Era de mañana y hacía calor, era de mañana y el inexorable ambiente lleno hasta la última pizca de nerviosismo decía de manera taciturna que esto iba por mal camino o quizá solo era la paranoia de dos de los presentes, era hora, hora de que las voces dieran su veredicto correspondiente para poder continuar con la esperada 'normalidad' de aquel mundo que había sido perturbado o dar paso y recibir con júbilo el caos que se preparaba para su entrada triunfal en aquel paralelo temporal.

-No puedo perdonarte - la seriedad en las palabras del gemelo menor fueron una filosa daga que se clavó, no solo en el corazón de Cid, sino también en el de Sisifo, aquella mirada retadora les hizo suspirar con pesadez.

Se miraron: con tristeza, con resignación, con la esperanza perdida de volver a ver a sus amigos, de caminar por las calles de Cartagena de 1752, con la ilusión muerta de una vida pacifica a lado de su amado, con el alma llena de pena, pero... ahí debía haber algo malo, Shijima, Degel, Shaka y Saga pusieron sus miradas en Kanon, queriendo reprochar la frase anterior, tres de ellos sabían que el colapso de los dos tiempos, paralelos el uno del otro, estaba al asecho, esperando que la noche de aquel día llegase para apoderarse de las vidas y de los recuerdos.

Muy pronto y si aquel asunto no podía resolverse, todos, en 1752 se olvidarían de aquella pareja, jamás existiría de nuevo la historia de un caballero que le hizo frente a un hombre por un muchacho del cual se terminaría enamorando, nunca jamás volvería a existir la historia de dos muchachos de personalidades contrarias que se conocieron una vez en una fiesta de compromiso; y el presente se vería aniquilando muchas historias más, la rivalidad ya no existiría y tampoco las historias de romance de los antepasados y las serenatas a las 5 de la mañana, ni las caminatas por la costa de Cartagena, ni nada.

-No puedo perdonarte - volvió a decir Kanon - porque he pasado mi vida entera odiándote, odiando al caballero de mirada filosa, pero puedo olvidarte, olvidar que esa historia está ligada a mi pasado y dejar ir el recuerdo.

-Kanon - la voz de Sisifo salió casi inaudible - gracias.

Una tenue sonrisa por parte de Cid le hizo saber que a lo mejor y esa decisión fue la mejor que pudo haber tomado, se levantó de la mesa y se fue, bajo la mirada de su hermano y de los demás, todo estaba bien, ahora todo estaba en su lugar excepto el correr del tiempo que se iba empapando de desorden, el "Tic, tac" del reloj puso alerta a Shijima quien despues de haber terminado aquella comida les indico que volviesen al estudio de la otra casa, una vez ahí, pudo hablar con claridad.

- El espacio-tiempo no debe de ser perturbado, pero como yo lo veo, debemos de estar preparados para todo - dijo - el asunto principal ya está resuelto, ahora solo nos queda esperar, deben volver al lugar en donde los paralelos se cruzaron por primera vez.

Asintieron, despues de agradecerle, salieron de aquella casa y luego de algunos minutos se veían una vez más entrado a su hogar, con la esperanza de que todo volviera a la normalidad, sin ningún desbarajuste en los momentos clave de las vidas de ambas parejas, esperando la noche, añorando estar de nuevo en donde pertenecían.

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-Cartagena, España 1752

Tanto Asmita como Defteros no sabían cómo responder las preguntas de Ilias, apenas se acercaron y el castaño comenzó a bombardearlos con preguntas, ¿Cómo le iban a decir que no sabían que estaba pasando?, muchas de las personas que pasaban por ahí les veían con asombro y hasta con intriga, decidieron entonces ir a la casa que Cid y Sisifo compartían, despues de todo y por alguna extraña razón, Ilias contaba con una llave de repuesto.

Una vez ahí, el mayor comenzó de nuevo a hacerpreguntas incomodas a los dos jóvenes quienes solo se miraban sin poder decirni una sola palabra, trataron de tranquilizar al castaño pero tal parecía queni siguiera, Hasgard — su esposo —, lograba que se tranquilizara, un mareo y una descompensación hizo que Asmita perdiera el equilibrio, por suerte, su prometido logro detenerle antes de que su cuerpo cayera al suelo.

— ¿Asmita, estas bien? — pregunto Ilias

—Sí, solo fue un mareo — dijo y cerró los ojos, en cuanto sus pupilas tocaron sus pómulos, los recuerdos que tenia de Sisifo y Cid comenzaban a parecerle borrosos, ya no podía distinguir cuando y como fue cuando conoció a Cid y los recuerdos de aquella vez en el mercado parecían solo haber sido un distante sueño o quizá solo una fantasía suya, abrió los ojos de golpe.

— ¿Estas bien, cielo? — pregunto Defteros

—Sí, no te preocupes, que les parece descansar un poco, Ilias, Hasgard — dijo un poco calmado.

Los otros dos solo pudieron asentir, tomaron asiento en el sillón y se quedaron ahí por largo rato, esperando a que alguien entrara por la puerta o que al menos supieran que es lo que estaba pasando, la noche poco a poco estaba haciendo su aparición y la preocupación en Ilias era evidente, se mordía el labio inferior y jugaba con sus dedos de una manera preocupante, Hasgard intentaba sin éxito convencerle de que todo iba a estar bien, Asmita y Defteros, por su parte se habían quedado dormidos en otro de los sillones, abrazados el uno al otro.

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Criaturas bellas hechas por los dioses este es el penultimo capitulo de este fic, el final lo voy a dividir en dos partes, una se va a centrar en el tiempo de Cid y Sisifo y el otro en el 'presente', no se cual voy a subir primero pero uno va a ser el martes y el otro el jueves.

Me atrase un poquito en traerles la actualización pero aquí esta.

Dan R