Capítulo 15 ||
Parte ll
Rodé quedando boca abajo, abrazando mi estómago, mientras mi espalda dolía, el imbécil fue muy bruto.
Cuando mi dolor calmo, me senté rendida apoyando mi espalda con la pared, mientras miraba para todos lados, realmente no tenía salida, siquiera una ventana, porque bien, he pasado por un mini ventana, era complicado por mi trasero ¡Pero lo logre! Aunque aquí, no hay nada, la puerta esta ce... ¡La puerta no está cerrada!
Rápidamente me levante del suelo, Justin cuando salió enfadado de aquí se olvidó de cerrar con seguro... pero no puedo hacerlo, hablo de que pueden haber más mafiosos que si me ven no dudarían ni un segundo en volar mi cabeza ¡Joder!
Aun con mi espalda pegada a la pared baje hasta quedar sentada nuevamente.
¡Mi tío! Si salgo de esta, estoy segura de que realmente él se encargara de asesinarme, bien, o por un año adiós a mi vida social, claramente no me dejara salir, mi único lugar tranquilo será en High School, hasta es capaz de ponerme una niñera que este conmigo veinticuatro horas al día, o si no hace eso, mi ventana será de metal al igual que la puerta, como estar en una cárcel, adiós a todos mis celulares y adiós a mi televisión, adiós a mi vida.
Estoy pensando en el castigo, que repito; si salgo de esta, tendré... ¡Cuando literalmente me han secuestrado! Es que... hasta ahora él no se enfadó como se debe, pero cuando lo hace, si es por mí me escondería hasta debajo de sus zapatos.
Así transcurrieron horas, en mi cabeza solo maldecía a Justin, lo detestaba, y ahora aceptaba que le temía, le temía a una persona.
¿Para qué me quedare aquí? Si no arriesgo no gano, si al final, vendrán tipos y me mataran, es lo mismo que salga y me vean, de todas formas es lo mismo, pero puedo evitarlo.
Decidida me levanto del suelo, me encamino a la puerta, abro un poco para poder ver si hay alguien, no había nadie, parecía estar en un segundo piso quizás porque divisaba escaleras a lo lejos, muchas puertas color madera cedro , era un pasillo, una alfombra beige y tapiz blanco pálido, lámparas colgantes blancas que alumbraban el pasillo con luz.
Mi vestimenta, no estaba realmente sucia como en las típicas películas que cuando secuestran a la chica ella queda un total asco, mi ropa estaba algo sucia pero no era tan visible, lleve mis manos a mi rostro y pase el dedo por debajo de mis ojos, agradecí en el momento en que no me excedía para nada con el maquillaje.
Respire hondo y exhale, abrí mas la puerta y la cerré tras de mí, camine por el pasillo hasta las escaleras que eran en forma de L, mire para todos lados y no había nadie, comencé a bajar y me quede totalmente quieta en el cuadrado donde ahora debía seguir bajando unos últimos 9 escalones, habían personas que caminaban tranquilamente de un lugar a otro y si algo sabía que todos eran mafiosos, también su vestimenta hasta ahora no vi a nadie que no tenga negro.
En cualquier momento alguien podía verme y debía sentirme superior a todos, como todo mafioso hace, tal vez así si no me conocían me darían por alguien más, inhale y exhale una vez más tratando de tranquilizar mi corazón que latía repetidas veces, levante la barbilla y me pare derecha, mi rostro serio y seguí bajando, nadie se percató de mi presencia, en el último escalón me topé con una gran sala, habían muebles de madera totalmente lujosos, algunas puertas batientes metálicas, un hermoso tapiz azul cielo y el suelo de madera oscuro, una pantalla y sillones de cuero color negro, una mesita de vidrio con un florero, habían muchos adornos lujosos, a mi izquierda había otro salón, su entrada era un forma de U al revés-ancho, divise una mesa larga de vidrio y varias sillas, no quería perder tiempo mirando, solo podría decir que era un gran lujo, camine hasta donde yo pensaba que sería la ¿salida?
Camine rápidamente para salir de una maldita vez de allí, pero sentí una mano en mi ante brazo deteniéndome, cerré los ojos y pedí a dios que nada me pasara, con temor mire aquella mano, era grande un tamaño como la mano de Justin, mierda mierda y más mierda, pero cuando vi los tatuajes , suspire, no eran tatuajes que tenía Justin, pero aun así temía, me di vuelta lentamente hasta topar con unos ojos marrones claros, el chico me sonreía, sus labios rosados totalmente carnosos, daría unos 20 años, estaba buenísimo.
-¿A dónde vas? -Pregunto de repente cada vez desapareciendo su sonrisa-
-Me debo ir -Murmure-
-¿Cómo te llamas? -Curioso-
-Trichie -Fue lo primero que vino a mi cabeza, esa maldita rata-
-Yo soy Timol -Me hizo saber sin que preguntara-
-Un gusto Timol, pero estoy apresurada y me debo ir, adiós -Intente girarme e irme pero su mano seguía en mi ante brazo-
-¿Tienes auto?
-No.
-¿Y en que iras?
-Supongo que caminando.
-Si quieres puedo llevarte Trichie -¿Eh? Oh si, era Trichie, diugh-
¿Es que este chico es principiante en esto? No soy una mafiosa pero si lo seria y no se dé un rostro nuevo, lo último que hare es sacarlo de aquí.
-Claro -Conteste con una sonrisa-
-Bien, sígueme -El paso por mi lado y camino, justo a la puerta que yo iría-
Abrió las dos puertas de vidrio dejándome pasar primera, baje tres escalones y vi un gran jardín, por lo lejos había una fuente, el camino hasta un portón verde oscuro, yo estaba detrás de él, caminaba en silencio, el paro e hizo una seña, yo salí detrás de él y me puse a su lado, adelante había un hombre vestido de negro, pienso que cuidaba el portón, que cuando me vio sus ojos se abrieron como dos platos.
-¿Qué haces? ¡Ella no se puede ir! -Grito mirando a Timol-
-¿De qué hablas? -Él estaba desconcertado-
¡Oh joder estaba en problemas! Era correr o morir, pero estaba quieta, ¡Mierda! Corre cabrona.
-¡Ella es de Justin! ¡Se supone que está secuestrada!
No dude más, comencé a correr por mi vida, podía escuchar los latidos de mi corazón como también escuche sus gritos de "Quédate quieta" Si claro, como si iba a arriesgar mi vida solo por obedecerlo.
Seguí corriendo hasta un paredón, era bajo así que lo salte, la adrenalina corría por mi cuerpo y seguí corriendo, otra mansión, hasta que escuche un disparo, si antes corría rápido ahora era un flash, mire hacia atrás y vi a Timol corriendo hacia mí, detrás de él, el hombre de negro, corrí aún más rápido ¡Timol pisaba mis talones! salte otro paredón y otro, hasta que vi un arbusto justo donde caí, me hice más bolita y ahora era si ellos me aplastaban o no, y no paso, vi como aterrizaban pero al lado mío, los vi correr y pararon ¡Oh!
-Tu ve por allí que yo iré por ahí -Timol ordeno al hombre que fuera por afuera, ingenioso-
El hombre fue por donde ordeno Timol y el siguió corriendo, saltando el paredón.
¿Por qué timol no fue más rápido que yo en correr? Porque claramente reacciono tarde, realmente esos dos idiotas eran nuevos, en vez de aclarar las cosas me hubiesen agarrado y listo, pero bueno, mejor.
Salí de mi escondite y me quede en el medio, mire a mi izquierda y escuche una maldición por parte de Timol y un ladrido, un perro... ¡Timol! El cuándo levanto su mirada se encontró con la mía, problemas.
Gire y corrí hacia la derecha pero el jalo de mis cabellos haciéndome caer, solo se agacho un segundo y levante mi pierna dando mi cuerpo un vuelta, pegándole una patada en la cara, quede boca abajo y gatee un poco, pero ya me había tomado del tobillo.
-¡Jodida zorra! -Gruño tocando su nariz, volví a lanzar una patada pero agarro mi pierna- No, no lo harás devuelta.
Él se depositó su cuerpo arriba de mí con todo su peso, ahora no podía moverme, por más que intentara mover mis brazos o mis piernas, llevo la mano a su bolsillo trasero del pantalón y saco su celular.
-La teng...
De un modo brusco pude sacar mi brazo rosando su cuello y di un manotazo en su cara haciendo que tirase el celular, y ahora que se movió empecé a moverme como una loca desesperada y logre sacar mi brazo derecho, comencé a golpear su cara, arañándola.
-¡Deja de..!
El movió su cuerpo solo un poco al costado dándome tiempo a salir debajo de él. Intente correr pero tomo mis cabellos y jalo hacia atrás.
¡Mierda mi cabeza!
Golpeo fuertemente contra los yuyos, grite de dolor y lleve las manos a mi cabeza, realmente me dolía, cerré mis ojos quería que el dolor se fuera, todo retumbaba en mis oídos, joder, respiraba pesadamente.
-¡Mierda! -Grite con lágrimas amenazando por salir-
Este se paró y agarro su celular.
-¡Ya la tengo! Ya voy.
El me hecho un vistazo mirando cómo me movía para todos lados, de alguna forma rogando que ese inmenso dolor se fuera, y corrió a donde estaban el portón, idiota, me pare mareándome, y me tire al arbusto que estaba a pasos de mí, haciéndome bolita.
-¡No vengas! ... Espera-Mire que el miraba para todos lados, y miro el paredón, luego el portón y se encamino al jardín trasero- Sal niña, no puedes ir tan lejos.
No perdí más tiempo, en cualquier momento volvería.
Salte el portón de esa mansión, y comencé a correr, así muchas cuadras, estaba transpirando mi cabeza dolía y solo un poco
cansada, un poco, ejercicio y esto no es nada, pero lo que pesaba era mi miedo.
Pare en seco y a lo lejos vi una cabina y una barrera, que habilitaba el paso de alguien, sin pensarlo dos veces fui hacia allí como un rayo.
Cuando llegue hice señas rápidamente al guardia para que levantara la barrera. Por mi rostro que mostraba preocupación mezclado con temor, no pregunto y rápidamente toco un botón rojo que empezó a subir la barrera, no espera a que subiera del todo o darle chance de preguntar u dar gracias, solo me agache y pase corriendo, seguía corriendo, sentí sacarme el gran peso pero aún seguía alerta.
Llegue a una autopista y me puse a la izquierda levantando mis brazos para que me den un aventón pero nadie paraba ¡Malditos desgraciados! ¿Acaso no veían mi estado? Mi salvación fue cuando vi un Taxi que paraba delante de mí, abrí la puerta y me adentre gritándole la dirección de mi casa, este veloz maniobro y giro, era un hombre con barba el también lucia preocupado, sabía que se le podía pasar por su cabeza el que haya estado secuestrada porque miraba a todo rato por el retrovisor y conducía a una velocidad no normal como lo hacen los taxistas.
No me di cuenta que habíamos llegado, todo el peso se fue de mí, me sentí aliviada, suspire sacando todo el aire de tensión dentro de mí, agradecí al taxista y dije que esperara, baje del auto y me pare frente la camarita, al instante el portón se abrió dejándome ver al que cuidaba, este tenía sus ojos abiertos.
-Por favor, págale al taxista.
El solo asintió e hizo una seña detrás de mi hombro. Yo corrí a mi casa y abrí la puerta.
No había nadie, camine a la cocina asustada... allí estaban todos, con rostros de preocupación y mi tío estaba con el teléfono a su oído, sentado en la una silla, mi nona estaba a su lado mirándome totalmente quieta, y las sirvientas también, solo mi tío no se percató.
-Sí, ella desapareció antes de ayer por la noche, a una fiesta -Mis ojos se abrieron, él
hablaba con la policía-
-¡Oh mi niña! Pero, ¿Qué te ha pasado? -Mi nona cuando reacciono salto sobre mí abrazándome y estrujándome, yo la abrase aún más fuerte-
-¡Pero que jodida mierda ___! -El grito de mi tío, me hizo sobresaltarme junto a mi nona quien se separó de mí, mi tío ya no tenía el teléfono en manos y estaba rojo de furia- ¡¿Dónde carajos te has metido?!-Ni siquiera se dignó a preguntar cómo estaba - ¡Ya me he cansado de que siempre te vayas y no me digas nada! Estas castigada, sin celulares, sin televisión, te vas a dedicar a estudiar, no saldrás más, tu única salida será tu colegio ¿Entiendes? -El aún estaba gritando y yo temblando- ¡Ni te has dignado a llamar solo te la has pasado follando como una pequeña zorra! Sube a tu habitación ¡Ahora! -Su último grito hizo que mis ojos se cerraran-
-¡Cierra la boca maldito idiota! -Grite sin fuerza- ¡No tienes idea de que mierda sucedió, tu eres el que se la pasa follando con una chica distinta todos los días, cierra tu maldita boca de una vez, no haces bien tu maldito trabajo, no sabes toda la mierda que tuve que pasar para llegar aquí y escuchar que me grites! -Hable tan alterada como estaba, y cada vez que levantaba mi voz mi cabeza daba vueltas y sentía una fuerte punzada- Mierda, todo es una mierda, mi cabeza. -Me queje-
-¡No pongas excusas _______! -Grito eufórico- ¡Ya no creo ninguna de tus excusas, estoy cansado de tener que lidiar contigo, es mi vida y tengo que estar pendiente de ti, de lo que haces o no, casi me da un infarto pensando que algo malo te había sucedido, pensé que había perdido a alguien más, cada vez que sonaba el maldito teléfono temía que me dijeran que estabas muerta, pero mientras yo moría cada segundo, tú estabas con tus amigos idiotas fumando y bailando, follando y haciendo de su vida lo que quieren, no tienes ningún derecho de decir que no hago bien mi trabajo, no tengo hijos, pero tú eres como una y dejo mi vida por ti, maldita sea! -Grito mi tío, sus ojos brillaban- Vete a tu dormitorio, no quiero verte. Me da asco ver cómo estas vestida.
Mi pecho me dolió, toque mi cabeza enojada, sintiendo como cada grito retumbaba en mi cabeza.
-Si tan bien haces tu trabajo entonces preocúpate más por mí. -Dije seca.-
Con lágrimas en mis ojos corrí subiendo las escaleras hacia mi habitación abrí la puerta y la cerré de un portazo, me tire a mi cama a llorar.
No era porque estaba castigada, sabía que me lo merecía, y tampoco pasaba por mi cabeza volver a querer salir a alguna fiesta, era por todo lo que había pasado, por todo lo que paso con Justin, por haber quedado secuestrada, si así se puede decir, nunca me paso algo así y aún seguía con miedo.
Pero yo busque los problemas, yo los desafié, y ellos se cansaron.
¡Maldito Justin! ¡Muérete en el infierno!
Necesitaba a mi madre y mi padre, ellos hubiesen preguntado cómo estaba en vez de regañarme como lo hizo mi tío.
¡Mi vida era una porquería!
Me gustaría dormirme y no despertar nunca más. Pero cosas así eran imposibles.
Abrí mis ojos desconcertada, escuchaba ruido a lo lejos, pero mientras pasaban los segundos más fuerte lo escuchaba. Di vuelta sobre mi cama y me levante para abrir la puerta de mi habitación.
-¿Qué? -Dije sin mirar quien estaba enfrente de mi- No me interesa lo que necesites, deja de hacer ruido. -Mi tono de voz fue seco, me di vuelta y me tire sobre mi cama.- No vengas a tirar tu mierda sobre mí.
-Pequeña, no vengo a eso. -Su voz- ¿Por qué mierda desapareciste?
Mi corazón latió con fuerza, mi mente se bloqueó, y mi respiración se hizo pesada. Scott, esto ya daba vergüenza. Cerré mis ojos con fuerza. No quería verlo. No después de que no estuvo cuando más lo necesite.
-Vete a la mierda, y deja de decirme pequeña, no soy nada tuyo. -abrace mi almohada y solo sé que eso le dolió a Scott- No vengas a demostrar tu amor, imbécil. -Suspire enojada y me negaba a mirarlo a los ojos- ¿Justin ya te dio permiso para tener vida social? ¿Y Trichie?.
-No tenía idea de que estabas tan celosa de mi novia, lamento si fue así, _______.
¡Madre mía!, abrí tan grandes mis ojos, temblé ante el tono de su voz, tan falso, el me daba asco, pero sobre todo, estaba asustada de que Justin estuviese en mi casa, viendo todo. Sabía que él era capaz de cualquier cosa. Incluso de matar a mi único familiar.
Gire mi cabeza rápido, y me encontré con sus ojos mieles, traté de demostrarle mi odio a través de mi ojos, y esos ojos mieles junto a esa sonrisa falsa, bailaban de maldad.
-¡Vete Justin! -me levante furiosa y camine hacia él, mi pecho subía y bajaba- Vete maldito idiota, porque si sigues aquí un segundo más juro que voy hablar. -Lo desafié parándome frente a el-
-Tranquila _____, no seas tan agresiva, solo queríamos saber cómo estabas. -Hablo Scott con su tono tan bajo y suave-
-¡¿Cómo mierda puedes traerme a esta rata a mi casa?! -Grite enojada, y sentía como Justin se tensaba- ¡¿Quién lo dejo entrar?! -Grite furiosa- Llévate a tu maldito amigo y no vuelvan más.
Y estaba segura de que Scott no me reconocía así, llena de furia en mí. Sabía que mis palabras le dolía, y eso era lo que quería porque el había traído al enemigo a casa.
-Tranquila hermosa, solo quiero saber cómo te encuentras -Dijo Justin con su peculiar sonrisa- Scott ve un segundo abajo, quiero hablar con ella.
Mire a Scoot, si él lo hacía, el moría para mí. Pero no dudo ni dos segundos, puso las manos en sus bolsillos, bajo la cabeza y desapareció de mi vista. Mi pecho subía y bajaba, estaba enojada. Vi como Justin miraba hacia atrás, luego volteo a verme y me empujo con fuerza hacia mi habitación, cerró la puerta con fuerza. Y con sus ojos recorrió mi cuerpo. Sonrió.
-¿Cómo la haz pasado? -Sonrió con ironía- ¿Qué tan fuerte ha sido el golpe que te dio Timol?
Abrí mi boca para gritar todo lo que se venía a mi cabeza, pero no tuve tiempo, Justin volvió a empujar de mí, tomo con fuerza mis brazos y me acerco a él, sus ojos no eran claros ahora. Ya no eran mieles. Él estaba enojado.
-Vamos a dejar las cosas claras ______ -El miro mis ojos- Si abres la boca de nuevo, voy a matarte, esta vez lo digo enserio. Y solo haz escapado porque tienes suerte, pero la próxima vez, no hay salida. Voy a hacerte sufrir tanto como hagas daños en mi vida. ¿Lo tienes? -El me sacudió- ¿Me estas escuchando ____? -El tomo de mi cuello-
-Si tú crees que esto es el fin de todo, entonces estas tan equivocado como te equivocas conmigo Justin, no pienso quedarme callada idiota, no me importa si tengo que morir. De todos modos, tú también vas a morir. -le dije en susurros mientras forcejeaba con el- Siempre vas a buscarme niñito, siempre, incluso cuando te sientas solo, vuelves a mi como todo perro. No me conoces Justin y no sabes de lo que soy capaz.
-Te conozco más de lo que crees perra, conozco cada parte de ti, hasta incluso tu cuerpo, zorra. -Dijo con malicia-
-Te falto conocer mucho más Justin, no pienses que eres la primer persona que toco este cuerpo. Estoy orgullosa de saber que muchas bellezas lo conocen, y lo recorrieron de pie a cabeza. -Le sonreí y su agarre se hizo fuerte -
-Cierra la boca _______ -El cerro sus ojos-
-Christian -Susurre-
-Ciérrala.
-Darrell.
-No quieres saber lo que va a pasar.
-Tú amigo Ryan, y que bien lo hace. -Sonreí mirando sus ojos-
Y eso pareció que fue la gota que rebalsó el vaso, el suspiro enojado, apretó mi cintura contra él, respiraba pesado. Con sus labios recorrió mi cuello, solo lo sentía rozar. Respire pesado. Dio un beso a mi cuello, húmedo, sentí que sus dedos apretaban fuerte mi cintura, iba a quejarme pero los labios de Justin chocaron con los míos, el movió sus labios desesperado, parecía necesitado de mí, chupo mi labio inferior, sentí que él me quemaba, dio pasos hacia adelante, empujándome con él, Justin con su mano recorrió mi cintura, caímos en la cama, tenía a Justin arriba de mí. Busco mi labio desesperado, tomo mi cuello y junto más nuestras bocas. Se froto sobre mí, iba a decir algo pero él se separó y fue a mi oído.
-Lo que tú no sabes es que eres mía y solo me perteneces a mí, ninguno de ellos provoca lo que yo provoco en ti -Susurro-
Estaba aturdida, Justin se alejó rápidamente de mí, camino hacia la puerta y antes de irse me miro a los ojos y sonrió.
-Mia, recuérdalo.
Cerró la puerta lentamente. Y se fue, dejándome aturdida. Pero sobre todo eso, había encontrado la manera de vengarme de Justin.
----
Hasta aca llegamos con los capítulos, esperamos que les haya gustado mucho ¿Que va a pasar en la ||| parte? Les dejo la intriga hasta hoy en la noche que voy a subir la parte ||| y termina el maratón.
LAS AMAMOS
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro