『Estrellas Encontadas』

   Entre las paredes del Castillo, desde la época del Rey Thomas, abuelo de Felipe, el apellido Alcalle ha pertenecido al palacio, a la servidumbre, a la raza más fiel de mayordomos conocidos por los Berwern y antepasados. Bueno, eso suelen decir los más jóvenes mayordomos, algunos jardineros, algunas de las cocineras, pero nada más alejado de la realidad que ello.

   Ciertamente, los Alcalle habían llegado hacía años a Erini. Era un apellido de origen antenus, una de las tantas regiones dentro de Arcia, pero obviamente eran aquellos tiempos donde todos los países y regiones convivían en armonía entre ellos sin fijarse en los orígenes.

   Sin embargo, la verdadera historia detrás de los Alcalle era interesante y muy poco conocida, misteriosa y quizá llena de aventuras. Los Alcalle eran una familia numerosa, aparentemente conocida en todo el territorio arciano, y al parecer no tenían una fama de ser mayordomos o sirvientes de la realeza como era de esperarse.

   Don Francisco Alcalle, padre de dos hembras y seis varones, había distribuido a sus hijos en todo el mundo para mantener informes de las regiones y demás, donde sus hijos esparcirían el nombre Alcalle y serían de los muchos mestizos que poblaban las tierras, ansiando principalmente que fuese un apellido de renombre. Habían sido entrenados con el fin de ser espías del gobierno, pero el propio Don Francisco buscaba hacer sus propias investigaciones para mejorar su propio imperio. Buscaba limpiar de algún modo su apellido, su mafia pirata debía quedar en el olvido o muy bien resguardada para poder ganar mucho dinero.

   Sus hijos estaban dispuestos a mezclarse con la élite de cada región a la que fuesen para enamorar a sus presas, para obtener socios y hacer alianzas, pero entonces, Franco fue quizá el único que se desvió por completo del objetivo. Se enamoró completamente de una linda muchacha de Escarle, una región de Erini, y todo a su alrededor pareció tomar otro sentido.

   La joven era heredera de una gran fortuna, pero parecía no estar consciente de ello. Franco lo había descubierto luego de haber empezado una relación con ella, pero su amor hacia la muchacha no era por el dinero como se suponía, ella simplemente era la mujer que tanto había soñado. Gracias a su romance genuino, Franco olvidó por completo su apellido, su misión, las cosas que debía hacer o que tenía ordenado, todo porque ella era quien ahora dominaba su mundo sin saberlo.

   El tiempo se volvió relativo y Franco no volvió a saber de su familia, mantuvo su relación con la joven. Fue entonces que el rey Thomas, quien había decidido dar un viaje por cada región de Erini, llegó a conocer a Franco en una de las veladas de la familia Müller, abuelos de la joven heredera.

   Sí, Franco había llamado la atención del rey y se vio impresionado por la propuesta del varonil hombre a su persona, no había entablado conversación nunca, no sabía casi nada del reinado de Erini, no entendía porqué el Rey le había mirado. El rey no se preocupó todavía en explicarle su interés, pero el Rey confiaba en su instinto y pues, era el rey, podía hacer lo que quisiera.

   Entonces su majestad supo de las intenciones de Franco de casarse en secreto con Lady Müller, sabía que aquello podía ser un problema para él ya que podía ser mandado a la horca por cortejar a una mujer de mayor clase. Y gracias a ello, pudo terminar de ganar la confianza de Alcalle sin que éste lo sospechara.

   Con ayuda del rey, Franco se casó con su querida Lady Müller y no hubo objeciones ante el deseo del mandatario. Fue después que Franco aprendió un poco más acerca de la realeza de Erini, de la familia Berwern, del débil estado de salud del rey que solía viajar por todo Erini junto a su esposa, la reina Rose, y que su hijo Rowan, el cual era el mayor de cuatro hijos, era el favorito para tomar el trono.

   Luego de casarse, Franco aceptó servirle al rey y sus deseos. Era joven, apenas había cumplido los veinticinco cuando llegó al castillo, cuando conoció a los famosos príncipes de Erini; Rowan era el mayor, un muchacho distante pero aparentemente amable; Johan, un año menor que Rowan, era de los más traviesos al robar galletas de la cocina; Dylan, era mucho más joven, pero le gustaba que la reina le leyera historias, y se molestaba cuando le tocaba a él contar un cuento; y finalmente Grey, quien era el más pequeño y necesitaba cuidado constante porque solía salirse de la cuna y perderse por el castillo.

   Las historias diarias de Franco en su nuevo hogar eran una locura, cada día le contaba a Lady Müller las cosas que hacían los jóvenes Berwern, cómo tenía que lidiar con cada uno, y la muchacha le oía con emoción, porque le llenaba de ilusión ver que Franco tenía sangre para niños, ya que ella deseaba tener mucho bebés corriendo por la casa, jugando con ellos o solo calmarlos cuando lloran.

   Franco igual quería a los niños Berwern; mucho más lejos de lo que había imaginado, el rey Thomas había visto en él el brillo para los jóvenes, y le contrato para ser su mano derecha y cuidador de sus hijos, quienes tras algunos meses ya se habían encariñado con el joven Alcalle.

   Los años pasaban, Franco vio como los jóvenes príncipes crecían a gusto, en un ambiente tranquilo, pero el rey cada vez se veía más deteriorado.

   Era una tarde fría y nublada cuando llegó a casa con su hermosa Lady Müller, quien se mostraba profundamente preocupada y llena de tristeza. La dama había perdido a su segundo bebé, un aborto espontáneo le golpeaba el alma y la llenaba de desesperación, y Franco no podía hacer más que abrazarla para tratar de calmar su llanto. El médico de aquel momento ya les había advertido de aquello, pero vivirlo no era fácil.

   Tal tragedia llegó a oídos del rey y la reina, Franco se negaba a hablar del asunto pero ellos mantenían contacto con los familiares Müller. Tenían esperanzas de que Lady Müller tuviese descendientes, pero veían que la situación era difícil, por ello quizá la reina tomó la decisión de darle una pequeña ayuda sin que ellos supiesen.

   La reina, siendo entre las más interesadas a la hora de investigar en la región desconocida, había obtenido un fruto especial que mejoraba el sistema reproductor, independientemente del sexo. Sin que Franco supiese de ello, la mujer le dio una canasta de dichas bayas rosadas al muchacho para que le hiciera jugos a Lady Müller.

   Ciertamente, una niña nació meses después de días y días tomando un jugo mágico sin saberlo. Lady Müller había pasado el mayor terror de su vida los nueves meses de embarazo, su trauma no le dejaba moverse con calma, comer cualquier cosa, hacer cualquier cosa, solo quería tener a su niña sin preocupaciones pero estaba aterrada. Y cuando nació la pequeña, Lady Müller lloró hasta quedarse dormida agradecida con los cielos. Franco era por segunda vez el hombre más feliz del mundo.

   Poco tiempo después, la reina tuvo su quinto hijo: el pequeño y llorón Camilo. Franco vería crecer a otro muchacho Berwern y seguiría rodeado de niños corriendo por el castillo, e igualmente por su propio hogar, donde Lady Müller disfrutaba de la compañía de la pequeña Isabella.

   Los años eran lo de menos, Franco había olvidado el deber de su apellido, había olvidado todo antes de llegar a Erini, y probablemente no volvería a ver a alguien de su familia y eso le aliviaba. El rey se mantenía con vida, hacía lo posible por seguir viajando con su esposa y Franco cuidaba y enseñaba a los príncipes Berwern para hacerlos la mejor generación de la realeza.

   Vio a su hija y a Camilo crecer lado a lado, sus edades eran cercanas por lo que se llevaban bien, aunque Isabella era mucho más extrovertida. Fue pues que Camilo conoció a Susan, una linda princesa de una región cercana, y no sabía qué hacer para enamorarla, por lo que acudió a Isabella. Franco podía ver que su hija y que el menor de los Berwern se trataban como hermanos, y aquello le contentaba.

   Entre miles y miles de detalles, Franco vio como generación en generación tomaban caminos separados. El rey había muerto y la reina, sin poder soportar el estar en el castillo, tomó un viaje sin fin a la zona prohibida junto a su hijo Dylan. Rowan había fallecido en una emboscada tiempo después de haber obtenido la corona, y Johan solo aceptó el puesto hasta que Camilo pudiese obtener el trono, ya que Grey había renunciado a reinar.

   El ya señor Franco no comprendía cómo sus muchachos habían tomado caminos tan diferentes a lo que esperaba, cómo las cosas habían cambiado, quizá los Berwern no tenían la suerte que merecían, o tal vez tenían la suficiente suerte como para hacer lo que deseaban. Pero por otro lado, en aquel entonces Camilo apenas estaba viviendo lo que sería su primer y único romance, y su hija Isabella, se metía en problemas con muchachos extranjeros, cosa que para él traería consecuencias.

   Poco después del funeral de Lady Müller, la joven Isabelle le confesó a su padre que estaba embarazada. El mundo se le venía encima al hombre, porque el dichoso prometido de su hija había huido luego de saber su condición, e Isabella quería tener a su bebé a pesar de todo, porque le hacía ilusión, y el Señor Franco respetaba su idea aunque le asustaba.

   A pesar de todos los cuidados, de la compañía, del apoyo, Isabella murió a los días de haber dado a luz a un lindo bebé castaño. Franco quiso renunciar a su trabajo en el castillo, pero ya Camilo se había casado y no quería perderle, Camilo le ofreció todas las comodidades en una linda habitación en el primer piso del castillo con tal de que no le abandonara, pero el Señor Franco no dejaría al pequeño Zacarías a su suerte.

   Camilo no vio problemas con un nuevo bebé en el castillo, menos si era hijo de su querida Isabella, su mejor amiga; sabía que el Señor Franco le cuidaría bien. La alegría era notable, incluso la reina Susan a veces se acercaba a ver y jugar con el bebé que hacía pocos sonidos; y fue unos meses después que la reina Susan quedó embarazada del rey, dando a luz a un lindo bebé azabache al cual llamaron Felipe en vísperas de otoño.

   Y el resto, sinceramente, es historia...

╔══════✮❁•°♛°•❁✮══════╗

Hola, mis queridos lectores.

Hice este Drabble con mucha emoción, porque incluso yo quise saber qué era de la vida de los Alcalle, ¿Por qué tanto misterio? 

Espero sus comentarios siempre en este libro lleno de cariños y muchas dudas resueltas. Recuerden que si quieren saber algo de alguien de la historia, pueden comentarlo donde deseen.

Sigan leyendo ♥ Los quiero mucho, mis galletitas.

Cuídense en esta cuarentena y muchos besos ♥

╚══════✮❁•°❀°•❁✮══════╝