Armelle

Acompañe a Cinco por el pasillo hasta una de las habitaciones más cercanas. Tomé asiento en uno de los primeros sillones que había, y después de cerrar la puerta él se sentó a mi lado. Con lentitud tomo mi mano derecha con la suya, jugaba con los dedos de mi mano al mismo tiempo que la observaba. Durante un poco de tiempo, no menciono nada. Decidí darle espacio para hablar, hasta que por fin saco una hoja de su saco y me pidió que guardara silencio colocando su dedo sobre mis labios.

—Odio hacer esto, pero lo creo necesario el que sepas varias cosas—empezó a leer—primero que nada, tienes que saber que nunca se me enseñó a expresar lo que siento, antes no lo creía necesario hasta —seguía sin mirarme—, digamos que siempre fui alguien testarudo, que buscaba la forma de tener la razón de las cosas fueran o no ciertas —suspira antes de continuar—. Para su suerte mi bella señorita, la sinceridad y lo descarado son cualidades muy importantes para mí, es por eso que me arme de valor para decirte esto...

Espero a que continuara, pero lo duda con la mano temblorosa, cierra la hoja despacio, la vuelve a guardar de donde la saco. Me mira a los ojos al mismo tiempo que lleva mi mano a sus labios, depositando un suave beso en el dorso de mi mano. Nadie jamás había besado mi mano de esa forma, mi corazón comenzó a latir con más fuerza. Este momento estaba siendo demasiado personal, sentía que veía una nueva faceta de Cinco, la cual no había mostrado a tantas personas.

—Armelle...

—Dime Cinco —le sonreí un poco.

—Tengo tantas cosas que decir, pero el tiempo que tenemos es contado, que no quiero desperdiciarlo, debido a esto no sé cómo expresar esto que siento —su voz tiembla y traga saliva para ayudarse a seguir hablando, su mano tiembla con mi agarre, mientras más atención le pongo, noto que sus labios tiemblan.

Me pongo de pie y siento como su mano se tensa debido a mi movimiento tomándola con fuerza, sin lastimarme. Antes de pensar bien lo que hago, solo lo abrazo pasando mis brazos por sus hombros, de forma que él pueda abrazarme de la cintura, pero no lo hace, siento que quiere rodear mi cadera, pero las deja a centímetros para evitar tocarme.

—Hemos pasado los días peleando el uno con el otro, supongo que lo que tengas que decir no es fácil, toma esto con calma Cinco —susurre a lo que él, se aparta de mi abrazo y dirige su mirada hacia arriba.

Con un movimiento coloque su mano sobre su barbilla, le di apenas una leve caricia que hizo que su seño se frunciera. Supongo que el contacto físico no le terminaba de gustar, así que opte por alejarme, pero el impidió el movimiento de nuevo. Agarro mis dos manos de forma delicada y hablo:

—Odio que seas como un estúpido algodón de azúcar.

—Soy una caja llena de sorpresas, de hecho, esta es la primera vez que hago esto —miro nuestras manos unidas—, nunca había buscado el contacto físico porque lo odio.

—Supongo que ahora me puedo sentir muy importante —sonríe de forma engreída.

—No te subas en un pedestal que aún no olvido lo de mi anillo.

—Ya recuerdo porque te odio, arruinas los momentos románticos Pinocho —sonríe, pero esta vez lo hace de forma sincera—pero a eso iba, una de las cosas que tengo que hacer es pedirte disculpa por mi actitud tan estúpida contigo, por insultarte, también por amenazarte con matarte desde el primer instante que te conocí —ahora es cuando si me encara completamente poniéndose de pie y tomando mi cadera acercando su cuerpo al mío—queda poco tiempo, así que escucha con atención Pinocho, que no pienso repetir.

Asentí despacio y lo dejé hablar:

—Desde el primer momento que llegaste a través de ese portal algo raro sentí cuando te vi, una sensación extraña me paso, no voy a negar que pensé que eres linda, llamaste mi atención completamente cuando me desafiabas, pero al mismo tiempo te sonrojabas cuando me tenías cerca. Tu sonrisa —acaricio mi mejilla—no deja de perseguirme, y juro que la primera vez que te besé, no pude sacarme de la cabeza esa sensación que provocaste. Me sentí vivo después de mucho tiempo.

Mi mente intento guardar registro de cada palabra que decía, pero era casi abrumador debido a la ola de emociones.

—Ahora entiendo que debes odiarme por lo que hice, y como te trate —esta vez acaricia el dorso de mis manos—lamento decirte que no tengo más tu anillo conmigo, lo lance cuando te deje sola después de besarte—debido a la idea de Reginal aun tenia esperanza de regresar—siento mucho porque no creo que puedas volver a casa.

—Eso lo pagaste cuando te di un puñetazo hace un rato —intente fingir una sonrisa—estoy segura que mi padre llegara a tiempo.

—Bien, pero aún recuerdo que dijiste que mencionaste, si no regresaba con el anillo, no me hablarías de nuevo.

—Se lo que dije, pero considerando el poco tiempo que nos queda juntos...

—Cierra los ojos Armelle,

Aun me generaba desconfianza que bajara mis defensas frente a él, pero estaba lista en caso de que quisiera atacar, la navaja en la manga de mi sudadera me daba un atisbo de seguridad. Además, cuando estaba entrenando con Wong, parte de la discreción y el poder usar mis sentidos sobre la vista ayudaba aún más. Decidí hacer lo que me pidiera, no quería desperdiciar el poco tiempo que nos quedaba juntos.

—Préstame tu mano —agarro la mano donde estaba la navaja escondida—, entiendo que este anillo no hace magia o saca chispas, pero quería hacer algo por ti en recompensa por lo que hice —sentí como deslizaba algo por mi dedo anular—no puedo darte el anillo que te llevara a casa pero si uno con significado.

Abrí los ojos despacio y en cuanto vi el anillo algo más cálido se instaló en mi corazón. No sabía de donde había sacado un anillo, pero lo que más me sorprendió fue lo rápido que lo consiguió. Mire a detalle y el material era sencillo, un alambre delgado enrollado sobre sí mismo tres veces, y sobre él dos pequeñas perlas; una de ellas color amarillo y el otro color negro. Daban la ilusión de ser dos galaxias mezclándose.

—Son nuestros dos universos Armelle, si te das cuentas da la ilusión de mezclarse, pero están cerca pero nunca se tocan.

—Son dos mundos paralelos —repetí mientras pasaba las yemas de mis dedos por las perlas—como nosotros.

—No pienso decir de donde lo saque tan rápido porque todo mago guarda sus secretos...

—Paralelo.

—¿Qué? —repitió Cinco.

—Sera el nombre del anillo, paralelo.

—Me encanta, muy buen nombre Pinocho.

—Es un muy lindo gesto de tu parte.

—Quería dártelo antes porque puede que después de que hablemos de tu madre vas a querer estar sola un momento.

—Reginald me conto algo sobre mi madre, no es lo que pensé que quería Cinco —me senté de nuevo—él me conto cosas sobre ella.

—No debes de confiar en todo lo que te dijo el viejo...

—¿debo de confiar en una supuesta madre que me abandono en un orfanato?

—No deberías de confiar en ninguno, porque no confío en tu madre Armelle.

—¿Qué es lo que sabes tú? —insisto—necesito saber tu versión antes de la mía.

Cinco comenzó a contarme parte de la misión suicida que estaba planeando su padre para hacer con ellos, debido a que pertenecía a una academia igual a la de sus hermanos.

—Menciono que el nombre de tu padre es Seth.

—¿Seth? —me quede perpleja—Viktor me conto que Harlan tuvo una relación con mi madre, y que yo era su hija.

—¿Harlan? —negó con la cabeza— O sea que Harlan convivio con tu madre...

—Reginald contó que mi madre si estaba embarazada de mí, de hecho, creo que es mejor que te sientes.

—¿Qué cosa te contó el viejo?

Iba a contarle las cosas que sabía con relación a mi pasado, pero iba a omitir las partes donde mencionaba el trato que tenía con su padre.

—Tengo entendido que yo nací el 1 de octubre de 1989.

—¿Estás jugando?

—¡Claro que sí! Amo saber que tal vez nada de mi vida es cierto—dije con sarcasmo.

—Odio tu sarcasmo linda, sigue hablando antes que termine besándote —me sonrío de forma coqueta a lo que me sonroje.

—Quita tu odiosa cara de mi o te golpeo —dije nerviosa—el hecho de que me dieras un anillo no significa que no puedo dejar de ser yo.

—Ahí está la verdadera Armelle —suspira en señal de resignación—bien, continua.

—Nací en otra línea temporal el 1 de octubre de 1989, en cuanto mi madre se enteró me llevo a Reginald para que me adoptara en su academia, a lo que él se negó...

—Una Hargreeves —se quedó pensando—Armelle Hargreeves, suena lindo.

—No gracias al único que me gustaría tener de hermano es a Klaus.

—Conozco una forma de que tengas mi apellido y no con lleva ser mi hermana.

Intente ignorar lo que menciono, pero se quedó en mi cerebro. Sabía a qué se refería, pero entendía que solo era una broma. Decidí ignorar eso último que dijo y continúe:

—Además, que me parece tu hermano más soportable y fue el único que no quiso matarme o provocarme un trauma.

—¿Alguien más intento matarte?

—¡No! ¡Claro que no! —comencé a contar con los dedos—Luther me amenazo aun cuando tenía la pierna herida...

—¿¡Tienes la pierna herida?!

—Calla que aún no termino —mire mi pierna—ya calma casi no me duele —negué con la mano y seguí contando—Diego no dijo nada, pero sí estuvo de acuerdo y me parece que la perra de chinos, es con toda la intención de ofender, uso su poder para recordarme mis traumas...

—¿Allison te lastimo? —Cinco apretó los puños—¿Qué fue lo que hizo?

—Mierda... —niego con la cabeza—sucedieron muchas cosas mientras no estabas.

—Me parece que antes de que vaya a golpear a alguien, es mejor que sigas contando.

—Bueno, me dijo que mi madre podía viajar entre universos y manejar los recuerdos de las personas a voluntad —miro el techo y las lágrimas aparecen de nuevo—ella me dejo en el orfanato desde bebe, de hecho, manipulo mi mente para que tuviera recuerdos con ella, y me hizo pensar que, si tuve una vida a su lado, pero no fue así.

—No, no tiene sentido porque tu madre me amenazo...ella estaba preocupada por mi...

—¿Lo hizo?

—Ella dijo que me mataría si intentaba tocarte, además, que menciono algo sobre poderes que veo que es cierto.

Recuerdo lo que vi en mi visión dentro de la flama, y mi madre negociando con un anciano diciéndole que tenía que evitar que tuviera sentimientos por él. Ahora las cosas mejor encajaban, mi madre desde el inicio se encargó de que no estuviera aquí.

—Mi madre quiere que muera, cuando me viste llorando fue porque vi una visión del pasado —busque algo en su mirada que me hiciera dudar si decirle o no lo que sabía—mi madre no nos quiere juntos, tuve una visión donde la escuche diciéndole a un anciano que tenía que evitar que tuviera sentimientos por ti, que la única forma era dándote a elegir si matarme o no, porque hablo de una comisión que correría peligro en caso de que tuviéramos algo, esta correría peligro y jamás detendrían el fin...

—Armelle, eso que dices es muy delicado —Cinco se puso de pie—, recordé que tengo algo que hacer...te veo en la boda de Luther.

Me dejo sola de nuevo, con muchas dudas sin resolver, pero estaba seguro que mi confesión le había afectado, y eso que me falto llegar a la parte de que puedo morir si decido dejar salir mis poderes. Ahora junto a lo que me contó Reginald, sé que mi madre no es una buena persona, y que tiene toda la intención de que desaparezca de este universo y eso me destrozaba.

Observe el anillo que me dio Cinco y acaricie el perla color negra, sin duda alguna, mi madre no contaba que Cinco y yo nos sentimos atraídos el uno al otro, y que había caído ante los encantos de este chico sin darme cuenta. Cinco era el primer chico del que yo estaba enamorada, y eso me aterraba porque no tenía idea de cómo procesar lo que sentía. Ahora, con el cambio de actitud no me sentía igual de segura sobre si Cinco confiaba en la palabra de mi madre o en lo que le había dicho. 

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Bueno, ahora si. 

Tome la decisión de hacer maratón la siguiente semana. El miércoles 18 de Enero, voy a subir tres capítulos a lo largo del día, y de ahí dependiendo la respuesta o recibimiento de los capítulos,  vamos a un capitulo por día hasta terminar. 

Los veo en la siguiente actualización. 

Los quiere mucho Dinogalleta.