Capitulo 26
Cinco
—¿No crees que estas tomando medidas muy apresuradas? —Lila logro sacarme de mis pensamientos.
—No, creo que estoy previniendo otra desgracia.
—Sigo pensando que solo estas buscando el motivo mas idiota para olvidar lo que sientes —alza los hombros ligeramente—. Pero te digo que tienes una extraña manera de decir que alguien te gusta.
—¿Quieres dejar de decir estupideces por lo menos una vez? —la tensión que tenia en mi cuerpo estaba pasando los limites.
—Solo digo que deberías de dejar de portarte como un estúpido —rueda los ojos y me extiende un libro—. Olvida tus estúpidos instinto de asesino y mira esto.
—El manual principal—paso la palma de mi mano en la portada del libro.
—¿Qué es lo que dice?
—En caso de una paradoja del abuelo, deben de ir inmediatamente al bunker de operaciones con el fundador.
—¿Qué es eso?
—No tengo idea.
Algo cae del techo creando un eco en el proceso. La lampara termina en el suelo y algunas partes se notan a punto de colapsar. Cierro el manual y lo llevo conmigo para salir en búsqueda del dichoso bunker.
—Pitufo.
—¿Qué quieres?
—Hablando en serio —ruedo los ojos cuando se por donde va su tema de conversación— ¿Por que te rehúsas tanto en admitir tus sentimientos?
—No creo que mi salud emocional ayude a salvar al mundo Lila.
—No seas idiota, estoy siendo amable—sigue caminando a mi lado—entiendo que ames a Dolores, pero no tiene nada de malo que tus sentimientos cambien.
—Lila—le advierto con voz pausada—. Lo que sienta o no por alguien no es de tu incumbencia. Además ¿por que piensas que mis sentimientos han cambiado?
No es posible, lo que sucede con Armelle solo tiene que ver con un desliz nada importante.
—He visto algo, tu excesiva obsesión por buscar algún estúpido motivo para matar a la chica, me da a entender que no sabes interpretar lo que sientes.
—No me salgas con tus estúpidas filosofías—le dedico una sonrisa sarcástica—No Lila, no me esta pasando lo mismo que a Diego y a ti. Así que por favor, guárdate tus mierdas y concéntrate en evitar que el mundo se vaya al caño de nuevo.
Doy por terminada la conversación, ella no intenta decir nada mas. Mientras vamos caminando la sudoración excesiva en mi cuerpo se hace presente. Me siento sofocado y asfixiado. Paso mi mano repetidas veces por mi cuello para liberar la tensión de este. Siento como si mi estomago estuviera a punto de explotar. El calor en mi cuerpo va cada vez en aumento cuando estamos casi llegando al lugar donde nos marca el manual.
Sonrió cuando veo que hemos llegado al lugar.
—¿Por que sonríes pitufo?
Le hago una señal y en la puerta esta escrito:
"Bunker de operaciones"
Lila intenta acercarse al lector de ojos, que debe de ser la entrada al lugar pero es rechazado el acceso cuando ella intenta entrar. Antes de acercarme un retortijón me da y no puedo evitar soltar un gas, hago una mueca e intento disimular como si no pasa nada. El lector de ojos pasa su luz azul por mi ojo y en ese momento se me concede el acceso.
—Vaya debes de seguir siendo alguien de prioridad.
Una habitación blanca con algunos detalles minimalistas nos reciben. Una mesa con tres sillones esta en una de las esquinas, bajo el manual y lo dejo sobre la mesita para acercarme a Lila, que ella de forma muy curiosa se acerca a la especie de urna que esta frente a nosotros. Los síntomas que tenia hace unos segundos habían desaparecido sin sentido alguno, pero todo cobro sentido cuando vi a la persona.
—Se parece a mi...
Lila me da una mirada y suelta una carcajada burlona al mismo tiempo que aplaude como si le hubieran contando el chiste mas gracioso del mundo.
Aunque si no lo hubiera hecho, dejaría de ser Lila.
—Todo este tiempo estabas huyendo de la Comisión —se sigue riendo—pero tu la fundaste, eres un estúpido burócrata.
—No tengo recuerdo alguno de haberla fundado—busco alguna laguna donde no exista recuerdo, pero no hay nada.
—Algo esta extraño, no siento la psicosis paradojal.
Mantengo mi mirada puesta en la maquina que ayuda a que mi otra versión se mantenga con vida. No podía creer que iba a terminar esta forma. Pero lo mas alarmante, no recordar nada sobre la fundación, en lugar de obtener las respuestas que necesitaba mas preguntas se formulaban.
—Nunca fuimos los mas inteligentes, ¿cierto? —mi versión habla con voz pausada y ahogada. Como si se sofocara con cada palabra que mencionara—. El bunker de operaciones es anti paradójica, aquí pueden existir todas nuestras versiones.
Mantengo mi expresión de confusión, mientras explica el motivo por el cual construyo este lugar.
—Una habitación de pánico, puede simplificar lo que quiero decir. La construí en caso de algún colapso en el tiempo.
Solo puedo morder mi labio inferior para controlar el nerviosismo que me recorre el cuerpo, no puedo pronunciar ninguna palabra a causa de la serie de sucesos que estaban pasando al mismo tiempo.
—Debes de haber venido por el Kugelblitz... —cierra y abre los ojos mostrando el esfuerzo que hace al hablar—además, Armelle ha llegado a nuestras vidas...
Siento un tirón en mi estomago, como un golpe al ver que ella se relaciona con esto de nueva cuenta. Demostrando que su llegada ya no es coincidencia.
—¿Me esta diciendo que el posible fin del mundo tiene relaciona a la niña y la cosa con nombre de postre? —Lila interviene.
—El nombre de eso viene del alemán y significa "bola de fuego"—me cuesta pasar el aire a mis pulmones por la presión en mi garganta—Es un agujero negro.
—Que absorbe las líneas de tiempo —termina por mi Lila.
—¡Bingo! —exclama el viejo— Pero, estas desviando el tema de Armelle, Cinco.
—¡Al carajo con esa niña! —mi paciencia se estaba agotando— ¿Cómo lo arreglamos?
—Solo existe...Oblivion...
Frunzo mi seño en muestra de confusión porque ahora no tengo ni la mas remota idea de que me habla. Lila se recarga en la caja y provoca que la maquina abra sus compuertas mostrando el cuerpo viejo de mi otro yo. Pero solo que hay un detalle, no tiene un brazo.
—Esto es lo que pasara si sigues ese camino... —el viejo se nota cansando pero me importa un carajo a la hora de interrumpirlo—Debes de tener cuidado con lo que haces respecto a Armelle...ella no es nada de lo que piensas...puede ser tu boleto a tu perdición.
—Mira idiota, ¡Deja de hablar como un maldito acertijo! —ahora me acerco mas a él con el enojo al limite —¡Llevo 20 malditos días intentando salvar el mundo de varios apocalipsis para que vengas y me digas que una estúpida rata que se esta metiendo hasta por los huesos, va a salvar el mundo o hundirlo mas de lo que ya esta! ¡!Agregando, que estoy atrapado en este estúpido cuerpo de adolescente con las hormonas al limite, cuando lo único que quiero es buscar un Corvette Stingray de los 70 y beber hasta que me sienta satisfecho!
—Tranquilo Cinco—Lila intenta intervenir pero solo me giro para mirarla con molestia.
—¡Lila, esto es entre yo y mi otro yo! —le muestro una sonrisa sarcástica— Así que no te metas, gracias.
—Este incidente no es una pequeña fuga que podemos arreglar con ponerle el dedo, este va a triturar medio universo si es que llega a su punto critico. Así que ¡dime como detenerlo! —mi punto de enojo esta en su máximo esplendor, mis músculos se sienten tensos y estoy a nada de lanzar por la borda mi paciencia.
—Tendrás que decidir entre matar a Armelle o dejar que transcurra el fin del mundo...
¿Que?
Muestro un poco de confusión al escuchar su respuesta. Cinco se debate entre la vida y la muerte al tener los ojos apunto de cerrarse, eso me hace entrar en crisis.
—¿A que te refieres con? ¡Cinco!
Lila se acerca y pone sus dedos en el cuello de mi otro yo para tomarle el pulso, pero se que es lo que sucederá.
—Esta muerto.
—Déjame un momento a solas.
—No creo que...
—Por favor, déjame un momento.
Espero a que se vaya para acercarme al cuerpo del anciano, necesitaba mas respuestas que un paradigma.
¿Por que me importaría salvar a Armelle?
Pero por el otro lado, tampoco quiero dejar que el mundo se vaya a la mierda por su culpa.
Ninguna de las dos opciones tenia sentido, es mas era como entrar en un pasillo sin salida. Este dilema era como un entrar en un laberinto sin ningún sentido porque no tendría salida. Pero, ahora que lo pienso porque atrasar la muerte de Armelle cuando existe un motivo para retrasar su salida.
Me acerco al cuerpo de nueva cuenta y alcanzo a distinguir un tatuaje peculiar, tiene algunos patrones que no siento que sean coincidencia. Saco mi navaja para quitar el pedazo de piel y llevarlo conmigo. Cuando lo voy a guardar en mi bolsillo siento la pieza de metal donde tengo el anillo de Armelle...
—Ya no tiene caso si la matare —camino por el pasillo para encontrarme a Lila—Un muerto no necesita accesorios.
Decido lanzar el anillo hacia la nieve con todas las fuerzas que tengo y sonrió con maldad. Pero en cuanto el objeto desaparece de mi campo de visión, un peso de culpa se instala en mi sistema, una molestia de por primera vez en mucho tiempo me este equivocando.
—¿Qué era eso?
—Un objeto sin importancia.
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