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Soltó un suspiro, esto iba a ser mucho más difícil de lo que pensó, volver a recordar aquellas cosas, era simplemente difícil y más cuando las heridas aún no habían sanado del todo, y aunque agradecía enteramente que Cid hubiese aparecido en su vida en el momento justo, eso no quitaba que aún le doliera recordar.
—Creo que es hora — dijo Sisifo.
Las mañanas en Cartagena eran siempre cálidas, llenas de sol y al parecer de la alegría de sus habitantes, menos para uno que veía con tristeza el pasar de las nubes en el cielo, y es que aquel castaño no estaba feliz con lo que, al parecer, le deparaba el futuro, en aquella sociedad, aun llena de prejuicios, no podías hacer tu santa voluntad, a menos que estuvieses casado o en un estatus alto, y ello no te lo garantizaba al cien por ciento, Sisifo siempre había creído en el amor verdadero, en ese que los libros contenían en sus páginas, su padre se lo había dicho, "esa tontería del amor de verdad, es solo para los pobres, nosotros no podemos darnos el lujo de estar jugando de esa manera, nos concierne progresar y conservar la riqueza, no enamorarnos".
Entonces, y solo entonces se resignó a permanecer en la realidad y no con la cabeza metida en las historias de caballeros, dragones y damiselas en peligro, y entonces apareció él, Aspros, aquel hombre que pretendía a Sisifo, con un buen estatus y riqueza a la par del castaño, siendo así, su padre accedió, aunque no estaba conforme con eso.
Uno de esos días en los que Aspros y Sisifo paseaban de la mano en el mercado, Aspros le obligo a besarle, el castaño se negó, cosa que fue de todo menos del agrado de su prometido, arremetió contra él con violencia pero los golpes nunca fueron recibidos por Sisifo, fueron más bien detenidos por otro joven, y regresados con la misma violencia.
— ¿qué crees que haces? — pregunto Aspros levantándose del suelo y sacudiéndose el polvo de la ropa.
—Lo necesario para que un desgraciado como tú no lastime a este caballero — respondió con seriedad y firmeza.
— ¿Y se puede saber que te da el derecho de hablarme así, imbécil?
—Mi educación, por supuesto, a diferencia de ti, yo sé cómo comportarme — respondió y se giró para quedar frente a Sisifo — ¿estás bien?
Una afirmación como respuesta, despues de ello, tanto Aspros como Sisifo se enteraron del nombre y hasta la ascendencia de aquel hombre, el compromiso del castaño se rompió y paso a ser prometió de Cid y aunque aquel compromiso, a simple vista era igual que el anterior, en realidad ambos se habían enamorado el uno del otro...
—Después de nuestra boda no volvimos a saber de Aspros, mucho menos de su hermano hasta que Asmita se comprometió con él,despues de una semana de su compromiso con Defteros, nosotros aparecimos aquí —terminó de decir Sisifo.
—Ya veo — dijo Shijima — a propósito, Sisifo, ¿Aspros se llegó a disculpar contigo?
Negó con la cabeza, nunca paso, Aspros era muy orgulloso para ese asunto y aunque era muy distinto de su hermano, nunca llego a oír un "lo siento" o algo parecido a ello de su boca, ahí podía estar el problema, las cosas jamás se arreglaron con él y el rencor había perdurado hasta el 'presente', Shijima lo sabía y lo había sospechado.
—Cid — lo llamó Shijima — ¿Sabes algo al respecto?
— ¿Al respecto de qué? — preguntó
—Un futuro compromiso de Aspros — dijo sin despegar la vista de uno de los libros que tenía en sus manos.
—Sí, ¿para qué quieres saber eso? — frunció el ceño.
—Para liberarme de teorías innecesarias — Shijima estaba ahora buscando una libreta y un bolígrafo.
—Se comprometió con una dama llamada Chris, vivía en el norte de Cartagena — dijo y se encogió de hombros como si aquello no fuera de importancia
—Ya veo, ¡Degel! — llamo al muchacho que estaba con ellos, hasta el nombre era el mismo.
—Diga, maestro — respondió con cortesía.
Una mirada basto para saber lo que Shijima quería, en cuanto la vio, el joven desapareció de ahí, dejando una incógnita en Cid y Sisifo, la que fue resuelta por Shaka, como si fuese poco, Shijima comenzó a hacerles más preguntas, sobre la posible descendencia de Aspros o algo extraño por ahí de esa índole, ambos negaron, aquello era una posibilidad pero se juraron no entrometerse con los asuntos de aquella familia, algunos minutos despues, el joven regreso con un par de cuadros y una que otra fotografía.
En uno de los cuadros se podía apreciar a Aspros y a Cris junto a un pequeño niño albino, Shijima le reconoció como Caín, su primo; en el segundo cuadro se podía apreciar a Caín junto a su pareja, Mystoria, y junto a ellos, dos pequeños gemelos, Saga y Kanon; los viajeros del tiempo pasaron saliva, desconcertados y preocupados sin palabras en la boca, así, como si hubieran visto un fantasma, Shijima les paso las fotografías de los pequeños, que en esa imagen se veían justo de la misma edad de Shura y Aioros.
— ¿Qué significa esto? — pregunto con nerviosismo Sisifo.
— ¿Por qué nos muestras estas imágenes? —secundo Cid.
La sonrisa que se posó en los labios de Shijima les dio una muy mala espina, ¿qué iba a pasar, ninguno lo sabía y ninguno tenía idea, pero algo tenían por seguro, nada bueno iba a salir de ese asunto, por lo que no les quedó más remedio que esperar a que Shijima les diera la respuesta.
🐴🐐🐐🐴
el Degel que aparece aquí es hijo de Camus y Milo, no se asusten, es descendiente del Degel original, el de la época de Cid y Sisifo.
¿que creen que pase?
¿Quieren conocer la historia de otra pareja?
Nos leemos el martes.
Dan R
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