Narra Armelle

Vamos a poner las cosas claras...

Me había besado Cinco. No fue un tierno beso como el que me dio aquel día que me confundió con alguien mas. Para nada se comparaba, tendría que ver que ahora si me sentí atraída por el. Sin embargo, el pensar que a lo mejor tenia una novia que lo esperaba en una línea del tiempo me hacia sentir mal conmigo misma. 

Aun pasa por mi mente como es que termine tomándolo de la corbata para poder acercarlo a mi. Con deseo pero a la vez con el enojo contenido de estos días. Después de que el saliera huyendo del baño me quede un rato mas sentada en la tina del baño, con las rodillas abrazadas y mi mentón sobre ellas. Aun pasaba las yemas de mis dedos por mis labios con la sensación de un tener sus labios cerca de mi. 

Supongo que aun tenia muchos sentimientos encontrados, había planteado miles de escenarios en mi cabeza y ninguno de ellos me gustaba en los mas mínimo: 

Me había besado pero salió huyendo porque se dio cuenta que era un error hacerlo. 

Me beso porque en alguna parte siente algo por mi, pero no es suficiente. 

Solo quiere pasar el rato...

Supongo que la ultima idea es la que mas me desanima porque se que en algún punto tengo que volver a mi universo y tener que lidiar con sentimientos que desarrolle por alguien que no existe en mi mundo seria un gran problema a largo plazo. 

Sali de la bañera poco después de haber llorando por la culpa que sentía. Varios chicos del orfanato intentaron besarme pero siempre los golpeaba antes de por lo menos tocarme la mejilla. Aquí el problema es que no me había besado una, si no dos veces pero lo peor es que no hice ni el intento de reclamarle. Camine por pasillos del hotel y me tope con la voz de Cinco. 

— ¿Tu que sabes? —una chica le habla enojada a Cinco —Te la pasaste abrazando a un maniquí. 

¿Maniquí?

Que extraño...

—¡No te permito que hables así de Dolores! 

Mis cosas caen al suelo interrumpiendo el momento de tensión. Me agacho para levantar mis cosas y salir huyendo de ese lugar. Mis cerebro estaba procesando la información pero lo único que pasaba por mi mente fue el nombre de la persona que amaba Cinco. 

—Lo siento mucho no sabia que estaban aquí —Digo por lo bajo, aun sin mirarlo a la cara. 

Me pongo de pie y mantengo mis cosas pegadas a mi pecho. Bajo la mirada por la vergüenza del momento pero siento los ojos  de Cinco sobre mi, le doy una mirada de reojo a la chica que esta con el. No la había hace rato pero supongo que debe de ser conocida de la familia con poderes obviamente. 

—No te preocupes Pinocho... —Odiaba ese apodo, ahora mas que nunca. 

Con molestia ahora pase a su lado y salí corriendo a mi madriguera como si de una rata se tratara. Logre llegar a mi habitación sin problemas, solo deje mis cosas y decidí bajar de nueva cuenta al lobby del hotel. Necesitaba distraer mi mente en algo, o mas bien necesitaba ver a Klaus y que me explicara que estaba pasando porque mi mente me estaba taladrando poco a poco.

Pero a lo único que me encuentro es a Luther cantando con una cosa gigante que en mi universo seria la cosas mas anticuada del mundo. Se ve feliz, no tiene esa mirada triste que normalmente traía consigo. 

—¿Por que estas tan feliz? —Finjo alegría. 

Siendo sincera, no me sentía bien. Mi mente estaba mas cansada que nunca, estaba haciendo un esfuerzo mental para no volverme loca. Desde que Allison había usado su poder en mi, tenia esa extraña sensación de soledad, una similar a lo que sentí cuando mi madre me abandono esa tarde en el orfanato.

—Estoy grabando un par de canciones para alguien que conocí y quiero expresarle lo que siento mediante estas —se quita los audífonos y me sonríe feliz.

— ¿Se puede saber como se llama? —Diego hace acto de presencia.  

—Es...alguien —Luther se coloca los audífonos. 

Diego me da una mirada y me dedica una sonrisa tensa. Me escanea con la mirada, pero se que lo hace por el incidente de hace un rato. Cuando creo que va a preguntar algo sobre lo que sucedió veo la duda en su mirada, a lo que solo me dice:

—Se te ve bien Armelle. 

—Gracias Diego. 

Luther sigue cantando como un joven enamorado a lo que Diego y yo nos damos una mirada sorprendidos. 

—Llevamos dos días aquí, entonces como es que te dio tiempo de conocer a alguien. No entiendo —Intento hacer mis cuentas. 

—Cosas que suceden...—Luther dice sin mas. 

—¿Te estas acostando con el enemigo? —Diego lo mira molesto. 

—No, Sloan no es el enemigo —Luther sonríe despacio—Es encantadora de hecho, no quiere pelear con nosotros. 

— ¿Tuviste relaciones gravitacionales? —Diego se burla de su hermano. 

—Voy a fingir de quien me hablan porque no tengo la mas remota idea. 

Ambos se miran antes de carraspear y cambiar de tema rápidamente. Soy una inexperta pero tampoco soy una idiota y se de que están hablando. Solo que me quiero evitar tener un mal rato donde estos dos intenten explicarme como es que nacen los bebes. 

—Los Sparrow nos visitaran, solo les aviso —Diego se molesta en seguida deja a Luther y a mi solos en la mesa. 

—¿No los seguirás? —miro a Diego llevándose una caja con botellas. 

—No, de hecho tengo que hacerte unas preguntas —creo que seria mas fácil hablar con el ahora que esta sumergido en ese romance—. ¿Me ayudarías? 

Luther piensa antes de responder. 

—No me hagas esa cara niña —Luther sonríe— Bien. 

—¿Sabes quien es Dolores? —pregunto sin tener consideración. 

—Oh no —Luther se pone a la defensiva—No pienso decirte nada sobre los temas de Cinco. 

—Vamos Luther, ayudame. 

—Mira se casi lo mismo que tu sobre eso —Se intenta poner los audífonos pero evito que lo haga—Se que Dolores es el...no se que sea...que ama Cinco mas que a todos nosotros. 

—¿A que te refieres con sobre lo que sea?  —mi curiosidad es mas grande ahora. 

Vemos pasar a Diego de nuevo con las cajas y Luther deja todo para seguirlo y terminar la conversación conmigo. Sigue caminando de prisa para poder continuar con un tema completamente diferente. Los seguí intentando seguir sus pasos, mis piernas eran cortas y tenia que correr casi para alcanzarlo.

—¿Con toda la cuestión de Víctor? —Luther explica nervioso. 

—Si, que es lo que pasa. 

—Deberíamos de hacer una fiesta de bienvenida o algo parecido. 

—No, es mejor que sigas la corriente y dejes las cosas como están. 

—Pero, ¿No crees que seria mejor darles una bienvenida oficial? 

Justo cuando iba a opinar algo ellos detienen su paso y hacen que choque contra ellos. Miro a Víctor y este me sonríe de forma amistosa. Esquivo la mirada al recordar que fue lo que paso con Allison hace un rato. 

—¿Qué hay chicos?

—Luther quiere hacerte una fiesta para que te sientas apreciando — Diego mira a Luther— ¿Te sientes así? 

—Ahora, ¿podemos volver a salvar el mundo? —Diego se retira con su caja en las manos y  nos deja a los tres solos. 

—Me gusta tu corte... —Luther sin saber que mas decir— Te veo después. 

Se retira a paso rápido hasta perderse y dejándome con Víctor. 

—Tengo cosas que ir a entrenar...

—No —Víctor me toma la mano— ¿Podemos hablar de lo que sucedió? 

Me quedo mirando su mano y la alejo de mi a prisa. 

—Mientras no me toques de nuevo.