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Capitulo 15

Antes que nada quiero dedicarle esto a las personitas que han confiado en mis historias y se han mantenido constantes
joseph-dc mikaela1315 Cianacardozo EsperanzaReyesCqueen735YessicaSanchez504
Aviso: wattpad me cambio los guiones :(

Armelle

Solo nos tomo un par de minutos que Cinco perdonara a Klaus. Se notaba que a pesar de que no tuvieran el vinculo mas cercano, pero se amaban mucho. No se como explicar la relación de esa familia pero me gustaba la dinámica. No hubiera sido tan malo tener hermanos.

—Sabes creo que esto no es tan horrible... —me da una mirada—. Bueno, por lo menos no eres un enemigo tan relevante.

—El apoyo moral que le das a Klaus es bueno.

Alzo los hombros.

—No soy un perrito.

—Los perritos son mas tiernos y no muerden —sonrió sarcásticamente.

Les doy las gracias a ambos por venir conmigo —sonríe Klaus y sigue manejando. 

—Teóricamente me manipulaste —alzo una ceja.

—A mi me mentiste —Cinco pone una cara de indignación.

—Bueno si pero podemos aprovechar esto para que ustedes hagan las pases -exclama emocionado Klaus—. ¿Qué dicen?

Le doy una mirada a Cinco y este niega con la cabeza.

—Lo tomare como un si chicos.

Klaus me sonríe a través del espejo retrovisor.

—Pequeña Elle —detiene el auto— ¿Te gustaría manejar?

Robarme un auto en plena luz del día evadiendo a la policía de Nueva York y por si fuera poco lograr escapar.

Me quedo pensando un tiempo y respondo:

—Obvio que si.

—Entonces toma el volante pequeña.

Se baja del auto, da la vuelta y me cambia el lugar. Me paso hacia el asiento de enfrente sin salir del vehículo.

—Quita tu trasero de mi cara -Cinco me empuja y caigo sobre el asiento.

—Lo que tienes de amigable, lo tienes de caballero-Tomo el volante y pongo un pie en el pedal y otro en el clutch.

—Klaus, no creo que sea algo muy responsable de nuestra parte darle el volante a una niña... —Cinco ignora mi comentario.

—¡Vamos Cinco! —lo abraza desde el asiento de atrás- Ella dijo que sabe manejar...

—Klaus... —pongo primera en las velocidades-Nunca dije que manejaba bien.

Cinco y Klaus se miran y piso el acelerador con fuerza. El vehículo va a unos 100 km/h y los dos chicos se vienen casi vomitando. En mucho tiempo una carcajada se hace presente. Cinco a mi lado solo se aferra a su asiento.

—¡Te voy asesinar Klaus! —Parece que sus nudillos están mas que rojos.

—Quiero vomitar... —Klaus se tapa la boca—No puedo mas...

Baja la ventanilla del auto y vomita todo al aire libre.

—¡No que voy valientes! —Hago el cambio con la palanca de velocidades.

—¡Cállate Armelle! —Cinco se agarra del techo del auto.

—¡No pasa nada! —Acerco mi mano a la radio y pongo una canción.

Se reproduce una canción que conozco a la perfección.

—¡La mira al frente niña estúpida! —Cinco me grita pero solo suelto una carcajada.

—¡Si que conocen la buena música mínimo! —Suena Bang Bang en la radio y no hace mas que darle mas gracia a las caras que ponen conforme avanzo.

—¿Klaus todo bien? -por un segundo me giro a verlo y sigue vomitando.

—¡Maldita sea Armelle! —Cinco toma el volante— ¡Una estúpida vaca!

Me giro y tomo el volante con velocidad, antes de atropellar a la pobre vaca logramos esquivarlo.

—¡Suelta el volante maldito numerito!

—¡No quiero morir niña estúpida!

Klaus mete la cabeza dentro del vehículo.

—Chicos... —Cinco y yo nos seguimos peleando por el volante—¡Ya llegamos!

Me asusto y piso el freno de golpe haciendo que Klaus se caiga hacia en frente. Cinco termino acostado sobre mis piernas y yo con la cara sobre el volante golpeándome la frente. Los tres nos quejamos al mismo tiempo y siento un liquido bajando por mi cara.

—¡Tierra! —Klaus se lanza sobre el suelo—No se muevan que voy por mi estúpida madre.

Cinco y yo hacemos una señal para que se vaya mientras nos componemos del golpe. Cinco se levanta de mis piernas adolorido, mientras me toco mi frente.

—Recuérdame jamás darte el volante...—Suelta una risa.

—Aprendí a la mala cuando me robe un auto y me persiguió la policía.

—Con que una pequeña criminal —se sienta y se hace el pelo hacia atrás con la mano.

—Me contaron que tu también —le enseño mi puño—compañeros de crimen.

Me mira primero y después mi puño, duda unos segundos pero finalmente lo choca.

—Puedo decir que incluso lo disfrutaba pero hubiera deseado que no fuera tan pronto...

Desabrocho mi cinturón y salgo del auto.

—Por primera vez, tenemos algo en común —sonrió con nostalgia—. Tenia 14 años.

—También fue a la misma —sonríe un poco y levanta su mirada hacia mi frunciendo el seño cuando ve mi cara—. Estas sangrando niña.

Me toco mi frente y miro mis dedos llenos de sangre. Con mi puño limpio algo de sangre y me quejo.

—Creo que no soy una diosa -suelto una risita—. Pensé que era una asgardiana.

—¿Tienen dioses? —Su cara es un poema que me gustaría fotografiar.

—Tenemos dioses, arboles que hablan, animales modificados, héroes con nombres de animales... —cuento con mis dedos.

—Tu universo es bastante diferente, bueno a excepciones de los poderes.

—Si te contara que un extraterrestre morado hizo que la mitad del universo despareciera. -Recuerdo el día con tristeza—. Fue el día del Blip, ese día perdí a mi madre.

—¿Blip? —Cinco se transporta a mi lado y toma mi barbilla para analizar mi cara-. Hay que curar eso, tómalo como mi caridad de hoy.

Gracias Cinco —retomo la conversación—. El día del Blip fue cuando Thanos consiguió las gemas del infinito, nuestros vengadores se sacrificaron por el mundo.

—Me imagino que nunca les agradecieron —se toma unos instantes para ir a la parte de atrás del auto y sacar una caja de primeros auxilios.

—La humanidad aun recuerda su valentía. —Recuerdo cuando dieron la noticia sobre la muerte de Iron man—. Tienes ofrendas y algunos murales de piedra con sus nombres...

Cinco toma mi rostro y cuando lo hace una corriente eléctrica me recorre. Me desconcentro y lo miro desde abajo. Tiene una clavícula marcada y muy varonil, sus ojos miran la herida de mi frente, pasa un poco de algodón sobre esta y no puedo evitar quejarme.

Sigo hipnotizada por sus movimientos, que me pierdo en su presencia. Dirijo la mirada a sus labios y trago saliva cuando veo los suaves que son. Relamo mis labios y no puedo evitar aguantar la respiración cuando el olor de su loción me invade. Mantengo la mirada un poco y subo nuevamente la vista a sus ojos, pero me topo con sus ojos.

¡Por los calzones de Thor!

¡Adiós dignidad!

¡Hola bolsa de papel!

Abro y cierro la boca varias veces, este es uno de esos momentos donde quiero meter mi cabeza al suelo como si de una avestruz se tratara. No puedo evitar que mi rostro se ponga color rojo y carraspeo pero no sale ninguna palabra.

—Sigue contando —me guiña un ojo—. Se que soy guapo pero por favor evita comerme con la mirada linda.

¡Ahora si quiero ser una lombriz!

No.

Mejor aun un camarón que solo se deja llevar por el mar.

—No te estaba viendo —niego nerviosa—. Solo estaba viendo que tenias un insecto en la boca.

—Te va a crecer la nariz Pinocho.

—No soy una mentirosa.

—Tu lenguaje corporal no me dice lo mismo -alza una ceja.

—¿Ahora eres lector de cuerpos?

—He leido algunos -dice indiferente.

—Que asqueroso eres -hago cara de asco.

—¿Quieres que te lea el tuyo? -me dedica una media sonrisa.

—¡Quítate numerito! -Lo empujo del pecho.

—Te dije, eres un Pinocho-me jala la nariz-Serás Pinocho a partir de hoy.

—Numerito desgraciado...

—Pinocho —sonríe de forma genuina y correspondo de la misma forma.

Ambos nos miramos el uno al otro, de alguna forma sus manos terminaron sobre las mías aun en su pecho. Su mano derecha paso lentamente por mi brazo hasta llegar a mi hombro y de ahí subir a mi mejilla. Al contacto de su mano cerré los ojos y cuando los abrí estaba centímetros de mi.

Mi corazón a este punto latía con fuerza, mi pulso se acelero y contuve el aire cuando nuestros labios estaban a centímetros de tocarse. El acaricio mi mejilla con su pulgar, cuando creí que pasaría, una corriente de aire movió el auto con fuerza rompiendo el momento. Cinco se alejo de mi con rapidez y miro el campo donde hasta unos segundos había unas vacas.

—No puedo hacerle esto a Dolores...

Suspiro con pesadez e intento recuperar mi respiración. Mi corazón esta a punto de desbordarse por las diferentes sensaciones, al inicio sonrió pero después todas ilusiones se rompen en cuanto recuerdo que dijo el nombre de una chica.

¿Quién era Dolores?

Muchas dudas se formaron en mi cerebro pero preferí mejor poner la mente en blanco y no mortificarme hasta poder hablar con Klaus.

—¡Enciende el auto! —Klaus venia corriendo a toda velocidad con un par de hombres persiguiéndolo.

No puede ser...

Aqui esta el capitulo!

Espero que les guste, nos vemos al siguiente.

Un dinosaurio de regalo para todos y una galleta de regalo.

Muak.






























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