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Cap. 6 "Recuerdos"

Cap. 6 "Recuerdos"

Bum... Bum... Bum...

El latir... de un corazón...

Bum... Bum...

¿El mío?

Bum...

.No, no lo es; el mío se detuvo hace mucho tiempo... cuando te perdí.

Bumbum...

Entonces... ¿de quién?

Bumbum... Bumbum...

Espera... Lo conozco.

Bumbum... Bumbum... Bumbum...

Lo he escuchado antes.

Bumbum... Bumbum... Bumbum... Bumbum... Bumbum...

¡Imposible!

Bumbum Bumbum Bumbum Bumbum Bumbum...

ES EL TUYO

-¡Naruto!

**************** & ****************

-¡Hinata! –grito Naruto incorporándose de golpe en su improvisada cama con la respiración entrecortada mirando en todas direcciones sin hallar lo que buscaba

-¿Otra pesadilla? –pregunto Sai bajando de su escondite del rellano.

No obtuvo respuesta, Naruto se limitó a limpiar con el dorso de su mano el sudor que perlaba su frente para luego incorporarse y dirigirse a la salida del granero que desde la noche pasada usara como refugio contra la terrible tormenta que se desato.

-¿Adónde vas? –inquirió Sai preocupado adelantándose para detenerlo- No salgas, es peligroso salir al...

Naruto lo interrumpió con un ademan, saliendo al exterior pese a su advertencia, deteniéndose a unos metros a cielo abierto inhalando con lentitud el aire húmedo con olor a tierra mojada con el objeto de calmar su estado de ansiedad.

Ya llevaba así varios días teniendo esos extraños sueños a los que Sai llamaba "pesadillas". No obstante, este último fue tan real que esta vez juraría que era verdad que su Hinata lo llamaba.

-"Sin embargo" –cerrando los puños y mirando ese cielo encapotado de nubes bajas- "Es imposible" –y aferrarse a tal idea le hacía daño, tanto o más que haber albergado falsas esperanzas por esos últimos 15 años, sometiendo a su cuerpo y mente a esa agonizante tortura que se agudizaba cada día consumiendo así poco a poco su alma por el dolor... un dolor que le reiteraba con cizaña que él aún seguía vivo y ella no... un dolor... que ya no podía soportar más.

-Podemos salir a buscar si quieres –sugirió Sai a sus espaldas, refiriéndose al hecho de que desde que esas "pesadillas empezaran", al despertar, lo primero que hacia Naruto era salir como loco a buscarla, siempre en la misma dirección... Konoha.

No –dijo Naruto con voz contenida en un murmullo agonizante- Ya no más.

-"Tal vez ya es hora de aceptar la verdad"· -se dijo sintiendo intensificarse el dolor, el vació... y la oscuridad de su interior- "No volverá".

**************** & ****************

-"No volverá"

-¡No!

Hinata se despertó sobresaltada con gruesas lágrimas resbalando por sus mejillas mientras un fuerte sentimiento de pérdida se instalaba en su pecho.

No podía recordar el sueño que acababa de tener, sin embargo, ese no era el problema, ni tampoco la causa de su actual llanto, sino el hecho de que la imagen del rostro del joven rubio que por años había permanecido grabada a fuego en su mente tan clara como un cristal, en ese momento, poco a poco... se desvanecía. Como si un ser siniestro con mortíferas garras se lo arrebatara, al punto que ahora solo era un vago recuerdo difuso que apenas podía distinguir.

-"No" –se dijo asustada- "No quiero perderlo... ¡No quiero olvidar! –Incorporándose abruptamente- ¡Tengo que encontrarlo!"

El súbito movimiento la mareo, haciendo que todo le diera vueltas, desplomándose nuevamente en el acolchado futón en que reposaba. Confusa, se llevó una mano al rostro y descubrió que esta, estaba envuelta en vendas que llegaban hasta su antebrazo.

-¡¿Qué?!

Incrédula, se le quedo viendo estática por un rato, luego al reaccionar quiso girarla, pero se detuvo al experimentar dolor, dejándola caer pesadamente a su costado. Se sentía cansada. Unos instantes después, ya recuperada, volvió a intentar levantarse, aunque esta vez con mayor cuidado y lentitud hasta quedar sentada, inspeccionando su alrededor. Se encontraba en una espaciosa habitación que curiosamente le resultaba familiar, y de hecho, se parecía bastante a la suya, aunque de un estilo oriental.

En eso, desde la ventana abierta percibió una ligera brisa que llamo su atención al agitar las cortinas con cierta brusquedad, haciéndole creer por un segundo que alguien estaba ahí. No obstante, no vio a nadie, solo los primeros rayos mortecinos del crepúsculo que daban paso a las sombras de la noche a través de las ramas de los árboles circundantes.

-"¿Fue mi imaginación? –se cuestionó dudosa, sin embargo lo dejo pasar, había cosas más importantes que requerían de su atención, como por ejemplo...- ¿Ahora, dónde estoy?" –girándose en el futón hasta sacar sus piernas posando sus en el suelo, por lo que la sabana cayo rebelando que su costado y pierna izquierda también estaban vendados. Entonces, vagamente le vino a la mente el ataque, y a los sujetos mal encarados, pero aun tenia lagunas de lo que paso después o como llego allí.

El sonido de la puerta al abrirse la sobresalto volviéndola a la realidad, revelando para su asombro la figura alta de... ¿su padre? Si, era él, aunque... un poco más viejo de lo que lo recordaba.

-¡Hinata, hija! –dijo su padre en tono afectado abalanzándose sobre ella para abrazarla con infinito cuidado- Por fin has despertado, estaba tan preocupado.

Hinata quedo paralizada por el desconcierto y la sorpresa; su padre no era así, no lo era, jamás se había preocupado por ella, entonces, ¿por qué?

-Descuida, ya todo paso –seguía diciendo su padre tratando de... ¿reconfortarla?- ¡Ko! –llamo a continuación impaciente girando su cabeza hacia la puerta, siendo atendido al instante por un hombre de rasgos similares a los de ellos dos- ¡Trae al equipo médico de inmediato: mi hija a despertado!

-C-Como ordene, Hiashi-sama –respondió el joven mirando boquiabierto a Hinata desapareciendo en seguida en un abrir y cerrar de ojos.

-Todo estará bien –le aseguro su padre volviéndose nuevamente hacia ella con tono afectuoso.

-P-Padre... –balbuceo Hinata incapaz de comprender lo que ocurría, pero fue interrumpida.

-Lord Hiashi –hablo una mujer pelirrosa de ojos verdes desde el umbral que iba acompañada por un grupo de individuos con mascaras estrañas.

-¿Qué quieren? –les dijo su padre en tono severo.

-Hemos venido por... -dudo un instante- ...ella –termino de decir la pelirrosa mirando con cautela a Hinata- Debemos comprobar...

-¡¿Dices que no se reconocer a mi propia hija?! –espeto su padre incorporándose y colocándose frente a ella en actitud protectora, confrontando a la mujer pellirrosa.

-No, por supuesto –se disculpó la pelirrosa con rostro serio- Sin embargo, es necesario...

-¡¿Con quién crees que estás hablando?! –espeto su padre furioso- ¡Creo que no necesito recordarte gracias a quien tienen su posición actual! –la tensión se instaló en la habitación- Ahora, ¡fuera! –les ordeno autoritario como lo hubiese hecho cientos de veces con ella- ¡Ninguno de ustedes le pondrá un solo dedo encima a mi hija!

La mirada de la pelirrosa se tornó fría, pero no respondió nada, solo se inclinó levemente y se retiró con sus acompañantes. Tras eso, el hombre llamado Ko apareció en la puerta.

-Ko –le ordeno su padre con severidad- Asegurarte de que no vuelvan a entrar; su presencia no es bienvenida; perturban la tranquilidad de mi hija. Díselo también a los guardias y al resto del clan, y que se mantengan vigilantes.

-Sí, Lord Hiashi –dijo el hombre inclinando la cabeza y retirándose a cumplir sus órdenes.

Hinata estaba ahora más desconcertada que nunca, quienes eran esas personas y que querían con ella.

-Lo siento –dijo su padre apenado- Con todo lo que has pasado, y ahora esto –negó con pesar- Es demasiado para ti. Pero estate tranquila y descansa –sonriéndole con benevolencia y ayudándola a recostarse de nuevo- Tu padre se quedara contigo a cuidarte.

-P-Pero... -protesto Hinata dubitativa.

-Shhh –la interrumpió su padre acariciando tiernamente su mejilla- Ahora que te he recuperado, no permitiré que nada malo te vuelva a pasar –sentándose a su lado- Lo prometo.

No supo cómo, pero tras mover su padre sus manos de una forma extraña, un profundo sopor le sobrevino quedose dormida, repitiendo inconscientemente entre sueños el nombre de su amado:

-Naruto...

**************** & ****************

Oculto en las sombras de la noche, una figura alta se agazapaba observando por la ventana la escena con detenimiento y marcado interés. Tras unos instantes de duda ante lo que presenciaba, dio media vuelta y partió con prisa musitando entre dientes:

-Tengo que informar de esto inmediatamente.

**************** & ****************

En medio de la noche en la casa principal del clan Hyuuga una única luz permanecía encendida, y esa era la de la habitación de Hinata quien se debatía en un sueño intranquilo, mientras a su lado, su padre la observaba con preocupación.

-¿Cómo se encuentra? –pregunto un hombre mayor perteneciente al clan Hyuuga entrando a la habitación de Hinata.

-Bien, en lo que cabe –contesto Hiashi sin apartar la vista de su hija- El daño físico no fue tan grave. Sin embargo...

-Sin embargo, ¿qué? –inquirió el recién llegado preocupado mirando a su vez a la peliazul. Un prolongado silencio se instaló entre ellos- ¿Qué es lo que pasa Hiashi? –ya inquieto por su falta de respuesta.

-Ella... aun lo recuerda –anuncio Hiashi, a lo que el hombre mayor palideció mortalmente retrocediendo- Repite su nombre una y otra vez, aun en su estado de inconsciencia.

-¡Hiashi...! -empezó a decir alarmado el mayor.

-Lo sé –espeto el otro irguiéndose con las facciones endurecidas- Apostaremos guardias, redoblaremos la vigilancia. A toda costa, evitaremos que se reencuentren. No permitiré que la tragedia nos vuelva a envolver por causa de "ese hombre"

**************** & ****************

-¡Naruto! –grito Sai entrando precipitadamente a primeras horas de la mañana a la taberna en la que el rubio permanecía desde el día anterior, encontrándoselo tirado en la barra totalmente ebrio- Te dije que lo vigilaras –espeto molesto al que lo acompañaba.

-Y lo hice –se defendió Kiba– Pero tampoco es como que pueda obligarlo a que me haga caso.

-Y justo ahora –gruño Sai con expresión seria e impaciente, analizando sus opciones.

-¿Qué pasa? –pregunto Kiba con desgana.

-Lo que pasa –farfullo Sai con esfuerzo mientras cargaba en su espalda a Naruto con dificultad- es que Naruto puede que no haya estado tan loco como pensábamos que estaba todos estos años.

-¿A qué te refieres? –dijo Kiba desconcertado por la inusual ansiedad en el tono del otro.

-A que ha regresado –soltó Sai escuetamente alejándose con un Naruto inconsciente.

-¡Maldita sea! –dijo el otro ya exasperado por que no fuese al grano- ¡¿Quién a regresado?!

-¡Hyuuga.... Hinata! –escuchogritar a Sai que ya desaparecía de su campo visual dejándolo con la quijadadesencajada, rogando que de ser cierto la historia no se volvería a repetir mientrasevocaba en su mente aquellos dolorosos... "Recuerdos".





Que pena se q dije q actualizaria el viernes pero fueron causas de fuerza mayor con respecto a mi salud, en fin espero les guste, y tengan paciencia para el siguiente cap, ya esta listo pero me falta editarlo y como tengootros fics pendientes me avocare a ellos pues los he dejado tirados asi q no actualizare hasta dentro de 1 mes, disculpen las molestias, si es q acabo antes vere si lo puedo subir mas pronto pero lo dudo bueno gracias infinitas x tomarse el tiempo para leer ciao.

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