Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35

En la mañana me despierto junto a Sam, veo la hora en el reloj de la mesita de noche y me doy cuenta de que voy tarde a mi turno de cuidar a Caín. En cuanto me siento para buscar mis zapatos sé que hay algo raro.
-Uh¿Sam?- Lo escucho gruñir adormilado y sin abrir los ojos.-¿De por casualidad tomaste mis zapatos?
-¿Por qué tomaría tus zapatos? Ni siquiera me quedan.- Su voz es amortiguada por la almohada.
-Pues aquí no están.- Me arrodillo en el suelo y empiezo a buscarlos por debajo de la cama. Nop, nada.
Cuando me levanto veo a Sam en el mismo estado inconsciente así que le lanzo una almohada.-¡Ya despierta! es tarde.
Vuelve a gruñir y se remueve.- Dios, Sam, te juro que a veces eres tan...- Abre un ojo y sonríe burlón. Me callo de golpe.
-Continúa pastelito, eres tan amable por las mañanas....
Ruedo los ojos.- Agarraste mis zapatos, no lo niegues.
Se despereza y se levanta poco a poco.- Seguro los dejaste tirados por algún lado, eres demasiado desordenada.
-¿Te estás quejando de mi orden?- Tuerce el gesto.
-Algo.- Lo miro mal y sabe que lo siguiente que saldrá de mi boca no será lindo, así que se corrige.- Bien, vamos a buscar tus zapatos.
Al final resulta que estaban en la entrada, llenos de lodo. Y es raro, porque no recuerdo haberlos dejado ahí.
Esta mañana Caín cancela sus prácticas con Lukas porque no pudo levantarse de la cama.
Le llevo unas galletas hasta su habitación, está leyendo un libro, uno muy gastado y viejo.
-Todos se han estado comportando raro.- Murmura.- Es como si escondieran algo.
Cierro mi boca, me está probando, lo que significa que sospecha algo.
-¿En serio? Bueno, en defensa de todos, somos raros por naturaleza.

Baja el libro y me mira con una ceja levantada. Sus clavículas marcándose por debajo del cuello de la camisa, veo su rostro ahora naturalmente pálido y sus facciones más afiladas por la falta de alimentación. Incluso la habitación huele diferente, ya no huele a él sino a descomposición.

Sé que quiso disimularlo usando aromatizantes pero incluso con ello y el perfume en su ropa no logran neutralizar el fétido olor.
-Está bien, ahora sospecho el doble.
Supongo que soy mala actriz.- Cambiando de tema ya que sé que no hablarás... ¿Cómo te sientes con Jesse aquí?

Su pregunta me agarra desprevenida.- Bueno, ni siquiera me he topado con él.

-Es porque has estado ocupada aquí conmigo, pero sabes que no será para siempre, creo que él te está dando espacio.

-Esperemos que me dé espacio por el resto de mi vida.- Murmuro de mala gana.

-No creo que eso sea posible.- Dice despacio.- Vi la forma en que te miró, de hecho no dejaba de mirarte, aún te quiere.- Hago una mueca.
-No ayudas Caín.
Sonríe.- Lo siento, sólo hacía una observación.
-De todas formas yo ya no lo amo, y estoy con Sam.
-Ah sí Sam ¿Cómo pasó eso?
-Bueno, la historia es complicada.
-Tengo tiempo....- Lo miro, él trata de contener la risa.- Okey, mala broma.
Ruedo los ojos.- Sí, muy mala broma.
-¿Me vas a contar o no?
Suelto aire.- Bien.- Y le cuento, no como las versiones que le he dado a mis padres, le cuento la versión que le di a Nat y a Zack y lo veo sorprenderse en ciertas partes, como por ejemplo cuando prácticamente se dejó atrapar por el Caníbal en los Ángeles, claro que omito el detalle de que somos compañeros, eso lo lastimaría. No quiero eso.
-Vaya, creo que no me esperaba eso.- Dice realmente conmocionado.- De verdad pensaba que era un idiota, me preguntaba por qué lo viste a él siendo lo que era, ahora lo sé.
-¿Qué sabes?- Sonríe con tristeza.
-Ustedes dos son parecidos.
-¿De verdad lo crees?- Asiente.
-Los dos son fuertes, han pasado por mucho, sus caracteres santo cielo, son como dos gotas de agua, los dos iguales de cabezas duras.- Me río, quizá tenga razón en esa parte.- Con razón congeniaron bien, se mueven como en la misma sintonía.
-No siempre fue así.- Admito.- El principio fue duro.
-Todos los principios lo son, pero admite que el desenlace vale la pena.- Sonrío.
Pienso en Sam, en lo feliz que me hace con sólo una mirada o roce, en sus palabras cada vez que me sentí perdida. Era lo que necesitaba, lo estuve esperando sin darme cuenta. Mi ancla.
-Sí, vale la pena.
-Creo que me equivoqué cuando dije que nadie te merecía, según tu versión sobre él, Samuel Morrison sería el único que lo hace, un amor desinteresado, sincero y ridículamente protector.
-Vaya, creo que esas palabras nos califican a la perfección.- Sonrío.
-Estoy feliz por ti, al menos sé que cuando me vaya estarás en buenas manos.- Hace una mueca y es cuando noto la sangre sobresalir de los bordes de su vendaje.
-Oh por Dios.- Me acerco a él e intenta ocultar su brazo pero no lo dejo y miro por qué trataba de hacer tal cosa.- Caín, tu sangre es negra.- Lo miro a los ojos asustada, él no parece estarlo sino que me mira triste.
-Es normal cariño, mi tiempo se está agotando.
-Pero... es demasiado rápido.- Observo su sangre gotear hasta tocar las sábanas y me levanto para buscar unas toallas.
-Es la localización de la mordida, ya lo sabes, el proceso es más rápido.- Cuando habla parece lejano.
-Necesito quitarte el...
-No.
-¿Qué?¿Por qué?
-No quiero que lo mires, es... es asqueroso.
-No me importa.- Intento tomar su brazo pero lo aparta de manera brusca y hace una mueca cuando más sangre sale.- Por Dios Caín, déjate curar.
Respira con dificultad mientras intenta levantarse.
-¡Lukas ayúdame!- Grito para que el chico me escuche.
No pasan ni seis segundos cuando Lukas aparece agitado en la puerta.- Necesito que se quede quieto, quiero ver su herida.
Ve la sangre negra y aguanta la respiración pero non duda en tomarlo para calmarlo. Caín empieza a gruñir que nos alejemos y entonces Lukas pronuncia unas palabras en latín y Caín cae sobre su almohada como peso muerto.

-Eh...
-Está vivo.- Me tranquiliza.- Fue un hechizo de sueño para ayudar a calmarlo. No durará mucho así que apúrate.
Agarro unas vendas nuevas de la bandeja que está en su mesita de noche y con unas tijeras corto las sucias. Cuando dejo al descubierto el olor a putrefacción aumenta y la visión de su herida me hace tragar duro.
-Por Dios...- Murmuro sin poder creerlo.
La carne está podrida, la herida tiene pus y se encuentra entre negra y azul, aún puedo ver su hueso.-¿Qué pasó con las puntadas?- Pregunto entre enojada y aterrada.
-Al parecer la carne rechazó el hilo.- Observa Lukas tan asustado como yo.
-Drew lo sabe y no ha hecho nada...
-No se puede hacer nada.- Murmura él con pesar.- Su herida no es lo único que se pudre, sino todo él, es parte del proceso antes de morir. No quiero que muera.
Lo miro, lo dice enserio, puedo verlo en su mirada triste.- Ni yo, no se merecía este final.
-No se merecía un final en absoluto.- Contesta él.
Es increíble cómo personas realmente malas a veces logran vivir mucho más que los buenos. Un ejemplo son los Primeros, son prácticamente unos ancianos que vivirán y vivirán por muchos siglos más si así ellos quieren, son almas despiadadas que nos quieren muerta, aunque no estoy totalmente segura de que tengan almas. Y luego está Caín, un chico de diecinueve años que lo único que ha hecho luego de que sus padres murieran es crear un grupo de soldados para pelear contra todo aquello que les provoca miedo. Caín daba esperanza, y esa esperanza está a punto de ser arrebatada. Puedo sentirlo en su olor, puedo verlo en su color de piel, no le queda mucho tiempo, quizá uno o dos días. Con un suspiro tembloroso me comunico con Sam.
Hay que adelantar las cosas.
Su respuesta no tarda en llegar.
¿Cuándo?
Esta noche.
Dejo a Sam a cargo de todo y durante toda la tarde que Caín pasa dormido me quedo con él, limpio el sudor de su frente y brazos al mismo tiempo que noto que su pecho sube y baja demasiado lento, por eso aumento mis sentidos auditivos y escucho su corazón, su corazón que late mucho más lento de lo normal.

Le digo a Lukas que ayude al resto con los preparativos y que nos esperen en el lugar indicado, cuando se va me quedo mirando por la ventana de la habitación de Caín.

No estoy lista para dejarlo ir.

Estoy nerviosa para cuando despierta, y yo me encuentro sacando algo de ropa de su closet. Me mira con el ceño fruncido, aún desorientado por el sueño.

-¿Qué haces?- Me pregunta.
-Bueno... eh, estaba pensando en que sería lindo ir a caminar un rato ¿Qué te parece? para ejercitar los músculos.
Sonríe tristemente.- Abby... me duele hasta el girarme, no sé si pueda hacerlo.
Dejo un suéter grueso en la cama, esto lo ayudará por si tiene frío.
-Lo sé, pero podemos intentarlo, Lukas puso un hechizo en ti, te ayudará a aliviar el dolor por unas horas.
Hace una mueca.-Así que eso es lo que siento...
-¿Qué?

-Mi magia, había estado... parpadeando, ahora me siento como recargado, pensé que... bueno, fue estúpido pero pensé que mi magia había vuelto por completo.

Las fases finales están llegando, Lukas debe prepararse para tomar su lugar en el hechizo. Me aguanto los temblores corporales y finjo una sonrisa.
-Vamos, por favor, inténtalo.
Con gran esfuerzo logra asentir.

Lo ayudo a ponerse el suéter, finjo no mirar sus venas amoratadas, llenas de sangre oscura y contaminada. Peino su cabello y desenredo algunos nudos, él se relaja bajo mi toque, deja que cuide de él. Aplico la crema que le pedí prestada a Sam en sus brazos y cuellos que hidratan su seca piel y ayuda a disimular su olor con pepinos y cítricos. Realmente extraño ese olor a almizcle que tanto lo caracterizaba.
Me doy la vuelta cuando se calza un pantalón y reemplaza su pijama y luego lo arropo con una cazadora y salimos bajo el cielo que poco a poco va oscureciendo.

-No entiendo por qué quieres dar una caminata en el bosque cuando está por anochecer.- Dice confundido.
-Es que lo vi en una película.
Se ríe, lo siento sacudirse por la risa ya que prácticamente camina apoyado a mi, con su brazo sobre mis hombros.
-¿En serio?¿Cuál?
-En El bosque siniestro.- Bromeo tratando de ocultar mi risa, él no lo logra y estalla en carcajadas.
-Demonios Abbs, sabía que no debía hacerte caso.- Lo acompaño en la risa hasta que se me nubla la visión.
-Tienes que aceptar que conmigo las cosas siempre son divertidas.
- Sí.- Acepta.- Es verdad.- Mira hacia el cielo estrellado, hacia la luna llena, las ramas tapan la mayor parte de la visión pero aun así no lo suficiente. Caín completa las estrellas en silencio y me pregunto en qué piensa. Pero no tengo que preguntar, empieza a hablar por sí solo.- Las estrellas son hermosas ¿Crees que si tengo la oportunidad de ir al cielo pueda verlas desde allá?-Trato de que mi voz no tiemble cuando le contesto.
-Tendrás la oportunidad de verlas desde arriba.- Le aseguro.- Aunque tu creas que no mereces un espacio en el paraíso, te olvidaste de algo.
-¿De qué?
-Dios es bueno, no es el Dios castigador que algunos piensan, es culpa de la sociedad y las religiones que algunos piensen que cada cosa que hace puede hacerlo enojar. Nosotros no somos humanos, estoy clara de eso, y tampoco somos santos, somos pecadores, pero él ve a través de nuestra carne y huesos, créeme Caín, él conoce tu corazón y sé que no te castigará enviándote a un lugar al que no perteneces, él te permitirá ver las estrellas desde arriba.- Una lágrima se escapa de sus ojos y la limpia asintiendo.
-Siempre tuve ideas sobre Dios en mi cabeza, en la biblia dice que los hechiceros somos malos, prácticamente que somos hijos de los demonios, quizá sea cierto, quizá no, nunca se sabrá, sin embargo una cuantas veces me permití pensar si él puede ser capaz de amarme, con sangre mala y todo.

Se me hace un nudo en la garganta.

-Dios te ama.- Le aseguro.- Y mucho, porque eres su hijo. Las religiones y la biblia dicen una cosa, pero no sabemos hasta donde estos dos han sido modificados, Dios tiene su propia palabra, confía en ella.
-Espero que me deje ver a mi familia una vez más.
-Así lo hará.
Caminamos en silencio unos cuántos metros.
-¿Vamos al lago?- Asiento.- No tengo muy buenos recuerdos de este lugar.
-Vamos a cambiar eso justo ahora.
El fuego de la fogata se hace visible y lo escucho contener el aliento, mientras más pasos damos, más somos capaces de ver.
-Abby...
-Shhh espera ver el resto.

Hay troncos alrededor de la pequeña fogata, el lago queda de fondo y a un lado de la fogata una larga mesa con aperitivos, al primero que veo es a Sam, está preparando la carne en un asador a orillas del lago, a su lado Devon y Cam que le ofrecen una cerveza, la toma, no se percata que hemos llegado, la imagen de él cocinando se me hace sexy. Hay otra mesa al otro lado donde Jordy y Elías sirven bebidas. Natalia, Zack y Aria están sentados en banquillos frente a los gemelos. Los únicos sentados alrededor de la fogata son Jesse y Maggie, a Jesse no lo había visto desde el día que llegó, no tuve tiempo y la verdad es que lo evitaba lo más que podía, hasta ahora, cuando sus ojos azules se fijan en mí. Más allá, veo a Lukas y a Julian jugar con el agua, Julian congelada en el aire el agua que Lukas le tira. Mamá, Lilith y James están caminando por la orilla, un poco más alejados del resto. Los hermanos Galeano y Drew se les acercan a Sam, Cam y Devon. No veo a mi hermano ni a Karum por ningún lado, qué extraño.

-¿Ahora sí puedo hablar?- pregunta Caín mirando todo con ojos abiertos y brillosos, con una sonrisa asiento.-Es... por Dios Abby, es perfecto.- Deja salir aire y me abraza.
Las luces de bombilla que cuelgan a lo largo del camino hacen sombras de nuestros cuerpos. Trato de no apretarlo con mucha fuerza, no quiero hacerle daño.
-Vamos.- Le digo.- Te esperan.
-¡Llegaron!- Exclama Jordy y eso atrae la atención de todos hacia nosotros.
Tomo a Caín por el brazo y lo llevo hacia su familia.
Lukas corre hacia él, es el primero en alcanzarlo y deja a Elías de segundo.

Veo a James poner algo de música y esta llena el ambiente.
-Esto es increíble.- Dice Caín.- Todos están aquí.
-Abby lo planeó todo.- Dice Elías sonriendo.- Nos coordinó.
Eso hace sonreír incluso más a Caín, pero a mí me da vuelco el corazón. Fue como una confirmación de: Estamos cumpliendo sus órdenes.
Sam me mira y señala la carne sonriente. Caín sigue mi mirada.-¿Eso es carne?- Pregunta asombrado.

-Sip, Sam, Devon, Cam y yo fuimos a cazar.
-¿Qué animal es?
Sam lo escucha todo y su sonrisa se ladea.
-No quieres saberlo.- Digo de broma.
-Me da igual si es una ardilla.- Dice Jordy.- Hace mucho que no pruebo una rica carne asada.
Drew se acerca con un par de cervezas, le tiende una a Caín y una a mi. Caín mira dudoso la suya.-¿No empeora la situación?- Le pregunta a Drew.
-No, esta noche te relajará.
Tomo un sorbo de mi cerveza y dejo que los chicos conversen en paz. Me acerco a la orilla, me acerco a Sam. Suspiro y el olor me hace sonar el estómago.
-Um, eso huele delicioso.- Lo rodeo con los brazos por atrás y posiciono mis manos en su estómago, prácticamente lo atraigo hacia mi.
Se estremece al sentir la fría cerveza contra su camiseta.
Ladea la cabeza para verme.- Juegas sucio.
-No me daba cuenta.- Sonrío de lado.-¿Cómo vas?
-Ya casi está listo.
-¿Quieres que prepare la ensalada?- Pregunto entusiasmada.
-Eso sería bueno, te aseguro que ni Cam ni Devon pueden tocar la sartén sin quemarla.
-Ya voy entonces.- Digo riendo ante la imagen de esos dos tratando de cocinar.

Me acerco a la larga mesa con platos llenos de pan, galletas, maíz (Que sacamos de las latas), tomo algo de lechuga y tomate, empiezo a rebanarlos.

Natalia se acerca a mi junto a Zack, los dos abrazados y mirándose entre sí.

-Verte hacer tu dichosa ensalada de tomate me recuerda a cuando iba a tu casa y cocinábamos un montón de cosas para ver películas.

Me río.- La cocina quedaba echa un desastre.

Dejo el tomate picado en un tazón de vidrio y lo preparo con limón y sal.-¿Han visto a mi hermano?- Pregunto mientras revuelvo todo.

-Uh no, ni él ni Karum han llegado.- Dice Zack, por el rabillo del ojo veo que Jesse y Maggie se acercan, Nat sigue mi mirada y luego se gira hacia mi con una mueca.

-Esto se va a poner feo.
-Más les vale no irse.- Los amenazo.
Justo entonces ambos llegan hasta nosotros.
-Oh, eso se ve delicioso.- Comenta Maggie sonriendo, la miro. Parece tímida, pero no de las tímidas que se encogen ante una mala mirada u una chica con un cuchillo filoso en mano, sus ojos no parecen asustados. Trato de sonreír y de no ver a su acompañante.
-Gracias.- Supongo.
-Soy Margaret pero me llaman Maggie.- Me tiende la mano, dejo el cuchillo a un lado y la tomo, su tacto es frío, me recuerda al de Jesse o al de Julian.
-Abigail Williams, puedes decirme Abby.
Juega con sus dedos sobre la mesa.- He escuchado mucho sobre ti.- Ladea la cabeza, su cabello rubio con ondas cae hacia un lado, es bastante bonita.
Sonrío incómoda sin saber qué decir.- Me alegra que te nos unieras, así nos presentamos todos oficialmente.

-Si.- Sonríe.-¿Puedo ayudarte en algo? No me gusta estar sentada por mucho tiempo, siempre tengo que estar haciendo algo, es molesto a veces.

Miro la mesa.- Bueno, ya había terminado pero...

-De hecho...- Interrumpe Jesse, me quedo callada y obligada a verlo a los ojos. Parece sereno, su rostro ya no está hinchado por los golpes que recibió el día pasado, ahora sólo tiene un leve moretón en la mejilla derecha.- Quería hablar contigo un momento.

Sus palabras pican en mi mente, aunque sea infantil, no puedo evitar enojarme con sólo escuchar su voz.

-¿Sobre qué?- Pregunto a la defensiva. Noto que Natalia, Zack y Maggie se miran incómodos.

Jesse tuerce el gesto.- Sabes sobre qué.

Niego con la cabeza.- No hay nada de qué hablar Jesse, nos diste la información necesaria hace unos días.

-¿Por qué tienes que ser tan terca?- Río de manera amarga sin poder que me esté juzgando después de lo que hizo.

-Si no tienes nada inteligente que decir, mejor no digas nada.

Su mano agarra mi brazo y se inclina sobre la mesa, su tacto frío me hace estremecer.- Lo lamento, por favor, habla conmigo.- Sus ojos azules me ruegan que lo haga, en el pasado, tal vez esa mirada y esa forma suya de pedir las cosas hubieran funcionado, pero este es el presente y no lo hará.

La parte de mi brazo, ahí donde él tiene su mano se calienta, cuando es demasiado para él, retira la mano con una mueca de dolor.- No me toques.- Le advierto con tono brusco.- Y si quieres decirme algo que sea aquí, no confío en ti.

Ignoro su mirada de dolor, asiente relamiendo sus labios.- Lamento lo que hice, no sabes cuánto.- Inicia diciendo, y sinceramente esperé más de él, me decepcionan sus palabras simples y su estúpido modo de pensar que con un simple "Lo siento" iba a arreglar todo aquello que rompió.- Sabes que te amo, yo daría la vida por ti Abby, pero él es mi familia, lo creía muerto, no me culpes por querer obtener respuestas.

Cínico.

Es la palabra que se me ocurre cuando lo escucho decir todo eso. Vuelvo a reír.-¿Me amas? Ay Jesse, tengo la sensación de que tú no sabes amar, si lo hicieras realmente nunca te habrías ido de mi lado ¿Sabes cuál es la verdad de todo esto?- Me inclino en la mesa hacia él.- Que estaba tan ciega por lo que sentía, que si no hubieras hecho todo lo que hiciste, si no hubieras matado a Natasha e intentado matar a mi padre, yo te habría apoyado, yo te habría acompañado a donde pidieras, pero no confiaste en mi, te volviste en contra de nosotros e hiciste tu propio camino, ahora no me vengas con que lo lamentas, lo haces porque ni tu propio padre impidió que te metieran en una celda, por eso estás aquí, pero te aseguro que si te hubieras integrado con ellos, jamás hubieras regresado.

-Tienes razón en algo, no te permití ayudarme.- Asiente.- Pero de verdad me arrepiento, eso no es mentira, lo que sí lo es, es tu pensamiento de que jamás hubiera vuelto, yo te cuidaba desde allá.- Frunzo el ceño.

-Deja de mentir.

-No miento, desmiénteme ¿Acaso no soñaste conmigo algunas veces?- Empiezo a recordar y con horror me doy cuenta que sí. La vez en la que el Jesse de mis sueños me advirtió que "Ellos ya venían" o en el viaje de avión cuando nos besamos y al despertar tenía la sensación de sus labios contra los míos.- Era yo Abby, estaba en contacto contigo incluso cuando no lo sabías.- Mi mirada se dirige a la orilla del lago, atrapo a Sam mirando hacia aquí, puedo notar un brillo herido en sus ojos antes de que aparte su rostro de mi visión.

Jesse había estado en contacto conmigo, sí, pero eso no cambia las cosas.

-No estuviste ahí realmente.- Susurro y lo miro a los ojos.- No estuviste para recoger los pedazos de mi corazón ¡Que tú mismo rompiste!- El enojo explota en mi interior.- No sabes cuán mal estuve, esperando que volvieras, pero no lo hiciste, puedes irte al infierno tú y tus estúpidos sueños. ¿Sabes quién estuvo ahí para mi?- Le pregunto, no se mueve ni contesta.-¡Te hice una pregunta!- Exclamo enojada. Natalia se sobresalta pero no aparta su vista de nosotros.

Jesse niega con la cabeza.- No, no lo sé.-Su mirada baja pero lo hago verme con mi tono de voz.

-Ese chico de ahí.- Señalo a la orilla del lago, donde Sam se encuentra de espaldas.- Sam estuvo ahí y no pienses que porque tu regresaste correré a tus brazos y lo dejaré porque estás equivocado. Yo no siento nada por ti Jesse, me lastimaste demasiado, lo nuestro es pasado y quizá, quizá algún día logre perdonarte pero ese día no será hoy, ni mañana.

Sus ojos se vuelven brillosos, sin embargo están llenos de ira, lo veo tensar la mandíbula.-¿Así que lo conociste a él y de repente olvidaste lo nuestro? Pensé que lo nuestro era especial, fuerte, que superaríamos todos los obstáculos de la vida.
Ay Jesse, tú fuiste el obstáculo.
-¿Qué pensabas?¿Que iba a esperar por quién sabe cuánto tiempo a que volvieras y que cuando lo hicieras todo sería de color de rosas? Fuimos demasiado inexpertos y estúpidos por pensar que era amor.

-¿Y qué piensas de él?- Me pregunta enojado.-¿Qué lo que siente por ti es amor? Es un cazador Abby, me sorprende que siquiera puedas respirar en su dirección, considerando tu odio hacia ellos.- La ira hierve en mi sangre. Sam no es como ellos, ya no.

Abro mi boca para hablar pero algo me hace sobresaltar, no algo, sino alguien, y es Sam que se teletransportó a mi lado. Todos se sobresaltan, incluyendo a Jesse.

-¿Que si lo que siento por ella es amor?- Pregunta Sam a mi lado, su voz sale casi como un gruñido, veo a Jesse tensarse y enojarse aún más, se para de una forma intimidante, sin embargo Sam ni siquiera le presta atención a eso.- La palabra amor es demasiado mundana para explicar lo que siento y para ti, es una palabra demasiado grande. Fui testigo de su dolor, un dolor que tú provocaste, yo que tú tendría dignidad y aunque sea un poco de hombría y la dejaría tranquila.

Jesse se ríe sarcásticamente.-¿Para que puedas quedarte con ella?- Pregunta burlón.

-No tienes que irte para que eso suceda, él ya me tiene.- Contesto yo, Sam gira su cabeza hacia mí, su mirada blanda ahora puesta en mi.- Sam no es sólo mi pareja.- Empiezo a decir, verificando en la mirada de Sam si está de acuerdo con que prosiga. Sin embargo me sorprende una vez más y él es quien dice las palabras.

-Abby y yo no sólo somos amigos y no somos sólo una pareja, somos compañeros.- Lo dice mirándome, mi pecho se retuerce de felicidad. Lo ha dicho, y su mirada lo confirma.

-Compañeros...- Repite Jesse sin poder creerlo, tanto Sam como yo lo vemos, nos mira con frustración.- Eso es imposible...

-De hecho...- Intervengo yo.- Lo es, mientras uno de los dos sea Medio Origen.- Le enseño mi muñeca donde se encuentra mi cicatriz.-¿Lo tienes claro ahora Jesse? Sam es lo que quiero y necesito, tal vez debería agradecerte por irte, por romperme el corazón y dejarlo tirado, esparcido en el suelo, porque gracias a eso Sam está aquí, él recogió los pedazos de mi corazón, como un camino que lleva hacia mi y yo lo encontré a él entre la oscuridad.

Ese es mi pastelito.
Escucho la voz de Sam en mi cabeza y me hace sonreír.

-Bueno, al menos no perdiste el tiempo.- Se burla Jesse.- De todas formas te deseo lo mejor.- Mira a Sam.- Algún día cometerás un error con ella y estaré ahí para tomar tu lugar.

-Eso no va a pasar.- Le aseguro.

-Ya veremos.- Contesta él.- No importa cuánto tiempo te lleve darte cuenta que somos perfectos el uno para el otro, te esperaré Abigail Williams.

Sam se acerca incluso más a mi y mira serio a Jesse mientras este se aleja.

-Bueeeno.- Dice Nat mirando de reojo a Maggie que se ha quedado desconcertada con nosotros.- Sam, creo que se te quemó la carne.

Lo escucho maldecir y mirar hacia la orilla del lago, pero por suerte Cam y Devon ya están sacando las carnes del fuego. Me mira por un momento y así nos quedamos, hasta que él me abraza. Me relajo entre sus brazos e inhalo su aroma.

-No pienso dejarte ir.- Murmura en mi oído.
-No estaba pensando en dejarte.- Le aseguro.

Después de eso tuve que contestar algunas preguntas de parte de Nat y Zack acerca de ser la compañera de Sam, les pedí guardar el secreto por Caín y ellos aceptaron. No sé bien lo que pasa entre Maggie y Jesse pero de todas formas no pude evitar sentir pena por ella, después de todas las palabras que salieron de su boca ella quedó un poco ida, si ella estaba enamorada de él, estoy segura de que le rompió el corazón. Y eso me hace enfadarme aún más con él.

Sam y yo reunimos a todos alrededor de la fogata, justo entonces mi hermano y Karum aparecen riendo, les lanzo una mirada asesina por perderse el inicio de la velada y los hago sentarse cerca de mi.

Natalia y yo repartimos la comida y Sam y Zack las bebidas servidas por los gemelos, luego comimos mientras charlamos sobre el pasado, sobre las vidas de cada uno y entonces pude aprender cosas nuevas sobre la familia que me rodeaba. Porque eso es lo que somos, un grupo de desconocidos reunidos por el cruel destino y convertidos en sobrevivientes. Somos una familia que se cuida entre sí.

Elías y Jordy fueron abandonados por sus padres a corta edad, la razón, no se sabe.

Las hermanas Natasha y Aria vivían en la calle cuando Caín las encontró, los cinco eran un grupo de niños sin hogar y familia que se reunieron entre la miseria y de ahí crecieron y se hicieron fuertes. Jesse y Zack cuentan su propia historia, Zack admite en frente de todos que él y Jese no son hermanos de sangre y dice en voz alta lo mucho que extraña a su hermano Sebastian, al igual que Aria quien no deja de lanzarle miradas asesinas a Jesse. Los hermanos Galeano nos cuentan cómo fue ser amigos de los Thompson de pequeños y darse cuenta que todos ellos eran de cierta forma diferentes al resto. James cuenta su historia como cazador, de cómo se enamoró de mamá cuando era más joven pero tuvo que dejarla ir para que ella estuviera con su alma gemela, mamá cuenta lo duro que fue perder a mi padre pero lo feliz que estaba por tener a James a su lado. Julian cuenta un poco de su historia, nunca conoció a sus padres y sus tres hermanos lo repudian por pensar diferente a ellos, debió ser algo duro pero nadie pregunta al respecto. Drew, Cam y Devon hablan sobre lo difícil que fue para ellos adaptarse a un mundo donde el cazar ya no era lo primordial, yo hablo sobre cómo me sentí antes de que mis dones se activaran, sobre mi miedo al cambio, sobre cómo crecí no sólo mentalmente sino físicamente gracias a Caín y el grupo, Caín habla sobre lo difícil que fue perder a sus padres pero también nos habla sobre lo feliz que era con ellos, sus experiencias aprendiendo a controlar su magia y su fuego al mismo tiempo, sobre cómo se sentía al ser diferente y de lo feliz que se siente al tenernos a todos juntos como la familia que somos, Maggie también dice algunas palabras, vivía sola y acababa de empezar la universidad cuando todo esto pasó y se la llevaron por al menos un año hasta que llegaron Jesse, Jared, Karum y Lukas.

Lukas habla sobre sus padres, lo poco que recuerda de ellos es que se llamaban Alanis y Gabriel, no recuerda sus rostros y mucho menos la de su hermano mayor quien murió antes de que se lo llevaran a las celdas, él fue quien más tiempo pasó en ese sótano siendo el experimento de los Primeros, pero menciona lo feliz que se siente al tener una figura fraterna como lo es Caín, Sam también habla, me sorprende cuando se sincera ante todos y admite que extraña a sus padres y que se hizo cazador para honrarlos. Bebo un trago de mi bebida mientras Jared empieza a hablar, sobre cómo extraña jugar fútbol, asistir a las fiestas de los viernes, ver a su hermana en pijama hasta tarde comiendo helado frente al televisor. En esa parte escucho a Sam reír y se burla de mi en mi mente, es entonces a mitad de una de sus bromas cuando escucho a Jared decir algo que me hace escupir la bebida.

-Y... soy gay.- Me atraganto con mi bebida antes de mirarlo con los ojos como platos. ¡¿Cómo es que no sabía eso?! Sam palmea mi espalda mientras me recompongo de la impresión. Todos se quedan en silencio mientras Karum también se sincera ante todos.

-Y somos pareja.- Agrega el susodicho.

Mi mamá y James se quedan de piedra. Ambos chicos miran entre todos buscando alguna señal.

Woah,¿Cómo no los vi antes? Todas esas palabras que se susurraban entre sí, esas miradas con las que se entendían sólo ellos, con razón Jared nunca llevó chicas a la casa y Karum pasaba ahí más tiempo que yo. No puede ser, qué mala hermana fui. Por eso Jared quería regresar tan desesperado a Old Town cuando se dio cuenta de que Karum había vuelto.

-Jared ¿Por qué nunca me dijiste?- Pegunto confundida.

-Tenía miedo de que no me aceptaras.

-Es ridículo.- Sacudo la cabeza.- Soy tu hermana ¿Por qué no iba a aceptarte?- Miro a Karum.- Y tú también pensé que nos teníamos confianza.

-Lo sentimos en serio.- Dice Jared.- Mamá, James yo... sé que esto es extraño para ustedes pero...

-Te apoyo.- Dice James.- Por supuesto que lo hago, el que te guste un chico no es el fin del mundo Jared, eres una persona, sientes, piensas, amas.

Mamá suspira.- Bueno, yo sí estoy enojada, soy tu madre Jared ¿Por qué nunca lo vi?

-Mamá está bien, Karum y yo decidimos tenerlo en secreto por... por cualquier cosa.

-Además, con todas estas cosas que se han dado nuestra situación era lo menos que importaba.- Agrega Karum.

-Vaya, no me esperaba eso.- Dice Natalia.- Ahora tiene sentido por qué pasabas tanto tiempo en casa de los Williams, pasabas más tiempo que yo, y eso que mi récord estando ahí fue de dos semanas seguidas.

Natalia y yo nos dimos una mirada, sí, esa mirada que nos dábamos cada vez que nos gustaba una pareja y fantaseábamos con que estuvieran juntas, seguro ella también está pensando en el nombre del ship.

La última en confesarse fue Lilith, habló sobre lo desconcertada que estaba por lo sucedido con su esposo, pero que se sentía feliz de tener a su hijo de regreso.

Luego de eso los adultos se fueron y sólo quedamos nosotros, Jordy le subió a la música y nos pasó cerveza, yo ya estaba empezando a sentir el efecto así que me recosté a Sam para no caer de espaldas al suelo. Me reí como loca al ver bailar a Jordy y luego ver cómo Julian le seguía el juego. Demonios, estábamos borrachos, incluso Caín lo estaba, bueno, Lukas no, Lukas era menor de edad así que estaba bebiendo té frío y riendo de la estupideces que salen de nuestras bocas. Hasta Sam estaba tomado porque lo escuché una vez decirme pastelito en voz alta, se ganó una risotada de Cam y Devon e hicieron burlas sobre su falta de masculinidad.

-Oh Abby, y cuando te trajimos a Old Town aquella vez y te emborrachamos para que no nos detuvieras al siguiente día.- Dice Karum aun riéndose.- Sam, tenías que verla... bueno, la estás viendo ahora reírse como foca epiléptica.- Sam empieza a reirse junto a Karum y yo agarro un trozo de hielo y se lo tiro, lo cual no sirve de mucho porque... pues él es un origen de hielo, pero agarro otro y lo meto en la espalda de Sam. Deja de reírse de inmediato y se para sacudiéndose la camisa y haciendo muecas, todos empiezan a reírse, Natalia me sigue el juego y hace lo mismo con Zack. De momento a otros todos nos estamos tirando hielo y nieve creados por Jesse y Karum. Caín se ríe como loco y eso me causa mucha satisfacción y entonces cuando estamos todos por sentarnos de regreso en nuestros troncos caemos de trasero en el suelo, me agarro de Sam y caemos dándonos codazos entre nosotros.

-¡¿Qué demonios?!- Exclama Jordy. Sí ¿Qué demonios?
Me enderezo y veo a Caín estirando el brazo junto a Lukas. Los tontos hechizaron los troncos para que cayéramos al suelo.

Las risas llenan el bosque antes destruido por los Primeros, antes plagado de Caníbales, ahora somos una familia reunida, unos sobrevivientes apreciando lo poco que les queda de felicidad.

Y entonces esa felicidad se esfuma de todos. Las risas se cortan con el sonido de ahogo que hace Caín. Lo miro al tiempo en que se dobla para vomitar sangre. Lukas se levanta de golpe y lo toma por los hombros, todos nos levantamos para ayudarlo pero aun vomitando sangre oscura nos estira el brazo para que paremos de acercarnos.
No, no por favor.
Drew es el único que se le acerca, veo a Aria correr a la mesa por servilletas, Drew le limpia la boca cuando termina de vomitar, está tan pálido como un fantasma, sus ojos revolotean y se ponen en blanco antes de que el cuerpo de Caín se ponga flácido y caiga en brazos de Lukas. Los gemelos corren a ayudarlo con el peso y yo me atraganto con mi saliva.

Su cabeza cae hacia atrás mientras los gemelos lo levantan, tomo del brazo a Sam.- Por favor, llévalos a la casa de...- No espera a que termine, él ya se está moviendo. Toma a los gemelos por los hombros y luego desaparecen. Me quedo mirando el lugar vacío, sintiendo los temblores de mi cuerpo.

Natalia se acerca a mi y me toma del brazo.- No estoy lista.- Murmuro tratando de controlar mi miedo.- Por favor dime que respiraba.- Se lo pregunto porque ella estaba más cerca que yo.

-Sí, su pecho se movía.
Cierro los ojos.
El tiempo de Caín era tan corto que en un parpadeo podríamos perderle.

La más afectada de los que quedamos en el bosque fue Aria, no pasó mucho tiempo cuando ella ya estaba corriendo en la oscuridad en busca de Caín. Miro a los hermanos Galeano.

-¿Podrían ayudarnos a limpiar?
-Claro.- Contesta Sebastian con mirada comprensiva.

Todos caminamos de manera apresurada por el bosque, yo guío el camino iluminando con mi brazo en llamas el frente. No dejo de pensar en cómo sería si esta noche fuera la última de Caín. Con ese pensamiento me apresuro lo más que puedo, si él muere esta noche quiero estar a su lado.
Caín sigue inconsciente cuando llegamos, Drew le colocó un nuevo suero. Me acerco a la cama y lo veo acostado, tan pálido ahora, sus venas oscuras se resaltan por todo su cuerpo, su cabello parece opaco. No veo a Lukas por ningún lado, eso me extraña.

-Lukas se fue con los hermanos Galeano.- Me dice Sam al ver mi confusión, o tal vez le transmití ese pensamiento sin querer. Frunzo el ceño.

-¿Por qué?

-La magia de Caín se ha apagado.

Sus palabras me caen como un balde de agua helada y sin remedio dejo que las lágrimas fluyan.

Miro a Drew que le toma el pulso.

-Deben preparase.- Nos advierte.- Probablemente no pueda volver a salir de la cama.
-¿Cuánto tiempo?- Pregunto sin poder respirar, siento como si mis pulmones estuvieran siendo apretados, no quiero saber la respuesta, no realmente.
Elías y Jordy están apretando la mandíbula para no llorar, Aria arrodillada a su lado no puede evitarlo.
-Probablemente sea su última noche.
Y todo mi mundo se viene abajo.
No puedo evitar soltar un grito de frustración, mis manos se vuelven puños y mis ojos se cierran con dolor.
No estoy lista, él no lo está.
Ninguno de nosotros está listo para dejarlo ir y sin embargo, debíamos hacerlo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro