Capitulo 1 "Memories"
Armelle Strange
Examino mi reflejo en el espejo, tiene tiempo que no usaba algo tan formal. El de tener que usar este traje color verde pastel que, hacia contraste con mi piel, me hacía pensar en que realmente esto iba a suceder. Mi cabello apenas había logrado crecer unos centímetros a bajo de mi hombro. En algunas partes de mi cuerpo las cicatrices de la pela de hace meses no habían desaparecido, pero si dejado de doler.
Me sentía extraña dese hace días donde encontré la fotografía de
—¿Estás listo? —miro a mi padre—, la pregunta es... ¿Estás bien?
Mi padre, el señor Strange, trae consigo un traje qué lo obligué a comprar en una de las tiendas de la ciudad. La corbata no la había logrado acomodar, así que me acerque para acomodarla. Había crecido un par de centímetros, pero aun así seguía siendo aún más pequeña que mi padre.
—Si ¿Por qué no lo estaría? —su sonrisa se muestra tensa—¿Que no vez?
—Déjame ayudarte —Acerque mis manos a la corbata para comenzar a acomodar un poco y no quedara mal. —Lo que veo no es felicidad, ni tampoco veo verdad en tu cara papá.
—Melle, no pasa nada —Él se acomoda su traje cuando termino de arreglar la corbata.
—Estoy contigo papá, lamento tanto lo que está a punto de pasar.
—¿Cuándo creciste tanto? —Mi padre me dio una caricia en mi cabeza—, hace poco medias apenas un metro con cincuenta.
—Supongo que el tiempo pasa muy rápido, además que me obligas a tomar esa cosa asquerosa —dije con asco cuando recordé la bebida color verde.
—Es por tu bien y lo sabes —me extendió su brazo—, vamos a esa boda.
.
.
.
.
Al llegar a la catedral donde tomaría lugar la boda, mire asombrada el lugar. Mi padre me guio hasta una de las bancas, donde me dejo pasar primero y casi al instante de sentarnos un hombre se sentó a nuestro lado.
—Doctor Strange.
—Doctor West.
—Ha pasado tanto tiempo... —me dio una mirada—, no sabía que tenías novia...
¿QUE MIERDA?
—Es mi hija.
—Soy hija —le sonreí de forma hipócrita—Armelle Strange.
—¿Una aventura? —cuestionó el hombre.
Viejo entrometido.
—Es mi hija, la adopte hace un tiempo.
—Ha pasado tanto tiempo que pensé que estarías con alguien —El hombre me miró. —Un gusto señorita Strange.
—Es bueno saber que al final no terminaras solo, muy pocos tienen tan buena suerte —el hombre miro a mi padre y luego a mí. —Sin embargo, no importa cuántas veces salve al mundo, nunca la podrá tener a ella —el hombre le dijo de la nada a mi papá.
¿QUE LE SUCEDE?
HOMBRE HIJO DE SU...
—Ve esto —le muestro mi bolso al hombre—, de aquí salen cosas maravillosas, como este —meto mi mano a la bolsa y cuando saco mi mano, le muestro mi dedo de en medio, —jodase señor.
—¡Armelle! —mi padre me reprendió.
—Castigada por miles de años —ruedo los ojos—¿Sabías que tengo magia no?
—¿Sabías que puedo usar un hechizo y contener tu poder?
—¡Ese tipo es un idiota! —señale al hombre y luego lo mire—fue con toda la intención de ofender —sonreí de forma descarada.
—¡Dos días sin entrenamiento!
—¡¿Qué?! —me puse de pie indignada.
—¿Quieres que sean tres? —Strange se tocó el tabique de la nariz.
—Lo detesto y espero que se ahogue con su comida —le digo al señor que no sabía su nombre.
—Bien, tendremos serios problemas con esto señorita, ahora entiendo porque no quería tener hijos.
—Afortunadamente para usted, yo soy la hija que siempre busco, si no fuera por mi seguiría viviendo una vida solitaria.
— ¿Quién dice que vivía solitario?
—Ese reloj que siempre lo mira como si fuera lo más preciado del mundo...
—¿Cuándo fue? —me miro con una ceja alzada—, fecha... Armelle Strange.
Carajo.
Me había atrapado.
—Hace como dos días o tres, fue un accidente. Mi poder ha estado algo inestable desde hace días y sin querer indago en los recuerdos de las personas.
—Armelle...
—¡Se lo juro! —Alce las manos en señal de inocencia—mis poderes están más inestables desde...
—¿Desde...?
—¡Ya está aquí la novia! —evite la pregunta.
No había querido contarle a mi padre sobre la proyección de mi mano, o la voz que se proyectó. Queria pensar que posiblemente tuviera que ver con que apenas estoy manejando mis poderes, aunque considerando la foto que estaba escondida, la probabilidad de que eso hubiera sucedido me asustaba. El chico de cabello corto y negro, no dejaba de rondar por mi mente y sentía como si fuera alguien importante que tuviera que recordar. Sin embargo, con poco éxito había logrado más que simples dolores de cabeza por forzarme a recordar.
—Es bonito —Strange me susurro.
—Si el vestido de la novia lo es —sonreí de forma tensa sin entender a qué se refería.
—Hablo del anillo —desvié mi mirada hacia el anillo—, no había visto que lo compraste...
Es cierto.
Olvidé contarles que no me atreví a preguntarle a mi padre sobre el motivo de esto porque sabía que no era de las personas con las cuales podrías sentarte a platicar.
—Sí, lo compré en un mercadito que vi por allí, camino a casa...
—¿Segura? —me cuestiono no muy convencido.
—Si...bueno...me lo regalo Peter —fue lo primero que se me vino a la mente.
—¿Ya salen juntos? ¿Cuándo pensabas decírmelo?
—Primero, no salgo con él. Somos amigos. Segundo, no soy una niña.
—Eres una adolescente que vive bajo mi techo, eso cuenta como...
—Ya entrare a mi último año de instituto, no estoy tan pequeña.
—¿Sabes de métodos...?
—Papá —lo mire incomoda—sé que hay métodos, pero no creo que este sea el momento.
—Ya vez que se siente —me sonrió victorioso—, Strange uno, Armelle cero.
—Muy gracioso, ya le dije que debería de irse a un circo, de seguro gana la estelar —lo miro con los ojos entrecerrados—, es más lleve su traje de Sayayin.
—Te recuerdo que siempre usas uno idéntico al mío...
—A mí me queda bien, a ti no.
Mire al frente viendo a la novia, una bella chica de aspecto gentil como un vestido color blanco, pero en seda. El tocado sencillo pero elegante le daban un aspecto aún más serio. Es muy linda y bastante recatada, ahora entiendo porque el Señor Strange estaba tan enamorado de ella. Hace dos noches recuerdo bajar a la cocina a prepararme un poco de leche con chocolate, las pesadillas no se detenían y toda tenía que ver con la mujer que fue mi madre.
Al bajar vi al Señor Strange con una botella en la mano, mientras que en la otra lloraba sobre un reloj que siempre llevaba consigo. Sentía su pena y por respeto a él no hice nada por interrumpirlo, es solo que cuando me alejaba por la cocina, de mis manos la energía color verde proyecto una imagen donde él cenaba con una mujer, se veía feliz siendo médico.
Ahora entendía que todos habíamos perdido algo por culpa de esos cinco años a causa de Thanos. Mi padre había sacrificado su vida por salvarnos, y ahora entendía un poco más el precio de ser un súper héroe. Él había perdido al amor de su vida, la cual ahora estaba casándose con otro hombre que no era él. Me gustaría poder entender el sentimiento de amar a alguien con tanta fuerza, tenía algo con Peter pero no estaba segura que el amor se sintiera de esta forma...
Analizando a mi padre, me daba cuenta que el amor debería sentirse como algo cercano al anhelo o el deseo de querer algo. Mire con una sonrisa nostálgica la escena de los novios recibiendo los anillos, me causaba una sensación en el estómago de pesadez, como un sentimiento de nostalgia. La boda continuo hasta que llegó el momento de las fotos.
—Tomarse fotos con su ex estando casada debería ser considerado una tortura —dije al momento de ver como se acercaba mi padre a la mujer.
Antes de dar el paso para salir de la banca donde estaba un dolor agudo del lado derecho de mi cabeza y cerré mis ojos debido a eso. Me aferre a la banca que estaba frente a mí para evitar caerme y un par de imágenes llegaron a mi cabeza:
"Aquí es donde los protagonistas se besan" yo le susurraba a un chico que me mantenía sujeta de la cintura.
"Deberíamos de seguir con el guion entonces "
¡Es el chico de la foto!
Ese chico acerco su rostro al mío, un sonido de cámara se escuchó y el flash interrumpió el beso.
"Ustedes continúen, se ven muy bien juntos"
Un hombre decía que no lograba distinguir su rostro.
"¡Yo quiero esa foto! "
"¿Para que la quieres? "
"Nuestra primera foto"
"Y la última..."
Las imágenes se veían borrosas, pero no parecían recuerdos de alguien más, se sentían como míos. Algo extraño porque no recuerdo haber asistido a ninguna fiesta.
—¿Armelle? ¿Estás bien? —Mi padre me miro asustado, tenía su mano sobre mi espalda para darme tranquilidad.
—Si, es solo que mi cabeza... ¿es normal haber olvidado partes de mi vida?
—No lo creo, no es normal. ¿Necesitas que vayamos al hospital?
—Tranquilo papá, es solo que sentí un pequeño jalón —mentí.
—Bien, si lo prefieres podemos ir al santuario y descanses...
—Hay que ir a la fiesta aun, no te preocupes. Estaré bien.
Mi cabeza seguía dando vueltas y era la prueba de que en efecto no estaba bien. El dolor se había pasado a la parte de mi cuello extendiéndose hasta mi columna. Lo ignore hasta que llegamos al edificio exclusivo donde tomaría lugar la fiesta. Al llegar mi padre fue directo a la barra y pidió una copa, me senté a su lado sin pedir nada debido a que el alcohol y yo no éramos buenos amigos. Me quedé aun con la cabeza dando vueltas y pedí solo un poco de agua.
Un par de minutos después la música inicio y el novio llevo a su ahora esposa al centro de la pista. Ellos se veían tan felices, pero me sentía mal de verlo de esa manera cuando en los ojos cristalinos de mi padre se notaba el dolor de ver a la mujer de su vida en manos de otro.
—¿Seguro que quieres quedarte? —mire a la mujer bailar.
—Si, estoy seguro.
La música se detuvo un momento y la mujer se acercó a nosotros. Me tense debido a que nunca me habían presentado de forma formal a ella, me puse de pie en cuanto llegó y mi padre me coloco la mano sobre mi hombro.
—Una copa de vino —pidió la mujer.
—Dejame hacerlo —en un chasquido el agua se había transformado de vino. Mi padre nunca me había querido enseñar a hacerlo, no quedaba de otra más que hacerlo por mi cuenta robándome un par de libros.
—Christine —me sonrío un poco—, quiero presentarte a alguien. Ella es Armelle... —trago saliva antes de decir lo siguiente—, ella es mi hija.
—¿Hija? ¿Cómo? —dijo sorprendida—creí que odiabas a los niños.
—Los odia de hecho, estuvo a nada de dejarme en el orfanato hace un instante —le extendí mi mano. —Armelle Strange, hija adoptiva.
—Christine Palmer —tomó mi mano y se acercó a darme un beso en mi mejilla—, si no fuera porque me dijiste que eras adoptiva diría que se parecen mucho.
—Me lo dicen seguido —sonreí y mire a mi padre—quiero apreciar la vista de este maravilloso lugar. Con permiso, un placer.
Camine hasta el balcón donde me podía mantener alejada, sabía que mi padre tenía que decirle algo importante y no quería pasar un momento incomodo con ellos. Supongo que este lugar me había cambiado más de lo que pensaba, supongo que no era tan malo que mi madre me abandonara. Suspiré cansada y dirigí mi vista hacia el cielo cuando el ruido de personas gritando me asustó. Mi padre no tardo en llegar hacia mi.
—¿Qué sucede? —de un sorbo él se toma su copa.
—Pero mi vestido... —suspire cansada—ni modo.
Mi padre saltó el balcón haciendo una entrada digna de él.
—¿Cuándo voy a aprender a tener entradas épicas? —le grite indignada—, quiero una capa —saque mi anillo de mi bolso y abri un portal, —una boda muy hermosa por cierto, lo lamento —pase por el portal terminando al lado de mi padre.
—Te tardaste —mi padre sonrió.
—Tú tienes una capa y vuelas como un sayayin, asi que mejor no me digas nada.
—¿Vas a luchar así? —miro mi vestido.
—¿Qué tiene? —rodé los ojos—siempre algo mal en las fotos de la prensa —suspiré resignada y extendí mis manos para cambiar mi ropa con magia— Odio parecer un tayarin.
—¿No que te quedaba bien? —alzó una ceja—mentirosa.
La gente comenzó a correr y de vista una cabellera castaña se visualizaba corriendo.
—¿Qué la persigue? —dije asustada.
Mi padre uso su magia para poder ver a la criatura que estaba a nada de tirar un autobús. Un calamar gigante con gran ojo y unos dientes filosos se movía de prisa y con furia. Indagué en mis memorias y recordé el sueño que tuve en el orfanato, esta cosa yo la había visto antes.
—Padre, esto ya lo había visto —dije asustada—esta cosa me lanzó un autobús en mi sueño.
—¿Qué dices? ¿Recuerdas algo? —Strange me miró sorprendido— ¡¿Cuándo planeabas decirme?!
—¡Lo olvidé perdón! —dirigí mi vista hacia la mujer que se sostenía del autobús— ¡Papá, ella está a nada de caer!
Strange corrió hacia la mujer que colgaba del autobús. Debido al humo no lograba distinguir su rostro, mi padre creó una soga e intento tomar un tentáculo para evitar que lograra seguir a la mujer que había sido salvada por la capa. Un dolor de nuevo agudo en mi cerebro hizo que el zumbido en mi oído me distrajera, entrecerré los ojos y negué con la cabeza para enfocarme.
En cuanto busqué con la mirada a mi padre, por fin pude distinguir a la persona. Ella se aferraba al brazo de mi padre asustada y su cabello color castaño estaba enredado y lleno de polvo, su rostro pálido, ojos color avellana y sus labios aun con un poco de tinte color rojo, no había duda.
Era ella.
Era mi madre.
—¡Armelle, cuidado! —una voz grito mi nombre y en cuanto gire mi rostro, un autobús venia directo hacia mí. No tuve tiempo de reaccionar y solo cerré los ojos esperando el golpe, pero este nunca llegó. Unas manos me rodeaban mi cabeza en un abrazo protector y el olor de un perfume masculino inundo mis fosas nasales. Abrí los ojos despacio y me topé con unos brillantes ojos verdes.
—¿Te hiciste daño Pinocho?
El chico pronuncio y recordé a la voz de mis memorias. Lo mire confundida y las ganas de llorar se presentaron. Mi cabeza intento buscar registro alguno de este chico, pero no había nada. Cerré los ojos debido al dolor y me aferré al saco del pelinegro.
—¿Quién eres tú? —le dije en un gemido doloroso.
—¡Cuidado Pinocho! —El chico me cubrió con su cuerpo antes de que un tentáculo nos impactara y ambos terminamos impactados en una ventana, solo que él había recibido el impacto de los vidrios.
.
.
.
.
.
.
.
.
Como amo esto de escribir del multiverso JAJAJAA
Bueno bienvenidos a la nueva temporada de paralelo...
Nos leemos después
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro