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Shu estaba recostado en su cama. Pensando en todas las cosas que habían pasado esos últimos días

El diario estaba sobre la mesa de noche. No había dejado de hojearlo durante los ultimos días, tratando de recordar algo más sobre su pasado

Mientras esperaba día a día que llegara el tan ansiado fin de mes. Cuando su padre volviera a casa a descanzar y pudieran finalmente tener aquella conversación sobre el pasado que tanto había rondado sus pensamientos durante los ultimos días

Faltaban solo tres días, para que se terminara su espera

Y ansiaba tanto obtener la respuesta al monton de dudas en su cabeza, que tener que esperar mas tiempo le resultaba tedioso y frustrante

Había hablado con Daigo los últimos días. Por teléfono; este aún seguía sin poder contactar con el rubio después de lo de aquella tarde. Se sentía algo agobiado por no poder hablar con su amigo para aclarar la situación

Sin embargo a Shu ya no le importaba tanto el tema. En el fondo sabía que Rantaro estaba realmente molesto con él y que le tomaría tiempo procesar las cosas hasta que pudieran volver a hablar con mas calma

Sin embargo. Consideró la idea de hablar con él sobre el diario, pero sabía que la idea de recordar el pasado no le sentaría bien después de todo

Mientras que con Natsuo y Meyli las cosas ahora eran un poco distintas, Meyli estaba algo tensa y Natsuo se veía distante de todo últimamente. Pero era entendible, ya que habían pasado tantas cosas desde que se comprometieron a guardar el secreto que realmente era difícil hablar de ello

Pero almenos sabía que ellos lo ayudarían a hablar de ello con su padre

Y en cuanto a él. Había dejado de soñar con ella desde el momento en el que las cosas se habían vuelto turbias

Sin embargo, irónicamente había descubierto más datos sobre ella despierto que dormido

Ahora solo le quedaba esperar. Ya que no tenía sentido hacerse más y más preguntas que quedarían sin respuesta hasta que su padre regresara al final de mes

❀...

El sábado por la mañana, Shu miraba a través de la ventana de su habitación

Y salió de sus pensamientos al escuchar el sonido de la puerta ser suavemente tocada desde afuera

-¿Shu?, ¿Estás despierto?

Aquella era la voz de Meyli

Rápidamente se levantó y fué a atender. Al abrir la puerta la albina le sonrió de medio lado, algo tensa

-Estaba despierto, ¿Que sucede?

Ella suspiró y lo miró directamente

-Saldremos en un rato. Iremos a nuestro antiguo vecindario...-

Shu asintió sin comprender el motivo de aquel extraño compromiso y cerró otra vez la puerta. Llendo a abrir su closet, mientras pensaba en la rara manera en la que Meyli lo miraba ultimamente

¿Por qué sus hermanos no eran normales?

❀...

Natsuo conducía en silencio. Meyli miraba el camino y Shu miraba por la ventana, cada quien inmerso en sus propios pensamientos

"Falta solo un día...", pensó el menor

A la hora y media ya habían llegado a su destino. La vieja casa donde vivían hace un año

Y pensar que no había vuelto a pensar en ella desde que se mudaron

Shu fué el último en bajarse, y al pisar la acera de concreto se detuvo frente a la gran casa. Mirándola con nostálgia

Al entrar, Shu miró a los alrrededores de su vieja casa. Explorándola con las manos en los bolsillos

Cuando vió que sus hermanos se habian adentrado al corredor. Por curiosidad decidió seguirlos

Pero al hacerlo se detuvo en su habitación. Viendo los cambios que había hecho el tiempo

Deslizó su dedo por el cristal de la ventana y luego lo miró para comprobar cuan densa era la capa de polvo

-¡Shu, ven un momento!

Escuchó la voz de su hermana y salió de su habitación. Llendo a la que estaba del otro lado del pasillo

Al llegar vió a Natsuo agachado abriendo varias cajas al romper la cinta que las sellaba con las llaves

-¿Que es todo esto?

Sintió curiosidad

Natsuo se incorporó sobre sus talones y lo miró con una media sonrisa desinteresada

-Estas son tus cosas. Las que papá me pidió que dejara aquí al mudarnos.

Respondió poniéndose de pie

Shu miró con atención las cajas y se acercó para abrirlas

-Vamos Meyli...-

Indicó a la mayor

- Nosotros esperaremos afuera un rato. Pero recuerda que debemos volver temprano.

Al salir, Natsuo notó la mirada distraida de su hermana, como si estuviera tensa

Entonces lo entendió

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Ayúdame a recordarte

Porfabor ayúdame a traerte de vuelta

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