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Shu lo miraba atónito. Sin saber que decir; aunque para el rubio no hizo falta que dijera nada. Ya que a ese punto no iba a detenerse a pensar en lo decepcionado que estaba. Lo unico que le importaba era terminar su historia

-Esperamos al fin de semana y fuimos a tu casa. No había nadie.

Añadió, mientras lo miraba severo

-Intentamos contactar con alguien de tu familia...-

Shu no podía apartar la mirada de aquellos oscurecidos orbes marrones, siendo capaz de percibir un sutil brillo de nostalgia y decepción

-La llamada nunca llegó. El número estaba fuera de servicio y cuando finalmente Valt pudo hablar con tu padre. ¿Sabes qué dijo?.-

Daigo tragó saliva

-Nos negó como amigos de su hijo. Y simplemente se fué...-

Declaró, en ese momento su tono de voz se volvió lúgubre y profundo

Como si en verdad odiara revivir aquellos recuerdos y en ese momento estuviera sintiendo un profundo coraje por verlo a él después de tanto tiempo. Y que él solo le saliera con un "Lo siento, no te recuerdo... ni a ti, ni a ellos."

-Valt no volvió a ser el mismo. Ni yo tampoco... meses después la familia de Ken tuvo que salir del país. Y él tuvo que irse...-

Rantaro apretó los puños

-A Valt le tomó mucho tiempo volver a ser el mismo... y cuando finalmente se recuperó; él también se fué. Dejándome solo.

Shu sentía que la mirada del rubio era rígida sobre él

-Juré que nunca volvería a contar esta historia. Hasta que llegaste tú.

Miró a Daigo

-Y reconozco que no quise creerlo hasta verlo con mis propios ojos.-

Reconoció

Daigo se estremeció al sentir la profunda mirada del Kiyama

-Pero jamás pensé que volvería a encontrarte de nuevo.

❀...

Aquello último se lo dedicó al Kurenai. Quien quedó sin habla

Mientras que Rantarou solo pudo pensar en sus viejos amigos. Sabía que cualquiera de ellos habría llorado, pero él era demasiado orgulloso como para permitírselo. Menos frente a la persona a la que guardó esos rencores durante tanto tiempo

Y ahora que finalmente lo tenía en frente. Sentía que no podría mantenerse firme con tantos sentimientos de por medio

-¿Qué pasó con el otro chico?

Daigo sabía que no era el momento. Pero decidió arriesgarse

-¿Dejaron de ser amigos?.-

La mirada de Audaz cambió tras escuchar esas palabras. Y entonces Daigo supo que debió quedarse callado

-Qué te importa.

Cortó rápidamente. Poniéndose de pie para irse

En ese momento Shu se puso de pie para detenerlo. De más estaba mencionar que el momento no era el indicado para preguntar

Pero aún había muchas cosas que debía saber sobre su pasado. Y sabía que debía arriesgarse, aún si el otro chico terminaba por odiarlo hasta la muerte o golpearlo

Sin saber cuán equivocado estaba

-¡Espera!.

Rantarou se detuvo a mitad de camino a la puerta. Y se quedó inmóvil, dándole la espalda

Daigo igual, se paralizó

Shu tragó saliva luego decidió arriesgarse

-Por favor, debo pedirte que te quedes un poco más...-

El contrario se tensó

-Rantarou; aún hay muchas cosas que necesito saber. Por favor, sé que no es el momento menos indicado; pero te pido que me ayudes. Una última vez, luego si quieres irte no te detendré.

El rubio se estremeció ante tal petición que incluso llegó a sentirse incómodo con la idea. Frunció el entrecejo y se giró para ver al albino sobre su hombro; y este todo lo que hizo fué mirarlo con un semblante serio

Ambos quedaron en silencio unos segundos hasta que finalmente el rubio se hartó

-¿Y bien?, habla rápido. No tengo todo el día.

Soltó. Shu cerró los ojos y exhaló

-Quiero que me digas; ¿Cómo fué que nos conocimos exactamente?.

El rubio se congeló

❀...

-Fué hace unos años... Valt recién había inaugurado el club Bey y estábamos buscando nuevos miembros. Tu fuiste el último en unirse y al que Valt más le rogó.-

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"¡SHUUU!, ¡VUELVE AQUÍ!.."

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El albino parpadeó dejando de mirar al rubio para sumergirse en sus pensamientos

-Hmn... ese tonto era un verdadero cabeza dura. Una vez que algo se le metía entre ceja y ceja no había quien se lo sacara.

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"¡Ya escuchamos tonto deja de gritar!"

"Valt es realmente muy gritón..."

"Demonios ese niño si que tiene fuertes pulmones..."

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Un par de imágenes fugaces invadieron sus recuerdos. Aquellas voces por alguna razón le eran tan familiares

- Ella decía que le desagradaba su nombre, por lo que no nos dejaba llamarla de ese modo, así que la llamábamos por su apellido, "Hanagami".

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"¡Shu!..."

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Sintió un nudo en la garganta al reconocer aquella voz. El recuerdo era tan vivido, tan familiar. Era ella

-Estábamos por aplicar para las regionales. Y todo el equipo estaba tenso y estresado...-

Shu dejó de mirar a la nada para enfocarse en el rubio

-Y dos meses antes de las regionales de Japón. Ocurrió el accidente.

Rantarou paró de contar y lo miró fijamente, dándose la vuelta para estar frente a él

-Éramos amigos Shu... casi hermanos, ¿Tú de verdad no nos recuerdas?.

El contrario agachó la mirada y negó con la cabeza en silencio. Rantarou lo miró unos segundos más, luego se dió la vuelta y caminó hasta la puerta

-Eso es todo lo que recuerdo. Ya no hay nada más que deba contarte.

Shu levantó la mirada y se dispuso a despedirse. Cuando Daigo los interrumpió

-¿Ya le preguntaste sobre ella?.-

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