25.
SeHun despertó entre los brazos de Chanyeol, lo envolvían con cariño y protección. Acarició su rostro relajado y jugueteó con su cabello hasta que el mayor abrió los ojos algo adormilado.
—Buenos días, amor— le saludó cuando sintió que su novio estaba despabilado.
—Buenos días, muñequito— dijo con una sonrisa suave.
Se abrazaron otro rato, se besaban suavemente. SeHun pensó que todo estaba yendo bien, podían ser muy felices.
—Muñequito— dijo sosteniendo su rostro entre sus manos— Vamos a las vegas y casémonos.
—Es muy peligroso, tú estás fichado y se supone que yo estoy muerto— sus ojos se abrieron con miedo.
—¿No quieres casarte conmigo? — sacó su labio inferior con la intención de hacer un puchero.
—Quiero, pero es muy peligroso, no podemos— imitó a Chan y tomó sus rostro.
—Ya me encargué de eso.
Se alejó de SeHun, bajó de la cama y fue hasta su buró. Sacó un sobre amarillo, lo abrió y vacío el contenido en la cama, allí estaba toda la documentación necesaria para cambiar sus identidades.
—Chanyeol— tomó el acta de nacimiento falsa, se veía tan real. —¿Hiciste esto sólo para casarnos?
—Podríamos ir a otros países, ha pasado tiempo, es seguro que ya no están buscándome, podríamos casarnos en Las Vegas y luego viajar por el mundo. — Entrelazó sus manos y juntó sus frentes— ¿Quieres casarte conmigo?
—Sí, quiero casarme contigo.
Sin esperarlo fue levantado de la cama, Chanyeol dio vueltas de alegría, enterraba su rostro en el vientre plano de SeHun.
—Vámonos mañana por la mañana— SeHun asintió con una sonrisa brillante— Por hoy, habla con quien tengas que hablar de tus alumnos, yo llenaré el tanque con gasolina y regresa para pasarla abrazados.
—Me encanta la idea.
Compartieron un dulce beso antes de resolver todo lo que pudiese crearles contratiempos.
(...)
TaeYong revisaba los barcos y botes-casa de un lado del puerto y el señor Oh los revisaba del otro lado, tenían el indicio y no pararían hasta encontrarles. Salvarían a SeHun sí o sí.
Aunque tenían miedo de los horrores que podrían encontrar.
(...)
SeHun estaba visitando a sus alumnos para avisar que ya no impartiría clases, sabía que aquellas familias podrían dar parte a las autoridades al no verlo. Sólo le quedaba visitar a uno y podría regresar.
Su alumno estaba sentado en el jardín de su casa, se acercó a él y observó lo que hacía. Estaba dibujando, cuando notó que estaba ahí le miró.
—Profesor Oh— el muchacho aprendió a dominar bien el coreano, sorprendió mucho a SeHun, pero eso le hacía sentir que hacía bien su trabajo—Las personas que lo buscaban— aquello hizo que frunciera las cejas— ¿Lograron dar con usted?
—¿Qué personas? — preguntó.
—Estaba dibujando en el parque, entonces llegó un muchacho y un hombre llegaron preguntando por usted. — Incitó a que siguiera hablando— Les dije que vivían en el muelle, pero no sabía en qué barco.
—Mierda— pasó las manos por su cara.
—¿Estuvo mal? — el chico se encogió un poco en su lugar.
—Sí, pero no importa, tengo que irme.
Corrió con toda la velocidad que sus piernas le permitían, tenía que llegar al yate y decirle a Chanyeol que los estaban buscando, vio el yate y nadie alrededor, por lo que todavía podrían irse.
En definitiva nadie los iba a separar.
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¿Será que podrán irse?
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