Capitulo 23
Armelle
—No te voy a decir ni una mierda.
—Creo que nosotros tenemos un serio problema, que involucra a tus amiguitos de los Umbrella.
Me intento quitar la cinta que me puse en mis muñecas.
—Serás un estúpido —ruedo los ojos— también me tienen secuestrada.
—Yo te veía bastante feliz con el enano de uniforme, así que tan infeliz no eras.
Me quedo con una expresión de asombro en el rostro, pero intento disimularla.
—¿Con ese enano? —suelto una carcajada— Primero dejo que me cague un perro antes de siquiera pensar en tener algo con el.
Mentirosa de mierda.
Ganas no me faltan de besarlo.
—Deberías de aprender a mentir mejor —me pega en la frente con su dedo índice—Aquí traes pegado el letrero "Me quiero besar al enano".
—Déjate de mierdas —digo fastidiada— ¿Qué quieres?
—Fácil—se acerca a mi rostro quedando a pocos centímetros— quiero venganza.
Tiemblo un poco con su tono de voz, me da esa sensación que es de las personas que no esperen mucho para poder hacer sufrir a las personas. Observo con atención cada rasgo que tiene y me percato de la cicatriz que recorre su rostro.
—¿Qué te hicieron?
—A ver pensare un poco.
Toma una de las navajas del suelo y camina a mi alrededor. Lo voy siguiendo con la mirada, pero queda detrás de mi evitando que pueda girar a verlo. Agarra con fuerza mi pelo y me jala hacia atrás pegando mi cabeza a su pecho. Mi respiración se acelera cuando siento la cuchilla afilada en mi cuello. Me cuesta respirar en esta posición, así que comienzo a apretar mis puños.
No quiero suplicar por mi vida.
El se acerca a mi odio derecho, siento su respiración pero solo puedo quedarme quieta. Tengo miedo, un miedo real. Siento mi vista nublada y el nudo en mi garganta me hacen quedarme callada.
—Quiero que me regresen a mis hermanos —su tono de voz suena inestable, como si estuviera a punto de llorar—quiero que me regresen a mis hermanos vivos.
¿Vivos?
Pero si la ultima vez estabamos en el hotel y ellos llegaron. Me tenso cuando me doy cuenta que estoy en la academia Sparrow. Estoy segura porque reconozco un poco de la decoración de cuando llegue por primera vez.
—Yo... —susurro— lo siento mucho.
Por un momento siento que afloja el agarre de mi cabello pero por alguna razón la presión aumenta en mi cuello dejando que un par de sangre salga de la herida.
—No, no lo sientas —dice con ira y me agarra mas fuerte del pelo dejándome acostada sobre el sofá —No quiero tu puta lastima.
¿Lastima?
Este tipo tienen serios problemas con respecto a la empatía.
—No es...
—¡Cállate!
—Ben, tenemos que hablar—una chica de lentes negros hace acto de presencia provocando que en un descuido el chico me abra un poco mas la herida en el cuello.
—¿Qué es lo que quieres?
—Ella no tiene la culpa de tus estúpidos problemas, fue tu culpa el habernos llevado a ese lugar.
—¿Solo vas a decir eso? —dice arrogante.
—Si Marcus hubiera estado aquí, el no nos hubiera llevado directo a la muerte.
— ¿Eso es lo que tu piensas?
—Pienso que eres un idiota y por esa razón dejaste de ser numero uno. Mataste a nuestros hermanos —escupe con odio su hermana.
Ben hace un esfuerzo pero le suelta un puñetazo en la cara de su hermana, provocando que caigan sus lentes, dejando a la vista que no tiene ninguno de los ojos, y donde se supone que tendrían que estar solo hay diversas cicatrices dentro. La chica solo se burla en su cara y se limpia el rostro.
—¿Por que te molesta que te digan la puta verdad? —me da una mirada— No debes de desquitarte con personas mas débiles que tu.
Ahora no se si ofenderme porque me llamo débil o agradecer su intervención.
Ben me toma del suéter y me lleva a rastras hacia una de las habitaciones donde me deja caer al suelo, por suerte logro poner mis manos antes de recibir el impacto sobre el rostro.
—¿Qué sucedió? —un anciano esta detrás de un escritorio, me da una mirada de reojo pero regresa su atención a ellos.
—Perdimos a Alphonso, Jayme y Sloane —Ben se sienta en uno de los sillones que hay.
Como es que ellos habían terminado muertos, la ultima vez que los vimos fue cuando...
Vagos recuerdos pasan por mi mente, y ahora sabia como es que había terminado inconsciente.
—Que estamos esperando, vamos a buscarlos —se levanta de la silla dispuesto a salir—voy por mi chaqueta.
Por un momento me causo un sentimiento de ternura y ahora si lastima. Creo que sabia quien era esta persona.
Era el padre de los Umbrella.
—No papá, se refiere a que están muertos—termina por decir la mujer de los cuervos.
—Que tristeza —se pierde un momento en sus pensamientos— ¿Qué fue lo que sucedió?
—Fueron los idiotas de la academia Umbrella —Ben me da una mirada de odio—. Tenias razón sobre ellos.
—Luego de que Marcus desapareció. Ben lidero una misión que terminaría con ellos, pero para su sorpresa ellos terminaron con nosotros.
—Hubiera funcionado pero ellos tenían un arma secreta, un anciano con poderes. Lo cual es trampa y no pudimos hacer nada.
—¿Qué es lo que piensan hacer al respecto? —el anciano me da una mirada un poco extraña.
—Tenemos que tener un plan en caso de que vengan a terminar con nosotros— hace énfasis en terminar para darle una mirada a su hermano.
Miro el suelo y me pierdo en mis pensamientos. Se que por esta vez tendré que sacarme sola de este desastre porque no hay nadie que venga a rescatarme de estos lunáticos. Pienso un momento en lo que podría hacer.
La salida no esta tan lejos, podría buscar la formar un escudo para poder golpearlos pero se que este chico debe de tener poderes pero desconozco cual podría ser el suyo. Podría ser mi ultima oportunidad antes de salir huyendo de este lugar, si me hizo una herida en mi cuello que me espera estando mas en este lugar.
Comienzo formando un látigo mientras ellos siguen discutiendo. Me doy la vuelta hacia la derecha y logro agarrar el pie izquierdo de Fei lanzándola hacia un lado. Con toda la fuerza que tengo salgo corriendo pero algo me toma del pie provocando que caiga al suelo de forma abrupta.
Suelto un grito porque me había enterrado algo en la pierna mientras el tentáculo me arrastraba hacia la habitación. Intento soltar un par de puñetazos pero me es imposible poder liberarme. La presión en mi pierna hace que el dolor se haga mas insoportable, intento agarrarme de algo pero me es imposible. Mientras me va arrastrando por el suelo me percato que voy dejando un rastro de sangre que hace que mi corazón se altere.
Cuando estoy dentro de la habitación, sigo la dirección del tentáculo para poder descubrir al dueño del mismo. Ben tenia tentáculos, eso se que no me lo esperaba, lo voy a bautizar como el pulpo gruñón. Se que en momentos como este debería de tomarme las cosas mas en serio, pero si voy a morir hoy quiero que sea una muerte memorable.
—¿Planeas irte sin despedirte? —Ben se burla en mi cara.
Juro que le voy a meter los tentáculos por donde no le da el sol.
—Obvio que no, solo quería ir por un poco de agua con sal para ti.
—¿Por que carajos quiero eso?
—Dímelo tu pulputo.
Sonrió de forma descarada como si no estuviera a punto de morirme del dolor, le doy una mirada de reojo a Fei, la cual suelta una leve risa pero después regresa a su semblante serio.
—Te voy hacer pagar muy caro tus estúpidas burlas.
—Ben —Fei interviene— ¿Cuál es tu estúpido plan?
—Tengo un grandioso plan —me da una sonrisa maligna— En la cual nos ayudara nuestra querida señorita comedias.
—Doy clases los martes y no cobro mucho —vuelvo a sonreír con la poca fuerza que me queda, estoy a nada de desmayarme estoy segura.
—Eres una hija de... —El me acerca con ayuda de sus tentáculos y esta a punto de darme un puñetazo en la cara.
—Ben, espera —dice el anciano y me mira ahora con mas curiosidad— Creo que tu suerte puede cambiar.
Ben sonríe y me da una ultima mirada.
—Recuerda, que ahora es personal —me da un puñetazo en la cara y me tira al suelo. Mi vista se hace borrosa y solo puedo arrastrarme hacia el sofá, haciéndome bolita en el suelo.
Esta vez creo que no tendría tanta suerte en salir ilesa. Ahora que lo pensaba en ningún momento Cinco me hizo daño, al contrario siempre me había amenazado con hacerme algo en caso de huir pero en teoría jamás me había tocado un pelo.
—Cinco... —dije su nombre antes de perderme en los brazos de Morfeo nuevamente.
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