, por el tierno gesto de su Omega.
.
.
Cuando despertó, le empezó un dolor en el pecho que se extendió por todo su cuerpo, además de que se sentía vacío. Y estaba tan desorientado, que no entendía lo que estaba pasando. Hasta que escuchó las palabras de la doctora, causando un mayor dolor.
—Lo siento, pero tu lobo ha muerto.
Esa fue la clave para que se diera paso a la lucidez y entendiera en ese momento, que realmente cometió un grave error por su capricho. Provocando que ahora fuera prácticamente un Beta; sin lobo, sin olor, sin destinado y sin ninguna oportunidad de arreglar su error.
Y ahora se encuentra llorando y sintiendo dolor en esa cama de hospital. Pensando en lo que hubiera pasado si aceptaba a Jung Kook como su pareja, pero mientras más lo piensa, más duele. Así como pensar en Yoon Gi, quien seguro lo odia. Aunque está bien, él sabe que esas son las consecuencias de sus actos. Quiso jugar con fuego y se quemó.
Solloza de nuevo, pero alguien llama a la puerta.
—Por favor, no quiero ver a nadie —gruñe lo suficientemente alto, pues en las últimas horas sus padres intentaron verlo, pero él nunca permitió su entrada.
—Lo siento —Y Tae Hyung siente su corazón detenerse al escuchar esa voz, mientras la puerta se abre—, pero realmente quisiera hablar contigo, Tae Hyung.
Jung Kook aparece con una bata de hospital, su cabello negro revuelto y sus ojos rojos. Y por muy estúpido que suene, Tae Hyung piensa que se ve bonito.
El Omega cierra la puerta atrás de él, caminando al frente de la cama.
—¿Cómo te sientes, Tae? ¿Te duele algo?
Son las palabras que escucha Tae Hyung en un tono calmado y suave, percibiendo la preocupación del mayor. Lo cual hace que se quede mudo y de sus ojos salgan más lágrimas.
—¿P-por qué está aquí? —En lugar de responder, pregunta aquello, apartando la mirada del mayor porque siente vergüenza.
Jung Kook sonríe ligeramente, sintiendo un poco de lastima, al igual que su lobo.
—Vine porque quería ver cómo estás. Saber si estás bien —dice Jung Kook, con su voz temblorosa—. Pasar por un lazo roto con tu destinado es muy doloroso, Tae.
Entonces Tae Hyung solloza con más fuerza y rompe en un gran llanto, sintiéndose culpable. Y a Jung Kook se le rompe el corazón, por lo que camina hacia él y lo abraza.
—Perdón, perdón... —Es lo único que Tae Hyung logra decir entre sus sollozos, aferrándose al abrazo del mayor.
—No te sientas culpable por esto, Tae Hyung, porque fue una decisión que tomamos ambos. Y quizá no fue la mejor, pero el destino nos llevó a esto y lo debemos de aceptar.
Rompe el abrazo y le sonríe al menor, quien solloza y asiente, aún llorando. Jung Kook le limpia las lágrimas y con una suave voz le dice:
—Está bien, Tae Hyung. Ahora lo único importante es que estés bien.
—¿Acaso no me odia?
Jung Kook niega lentamente con la cabeza.
—¿Cómo podría odiar a alguien que solo siguió a su corazón?
—Y ¿Yoon Gi hyung...? —pregunta con un nudo en la garganta.
—No... No lo creo; aunque sí está enojado con ambos, pero lo que más le importa ahora es que estemos bien.
Tae Hyung asiente al escuchar la respuesta, pensando que ya no es digno de siquiera tener una oportunidad con Yoon Gi. Lo cual hace que su corazón se apriete.
—Bien —dice Jung Kook, al mismo tiempo que mira el reloj de la pared—, es momento de que me vaya.
El menor de nuevo asiente, viendo como el Omega camina hasta la puerta, la cual abre. Pero antes de salir, mira de nuevo a Tae Hyung.
—Cuando salgamos del hospital, hablemos de nuevo, pero esta vez con Yoon Gi hyung, ¿sí?
—De acuerdo —susurra.
Jung Kook le sonríe por última vez, saliendo de la habitación con mucho cuidado y sin hacer ruido alguno. Mira a ambos lados del pasillo, esperando no encontrarse con su madre, pero al no ver rastros de ella, camina hacia la derecha, dónde está su habitación. Y solo son cuatro puertas que lo separan de la habitación de Tae Hyung, por lo que llega rápido.
Y con mucho cuidado, abre la puerta, esperando encontrar a Yoon Gi dormido, pero se asusta cuando lo ve sentado en la cama.
—Pensé que ambos hablaríamos con él —dice el Alfa, viéndolo.
Jung Kook tiembla y se queda con las palabras en la boca. Yoon Gi, al no escuchar respuesta, se levanta y camina hasta estar al frente del menor, cerrando la puerta atrás del Omega y quedándose en esa posición.
—¿Acaso no me responderás?
—Y-yo...
Yoon Gi sonríe por lo tierno que se ve Jung Kook en la oscuridad, por lo que pone su mano derecha sobre la mejilla del menor y la acaricia.
—Vamos, dime —anima con su mirada cálida.
Jung Kook se queda embobado con la linda sonrisa del mayor, provocando que su corazón se agite y su Omega mueva la cola.
—Y-yo quería saber cómo estaba... Y hablar con él —responde Jung Kook, aún viendo los ojitos del mayor.
—Oh, entiendo... ¿Y cómo está Tae Hyung?
—Cuando entré a su habitación, lo encontré llorando —susurra, bajando la mirada con tristeza—. Realmente lo está pasando mal... Pero, creo que después de hablar un poco, se quedó más tranquilo.
Yoon Gi asiente, para después abrazarlo y llenar la habitación con su aroma a rosas, ya que sintió el olor a tristeza de su Omega. Mientras que Jung Kook corresponde al abrazo y esconde su nariz en las glándulas de olor del Alfa, tranquilizándose.
—Tae Hyung es fuerte y saldrá de esto, solo debemos de darle tiempo al tiempo.
—Gracias, hyung —levantan la mirada Jung Kook, conectándola con la Yoon Gi—. Realmente necesitaba escucharlo.
El Alfa le sonríe en respuesta, viendo los bonitos ojos de su Omega... Ah, su Omega. Suena tan bien aquello, que hace que su corazón salte como el tonto enamorado que es y solo quiera admirar la belleza de Jung Kook por el resto de su vida.
—Eres tan bonito, Kookie —dice sin pensar, pero no arrepintiéndose de decirlo.
Jung Kook se sonroja y se muerde el labio, poniéndose tímido.
—No diga esas cosas, hyung.
—¿Por qué no?
—Porque hace que mi corazón vaya muy rápido.
—¿Y qué? —Ríe, viendo aún el sonrojo de Jung Kook— A partir de ahora te diré todas las cosas bonitas que no te puede decir antes, porque ahora eres mi... Omega.
Y tanto Jung Kook como Yoon Gi, se quedan sorprendidos con lo último, pues es hasta ahora que caen en cuenta que están unidos y son una pareja que los une un lazo. Pero no solo con aquello, Jung Kook tiene el impulso de besar al mayor. Y lo hace. Junta lentamente sus labios con los de Yoon Gi, quien se sorprende aún más, pero cierra los ojos -igual que Jung Kook- y ambos se funden en un beso tímido y suave.
Jung Kook lentamente junta su espalda con la puerta como apoyo, pues siente sus piernas temblorosas. Mientras que Yoon Gi baja sus manos a la cintura de Jung Kook para sostenerlo.
Y cuando sienten que es suficiente, separan sus labios, pero juntan sus frentes, abriendo lentamente sus ojos.
—Te amo, Jung Kook —susurra Yoon Gi.
—Yo... —Traga un poco de saliva, aún sintiendo sus piernas temblar— Aún no lo amo, pero siento que pronto lo haré.
Yoon Gi sonríe ante la respuesta.
—Te prometo que te haré el Omega más feliz del mundo, Kookie.
Jung Kook lagrimea y simplemente junta sus labios con los de su Alfa, porque se siente bien. Se siente correcto. Y cuando rompen el beso, Jung Kook se da cuenta de los ojos rosas del mayor.
—Mi Omega —dice el lobo de Yoon Gi, con sus ojos rosas.
—Mi Alfa —responde el lobo de Jung Kook.
Y tanto su lobo como Jung Kook, creen que la Diosa Luna fue muy buena por darles esa oportunidad de tener al Alfa que siempre soñaron. Aún si tuvieron que ser una pareja rota con su destinado, para poder llegar a él.
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