YiXing estaba enojado con él, podía sentirlo, lo percibió desde que entró al cuarto del hospital con el entrecejo fruncido y una maleta de ropa para poder sacarlo del hospital. Pasaron a dejar a TaeYong en el camino de regreso a su casa y sólo así en el taxi, su novio le miró con una mezcla de decepción y enojo, mas no le habló. En casa lo ayudó a llegar hasta la habitación, lo acomodó y se sentó mirándole fijamente.

—Me dijiste que estabas bien, me pediste que confiara en ti para dejarte sin mi supervisión— masajeó su entrecejo con algo de irritación— El oficial Wu me comentó lo del ataque al payaso en el parque, no me dijiste nada sobre eso— se levantó y abrió las puertas del armario, sacó una bolsa—Y tu delirio sobre Chanyeol en el hospital te hace ver como un loco, el oficial revisó las cámaras, nadie con su apariencia entró o salió del hospital— abrió los cajones donde guardaba su ropa, comenzó a sacarla y meterla en la maleta—Necesitas ayuda de verdad.

— ¿Estás dejándome? — preguntó con la voz temblorosa.

YiXing le miró fijamente—No, no estoy dejándote— se acercó a la cama y se inclinó para dar un beso en la nariz de SeHun—Necesito despejar mi cabeza, si la mía se nubla no podré cuidarte.

—Estás mintiendo, es una forma menos directa de decir que ya te harté y vas a dejarme.

—No lo estoy haciendo, SeHun— se levantó de nuevo y siguió guardando ropa.

—¡Lo estás haciendo! — le gritó—¡Vas a dejarme solo y él va a matarme! — las lágrimas empaparon sus mejillas.

—¡Él no está aquí! — Caminó con rapidez hasta él y le tomó por los hombros—¡Chanyeol no está ni en el mismo país, maldita sea! — Lo sacudió con violencia— ¡Estás loco! ¡Loco!

—¡No lo estoy! — el llanto ahogó su voz, YiXing sintió una punzada en el corazón, pero no iba a dar marcha atrás, tomó su maleta y se marchó, dejando a SeHun ahogarse en llanto.

(...)

Cuando TaeYong llegó a su casa se quedó fuera un rato, trataba de pensar en alguna excusa convincente para sus padres, pues probablemente sí notaron su ausencia durante dos días, abrió la puerta con suavidad, entró con cuidado y cerró de la misma forma, se quitó los zapatos. Arrastró sus pies sobre el piso alfombrado, sus padres estaban mirando televisión, se acercó a ellos por la espalda y espero a que le notaran, pero ellos no dijeron nada, comenzó a rodear el sillón y sintió algo húmedo bajo sus pies, miró hacia abajo y vio una gran mancha roja en la alfombra azul cielo, su vista se dirigió automáticamente a sus padres, -ya que ahora podía verlos mejor- sus padres tenían los ojos abierto, pero sin vida, pues ambos tenían la yugular cortada, la sangre había chorreado con lentitud por el cuello de su madre, a su brazo y luego al suelo, mientras que el pecho y camisa de su padre estaban empapados en sangre. Iba a gritar pero su boca fue cubierta y su cuerpo levantado con fuerza, pataleó pero un olor picante lo ahogó y dejó inconsciente.