—Dime ¿Por qué estás aquí? — JunMyeon cruzó sus piernas y miró atentamente a SeHun, quien estaba sentado en el diván del consultorio.

—Porque me pareció haber visto a mi captor y atacante que se supone que está desaparecido en otro país. — SeHun formó una mueca, él sólo fue porque YiXing le dijo que lo necesitaba.

—Háblame de tu captor.

—Bueno, él siempre me trató bien, fue dulce conmigo, pero asesinaba a todos los que me rodeaban, primero a mi novio, luego a mis mejores amigos— los recuerdos lo atacaron dejándolo sin aliento.

— ¿Alguna vez te sentiste atraído por él? — la pregunta alarmó a SeHun.

— ¿Qué clase de pregunta es esa? — se levantó de golpe, apoyándose en sus codos y mirando al doctor.

—Estaban diciéndome que era bueno contigo.

—Sí, eso no quiere decir que yo me haya enamorado de él. — se dejó caer en el diván y cubrió sus ojos con su brazo.

— ¿Seguro? Yo no te voy a juzgar.

—No me enamoré de él, éramos buenos amigos o algo así, me acompañó un par de veces a mi estudio de baile y comimos juntos— su garganta se secó al recordar que tuvieron relaciones— so...sólo tuvimos sexo una vez— sus mejillas, cejas y nariz se pintaron de rojo.

—¿Te gustó? — preguntó.

—No, ah bueno sí.

—¿Por qué? Tú dices que no te atraía.

—Intentó conquistarme— cubrió su cara con sus manos— El sexo fue antes de eso y me gustó porque fue muy salvaje— las imágenes de ese momento golpearon su mente, causándole cosquillas en las palmas y el estómago.

JunMyeon ladeó una sonrisa.

—¿Te conquistó?

—Me gustó un poco, pero cualquier sentimiento fue aplastado por la evidencia que YiXing me envió.

JunMyeon dejó de preguntar sobre ello y comenzaron a hablar de la infancia de SeHun, hasta que a hora se agotó y aunque el menor no lo deseaba fue agendado para otra cita.

Sentía que la sesión no sirvió de nada, refunfuñaba con el rostro a medio cubrir por una bufanda de lana negra, pero realmente necesitaba que alguien le dijera que no estaba loco, caminó entre la gente que se apresuraba antes de la lluvia azotara la ciudad, llegó a la puerta de su casa y había una notita pegada, la lluvia se dejó caer con fuerza.

"Hola, muñequito"

Dejó caer el papel con las manos temblorosas, volteó a todos lados, su vecina estaba metiendo sus cojines que habían lavado, se acercó corriendo a ella.

—¿Sabe si alguien vino a mi casa mientras no estaba? — la mujer pensó un poco.

—No, lo siento cariño, no he visto a nadie.

SeHun se giró, trató de correr para buscarle pero chocó contra el pecho de YiXing quien sostenía un paraguas y le miraba con preocupación al verlo totalmente mojado.

— ¡Déjame pasar! — pidió mirando por sobre su hombro.

— ¿A dónde vas? — Lo sostuvo del brazo— Está lloviendo, ya estás mojado y vas a enfermarte.

— ¡Chanyeol estuvo aquí! — gritó, trató de rodearle, pero fue retenido por el brazo de su novio.

— ¿Por qué lo dices? — subió su mano hasta su cuello y le obligó a mirarle.

—Había una nota en la puerta— sus ojos llenos de miedo conmovieron el corazón de YiXing, le acarició las mejillas para calmarlo un poquito.

—Enséñamela.

SeHun tomó su mano y lo llevó a la entrada de la casa, pero ahí no había nada.

—Estaba aquí, la solté en el suelo, pero debería seguir aquí.

Se agachó y palpó el suelo con desesperación, las lágrimas empaparon su rostro y comenzó a sollozar con fuerza.

—SeHun— YiXing soltó el paraguas, lo levantó en sus brazos, abrió la puerta de la casa con dificultad y lo llevó al baño para que su cuerpo se calentara. —Tranquilo mi amor— comenzó a quitarle la ropa mojada, mientras dejaba suaves besos en su piel blanca y fría— Todo va a estar bien, yo estoy contigo— lo metió en la bañera y acarició su mejilla.

—Gracias— la voz de SeHun salió suave y casi ronca.

YiXing le sonrió con amor, talló su cuerpo y cabello mientras le susurraba palabras de amor y le contaba sobre su día, prefirió por el momento no hablar de su terapia, para no alterarlo más.

Lo único que SeHun quería era que le dijeran que no se estaba volviendo loco.

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