NICOLAS

He tenido que prender un poco el aire frío del auto de mi parte porque siento que mis ojos están a punto de cerrarse, miro a Hannah que yace dormida a mi lado, su cabello oscuro esta un poco desordenado y luego veo hacia atrás a Alice, ambas me han dejado solo, hasta los gatos se han dormido.

Sigo manejando a una velocidad moderada, mi padre me enseñó que cuando uno viaja solo puede tomar ciertos riesgos, hacer paradas en la noche o ir más rápido, pero ahora no, tenía a dos personas a mi cargo me gustará o no, eso sin contar a los dos gatos que dormían hecho ovillo en el asiento, veo a Alice que abraza a los gatos y estos no hacen nada solo siguen durmiendo y sonrió un poco.

Recuerdo también en esos momentos a mi padre y agradezco hacerle caso de cargar siempre ropa acogedora porque no se cuando o quien la puede necesitar. Mientras manejo recuerdo mi infancia, cuando por unos fui el centro de atención de mis padres hasta que nació mi hermana menor Nataly y mi hermano mayor Nathaniel, nuestros años juntos y mi amor hacia ellos, sonreí como tonto al recordarlos, hasta con mi madre pero mi sonrisa se borro cuando el rostro de mi padre se formó en mi mente.

Hace años que no los veo. Mucho en realidad, la última vez que los vi fue cuando me negué a casarme con Jennifer, mi padre pego el grito en el cielo cuando le conté mi decisión y mi madre se mostró decepcionada, amaban mucho a Jennifer por su forma de ser y ellos la veian como la ideal, después de eso discutí con ellos alejando que no se metan en mi vida y mis hermanos tomaron partido defendiendo a mis padres.

Han pasado cinco años de aquello.

Aprieto el volante un poco para relajarme, pensar en ellos me pone triste porque me siento solo, quisiera hacer las pases con ellos pero luego me arrepiento ¿Por qué tengo que ser yo quien lo haga? Ellos no respetaron mi decisión y no es mi problema, veo a mi gato Flaco removerse en el asiento y le sonrio, ese gato ha sido todo para mí, lo encontré en una cruda fría noche de Invierno, el pobre estaba hambriento y sabía que Jennifer lo amaría, cuando se fue agradecí mucho haberlo encontrado porque sin él me sentiría muy solo.

Veo a Hannah de reojo, ¿Como será su familia? ¿Sabrán de lo que ella hace? Yo no lo veo mal, es un trabajo en donde ambos se obtiene algo.

¿Cuál será su pasado?

¿Quiénes serán sus padres?

¿Por qué ella cuida a su hermana sola?

Aquella última pregunta me deja pensando, tanto, que no logro ver un tope que paso por alto y el auto se tambalea, aprieto más el volante con miedo y miro a mi alrededor, ni Hannah ni Alice se han despertado y suelto un suspiro.

—Miau.

Me sobresalto al escuchar al gato blanco de nombre Malvavisco a un lado mio, sus ojos azules me miran fijamente .

—¿Que quieres?— pregunto mirándolo un poco y regresando la vista a la carretera.

El gato salta sobre el tablero del auto y es acuesta, es algo gordo como el mio y me impide ver bien, freno el auto y estiro mi mano para bajarlo pero el gato me lanza un arañazo en la mano, suelto una maldición y lo miro.

—Bajate— ordeno.

El gato solo le mira y comienza a mover su cola, dejó de mirarlo y me giro hacia el con rapidez y lo tomó de la panza.

Grave error. El gato se enojo conmigo y se arrojó a mi, suelta un maullido de enojo e intento quitármelo de la cara, abrí la puerta y caí de espaldas a la carretera con todo gato, Malvavisco se espanto y regreso al carro mientras me paso una mano sobre mi rostro, me ha arañado, entro al auto y veo que corre por todos lados, saltando en los asientos.

¿Que demonios le pasa? Hago una mueca y me preocupo, no es normal que un gato haga eso, al menos Flaco no hace eso, veo a Hannah pensando en despertarla pero niego, puedo controlar la situación.

El gato maúlla pegado a la puerta ¿estará medicado? Luego observo que sus piernas temblar y me mira.

—Oh— exclamó entendiendo la situación— Ven Malvavisco.

El gato me observa y se acerca a mi, lo alzó correctamente y le habló.

—No te desesperes afuera, te tendré agarrado y harás tus ...— me callo ¿popo o pipí? ¿Que querrá hacer?— Necesidades

Como si el gato entendiera suelta un maullido y lo tomó, salgo del vehículo con el y me acerco a la orilla de la carretera dejando las luces  intermitente, alzó al gato, lo miro y el a mi.

—¿Ahora que?— pregunto.

El gato maúlla y miro hacia otro lado.

—Listo, privacidad hazlo.

Y al terminar de decir hazlo un olor nada agradable olfateo, aprieto la boca formando una línea recta y el gato sigue haciendo lo suyo, al finalizar me mira.

—De nada— le habló y regreso al vehiculo, lo suelto y corre a acostarse al lado de Flaco.

Cierro la puerta del vehículo y lo pongo en marcha, miro a mi gato que ya ha despertado y me mira con intensidad.

—Ay no ¿tu también?