20.
TaeYong llevaba dos días actuando raro, amablemente iba a comprar las cosas que SeHun necesitaba y no había en casa, a pesar de que el amor de su vida no sospechaba del chico, sabía que había algo raro, pero no sabía que, un día decidió esperar un poco para seguirlo, pero sólo lo vio dudar en si llevar el queso normal o el deslactosado -encargo de SeHun- tal vez ahora el paranoico era él.
Recargó su peso en la isla de la cocina y observó a SeHun separar las hojas de una lechuga romana, se veía tan natural que su pecho se hinchó de alegría al ver que su esfuerzo estaba cosechando frutos.
—Amor— SeHun le llamó sin despegar su vista de la lechuga— TaeYong no ha bajado de su habitación y necesito vinagre de manzana, sólo tenemos de arroz.
—Papá deberías ir— TaeYong apareció con las manos tras la espalda y una expresión neutra—Necesitas que te dé el aire, llevas tres días sin salir. Además vi que hoy había oferta en el almacén de herramientas y dijiste que querías un llave para ajustar algunas tuberías
Chanyeol enarcó una ceja, pero creyó que TaeYong tenía razón.
—Sólo iré a taparme— se levantó y trotó escaleras arriba.
—Yo iré a dormir un rato— le sonrió con esperanzas y se marchó tarareando alguna canción.
SeHun se confundió un poco, no sabía porque TaeYong lucía tan radiante, pero lo que sabía era que quería acompañar a Chanyeol. Subió tras él y le abrazó por la espalda cuando se estaba subiendo el cierre de su chaqueta.
—Quiero ir contigo— le dijo— llévame — mostró su labio inferior como un puchero.
—Sólo voy a comprar.
—Pero quiero ir, sería un largo momento a solas.
Se miraron con anhelo, el mayor acarició el pálido rostro que enamoraba su corazón a diario.
—De acuerdo, ponte tu chaqueta y nos vamos.
Con una sonrisa y tiernos brinquillos la tomó del perchero y se la puso con rapidez.
Salieron de la casa con las manos entrelazadas y los corazones enamorados. Fueron directo al almacén, pues allí había de todo a precios muy buenos.
—Tú ve por tu vinagre en lo que voy por mi llave. — palmeó coquetamente su trasero y le besó la mejilla.
Las mejillas se tiñeron de rojo y con el rostro gacho fue al pasillo correspondiente. Comenzó a buscar el vinagre que quería, había de muchas marcas, no sabía cuál era el mejor, por lo que trataba de ver los precios -aunque no los entendía- se dejaba llevar por cuantos ceros había antes de los otro números, mordió la uña de su pulgar y analizó bien los cartelitos con los precios. Su debate fue interrumpido cuando las luces del almacén se apagaron y las cortinas de metal bajaron con rapidez, todo se quedó obscuro, los cajeros se sobresaltaron y miraban todo alrededor, había unas pocas personas que jadearon de sorpresa, de alguna forma, SeHun sabía que algo no estaba bien. La obscuridad que consumía el lugar le añadía un toque tenebroso. Caminó tanteando el camino con los brazos, andaba lento y buscaba algún indicio que le dijera por dónde ir, de apoco sus ojos se adaptaron y su andar fue más rápido, sintió el frío que despedía el área de lácteos y quedó confundido sobre a donde ir.
—¡Muy bien, no se asusten, me gustaría que todos ustedes caminaran al frente y se pegaran contra las cortinas de metal! — la voz de un hombre sonó por todo el lugar.
SeHun creyó que era el gerente, por lo que siguió caminando directo al lugar del que provenía la voz, caminó más seguro, sus ojos veían mejor, pero de pronto tiraron de su brazo con fuerza, estuvo por gritar pero alguien cubrió su boca con la palma de su mano.
—Soy yo muñequito— le susurró Chanyeol en el oído, su cuerpo se relajó y asintió contra su pecho— Voy a arrastrarte al medio de los estantes para escondernos— le dijo. SeHun se dejó guiar y una vez acomodados le explicó que estaba haciendo allí— Ese hombre está buscándome, cuando llegué a este pasillo, me observaba del otro lado, miró una foto mía y luego me miró de nuevo. Lo descubrí por los espejos de seguridad que tienen, después de eso desapareció y las luces se apagaron.
—Pero, ¿por qué te busca? — frunció las cejas y tomó su rostro entre sus manos—Prometiste que ya no matarías a nadie.
—No he matado a nadie, muñequito— apoyó sus manos sobre las ajenas—Yo creo que TaeYong lo trajo aquí y por eso ha estado raro.
—Pero él no tiene forma— negó incrédulo.
—Encontró alguna.
Iban a seguir hablando pero el ruido de una puerta siendo abierta los hizo callarse.
—¡Debiste hacerme el trabajo más fácil y venir aquí! — al parecer dejó ir a las personas que estaban dentro del almacén. —Pero no hay como la típica cacería del gato y el ratón.
Al parecer el hombre no sabía que SeHun también estaba allí.
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Actualización después de terminar todos los trabajos que tengo que entregar uwu.
¿Qué pasará?
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