NICOLAS

Suelto un suspiro silencioso mientras manejo, Hannah esta hablando con su hermana sobre ciertas reglas que tiene que seguir y yo la miro de vez en cuando por el retrovisor, el cabello negro de Hannah cae sobre cuerpo con ondas y la veo.

"Vamos, no te va a cobrar por ver" puedo escuchar la voz de Michael en mi cabeza.

No, no puedo.

"Oh, aguafiestas, si no lo haces tú lo haré yo" es lo que siempre me dice cuando me niego ante algo.

Aprieto mis labios y los remojo un poco, veo de reojo a Hannah quien sigue hablando con Alice, se ha puesto un vestido negro que llega hasta arriba de la rodilla, veo de nuevo el camino y de regreso a ella, sus piernas están muy bien formadas y niego.

Maldita sea y la vuelvo a ver, tiene una sonrisa encantadora no puedo negarlo, se ha pintado los labios de rojo y en ese momento me mira y me sonríe.

—¿Que opinas tu?

Oh no.

Demonios.

No he escuchado nada.

Piensa, Nick, piensa una mentira.

—Estoy de acuerdo

—Ja, vez, el si me apoya.

Hannah me observa.

—¿Como puedes estar de acuerdo con ella en esto?

Oh no, más preguntas.

—¿Por qué no?— contesto con otra.

Ella alza una ceja y niega con la cabeza, Alice se aproxima hacia el frente y la miro.

—¿Verdad que tengo la razón?—me pregunta.

La miro y asiento con la cabeza, Alice me sonríe.

—Vez, el esta de acuerdo, debes de darme la mitad del dinero por haber venido aquí, seré una ayuda muy grande para ti.

Hannah alza una ceja mirandola y niega con la cabeza, una hora más tarde en donde he puesto atención a todo y no a las piernas de Hannah escucho que Alice ama mucho a los gatos, ha cepillado a los dos y les ha puesto un moño elegante.

Ruego por que Flaco no le haga nada y me deje en mal frente a ella pero se comporta.

Llegando a los Angeles, Hannah me pide que haga una parada más y baja ella sola al baño, quito el cinturón de seguridad porque siento que me ahorca y miro por la ventana.

—No sabes fingir muy bien, agradece que te salve esta vez— habla Alice y me giro a verla sin entender.

—¿De que hablas?

—De hace rato— deja de peinar a los gatos y me sonríe— Se que no prestaste atención atención porque veías las piernas de mi hermana.

Siento que algo me impide respirar y niego con la cabeza a lo que ella solo me sonrie.

—No intentes negarlo porque que te veo, veías la carretera y a ella, veías a la  carretera y a ella.

—Estas confundida...—intento arreglar esto.

—Tu eres el confundido por las piernas de mi hermana—me contesta con una sonrisa divertida.

—¿Que? No, Alice no es lo que crees...

—No le dire— niega Alice y la miro— Solo si me dices "Si, vi las piernas de tu hermana porque son bonitas"

—¿Que ganó con eso?— la cuestionó.

—Mi silencio— me sonrie de forma angelical, como si fuera a creerle, yo hacía el mismo rostro de ella cuando tenía su edad.

—Yo...

—Ahí viene— alza sus cejas con diversión y la miro aproximarse.

Paso una mano sobre mi cabello con nerviosismo y me giro hacia ella.

—Esta bien, esta bien, le estaba viendo las piernas a tu hermana porque son bonitas.

Alice sonríe ampliamente y se cruza de brazos satisfecha. Hannah abre la puerta del vehículo y nos mira.

—¿Que pasa con ustedes?

—Oh nada— contesta Alice antes que yo— No queríamos hablar en voz alta porque los gatos pueden despertarse— miente ella y yo asiento con la cabeza.

Hannah mira a los gatos, se encoje de hombros restandole importancia y vuelvo a manejar, manejo con rigidez porque algo me impide hacerlo con tranquilidad y es que siento que Hannah se ha subido el vestido de más.