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Habían pasado ya dos días, era miércoles, no volví a cruzar palabra alguna con Justin, ni con Scott, el simplemente de un día para el otro, ya no me tiene en cuenta, no pediré ninguna explicación soy muy orgullosa como para estar rogándole a un niñato que luego se le pasara y volverá a pedirme disculpas.

En mi lista de "Vete a la mierda" se sumó Scott, grandioso ¿verdad?

Recostada en mi cama, apague la televisión y me dispuse a mirar el techo, la verdad no sabía qué hacer, y como magia, mi celular comenzó a vibrar y lo agarre rápidamente.

-Hola ___

-Hola Stacey -Reconocí su voz-

-¿Cómo has estado? -Pregunto-

-¿La verdad? Jodida.

-¿Por qué dices eso?

-Por Scott.

-Ese hombre es un idiota, intente sacar conversación sobre ti pero el cambiaba el tema -Hice una mueca- No hablemos de este verdadero idiota, hablemos de la fiesta que nos espera -Dijo con emoción-

-¿Cuándo? -Pregunte sentándome en la cama-

-Hoy a la noche ¿Iras? -Pregunto ansiosa-

-No lo creo.

-Vamos será divertido, la pasaremos genial -Dude- Los hombres nos esperan mujer. -Reí-

-Luego te aviso.

-¿Es tu tío?

-Si

-Convénselo, hoy fiesta he dicho -Y con eso finalizo la llamada-

Me encontraba rogando a mi tío que me dejase ir.

-Vamos tío, será una noche de chicas. -Rogué-

-Sigues castigada -Murmuro sin prestar atención, mirando la televisión-

-¡Por favor! Volveré antes de las 6 de la mañana, solo por esta vez, por favor...

-No.

-Por favor.

-No

-Por favor.

¿Cuánto seguí así? 30 minutos, se cansó y me grito que sí. Siempre conseguía lo que quería.

Me vestí con un short de jean rasgado por partes, solo un poco más arriba de mi muslo, una remera rosa pálido un poco más arriba de mi ombligo, dejando ver mi arito, con unos zapatos de plataforma negros, deje mi pelo suelto, coloque delineador y alargador de pestañas en mi rostro, mis labios de un brillo rosa.

Nos estábamos divirtiendo mucho, solo había tomado dos copas por ahora, ese era mi límite desde que quedé en un coma etílico a los diecisiete años, más adelante tomaría devuelta, pero por ahora era suficiente

Veo bailar a Stacey junto a un chico, alto, ojos azules, rubio y dios que hombre. Reí.

Camine hacia la barra, topándome con adolescentes con hormonas alborotadas, pase por al lado de una pareja quedándome con los ojos abiertos, ella lo estaba masturbando, oh mierda, para eso existen las habitaciones, seguí mi paso rápidamente sacudiendo mi cabeza borrando la asquerosa imagen, cuando llegue a la barra espere al barman.

-¿Por qué tan sola? - Escuche una voz a mis espaldas haciendo que los pelos de mi cuello se erizaron-

Giro y lo veo.

Con su típica sonrisa de arrogante, a centímetros de mi rostro. Levantando una ceja intente darle la espalda, pero me detuvo agarrándome de la cintura pegando su cuerpo al mío.

Mire a sus ojos mieles, y el a mis ojos, se acercó aún más, y eso me estaba incomodando, bueno me incomodaba, no tenía problema, pero me molestaba, yo seguía enfadada por lo que me hizo.

-Vamos, córrete Justin -Quise apartarlo con mis manos en su torso, pero el solo sonrió más ampliamente-

-Por hoy solo olvidemos el pasado, solo por hoy -Rogo-

-No, Justin, vete a follar a otro lado,

-Te debo una fiesta, solo por esta noche -Hizo caso omiso a mis palabras- Vamos nena -Él se acercó a mi cuello, y aspiro mi perfume, ¡Mi dios! - Yo sé que tú lo quieres -Susurro en mi oreja-

Se separó de mí y pidió vodka, sin que se lo pidiera, igualmente iba a pedirme uno.

Agarro el vaso y me entrego uno, tomando todo el contenido del vaso y al terminar él sonrió.

Pasaron las horas, y sin darme cuenta, me había tomado muchos vodkas que Justin me daba, bailaba con el alocadamente meneando mis caderas contra Justin, mientras el me pegaba más a su cuerpo, marcando el ritmo.

-Tienes una hermosa sonrisa Justin, deberías mostrarla más a menudo- Digo-

Justin no me responde, solo pide otra ronda de vodka sonriéndome.

Y así pasamos la noche, yo tomando y riendo por tonterías, pero definitivamente me pasé de límite con los tragos, ya que mi vista estaba nublada y me sentía mareada.

Justin solo me seguía pasando los tragos y sin darme cuenta los agarraba inconscientemente.

Hace más de tres horas que no sabía de Stacey y me sentía fatal, y ahora que lo pensaba, Justin solo tomo tres tragos.

-Justin, vamos a sentarnos -Hable tocando mi cabeza, realmente ya no podía ni pararme-

Me tambalee pero Justin me agarro antes de que cayera, y me acerco a él, sin dejar espacio entre nuestros cuerpos, miro sus labios y muerdo los míos, él sonríe mostrando esos blancos dientes acercándose más a mi rostro, nuestras respiraciones se mezclan pero no estoy de la mejor forma para poder procesar lo que está pasando, miro a sus ojos, él sonríe, pero su sonrisa... sonríe con malicia y de pronto separa mi cuerpo del suyo bruscamente lanzándome hacia atrás, pero no caigo, siento que me agarran de los hombros y una bolsa siendo deslizándose por mi cabeza, lo último que vi fue a un Justin de brazos cruzados sonriéndome con total malicia y una ceja levantada, tratando de escapar de los brazos que me rodean, suelto un brazo y siento golpear una cara, pero no fue un golpe, a esa persona solo le habrá causado un cosquilleo, aún tengo la bolsa en mi cabeza dificultándome respirar, y mi borrachera no me ayuda, estoy muy débil como para intentar hacer algo, luego siento es un pinchazo en el brazo y con eso, mis ojos se cierran de a poco, mis piernas no están estables, como si mi cuerpo se durmiera, me desplomo en el suelo, en segundos me levantas, aun podía sentir pero cada vez me iba durmiendo más, me llevan en brazos con segundos después siento aire, y nada más, no escucho nada con mis ojos cerrados completamente.

Me siento aturdida, me duele la cabeza y me siento muy débil como que no pudiera mover ninguna parte de mi cuerpo, abro los ojos pero no puedo ver nada...

¡Oh dios!

¿Y si me extirparon los ojos?

¡¿Y si me pegaron tanto que me dejaron ciega?!

Bien, soy algo exagerada.

Intento pararme, pero me es imposible, así que solo decido quedar recostada en un ¿Suelo? Hasta que todo dolor calmara.

Pasa mucho tiempo y nuevamente intento levantarme, lo hago tambaleándome, me quedo quieta y comienzo a caminar hacia el frente, mis brazos estirados para evitar golpearme con algo, hasta que me encuentro con una pared, sigo buscando, caminando hacia la izquierda.

Encontré un picaporte, lo muevo pero está cerrado y aun no si es un secuestro.

Me pongo furiosa y sé que la única persona que haría esto es...

-¡Justin!

Me deslizo por la puerta intentando no llorar, quién sabe cuánto tiempo he estado aquí inconsciente.

¡Maldito bastardo! ¡Y yo una ingenua! ¿Cómo no me he dado cuenta de lo que estaba haciendo? ¿Cómo? Soy atenta pero esta vez se me fue de las manos, el me emborracho para poder hacer esto. No puedo creer que pude caer tan bajo, me tendría que haber quedado junto a Stacey, me maldigo una y mil veces.

¿Qué me hará?

Miles de preguntas se cruzan por mi cabeza.

He sido una estúpida, realmente tenía miedo, nunca me paso estar en una situación así, nunca, sabía que llorar no arreglaba nada ni mucho menos gritar que me sacaran porque no lo harían.

Yo jugué con fuego, jugué con Justin y sabía que cause problemas, yo siempre me le reía en su rostro, me burlaba de él, sabiendo que clase de persona era, de corazón de hielo caliente, sin piedad por nadie, me metí con el pero no pensé en las consecuencias que su presencia podía hacer ¡Pero ni eso! Yo tuve que joderle, y aquí estoy.

Me maldecía una y mil veces.

¿Por qué fuiste tan cabrona ____?

Cometí el error más grande de mi vida cuando me topé con Justin Bieber, eso que leía todas las novelas y libros, yo insultaba a la chica protagonista porque se metía con el chico malo, que yo que ella no le hablaba jamás porque al final terminaban secuestrándola, ¿raro verdad? Ahora parezco regañándome a mí misma, esto parece algo irreal.

Siento que esto es el comienzo si logro salir de aquí con vida.

El tiempo pasa, no escucho nada, solo mi respiración, así más y más horas, en este asqueroso lugar, que realmente no veía nada, me levanto tocando la pared hasta que toco un botón y la luz se encienden.

Miro con atención, no hay nada, solo la puerta negra, el suelo y paredes grises, esto era del asco, no estaba acostumbrada a esto, era una chica de lujos y si, arrogante, egocéntrica lo acepto aunque no lo hago ver delante de otras personas, me gusta la comodidad y esto lo último que es, es comodidad, estaba allí como una perra tirada en el suelo.

En la punta de la habitación vi un plato de plástico, esos que usan los perros, con agua, era azul.

¡Esto desato furia en mí! ¡Me estaban tratando como una verdadera perra! ¡Jodidos hijos de putas! ¡Púdranse en el infierno!

Levanto la mirada cuando siento que me empujan en la espalda, me corro a un costado y veo una figura conocida, veo esos ojos mieles.

Junto fuerzas de donde no las tengo y me lanzo sobre él, cayendo en el suelo. Golpeo su cara y veo que estira una pistola de los pantalones, imbécil, pateo su mano y la pistola vuela lejos.

Ahora agradezco a mi tío las clases de defensa personal.

Aunque cuando Justin reacciona me levanta de

los pelos y me acorrala junto a la pared, poniendo su arma en mi cabeza.

-Hazlo -Lo desafié-

-No me tientes nena, no me conoces -El gruñe cerca de mi rostro-

-Te conozco claramente, sé que hasta puedes llegar a asesinar a una niña ¡Porque eres una mierda! -Escupo con asco-

El traslada su mano de la pared a mi cuello, apretando y haciéndome difícil respirar normal.

-No me provoques ___, te has jodido, me has

jodido la vida, me llegaron problemas por tu puta culpa y eso dejara de suceder -El aprieta su arma aún más en mi cabeza- ¿Quieres seguir quemándote? ¿Sabías que con un mafioso no se juega? Dime -Yo solo lo mire con repugnancia- ¿Por qué piensas que somos mafiosos? Asesinamos gente sin importa su edad, y no me dará miedo hacerlo contigo, me dará igual, causas problemas, solo haces eso, eres una zorra, a las zorras se las usa y se las tira como un juguete, así que, vendrá bien que no existas más.

-No me das miedo -Ataque-

-¿No? ¿No lo hago ___?

-¡No!

-Eres orgullosa, no lo aceptaras, pero me temes, temes que en este momento vuele tu cabeza, pequeña -Susurro en mi oído cuando saco su mano de mi cuello- Te salvas, debo irme y lo último que hoy quiero es manchar mis manos con tu sangre.

Levanto mi pierna golpeando su entre pierna y le doy una bofetada, lo empujo con fuerza haciendo que retroceda, el toca su parte afectada recuperándose. Me sentía enfadada, y como si fuese peor con mis ojos vi aquel plato de perro, mi furia aumento, me tire sobre el golpee su maldito rostro delicado. Luego me levanta ahorcándome haciendo me imposible tocar el suelo con los pies, me avienta por la pared haciéndome sollozar de dolor.

-¡Puta!

Sale pegando un portazo.

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