Omnisciente

Los chicos se separaron para buscar los sellos de los que hablaba Reginald. El ambiente tenso de la habitación se podía sentir en cualquier lugar, no había duda que algo extraño sucedía, los hermanos Umbrella se mantenían separados en sus ideales:

—¿Vamos a seguir así Allison? —Viktor pregunto al tiempo que buscaban los sellos.

—Es más que obvio que si—su forma de hablar se mantenía a la defensiva—desde que decidiste que no querias venir me hizo darme cuenta que no te importa la familia.

—Basta con ese discurso Allison —se detuvo—no podemos seguir peleando.

—¿Qué quieres que haga?

—Dime la verdad —la encaro— ¿estas con papá?

—Es una estupidez —Allison sonrio— ¿Esa chica te metio esa idea?

—No, no fue ella. Solo que tu actitud me causa conflicto, un día dices algo y la mañana siguiente actúas como si nada hubiera pasado.

—No, no hice ningún trato. Escuchaste lo que dijo Cinco, ella fue quien estaba con papá la noche anterior.

—¿Cinco te lo dijo?

—Si, bueno...

—¿Sabes que está culpando a alguien inocente?

—Si quieres confiar en alguien más antes que tu hermana entonces no quiero estar contigo.

Antes de poder continuar una puerta se rompió frente a ellos. De ahí una criatura no se inmuto cuando uso su arma para atacarlos, provocando que a Allison le cortara parte de su brazo. Ella por el impacto cayó al suelo y la sangre broto en cuestión de segundos. Viktor tomó a su hermana del otro brazo y la llevo a rastras hacia el baño:

—¿Qué carajos fue eso?

—Está bien —ella confeso tocándose el brazo—hice un trato con papá y la madre de Armelle.

—¿Qué te ofrecieron?

—Solo te prometo que, si esto sale bien, estaremos bien.

Viktor le dedico una mirada alarmada a su hermana, y no espero mucho tiempo para salir corriendo.

—¿Dónde vas? —Allison se colocó un pedazo de tela para detener la hemorragia.

—Lo hiciste con Harlan, no pienso permitir que pase con ella —salió corriendo de la habitación.

Por su parte Cinco y Armelle había entrado en un piso del hotel ellos solos. La tensión que se mantenia en el ambiente podía cortarse con unas tijeras. Desde que ambos se habían quedado solos, no se había dirigido la palabra. Armelle tenía que ser cuidadosa si quería que viera las cosas con claridad.

—Cinco —pido Armelle—tenemos que hablar.

—¿Acaso dije que quería hablarte?

—Solo necesito que mires algo —ella lo detuvo con la mano—por favor.

—No, no pienso entrar en tu estúpido juego de nuevo —Cinco la encaro—tanto era tu deseo de regresar a casa que te aprovechaste de lo que sentía por ti.

—Jamás me aproveche de ti —ella bajo el tono de voz—lo que siento por ti es muy real.

—No quiero escucharte más, mejor concéntrate en buscar los sellos y mientras más rápido me aleje de ti es mejor.

—Cinco —ella mantuvo a una distancia prudente—solo por favor ve esto.

—¡Te dije que no! ¡No quiero ver o escuchar nada que provenga de ti!

—¿¡Entonces porque mierda pediste que viniera contigo?

—Si vas a traicionarme de nuevo. Quiero que tenerte cerca cuando eso suceda.

—¿¡Traicionarte?! —repite de forma sarcástica—Te hace falta un lavado de cerebro Hargreeves —sonríe de forma falsa—Se me olvidaba. Ya lo hicieron.

—¿Ahora eres irónica?

—Por dios Hargreves. Siempre lo fui.

—No puedo creer que sigas fingiendo que no tuviste nada que ver con la muerte de Luther y Klaus —ella se aleja un paso— ¿ahora te estoy refrescando la memoria?

—Solo me estas provocando que quiera golpearte por ser tan terco y estúpido.

—Vamos a ver —se pone de brazos cruzados—dime que es eso tan importante que tengo que saber, vamos te escucho —su expresión era seria y no había gracia en sus palabras—, podemos fingir que mi mundo no se va al carajo conforme más tiempo perdemos y nos enfocamos en tu traición.

—¿Siempre fuiste así de idiota?

—Por dios Strange. Siempre lo fui —imito a la chica.

—Tengo la teoría de que alguien manipulo tus recuerdos para hacer que pienses que hice un trato con Reginald. Pero no fui yo —la chica intenta volver a mostrar sus flamas—espera un momento —ella cierra los ojos para lograr mostrarle los recuerdos a Cinco pero no sucede nada—no entiendo...

—¿Vez? —se burla—no puedo creer que estoy desperdiciando tiempo contigo.

—Cinco —la chica da dos pasos hacia adelante—ayer dijiste que estarías conmigo. Tienes que confiar en mí, por favor.

—¡Yo lo vi! —la empuja hacia atrás—te vi en esa habitación tomando la mano de mi padre.

—¡Que no era yo!

—¡A ver muéstrame que no lo eras! ¡Anda!

—No sé qué sucede con mi poder —comienza a chasquear los dedos—, no puedo hacerlo ahora.

—Es tan conveniente que justo ahora no puedas.

—Cuando me desmayé en la habitación de Ben donde me encontraste te dije que mi madre había hablado con tu yo de hace cien años. Ella hizo un trato donde tu tenías que matarme o dejar que el fin del mundo sucediera...

—Quiero pruebas Armelle, tu maldita palabra no tiene valor.

—¿No crees que alguien esté haciendo todo esto para separarnos? —Armelle intento buscarle la mirada, pero Cinco se negó a verla a los ojos.

—¿Por qué les interesaría separarnos? No eres tan importante como piensas, tampoco creo que seas tan relevante como afectar mi mundo.

Armelle rompió la distancia que los mantenía alejados.

—Vamos Cinco —ella acerco su mano a su mentón —tu sabes muy dentro de ti que nada de esto tiene sentido.

—Armelle por favor no...—intento alejar su mano.

—Yo te amo Cinco, estoy enamorada de ti desde que te vi en ese sueño —Cinco intento alejarla, pero Armelle agarro su mano y la coloco en su pecho—, sabes que el corazón no miente —, ella lo pensó mucho antes de decir lo siguiente, —Tu padre me ofreció un trato hace unos días, me dijo que ayudaría a que no muriera por culpa de mis poderes...y a cambio tenía que asesinarte...pero decline la oferta...

—¿Qué es lo que dices?

—Estuve uniendo los hilos y me di cuenta que mi madre es la culpable de todo esto —le muestra el pañuelo que dejo caer Reginald— ¿Vez estas iniciales? Son las iniciales de mi madre, presiento que ella está detrás de todo esto.

—Es tu madre, no tiene caso que haga algo así.

—Ella me abandono hace años. Es razón suficiente para saber que no me amaba.

—¿Qué clase de trato?

—Tu viste lo mismo que yo esa noche en el elevador, solo que hay una barrera que me impide ver quien fue el culpable de mover tus recuerdos...

Cinco cerró los ojos un momento analizando lo que decía la chica, no dijo nada por unos segundos que fueron eternos para Armelle. La chica lo miraba esperando una respuesta al tiempo que intentaba proyectar su flama, pero seguía sin aparecer.

—No confías en mi —Armelle se alejó de nuevo—debemos buscar los sellos, solo estamos perdiendo el tiempo.

—Armelle... —Cinco tomó su mano y la acerco de nuevo a su pecho acariciando su cabello.

—No tiene caso, sé que no confías en mi...

—Ar...

—¡No confías en mí! ¡Estoy harta! ¡Mejor piensa lo que quieras!

—Armelle —Cinco la llevo de la mano hacia una de las habitaciones— confió en ti... —susurro juntando sus frentes—confió en que lo que sientes por mí es real... —seguía hablando muy cerca de ella—confió en que lo que sentimos es real... —él junto sus labios en apenas un roce.

—Cinco...

—No digas más...

Cinco tomó las mejillas de la chica y la acerco para besarla de nuevo. Su beso se sentía triste, había algo extraño dentro de ese mar de emociones que dejaron que Armelle se dejara llevar dejando sus manos pasar por el cuello del chico y así poder acercarse aún más.

¿Quién podría jugar un mejor juego?

Cinco deslizo una de sus manos hacia la cadera de la chica y la guio a una de las paredes de la habitación para seguir besándola. La mano que posaba su cadera fue apartada y este guio su mano a la bolsa de su saco. Con precaución deslizo la navaja para sacarla sin que Armelle lo notara. Con la mano temblorosa la coloco cerca del estómago de la chica y corto el beso de forma abrupta.

—Te amo... —susurro la chica.

—También yo —y sin pensarlo enterró la navaja en el estómago de la chica—pero también amo a mi familia...

—Cinco —la chica lo miro con los ojos brillosos.

—Lo siento Pinocho... —la chica se deslizo de los brazos del chico y cayó de rodillas al suelo—te advertí sobre lo que sucedería si me traicionabas.

Cinco se arrodillo frente a la chica y sacó el cuchillo sin pudor alguno.

—Espera... —Armelle coloco su mano en la herida haciendo presión sin éxito en detener la hemorragia.

—Dulces sueños Armelle —Cinco dejo a la chica tirada en el suelo de la habitación.

Armelle no puedo evitar llorar, el dolor físico y emocional que sentía hacían que sintiera como se desgarraba por dentro.

—Bien creo que moriré aquí... —intento gatear para lograr encontrar a alguien que la ayudara—Papá ven por favor...

Cinco salió de la habitación con los ojos vidriosos, intento no pensar mucho en lo que había hecho, pero le parecía imposible. La sangre ya había manchado su traje, opto por traer el cuchillo en las manos en caso de que algo raro aparecía.

—No pensé decir esto pero que alegría verlos —Cinco intercepto a Sloane y Ben.

—¿Dónde está Armelle? —Ben pregunto alarmado.

—No se sentía bien —mintió—decidió bajar con papá.

—Cinco estas lleno de sangre —Sloane intervino—¿estás bien?

—Por supuesto, solo fue una cortada —volvió a mentir.

—Con que hayas hecho algo con ella, te matare —Ben lo tomó del saco—advertido estas.

—Chicos —ambos miraron hacia el pasillo y una especie de samurái se acercaba a ellos

Sloane no lo pensó mucho antes de atacar, pero no fue suficiente. Cinco tomó el hacha que estaba en uno de los estantes y se aproximó a derrotar esa cosa. Mientras tanto, Ben solo los observaba luchando, no quería enfrentarse a esa cosa. Los dos chicos intentaron derrotarlo, solo que fracasaron en el intento quedando encerrados en la lavandería.

—Esa cosa tiene un punto débil por la espalda—Sloane estaba agotada debido al enfrentamiento—hay que matar a esa cosa.

Sloane intento atacar de nuevo, pero fue apuñalada por un cuchillo, justo detrás Cinco intento hacer lo mismo, pero fue lanzado a lo lejos. Ben mantuvo su perfil escondido hasta que esa cosa intento matar a su hermana, una pequeña distracción fue suficiente para lograr que Cinco le diera con el hacha en el punto débil y matando al samurái.

—Hay que bajar —los tres bajaron de nuevo a buscar a sus demás hermanos.

Los Umbrella y Sparrow estaban reunidos justo en la entrada del hotel. Todos estaban mal y cansado debido al esfuerzo físico que habrían tenido debido al enfrentamiento con los guardianes. La sorpresa fue tanta cuando se dieron cuenta que Klaus estaba vivo.

—¿Dónde está Armelle? —Viktor pregunto.

—La mate —dijo con seriedad Cinco—le advertí si volvía a traicionarme la iba a matar.

—¿Hiciste qué? —Viktor lo miro incrédulo.

—No es cierto —Ben lo miro furioso—lo dices tan tranquilo como si no te importara.

—Es que tienes razón en algo, no me importa.

—¡Klaus! —Todos gritaron sorprendidos.

—¿Estas vivo? —Viktor abrazo a su hermano.

—¿Cómo es que estas aquí? —Cinco lo miro buscando respuestas.

—Cuando les dije que estuve con papá fortaleciendo mis poderes no les mentía... —busco a alguien con la mirada— ¿Y la pequeña Elle?

—Ya no nos provocara más problemas... —dijo con simpleza Cinco.

—Por dios Cinco —Klaus miro el suelo —ella...

—¡No es momento de hablar! ¡Hay que buscar los sellos!

Cinco evitó esa platica incomoda sobre la muerte de la chica, camino hasta el pequeño balcón que daba al suelo. Mientras los demás seguían conversando.

—¿Qué fue lo que sucedió?

Ben se mantenía con la vista en el suelo.

—Tu hermano asesino a Armelle... —un susurro apenas fue escuchado por algunos de parte de Ben.

—Llegue tarde —Klaus miro a su padre— tengo que contarles quien mató a Luther fue papá.

—¿Papá te asesino?

—¡Si! —dijo incrédulo—no me dejo entrar y me cerró la puerta en la cara.

—Armelle era inocente... —Ben apretó los puños, seguía aun en shock debido a la muerte de la chica.

—¿En serio creyeron que Armelle podría matar a alguien? —Lila los miro—es tan peligrosa como un bebe.

—¿Por qué lo hiciste? —Viktor espero respuestas de su padre—¿culpaste a una inocente?

—Tenía que hacerlo por ustedes, les prometo que en cuanto esto se arregle van a entender todo.

—¡La llave está en el suelo! —Cinco gritó cuando de repente el caos se desato.

Un samurái caía del techo y justo cuando lanzo su afilada cuchilla, un portal fue abierto en frente de Cinco y Armelle salió de ese portal, con sus manos extendidas empujo a Cinco provocando que él cayera de espalda.

El impacto de la afilada cuchilla fue apenas un roce en la espalda de Armelle debido a que Wong alcanzo a detener el arma con su látigo.

—Tu hija está igual de loca que tu —Wong le recrimino a Strange.

—¡Armelle! —grito Strange en cuanto vio como de la espalda de la chica brotaba sangre manchando su playera.

—Armelle — Cinco miro a sus pies como la chica ahora estaba inconsciente.

—Es imposible —dijo Reginald—no hay otra entrada.

El samurái lanzó uno de sus cuchillos dándole en el estómago a Klaus. El guardián estaba a punto de atacar cuando Strange se acercó para retenerlo un cuchillo paso al lado de su cara.

—¿Tu de qué lado estas? —pregunto Diego.

—¿Me atacaste? —dijo incrédulo Strange—de su lado idiota.

—¡Vamos chicos no tenemos mucho tiempo!

Uno a uno fueron colocándose en las estrellas y una luz fue encendiendo.

—Sabes que no debemos de intervenir mucho —Wong regaño a Strange—si van a morir en manos de esta cosa, no es nuestro destino ayudarles.

—Bien, tenemos que llevarnos a mi hija —Wong asintió.

—¡Ahora Cinco!

Cinco se mantenía expectante debido a lo que hizo Armelle, ella lo había salvado de perder su mano. Ella había rotó el circulo donde perdía su brazo, muchas preguntas se formaron en su mente y cuando vio llegar los dos hombres de traje las dudas se generaron aún más sobre él.

—Tú debes de ser el famoso Cinco —la capa de Strange envolvió a la chica y la levanto del suelo—deseo que sobrevivan, este fue el último sacrificio de mi hija por ti, valóralo.

—Cinco... —susurro la chica y abrió un poco sus ojos—tienes que saberlo... —ella extendió su mano y el anillo que Cinco le dio estaba en la palma de su mano —tómalo...por favor...

—¡Cinco ahora! —grito su padre.

El samurái estaba a punto liberarse del agarre de Luther, el cual había podido regresar gracias a Klaus.

Cinco se debatió entre tomar el anillo o ir con su padre.

Al final, solo le dio un asentimiento de cabeza a Strange rechazando el anillo.

—No podemos hacer nada más mi niña —Wong abrió un portal—tienes que ir a un hospital o puedes morir.

—No puedo irme...

—Si te quedas morirás Armelle.

El lugar comenzó a ponerse color amarillo como una especie de cuarto donde había símbolos extraños. Todos gritaban debido al dolor que les provocaba el estar de pie sobre la estrella. Reginald movia apresuradamente toda la pantalla creando una especie de plano.

—¡Los estas matando! —grito Allison.

—Si esto sale bien Rossie, tu y yo vamos a tener lo que queremos.

—¿Rossie? —Wong y Strange se miraron—la madre de Armelle no nos dijo todo.

—Mi madre no es buena...solo una última vez... —la chica abrió la palma de sus manos y pudo proyectar una flama color violeta y les mostro a todos como Reginald, su madre y Allison hacían un trato—todo es una ilusión Cinco...

Allison veía como sus hermanos como iban muriendo poco a poco, arrepentimiento se hizo presente. Agarro el hacha del suelo y le dio con todas sus fuerzas sobre su cabeza impidiendo que siguiera moviendo las cosas de la máquina. El hombre cayó al suelo muerto y sus hermanos se mantenían con un color azulado con dorado debido a que absorbían el poder.

—Las cosas están hechas, no debemos interferir —Wong abrió el portal y la capa de Strange se llevó a la chica ahora inconsciente.

—Suerte a todos —Strange les dio una última mirada antes de encaminarse al portal.

—Armelle espera... —Cinco intento usar sus poderes, pero fue imposible debido a la debilidad que tenía—lo lamento...

El portal ya se había cerrado.

Debido a la distracción de Cinco, su hermana se acercó al botón que se supone que reiniciaría el universo y sin pedir el consentimiento de los demás. Al presionar todo se volvió negro y oscuro por unos instantes hasta que la luz se aproximó a ellos. De nuevo estaban dentro del elevador y en cuanto las puertas se abrieron el cielo estrellado los recibió.

—Sabía que lo harías Cinco.

—¿Quién es esta mujer?

—Rossie...

—Sorpresa —la mujer sonrió y les extendió los brazos—bienvenidos a su nuevo hogar.

FIN