III.
— Chicas, ¿venís con nosotros a la piscina?
— ¡Austin! ¡Rick!...¡CLARO!
Esos dos muchachos de pelo rubio y ojos azules, gemelos, eran los que nos gustaban. Los diferenciábamos solo por un lunar que uno tenía en la mejilla y el otro no. Había sido una explosión de sentimientos cuando Austin me había pedido ir a la piscina. Había sido raro, inesperado, bonito y alegre. A Freya le gustaba Rick, por su forma de ser. Rick era más tranquilo y romántico, mientras que Austin era más loco y gracioso. Fue aquel en el momento en el que las dos corrimos alegres hacía nuestra habitación a coger los bañadores. Cuando acabamos, bajamos rápidamente.
— Bueno, ¿nos vamos?.- preguntó Austin.
— Claro, faltaría más.- respondí.
Por dentro estaba muy pero que muy contenta. Tenía ganas de gritar y saltar. En ese instante me agarró de la mano. El corazón me latía a mil por hora. Al ver que su hermano agarró de la mano a una chica, Rick también cogió de la mano a Freya.
— ¿Estás preparada para saltar al agua?.- me preguntó.
— Sí, ¡cuando quieras!.- exclamé salvajemente.
1, 2 y 3. Después de esos segundos estábamos flotando sobre el agua. Freya y Rick prefirieron estar en las tumbonas y tomar un poco el sol y luego ir a la piscina. Comenzamos a charlar:
— Oye, ¿no notas a Fiona rara?.- me dijo Austin.
— Sí, y la verdad es que mucho. Antes de desayunar hemos tenido un percance.
— ¿Que tipo de percance?
— Un percance gordo.
— Cuéntamelo.
Le conté la historia y se quedó de piedra. Me dijo que como Fiona me volviera a perseguir o algo por el estilo, le partía la cara en cuatro trozos. Se lo agradecí. Y quedamos en silencio. Sí, nada más que silencio. 5 minutos así. Acercamos nuestras cabezas, poco a poco. Nos agarramos el cuello con las manos. Nos acercábamos cada vez más lentamente, hasta que... Sus labios se posaron sobre los míos. Sí, un beso.
— Oye, creo que esto va muy rápido.- dio su opinión.
— ¿El qué?
— Nuestra relación.
— Ah, ¿que estamos juntos?
— Si tu quieres...
— Claro que quiero. Es más, te confieso que siempre he estado enamorada de ti.
— Me encantan tus besos.
— Y a mi los tuyos.
— ¿Probamos de nuevo?
Y estuvimos así durante 5 minutos. A lo lejos Rick y Freya estaban haciendo lo mismo. Habíamos encontrado al amor de nuestras vidas. O eso es lo que creía. De repente, alguien se tiró a la piscina y interrumpió nuestra charla:
— Hola.- dijo aquella persona.
— Fi, Fi...¿Fiona?
— Sí, Fiona. Fiona Duval. ¿Algún problema?
— No, no...
Mi cuerpo comenzó a temblar y yo tuve mucha angustia. Austin y ella empezaron a hablar. Estaban sonriendo entre ellos. Me sumergí en el agua, no quería ver esa imagen tan desagradable para mis ojos.
Después de 10 minutos de charla, en los que yo estuve sumergiéndome en el agua, mirando para otros lados, nadando, cerrando los ojos... Pararon de charlar:
— Pues creo que Fiona ha cambiado de nuevo.- me dijo.
— ¿Que, que, como? Habrá cambiado a bien para ti, pero para los demás para mal.
— Supongo. A mi me cae bien.
— Yo no te voy a mandar que te caiga bien o mal, así que haz lo que te salga de las pelotas. Es tu vida y yo no me voy a entrometer en ella.
— Bien dicho, cariño.
"Capítulo finalizado"
Y bueno, con esto terminan los capítulos de introducción. En el siguiente capítulo la trama comenzará.
Os quiero 😁💕
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro