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Capitulo 9

De pronto las luces se apagaron al igual que la música, nadie hablaba, quise aprovechar esa momento para escapar de Justin, pero este apretó su agarre, no dejándome salir. A segundos después las luces se apagaban y prendían, la música era cortada pero movida.

Sentía la respiración de Justin a centímetros de mi cara, era incomodo, intente separarme, pero él me giro, agarrándome la cintura, pegando su cuerpo al mío, no había espacio alguno.

Era muy consciente de que Justin Bieber estaba detrás de mí y empezaba a moverse, mientras yo, solo me quedaba inmóvil. Quería irme, pero él no me dejaba, Chris no tardaría mucho, preferí seguir la corriente, solo por una noche.

Meneando las caderas al compás de la canción, el empieza a dejar besos sobre mi cuello ¡Santo Dios! El gruñe en mi cuello.

Y de un momento a otro, estoy detrás de alguien, una gran espalda, Christian. El me

había jalado del brazo, apartándome de Justin.

-¿Qué mierda? -Exclama, Justin, enojado.

Justin y Christian empezaron a pelear... ¿Por mí? Resto importancia, y como un flash me estoy dirigiendo a la salida, no perdería mi tiempo.

Jalan mi brazo, y miro hacia la persona que lo hizo Un sexy castaño me sonreía con picardía,

ojos marrones claros, labios carnosos, ¡Mierda!

-Oye linda -Me toma de la cintura- ¿Quieres bailar?

Sin pensarlo dos veces acepto, minutos después, salgo del baño satisfecha por la diversión que acababa de tener. Buen polvo.

Ya me había duchado, estaba cansada, y tenía sueño, me tire sobre mi cama, cayendo en un profundo sueño instantes después.

El domingo paso rápido, mi tío pareció no acordarse de nada, porque en ningún momento me pregunto o me regaño, para mi suerte. El no había vuelto hasta la noche, claramente se divirtió, más que todos ¡Diugh! Yo salí a correr, y a mi gimnasio, hace unas semanas que no iba.

Era lunes, y no me había despertado de buen humor que digamos, cuando intente apagar el aparato que me indicaba las 07:00, me caí y golpe mi cara con el suelo, empecé mal, muy mal. Me duche y me cambie.

Mi tío se ofreció llevarme, y acepte. El viaje fue corto, yo ya me encontraba atravesando la entrada.

Habían alumnos que me miraban, no entendía porque ¡Oh Si! Era ___ Stilwer, temida por algunos, gracias a mi carácter. No me importaba, y lo prefería así. Luego de pasar por un grupo de guapos chicos, sentí sus miradas en mi trasero, malditos idiotas. Mire hacia atrás y les di una mirada de muerte, que rápidamente apartaron su mirada de mí, quise reírme pero me contuve, cuando mire hacia delante, me choque con alguien, y caí al piso, mi trasero dolía, maldecí a la persona que lo hizo, maldecí al ojigris, quien me miraba burlón.

-Por una vez en tu vida, fíjate por donde caminas imbécil -Proteste mientras me levantaba del suelo- Lo has hecho apropósito, yo no estaba mirando pero tu si -Lo fulmine con la mirada- igual que la vez con la camioneta.

-Claro -Se burló-

El pasó por mi lado y empujo mi hombro, ¡Dios! Estaba roja de la furia, era un jodido cabron, me las pagaría. Cerré mis ojos, y suspire, los abrí, encontrándome con todas las miradas en mí.

-Métanse en sus jodidos asuntos, idiotas -Exclame para todos-.

No tardaron en correr su mirada y volver a sus asuntos. Camine tranquila hacia mi salón y cuando entre, el timbre toco, me senté en mi banco. Los alumnos ya estaban sentados, y entro el profesor.

El empezó a dar la clase, el ojigris no estaba,

pero llego 15 minutos después.

-Tarde joven -Hablo el profesor, serio-

El solo lo miro y luego me miro, yo sonreí ganadora. El empezó a dirigirse hacia mí, me senté bien y lo mire, si las miradas mataban, no sabría decir quien estaría más metros bajo tierra. Él se sentó a mi lado y en ningún momento corrió su mirada de mí, yo tampoco lo hacía ¡Lo detestaba!

-Señorita Stilwer y Señor Trier, por favor, presten atención a la clase -Ordeno el profesor-.

Trie, pensaba que ese era su apellido, me intriga saber su nombre, y sin más, corrí la mirada, para mirar la pizarra.

Minutos después, podía sentir como el ojigris me quemaba mi cuello con su miraba, lo tenía a centímetros mío, lo mire y el me miraba, mal, me odiaba, eso lo sabía, porque con su mirada me mataba, y no justamente en un buen sentido.

-Deben hacer un trabajo, y es en grupo. Háganlo con sus compañeros de banco -El profesor lo hablo mientras se sentaba-

Mierda ... solo eso.

Mire a mi compañero de banco, quien aún no se cansaba de mirarme ¡Joder, porque mira tanto! Es jodidamente molesto. Rodé los ojos y bufe, dándole a entender que era insoportable.

-Tú has del punto uno al quince, yo hare los demás -Hable autoritaria-

Luego de eso, saque mi IPod, coloque las auriculares en mis orejas y fui a reproducción de canciones, seleccione una, pero no pude escucharla ni un minuto, los auriculares fueron sacados brutamente de mis orejas, asiéndome doler, tenía aritos y el maldito idiota casi me los saca. Lo mire enojada, el tenía el mismo nivel.

-¿Qué maldito problema tienes? -Lo mire furiosa-

-Hazlo tú -Escupió también furioso-

-Yo hare otros puntos, tú debes hacer los que te he dicho

-No haré una jodida mierda-Negó-

-Pues te cagas, te perjudica a ti, no a mí -Finalice-

Arrebatando mis auriculares de sus manos, me los coloque. Empecé hacer todo lo que tenía que hacer, total, él tendría su mal nota, no yo. Mire por el rabillo del ojo, que el resignado empezaba a hacer los ejercicios. Reí para mis adentros. Salte todos hasta el punto dieciséis y los realice.

Estaba concentrada, pero se fue cuando, tres hojas caían junto a una mano en mi carpeta fuertemente. El ojigris, tenía la mandíbula tensa.

Recogí sus hojas de mala gana y comencé a escribir lo que tenía en el borrador.

Termine todo, justo cuando las dos horas terminaron. Coloque color en algunos lugares y lo entregue al profesor, este me sonrió augusto.

Camine hacia la puerta y la cerré, solo que se escuchó un fuerte golpe, mire por mi hombro y di dos pasos, volví a mirar y no pude evitar reírme. Había golpeado a Trier cuando cerré la puerta, yo pensaba que el ya había salido pero no era así, el se tocaba la nariz furioso y me fulminaba con su mirada, mientras yo reía.

-No me parece gracioso -Protesto-

-Para mí si -Dije calmando mi risa-

-Un poco menos, pero casi lo mismo cuando golpeaste tu nariz con la puerta de la camioneta-Me puse seria- ¿Verdad? -Rio burlón-

-Idiota

-Para ti, nena -El sonrió-

¡Jesús! ... ¡Dios Griego! ... Pasó por mi lado y soltó una carcajada. Era bipolar.

Me dirigí a la cafetería y compre gomitas, no tenía hambre, me senté en lo último de todo, e intente entretenerme con mi IPod. Levante mi mirada, y deposite el IPod sobre la mesa, realmente estaba aburrida.

Una figura reconocida paso por mi mesa, era Trier, el me miraba mal ¡Jodido bipolar! Yo se lo devolví.

La campana sonó, y fui hacia la clase siguiente. La clase empezó tranquila pero después de unos aproximados 15 minutos entra un Trier cansado y sudoroso.

-Señor...- dice la profesora

-Trier- responde el aún agitado.

-Trier... Su nombre jovencito- Pronuncia enojada -

-Scott...- dice mirándome- Scott Trier- dice más claro.

¡Oh mi dios! Lleve mis manos a mi boca, no podía ser... Como no pude... Scott Trier. Cambio muchísimo, era imposible que lo reconociera, lo miro detenidamente, me devuelve la mirada, sonríe de costado, él sabe que lo recordé.

Scott Trier de once años, Cabello castaño claro, lentes al estilo Harry Potter que escondían sus hermosos ojos grises , salíamos a jugar cada tarde en el parque a una calle de nuestros hogares, lo solía llamar Scottie o mejor amigo .

Todo era genial hasta que sus padres se mudaron. Recuerdo que lloraba en el sofá mientras mamá me decía que aunque Scott iba a estar lejos, siempre iba a estar en mi corazón. Yo realmente lo amaba y se fue. Un año y medio más tarde mis padres mueren y me convierto en la persona fría que soy hoy.

Cuanta falta me hacía Scott en esos momentos, y ahora me quiero disparar por no haberlo reconocido, pero además, estaba demasiado cambiado. Pelo castaño claro, una sonrisa Colgate, sus ojos, mi perdición cuando tenía diez años, ahora de un gris más profundo, más frio. Corpulento, con gran musculatura, hermoso en verdad. Sin darme cuenta lo estoy repasando con la mirada, hasta que llego a sus ojos, me regala una sonrisa triste y se sienta a mi lado.

-Ahora, ¿Sabes por qué estaba enojado, osita? - Oh, él solía decirme osita.

ahora ven por que este es mi capitulo preferido hasta ahora ? dnfksjafj , Scott si ella no te quiere ... ven a mi!

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