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Aquella chica; la de las cartas, la de sus sueños, la misteriosa sonrisa
Era quien había encontrado la manera de llegar a su mente, mantenerse en sus pensamientos y hacerlo esperar cada día por una nueva carta
Porque no la conocía; porque quería saber más sobre ella. Para averiguar quien era
Y así poder buscarla...
Pero ahora que lo sabía, no tenía en qué dirección avanzar para seguir sus pasos
No tenía idea de qué había sucedido ni de a dónde se había ido
Entonces lo recordó... las palabras de Rantatou
"Ken tuvo que despedirse..."
"Un año después se fué Valt..."
"Ellos se fueron y me dejaron solo..."
Entonces debía suponer que con ella había sucedido lo mismo... ¿Pero por qué Rantarou no dijo nada más sobre ella?
"No te incumbe..."
¿Acaso se habían distanciado después de eso?. ¿Y por eso él no sabía nada más de ella?
Shu miró sus cosas una vez más y siguió buscando
Debía haber algo más de ella. Alguna otra nota o pequeño garabato de estrellas, pegatinas o algo...
Quería encontrar entre sus cosas algo más que le perteneciera a ella
Tan solo otra cosa... que pudiera conservar y que le recordara a ella
Algo... que lo ayudara a recordarla
❀...
Mientras que afuera, la tarde comenzaba a caer sobre la ciudad
Natsuo odservaba el cielo, sentado las pequeñas escaleras en la entrada
-Ha pasado un tiempo desde que vinimos aquí por última vez ¿No?
Escuchó una voz a sus espaldas. Supo que era su hermana
Él no respondió, solo se quedó en silencio un rato más
-Falta solo un día. Pronto papá volverá y llegará el momento de hablar del tema.
-Él ya lo sabe...-
Meyli abrió los ojos de la sorpresa y se quedó mirando a su hermano en silencio
-¿Como se...?.-
-Hablé con él anoche. La idea no le gustó; pero accedió a hablar con él.
Respondió sin verla
Concentrado en el cielo narangoso
Pronto el día acabaría, al igual que su espera. Y finalmente volverían a enfrentar a su padre
Junto con la llegada de la hora de la verdad
Natsuo suspiró
-Meyli. ¿Fuiste tu quien le dió el diario verdad?
❀...
En el camino de regreso, ninguno hizo comentario alguno, en su lugar los tres hermanos se mantuvieron en el habitual silencio al que ya venian acostumbrados desde que subieron al auto
Shu ya no miraba por la ventana como al principio, sino que ahora su mirada se hallaba fija sobre la caja que sostenian sus manos, ademas de las cuatro que se apilaban a sus costados respectivamente
Sin dejar de darle vueltas al asunto en su mente
Ahora sabía quien era ella, de donde la conocia, cual era su nombre y tambien lo que sentia por ella. Pero seguia sin recordar su rostro
Aunque tambien tenia la certeza de que aun le faltaba por descubrir algunas de las piezas para reconstruir su pasado
Al llegar a casa, ayudaron a su hermano a bajar las cinco cajas del auto y subirlas al departamento, para luego volver a su abitacion y aislarse en su respectivo mundo. Lejos de los demas
Shu miraba las cajas abiertas y esparcidas sobre su cama, desde la pequeña esquina donde se habia sentado a revisarlas. Habia empezado desde hace una hora y media y ahora todas las evidencias físicas de su pasado estaban revueltas y mezcladas unas con otras
Había varios boletos y entradas caducos, de lo que supuso debieron haber sido grandiosos momentos, que ya no podía recordar
Y aquello le molestaba. Ahora resultaba ironicamente increible pensar que si alguien le hubiese dicho alguna vez que su vida cambiaria por completo despues de un accidente automovilistico no les habria creido para nada. Pero ahora; que sabía parte de la verdad no tenía idea de cómo sentirse
Todo lo que podía hacer era esperar un día mas hasta que llegase el momento de la verdad. Sin embargo...
"Tu padre nos negó como tus amigos..."
"Un año despues nos mudamos y papa me pidió que dejara algunas de las cosas que te pertenecian, un año antes del accidente..."
"Asi que decidímos guardar el secreto..."
¿Qué motivos pudo haber tenido su padre como para borrar su pasado?
❀...
El joven suspiró, tendiéndose boca arriba en su cama. Con aquellas notas viejas sobre su regazo y un errático palpitar en su pecho
¿Qué era ese sentimiento?
¿Acaso era una inyección de la calidéz más pura del universo entero combinada con una sobredosis de amargura y dolor?
Porque eso era justo lo que sentía por dentro. Aquellas cartas le hacían sentir extraño cada vez que las leía
Le generaban una calidéz extraña, incluso le gustaba jugar con la idea de qué estaba pensando la persona que las escribió. Eran algo tan puro, tan inocente y lleno de gracia que simplemente no encontraba la forma de negarlo. Era especial para él
Ahora lo entendía; el por qué las había conservado por tanto tiempo
Cada palabra era dulce; le hacía sentir un cosquilleo agradable en el pecho. Aunque desgraciadamente no duraba mucho, ya que la ilusión de volver a leer cada párrafo, terminaba junto con la pequeña estrella de firma al pie de la página
Era inevitable
Ya que siempre lo perseguía la amarga decepción de saber que aquellos dulces escritos estaban contados en sus manos. Que la persona que había despertado esos sentimientos ya no estaba
Y peor aún, que no sabía a dónde se había ido
Sin embargo, el sentimiento estaba ahí. Y era innegable para él, se había enamorado de un recuerdo
Sólo desearía poder reencontrarse una vez más con ella, para así comprobar qué tan fuerte podía llegar a ser el cosquilleo en su pecho si la miraba a los ojos
Y se perdía en su sonrisa
❀...
El hombre suspiró recostándose en su silla y extendiendo los brazos sobre su escritorio
"¿Cuál sería la manera adecuada para hablar de ello?."
"¿Qué postura debe tomar un padre a la hora de decir la verdad a sus hijos?.", se preguntó en silencio
"Debe haber una forma... de ser sincero con él y decirle la verdad.", pensó
Mirando el reloj de manecillas en la pared de su consultorio. Ya quedaba poco para que su joornada terminara
Había decidido pedir un permiso para tomarse la semana de jubilo un día antes. Y así poder dejar de lado sus preocupaciones laborales con tal de enfocarse en atender "Ese asunto pendiente."
Ya había hablado con su colega el Dr. Shakadera. Y había hecho una consulta rápida con uno de los viejos libros de su biblioteca
Todo con tal de prepararse mentalmente
Esa noche volvería a casa. Hablaría con su familia; explicaría sus razones
Y al día siguiente; hablaría con él. Su hijo menor
Para finalmente entregarle aquello que estuvo ocultando tanto tiempo por temor
El padre Kurenai suspiró una vez más. Ser padre nunca es algo fácil; menos en tiempos difíciles, cuando se deben tomar decisiones duras. Y arriesgarse a estar equivocado
Pero ciertamente lo más difícil para un padre; es reconsiliarse con sus hijos. O en su caso; disculparse con ellos por haber ocultado la verdad y forzarlos a ser participes de su decisión extremista
Ahora solo quedaba afrontar aquello de lo que tanto huyó cada vez que miraba a su hijo a los ojos. Sabiendo que le ocultaba la verdad
Pero la hora había llegado. Debía decirselo finalmente
Después de todo; Shu merecía saber la verdad
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