Omnisciente

Sloane se mantenía sobre el suelo de la habitación sosteniendo el pecho de su esposo, sin poder creer lo que estaba pasando. Allison en la esquina con las manos sobre su boca sin poder creer lo que había sucedido.

—¡Usted lo mato! —Armelle estaba punto de apuñalar a Reginald.

Cinco se transportó frente a la chica y sostuvo su mano evitando que tocara a su padre. El la miraba de forma fija, quería poner atención en cada detalle y lentamente fue pasando su mirada hacia su padre que no se imputaba por las acusaciones.

—¿Qué fue lo que hiciste? —pregunto Cinco incrédulo—, quiero la verdad Armelle.

—No entiendo de que hablas —Armelle bajo el cuchillo despacio.

—¿Ahora no sabes de que hablo? —sonríe sarcásticamente y le arrebata el cuchillo—soy un idiota.

—¿De qué hablas? —Armelle intento tomar su mano, pero este la rechazo con un manotazo—cielo por favor.

—¡Deja de llamarme así! —su semblante comienza a cambiar por uno lleno de rabia, una expresión que solo la había visto cuando la amenazo aquella vez donde se conocieron.

—Cinco... —Armelle lo mira alarmada.

—Armelle no... —Viktor toma de la mano a la chica para evitar que ella intente tocarlo.

—¿No crees que yo? —Armelle miro a todos pero nadie dijo nada—cielo por favor...

Cinco le había dado la espalda cuando Armelle suplicaba una mirada, en cuanto el chico escucho la última palabra, se giró para encararla, apresuro su mano hacia su cuello y la estampo a la pared mientras colocaba el filo del cuchillo justo debajo de su barbilla.

—Te dije que dejaras de llamarme así —aprieta el cuello de la chica al tiempo que hace presión con el cuchillo.

—Cinco... —la chica comenzó a patalear por falta de aire—no entiendo...

—¡Por favor! ¿Crees que soy estúpido? —nadie intento intervenir y solo miraban expectantes.

Armelle logró darle un golpe en la costilla para lograr que la soltara debido a la presión le parecía imposible respirar La chica comenzó a toser para recuperar el aliento y por su parte Cinco se puso de pie. Los puños los tenía cerrados y conforme más veía a la chica, aumentaba la presión.

—¿Que te sucede? —Armelle se sobo el cuello debido a la presión—Explícame Cinco.

—Cinco no creo que sea el momento —Viktor habló.

—¿Tu estas con ella?

—No estoy del lado de nadie, pero Luther acaba de morir.

Armelle sintió algo líquido bajar de su cuello, acercó su mano y cuando se dio cuenta un poco de sangre brotaba. No era mucha pero el sentimiento que se acumulaba dentro de ella, ya no estaba dejando que viera con claridad.

—Me lastimaste... —Armelle lo miró incrédula—¡¿Qué carajo te hice ahora?!

—¿Ahora no sabes?

—No, es más que obvio que no se —la chica mira a Reginald—¿Qué fue lo que hiciste?

—¿Vas a seguir fingiendo? No puedo creerlo.

—¿¡De qué carajos me hablas ahora?!

—Eres un ser humano despreciable —Cinco la encaró de frente—, me alegra tanto que vas a morir como la estúpida cucaracha que eres.

Ella apretó los puños con fuerza, no lo golpeo, pero el dolor en su pecho era aún mayor. El sentimiento de desesperación y angustia por saber que sucedida le hacían sentir que los latidos de su corazón saldrían.

—Armelle —Lila la tomó en brazo—espera...

—No te metas Lila —Armelle miro el suelo y dejo de ver a Cinco a la cara—, esto es entre Cinco y yo.

—Cuidado de cómo le hablas mocosa.

—No pienso discutir, no entiendo que te sucede y no soy una adivina—ella jala el anillo de su dedo y lo lanza al suelo—, te amo Cinco, pero tu carácter de mierda me está superando.

Ella salió de la habitación y se fue directo al baño. Al llegar cerró la puerta con seguro y comenzó a lanzar todos los objetos que había a su alrededor.

—No entiendo que está pasando... —se agarró del lavabo—estoy harta de todo...—se tocó su nariz y un par de gotas de sangre comenzaron a salir—es un chiste de mal gusto, tengo que saber que sucedió.

Miro las palmas de sus manos, y una idea cruzo por su mente.

—Tengo que usar mis poderes, ver sus recuerdos —se enfocó en sus emociones y pensamientos. Intento hacer lo mismo sobre la llama color verde que mostraba los eventos del pasado, cuando lo hizo el piso a tembló bajo ella—Cinco Hargreeves...

La chica intentó conectar con la mente de Cinco y levito cuando las llamas color verde la rodearon. Inicio a visualizar a Cinco cada parte de él, sus ojos, su sonrisa, su pelo, su olor y sus manos. Se concentró en las sensaciones que provoco, cuando lo encontró, cerró los ojos en cuanto los recuerdos de la noche anterior iniciaron en su mente.

Poco a poco fue recordado lo que pasaron, ellos comiendo, bailando, bebiendo y disfrutando el momento. Su piel ardió y de sus ojos un par de lágrimas brotaron. Poco a poco de su nariz la sangre apareció esta vez no eran gotas, un camino de sangre se formaba hasta su barbilla. De sus ojos las lágrimas poco a poco fueron haciéndose color carmesí.

—Tengo que ver más allá...

Un dolor en sus dedos y sus articulaciones casi entumecidas eran la sensación que dejaba el ver pasar los recuerdos de Cinco. Uno a uno hasta que dio en el blanco. Ellos se habían quedado dormidos en el elevador, ella sentado en sus piernas, poco a poco un humor color negro cubrió el sueño y vio a Reginald...no estaba solo. Reconoció su tono de voz y su cabello era difícil de olvidar. Solo que la sonrisa que vio en ella, la hacía ver malvada.

No había sido un sueño, lo que había contado a Viktor resultaba ser cierto.

—Mamá ¿Qué fue lo que hiciste? —Ella intento ver más allá y le sorprendió tanto ver a Allison—Se supone que no debería de estar aquí.

—Armelle —escucho un susurro, pero no podía distraerse.

—Sal de ahí... —escucho nuevamente—vamos Armelle, sé que puedes...

La chica seguía en las memorias de Cinco. Se intentó sumergir aún más, pero de pronto una barrera le impidió ver más allá. Era como un escudo invisible que no dejaba que ella cruce, justo al momento de hacer contacto con esa barrera la imagen de su madre se hizo borrosa y cambio de un momento a otro.

Ahora la persona que hacía el trato con Reginald, no era Allison ni su madre.

Era ella.

—Pequeña Elle —alguien le apretó la mano y cayó al suelo con fuerza sobre un par de escombros—Elle tenemos que irnos...

—Tengo que hablar con él —la chica se puso de pie y se dejó guiar por Klaus—espera tengo que decirte algo.

—¿Qué sucede? —una parte del techo casi cae en su cabeza—vamos que esto esta a punto de irse a la mierda.

Ella recordó que su padre y Klaus tenían una gran relación ahora y contarle sobre lo que había visto no era muy creíble.

—Nada, mejor corre.

—Carajo Armelle, pareces un zombie con toda esa sangre.

—Cállate antes de que ambos perdamos la cabeza por culpa de los escombros.

—Hablo en serio, tienes sangre por todo el rostro.

Un escombro cae del techo golpeando a la chica en el hombro.

—Esto duele... —ella cayó de rodillas al piso, Klaus intento tomarla del brazo para ayudarla.

—¡Corre Klaus! —alguien apareció por el pasillo y no se imaginaba que Reginald ayudaría a llevar a la chica del brazo.

—¡Corran chicos! —Reginald tomo el brazo de la rubia y ayudo a llevarla hasta la puerta que los llevaría a otro lugar.

Cuando llegaron nadie estaba dentro, todos habían entrado por la puerta y solo el cuerpo inerte de Luther seguía ahí. Armelle vio en el suelo su anillo y con rapidez se apresuró a tomarlo, la decepción y la tristeza sobre la desconfianza de Cinco estaba surgiendo efecto.

—¡Vamos Armelle!

—¿Qué le prometio?

—No discutas y entra —Reginald la empujo dentro del lugar sin tener un minimo de cuidado con su brazo.

Armelle comenzó a correr por el pasillo que por un momento tenía unas luces color neon blanco que no te dejaban ver con claridad. Ella siguió el camino hasta dar con la salida, el cual era exactamente el mismo que la anterior habitación. No le dio tiempo de procesar debido a que Reginald la empujo hacia enfrente y ella cayó al suelo golpeando su hombro.

—¿Dónde está Klaus? —Cinco pregunto—Él fue a buscarte Armelle.

—Yo...él venía detrás de mí —miro a Reginal— ¿Qué hiciste con Klaus? —Armelle sintió un dolor desgarrador en su hombro—, habla anciano —un grito salio de su boca debido al dolor.

—Él no logro cruzar chicos, lo siento.

—No digas estupideces —Armelle se tocaba el hombro e intentaba guardarse los gritos de dolor. Palmeo su hombro y noto que tenía algo que estaba fuera de lugar. Se palmeo la parte y no pudo evitar llorar.

—¿Fuiste tu no? No te basto con matar a Luther —Cinco la tomo por lo hombros y comenzó a sacudirla.

—Yo no hice nada —la chica comenzó a llorar—tengo que mostrarte algo... —ella intento mostrar sus recuerdos mediante las flamas color verdes, Cinco en cuanto vio esta acción presiono con su mano el hombro donde el hueso sobresalía .

—No quiero ver más tus estúpidos trucos, yo se lo que vi.

—Cinco no, créeme yo no hice nada, puedo mostrarte que...

—Es mejor que dejes de fingir —Allison hablo—tu sabes lo que hiciste.

—¡Mejor cállate perra!

Cinco tomó la barbilla de Armelle y la presiono para que lo mirara.

—Quiero que repitas como llamaste a mi hermana —la mirada de Cinco no mostraba esa típica sonrisa, solo se mantenía serio y con la mirada furiosa.

—Cállate perra —lo enfrento la chica—eso es lo que es, te están manipulando Cinco y espero que cuando te des cuenta, no sea tarde—aunque intento mostrarse firme, su voz se escuchaba entrecortada como si quisiera llorar—, ahora sueltame.

—Eres una estúpida —la soltó de golpe—nunca debí de confiar en una extraña.

Cinco se alejó de todo mientras ella seguía en el suelo, nadie intento ayudarla ni acercarse. Todos le dieron la espalda a excepción de Reginald el cual se mantenía a su lado. El sujeto se arrodillo frente a la chica y le extendió un pañuelo.

—Te matare —ella susurro—no quiero tu lastima.

—Te dije —se mantuvo arrodillado—yo te advertí de esto, Una boda o un funeral —mostro una pequeña sonrisa—atente a las consecuencias, si intentas decir algo nadie va a creerte.

Reginald se pone de pie y tira al suelo el pañuelo. Este cae al frente de Armelle pero ella no lo agarra, mantiene la vista en el azulejo del suelo y pasa la mirada al pañuelo, logra notar una letra grabada en la orilla.

"R. H."

—Vaya forma de demostrar tu cariño madre —la chica se mantuvo en el suelo unos segundos más.

—Hay que descansar un momento antes de comenzar —Reginald se alejó en busca de indicios.

Ben miro en el suelo a la chica, pero no se acercó a ayudarla. Mientras tanto, Viktor y Cinco conversaban alejados de todos.

—¿Qué sucede?

—Estoy seguro que papá y Armelle hicieron un trato, ayer los vi...

—Cinco no creo que ella mienta.

—¿A qué te refieres?

—Armelle me contó sobre ver a su madre, Allison y nuestro padre haciendo un trato.

—¿En serio le crees? —la señalo—solo es una chica manipuladora que le basta con hacer ojos de perrito abandonado para estar a sus pies.

—Allison ayer expreso cuanto me odiaba y hoy me dio un estúpido discurso de familia —Viktor le dio una mirada de reojo a la chica—, y papá me llevo el desayuno a la cama.

—No confió en su palabra.

—A veces creo que eres demasiado impulsivo.

—Tengo la suficiente experiencia para saber cuándo algo no está bien.

Armelle se puso de pie hasta el bufet que había, al entrar vio a Lila y Diego.

—Solo necesito...agua...

—No creo que mataras a Luther y Klaus —Lila hablo—, he sido una asesina y no eres una, eres demasiado sentimental.

—Gracias supongo.

—¿Quieres ayuda con eso? —Diego miro mi brazo—te dislocaste el hombro.

—Gracias —se sentó sobre un banco, le pasaron una toalla para ponerla en su boca—espera.

Junto sus manos e intento hacer lo mismo que había leído sobre transformar agua en una bebida. Unos segundos y el agua fue cambiada por un licor color vino.

—¿Siempre pudiste hace eso?

—He visto que lo hacen en las películas —le dio un sorbo—hazlo.

—Va a doler.

—Solo cuenta del uno al tres —Lila pidió a la chica.

—Uno —apenas iba a decir dos cuando de un movimiento su hombro fue regresado a su lugar. La chica se agarró de la mesa y su vista se nubló.

—Estoy bien... —de su nariz una línea delgada de sangre bajaba despacio.

—¿Estas bien? —Lila pregunto—llevas sangre por todo el rostro.

—Si es solo mis... —al bajarse del banco se resbalo cayendo al suelo—solo me siento cansada...

—Armelle —Lila intento que se concentrara— tenemos que ir...

—Debe de ser la sangre que perdió —Diego le dio un vistazo a la cabeza de la chica—tiene una cortadura perece ser profunda...

—Estoy bien —la chica se puso de pie y caminaron hacia donde estaban los demás.

—Bien nos vamos a dividir —Reginald hablo—hay que buscar los siete sellos —miro a todos—Armelle conmigo, Viktor y Cinco, Ben y Sloane, el dúo juntos.

—Prefiero ir con Armelle —Cinco la miro—somos buenos luchando.

—No quiero, prefiero quedarme con Lila —a pesar del dolor ella se mantenía a la defensiva.

—No pedí tu opinión —Cinco sonrió a Reginald.

—Bien, yo voy con los Sparrow.

—Divídanse —Reginald cerro su cuaderno—rápido niños.

Lila soltó el brazo de Armelle y dejó que se marchara con Cinco y Viktor.

Todos subieron al elevador menos Reginald que regreso por la excusa de haber olvidado algo. Se acercó al timbre y todo el hotel tembló.

El juego había comenzado.