Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 27

No importa lo fuerte o valiente que seas. No importa si eres conocido por enfrentar a tus peores miedos en los peores momentos, si estás solo por mucho tiempo eso empezará a consumirte. Tal vez pienses que es mejor estar solo, así no te lastiman, yo aprendí que eso no es verdad. Si estás solo y no dejas que nadie se te acerque, te lastimas tú solo.

Yo estuve sola por un tiempo, viviendo una vida sin vivirla realmente hasta que un desconocido se me acercó con su sonrisa engreída, cabello revuelto y labios peligrosos, entonces supe que no quería estar más tiempo sola. Es increíble cómo alguien que quieres puede lastimarte a tal punto de perderte a ti mismo, pero aún más increíble es cuando, a pesar de cuán herido estas, vuelves a unirte a una pieza. Yo había sido fragmentos, hasta que el mismo engreído de antes se sentó en el suelo, juntó todos mis pedazos y usando palabras y caricias como pegamento... me unió nuevamente, de una manera desinteresada, sin esperar nada a cambio. ¿Cómo podía evitar sentir lo que siento por él luego de eso? No sólo es agradecimiento, no es sólo admiración, es algo más, algo que aún no llego a entender del todo pero que ahora sé que no tengo prisa por descubrir.

Sam fue mi ancla, mi pegamento y mi bastón y hasta ahora, lo seguía siendo.

Antes de regresar con el grupo decidimos que guardaríamos el secreto de lo que éramos, no por vergüenza, sino porque no era el momento, muchas cosas estaban pasando y añadir eso podía ser distracción para algunas personas. Todavía teníamos una charla pendiente pero lo resolveríamos cuando estuviéramos establecidos en el pueblo, todavía faltaba buscar casas para nosotros, que no estuvieran dañadas o a punto de caerse, y luego de arreglar lo de las viviendas teníamos que regresar a Canadá por nuestras cosas y por Zack y Elías. A pesar de lo mucho que tenía que preguntarle y el poco tiempo que poseíamos a solas, no pude evitar sacarle una respuesta que me tenía loca. La canción que tarareó mientras yacía en sus brazos era Hold On, me pregunto por qué razón no la había escuchado antes si era tan hermosa y perfecta

-Esperaba al menos una casa con aire acondicionado.- Se queja Jordy mientras realizamos nuestra caminata y revisamos cuáles son las mejores opciones para vivir. La mayoría de las casas están a medio caer, con olor a moho o sin una puerta, esquivando los autos, seguimos nuestro curso.

-Está ese edificio de apartamentos.- Digo en tono neutral.- En donde nos conocimos, James.

Lo miro girarse y sonreír.- Ah sí, ese edificio.

-No puedo creer que atacaras a tu padre.- Se ríe Natalia.- Eso si es empezar con pie izquierdo.- Me encojo de hombros.

-En mi defensa, fue Caín quien nos llevó ahí, yo sólo quería lucirme.- Siento el hombro de Sam chocar conmigo y lo miro.

-¿Lo atacaste?- Pregunta en voz baja con cierto tono de diversión. Hago una mueca recordando ese día.

-Bueno... yo estaba terminando mis entrenamientos, pensé que podía cazar a un cazador.- Me muerdo el labio inferior, esperaba no empezar una discusión por eso. Pero Sam se ríe.

-Déjame adivinar, te dejó ganar.- Lo miro mal.

-Ti diji ginir.- Lo arremedo y vuelve a chocar contra mi hombro con una sonrisa encubierta.

-Es como si hubiera pasado hace años.- Comenta James.

-Lo sé, todo parece tan lejano ahora.- Comenta mamá.

-No creo que el edificio sea una buena idea.- Interrumpe Caín.- No creo que todos quieran vivir en un mismo lugar.

-Es verdad.- Dice Jordy.- Quiero una casa para mi solo.

-Si claro.- Contesto yo.-¿Para hacer fiestas salvajes?

Me lanza una mirada llena de diversión.- Tú si sabes.

-¿Entonces?- Pregunta Aria.- Escojamos la casa que escojamos, debemos saber las localizaciones de cada quien por si algo ocurre.

-Nada va a ocurrir.- Dice Caín.- Los primeros días pondré yo solo la barrera, al menos hasta que encontremos a los hechiceros de los que les hablé.

-Yo quiero vivir en mi antigua casa.- Dice Natalia.- Con eso me basta.
-¿Vivirás sola?- Pregunto.

No se encuentra muy lejos de mi así que la veo soltar aire.- Si, sería relajante.

Creo que también lo sería para mi si mi casa estuviera de pie, pero no lo estaba, habían destrozado mi hogar, ya no quedaba mucho, para no decir nada.

Y así fue, primero llegamos a casa de Natalia, que por cierto, no quedaba muy lejos de la que era mía, luego fue Jordy quien eligió la siguiente, era una de dos pisos, de color blanco, aunque ahora era más bien gris, en su tiempo fue lujosa pero ahora no tanto, sin embargo a él le encantó, lo bueno es que estaba sólo a unas cuantas cuadras de la de Natalia así que ella no estaría tan sola.

Caín quiso quedarse con su vieja casa en el bosque, cerca del lago, era una buena opción.

Cam y Devon compartirían una casa cerca del bar Red Door y en la misma cuadra Aria encontró una pequeña casa que le gustó.

-¿Por qué no te quedas con ellos?- Le pregunto a Sam en voz baja. Refiriéndome a Cam y Devon.

Se acerca más a mi para no ser escuchado.- Quiero privacidad.
Sonrío de lado.
-¿Qué más privacidad que un pueblo para nosotros solos?
Sus ojos parecen brillar a causa del reflejo del sol, el cual no es muy fuerte ya que las nubes tapan la mayor parte de la luz, incluso los destellos más claros de su cabello parecen contrastar.

Sus labios se curvan a penas y sus hombros bajan.- Buen punto.

Ya todos sabían dónde querían quedarse, sólo faltábamos mi familia y Sam.

Todo el grupo nos seguía mientras buscábamos opciones, realmente me daba igual en dónde nos quedaríamos no era mi casa, mi casa ya estaba destruida.
Mamá me tomó del brazo y me apartó del lado de Sam, nadie se detuvo ni disminuyó el paso, dándonos espacio.- Estaba pensando.- Dice ella mientras seguimos muy por detrás al grupo.- En que si quieres, puedes quedarte con Natalia.
Mis cejas se fruncen por confusión.-¿Qué?¿Por qué?- pregunto sin entender. Ella siempre fue sobre protectora, creo que dejó de serlo un poco cuando tomé las riendas de mi vida y decidí irme de casa para unirme a Caín, desde entonces ella no me cuestiona mucho pero sé que cada decisión que tomo la preocupa por lo malo que podría pasar. Pero sé que entendía que a como estaban las cosas, no podía impedirme salir de aquí para allá con tal persona porque estos tiempos no son como los de antes, yo no era la de antes, mi vida de adolescente no es cómo pensé que sería. No está llena de mi saliendo todos los viernes con mis amigos, aprovechando para ligar cada vez que alguien guapo me coqueteaba, ni siquiera tuve la oportunidad de un baile de graduación, ni de tener una primera relación merecedora de recuerdos buenos y suspiros de alegría, no, mi vida no es como la de otras chicas, tuve que crecer mentalmente más rápido de lo que debía, tuve que matar y mentir, llorar y tragar mi dolor. Y ella sabía todo eso, por eso soltó las riendas de su hija, riendas que todas las madres deben tener sobre ellos hasta que son mayorcitos y responsables. Creo que a veces desearía haber pasado por todas esas etapas de adolescente normal.
-Bueno, no he olvidado que antes decías que luego de entrar a la universidad querías vivir con ella en un pequeño apartamento.- Sonríe de manera suave, y yo ante el recuerdo también lo hago. Fue hace mucho, creo que meses después de conocerla, me había agradado tanto que ese pensamiento pasó por mi mente, incluso nos imaginé de grande, llegando cada una de sus clases, y tirándose al sillón para comer helados y hablar sobre chicos mientras mirábamos nuestra serie de vampiros favorita. Casi me río en voz alta por cómo nos imaginaba, algo así como de piernas largas, grandes senos y melenas brillantes, seh, creía que la pubertad me daría un golpe realmente fuerte pero no he cambiado mucho de cuando era pequeña.

-Ay mamá, pero eso fue hace años, además alguien tiene que estar con ustedes...
-Abby, ya deja de preocuparte tanto por nosotros, vamos a estar cerca pero no en la misma casa, piénsalo, será relajante para ambas el poder tenerse luego de todo esto.- Bajo la mirada, quizá estaba ahogando a mamá.
-¿Tú quieres que me vaya?
-No de la forma en que piensas pequeña, quiero que vivas, en estos tiempos no puedes hacerlo de la manera que deseaba, pero si puedes darte ciertos lujos como vivir y compartir con tu mejor amiga ¿Por qué no tomarlo? Deja de preocuparte por James y por mi, ya estamos grandes.- Se ríe.- Y tú necesitas vivir.

-Lo hago.- Le aseguro.- Creo que ahora más que nunca.
La mirada de mamá se dirige hacia Sam, que camina varios pasos delante de nosotras, con Devon y Cam a su lado, los veo inspeccionar las calles, señalar ciertos edificios y sé que a Sam le hubiera gustado Old Town en el pasado.
De pronto sé que mi vida pasada y la del presente se están mezclando, los recuerdos no dudan en venir como flashbacks. No me había dado cuenta cuánto extrañaba mi vida aquí, lo calmado que era todo por las mañanas, el aire fresco que nunca faltaba, mis mañanas e el instituto, mis tardes con mis amigos y cómo no recordar las escapadas del lago. De pronto me embriaga la necesidad de que Sam también sepa lo que se sentía vivir aquí. De repente su cabeza se gira en mi dirección, no me había dado cuenta de cuán triste me sentía por dentro pero de alguna forma, por su mirada, sé que él lo sintió.
Miro a mamá que ahora me mira a mi.-Siempre quise lo mejor para ti.- Dice ella, de repente me la imagino en nuestra cocina, en nuestra antigua casa, ella como siempre, haciendo algo mientras yo la escucho desde el desayunador, quizá con el sonido del televisor y el ruido de Jared al exclamar por su partido de fútbol.- Quise que tu infancia fuera tranquila, que vivieras cada minuto de normalidad, yo siempre temí por el momento en que supieras la verdad porque sabía que eso cambiará toda tu vida, y temí que te consumiera.- Yo también lo temí por mucho tiempo.- Y cuando sucedió me sentí orgullosa de cómo te lo tomaste.- Bueno, yo no estaba de acuerdo, me metí bajo la cama, Jared tuvo que tranquilizarme.-No te dejaste vencer y lo más importante, no dejaste que eso afectara en tu vida diaria, viviste como cualquier chica normal, hiciste amigos, odiabas a las chicas pesadas del instituto, salías a escondidas con Cody y Natalia, sufrías por los dramas de ambos.- En eso baja la voz y las dos sonreímos.-Te enamoraste y lo tomaste todo con responsabilidad.- Mi sonrisa se va borrando poco a poco.- Siempre fuiste inteligente y hasta ese momento viviste lo que yo quería, lo que yo esperaba.- No es hasta que lo dice que me doy cuenta que es verdad, sí, yo viví mis etapas de adolescente y las disfruté, sin embargo no duraron como deberían, pero me consuela saber que tengo recuerdos de aquellos tiempos, de casa sonrisa y cada lágrima.- Y cuando las cosas empezaron a cambiar, temí por el futuro tuyo y de tu hermano, puesto que las cosas no podían ser normales para ustedes, el hacer amigos se volvió complicado, el enamorarse también, ya no podían dormir de manera pacífica porque temían que si lo hacían, alguien podría hacernos daño, tampoco podían salir sin un arma escondida ¿Cuán triste es eso?- Sacude la cabeza.- No era lo que quería para ustedes.
-Pero no es tu culpa mamá, las cosas pasaron por alguna razón y no te mentiré diciendo... diciendo que no extraño la vida que llevaba aquí.- Miro a mi alrededor y dejo de ver la destrucción, me imagino cómo era esta calle antes de que todo esto se jodiera, el recuerdo es realmente bonito.- Pero el que ya no tenga esa vida que quisiste para mi, no significa que sea infeliz con la que llevo ahora. Sí, todo está jodido, en un par de semanas prácticamente seremos fugitivos, vivimos más de una docena de personas en un pueblo abandonado con peligro de contraer un virus mortal pero he conocido gente que no me arrepiento de conocer, que jamás lo hubiera hecho si nada de esto hubiera pasado, tampoco sería quien soy ahora, y créeme, amo quien soy porque mamá, me reconozco cuando me miro en el espejo. Muchas cosas feas pasaron pero también cosas hermosas y no importa qué vida me espere de ahora en adelante, no importa si no es lo que se esperaba, estoy bien con esto, mientras las personas que quiero estén conmigo ahí.- La miro y luego miro a Sam de reojo, se ha movido de su posición, ahora está casi a la cosa de todos, sé que escuchó cada palabra, lo sé por la comisura de sus labios que está elevada y por el latido de su corazón. Miro a mamá.- No te preocupes por mí, sé las decisiones que debo tomar.- Sus ojos están brillosos y sé que los míos deben estar igual.
Me aprieta la mano.- Estoy orgullosa de quien eres.- Dice con voz temblorosa, la abrazo mientras caminamos.
Yo también.-Le preguntaré a Nat si me quiere en su casa.
Por los viejos tiempos.

Al final, resulta que James sabía que mamá hablaría de esto conmigo. Mamá y él encontraron una linda casa cercad e nuestro viejo vecindario y aproveché para preguntarle a Natalia si me quería con ella. Y su respuesta me la dio con brincos y gritos contenidos. Fue tomado como un si por todos. Luego, cuando llegó el turno de Sam para escoger un hogar me sorprendió cuando escogió una casa al final de la calle de la casa de Nat, aunque no pude evitar una sonrisa.

James obviamente se preocupó y a pesar de lo agradecido que sentía con Sam por salvarme, no se salvaba de las miradas asesinas que James le envió cuando señaló la casa de dos pisos. Era muy bonita la verdad, con columnas blancas y ventanales en el segundo piso que sorprendentemente estaban intactos. Nadie sabía el porqué de las decisiones de Sam, salvo Devon, Cam y yo y claro, el mismo Sam. Los otros sospechaban lo erróneo, e incluso ambos amigos de Sam no sabían toda la verdad sobre su amigo y yo. Era nuestro secreto.

Estaba tranquila con ese tema, no me sentía presionada, al parecer Sam tampoco. No éramos una pareja ya que no estábamos listos para algo así, no hasta que arregláramos nuestra mierda, cosa que haríamos juntos, pero tampoco éramos amigos, los amigos no se miran como nosotros nos miramos, ni se besan como nosotros lo hicimos esta mañana y no somos sólo compañeros. La palabra que Sam usó fue Algo más. Lo que en realidad, me pareció adecuado, no sólo éramos algo, éramos algo más.
Así que cuando todos estuvimos establecidos y listos para regresar por nuestras cosas y por los chicos, no tuve miedo, porque Sam estaba conmigo.
Pasamos por el portal uno a uno, la bodega se llenó de voces, Zack, Drew y Elías se levantaron de inmediato, Zack me miraba a mi como preguntando si todo había salido bien, la sonrisa que le di lo contestó todo.
-Volvemos a casa.- Le dije sonriendo.
Me abrazó con fuerza bruta y yo me atraganté.
-Oh Dios, ya era hora.- Murmuró contra mi piel.- Me alegra que estés bien, estaba muy preocupado por ti.
Sonrío.
-Todavía queda mucho por hacer, no podía irme.- Bromeo.
-No en un largo tiempo.- Sonríe.- Oye hay algo que quiero preguntarte.
-¿Si?
-¿Puede venir mamá?
Demonios, no había pensado en eso, qué egoísta fui.- Por supuesto.- Me apresuro a decir.-Hablaré con Caín para que haga un portal.
-Ay Abby, ojalá quiera venir.- Dice preocupado.
Lo tomo del brazo para darle consuelo.- Por supuesto que lo hará, eres su hijo.
Suelta aire y asiente.-¿Estarás bien con que esté aquí?
Me encojo de hombros, la verdad era que no me incomodaba a pesar de todo lo que había pasado.- Sabes que si, ella es una gran madre, se preocupa por sus hijos y todo eso, lo entiendo, así que vamos.- Lo tomo de la mano y empiezo a caminar hacia Caín.
Lo saludo.- Hey, ¿Podemos traer con nosotros a Lilith?
Nos mira a ambos.- Oh por supuesto Zack, lamento no haber pensado en eso antes, vamos ahora para poder irnos todos luego.
-Gracias hermano.- Le dice Zack sonriendo como un niño pequeño. ¡Demonios! De verdad que extraño sus lentes.
-Ya regresamos.- Me dice a mi, yo asiento y les doy espacio para que se vayan.
Y así pasó. Vi a Caín hacer el portal en una de las esquinas del edificio, vi a Zack con una enorme sonrisa en su rostro, se notaba lo emocionado que estaba por volver a ver a su madre, ahí estaba, esa luz que tanto lo caracterizaba. Sólo una vez lo vi con esa luz apagada y fue tan desastroso que desde entonces, no quiero volverlo a ver sin su luz.
Cuando me volví, me encontré con Natalia, los gemelos y Aria reunidos y fui con ellos.
-No puedo creerlo, volveremos a nuestro hogar.- Estaba diciendo Natalia, sin poder contener su entusiasmo.
-Lo sé, amo mi nueva casa.- Dice Jordy subiendo una ceja.- Están invitados cuando quieran.
Su hermano lo golpea en el hombro.-¿Siquiera buscaste algo para mi pequeño imbécil?- le pregunta con el ceño fruncido. Jordy hace una mueca.
-Demonios no, ya estás grandecito para hacerlo tú sólo.- Elías rueda los ojos.
-Por si no sabías, estaba activando las bombas desde aquí así que no me reclames baboso, compartirás la casa conmigo.
-De ninguna manera, mi casa, mía.- Se queja Jordy.
-Maldito egoísta.- Murmura su hermano entre dientes.
-¿Así que qué se siente casi morir?- Me pregunta Aria de repente, borrando la sonrisa que tenía a causa de las bromas de los hermanos, la miro de reojo, luce seria.
-No hay que exagerar las cosas, Sam llegó a tiempo para evitar que cayera.- Miento, ya que no quiero que nadie sepa los verdaderos detalles de lo que pasó ahí, no creo que mi madre quede tranquila con eso.

Tan sólo recordar la luz sobre mi cabeza que se acercaba cada vez más y más y el sentimiento de caer me hace estremecer. Pero claro que ella no sabe eso, con su pregunta se refiere al sentimiento de saber que estaba a punto de morir al casi caer por el edificio, no tiene idea de que de verdad casi morí ahí.
-Sí, tuviste suerte de que ese chico apareciera y te salvara, ninguno podía llegar a tiempo.- Dice Elías con voz amable.- Zack y yo escuchamos todo y él enloqueció, estuvo a punto de aplastar las computadoras con su mente, las cosas salieron volando y yo lo único que pude hacer fue apagar el cronómetro de las bombas y reiniciarlo para darles tiempo.
-Con eso bastó.- Le aseguro.- Todo hubiera fallado si no fuera por ti, nos compraste tiempo.
-Bueno, Zack no fue el único que se puso como loco.- Interrumpe Aria y esta vez cuando me mira hay algo en su mirada que me hace dudar.- Cuando la conexión contigo cedió, él juró que estabas muerta, la pregunta es ¿Por qué? si estás aquí, viva, a menos que te haya dado un paro cardíaco por el susto de caer no le veo sentido.
Yo sabía lo que pasó, nuestra conexión se rompió cuando mi corazón dejó de latir, porque lo hizo por unos segundos, pude sentirlo, y cuando volví a mi, la conexión no se restauró a causa de que Sam y yo éramos compañeros. Yo ya no era el alma gemela de Caín y no sabía cómo decírselo. Tampoco sabía cómo explicarle a mi familia que Sam no sólo me salvó de caer, sino que me salvó de morir desangrada y que para hacerlo tuvo que volvernos compañeros.

-No sé lo que pasó.- Miento.- No sabía que Caín y yo habíamos perdido la conexión por unos segundos ya que uso el collar siempre.- Lo levanto de entre mi ropa, la piedra azul parece brillar cuando lo hago.- Me la dio para no sentir la conexión.

Aria resopla.-¿Por unos segundos dices? Ya no hay conexión, Abby.- Parece realmente enojada.
Finjo desconcierto.
-¿Qué? Eso no es posible.- Niego con la cabeza.
-A mí no me engañas.- Me señala con el dedo, un dedo acusador.-¿Qué fue lo que realmente pasó ahí?
Natalia se mete entre las dos y por el rabillo del ojo puedo ver a Sam y sus dos amigos acercarse, más allá, del otro lado, también veo a mis padres hacerlo. De repente todos están escuchando y alertas. Miro con furia a Aria. No debían saberlo aún, nadie. Primeramente porque sería demasiada preocupación para mis padres y segundo porque no sabía si Sam quería hacerlo público, no le correspondía a ella exponernos.

-Casi muero, y luego nada. ¿Por qué te importa? pareciera que estás interesada en el chico.- Digo de broma. Entonces ella se tensa y sus ojos se llenan de ira, veo algo a través de ellos, algo como... culpa. Mi boca se abre por la sorpresa.- Oh por Dios.- Digo en voz baja.- Te gusta...
-¡Cierra la maldita boca!- Exclama haciendo sobresaltar a muchos.- No te metas en mi maldita vida.
Todavía estoy en shock por lo que acababa de descubrir , jamás imaginé eso, sólo lo dije de broma pero al parecer era verdad. Su tono amenazante me enfada, definitivamente Aria tenía que ubicarse. La miro con ojos entrecerrados.

-Si no quieres que me meta en tu maldita vida, entonces no te metas en la mía, y haznos el favor a todos y ya no seas tan perra.- Ladeo la cabeza sonriendo con amabilidad falsa.

Todos los ojos están puestos en nosotros, creo que igualmente, ellos no pueden creerlo.

Empieza a caminar hacia mi y me preparo mentalmente para un golpe, los latidos que no me pertenecen a mi sino a Sam, se vuelven furiosos.

Pero ella no me golpea, me pasa apenas rozando mi hombro y luego murmura una de esas feas palabras con P y desaparece en el segundo piso. Suelto aire y me atrevo a levantar la mirada. Varios ojos están abiertos de manera sorprendida.

-Vaya.- Murmura Julian.- Qué intenso.- Y luego desaparece escaleras arriba junto con el resto.

-Uh... yo mejor voy a ver cómo está.- Dice Elías consternado y su hermano lo sigue con la mirada perdida.

Natalia se me acerca.- Por un momento pensé que iba a golpearte.

Sonrío de lado.- Por un momento, yo también.

-Te hubiera ayudado ya sabes.- Se encoje de hombros.- No importa cuán amable sea conmigo, eres mi mejor amiga. Además no quiero que me mates mientras duermo.- Se burla y la golpeo en el hombro.

-Y yo que pensaba que estar aquí era aburrido.- murmura Sam por lo bajo.- Al parecer tienen más dramas que una telenovela.- Mamá se ríe y palmea su brazo antes de irse a algún lugar con James.

-Oh por Dios, no puedo creer que ella esté.... bueno, es raro, escuché que a su hermana le gustaba Caín.

Asiento, de repente con un peso sobre mi pecho.- Así era, tampoco le agradaba.

Nat sonríe tristemente.- Bueno, no la culpo por enamorarse de él, nadie controla sus sentimientos por alguien, solamente pasa.- Sus ojos se dirigen peligrosamente en mi dirección así, como queriendo ponerme de ejemplo, así que sonrío y le digo:

-Bueno, ya sabrás tú.

Rueda los ojos. Sabe a lo que me refiero, ella y Zack pasan mucho tiempo juntos y cuando no, se miran impacientes. Yo ya sabía que ambos estaban enamorados del otro pero eran demasiado tímidos para aceptarlo.

-Mira qué graciosa saliste.- Dice con los dientes apretados, luego se gira hacia los chicos, es cuando me doy cuenta de los que de verdad están aquí, todos ex cazadores. Sam, Cam, Devon, Drew.-Bueno chicos ¿Qué les pareció nuestro hogar?- Me abraza por los hombros.

Devon levanta una de las comisuras de sus labios.- Creo que ha visto mejores días.- bromea, y es la primera vez que lo escucho hacerlo. Sam lo codea y me mira como disculpándose por él pero yo me río y Natalia hace lo mismo.

Asiento.- De hecho es verdad, era un lugar hermoso y pacífico.

-Vi brevemente desde las alturas el bosque, me imagino que sin los parches de tierra a causa de las bombas había sido un lugar turístico.- Dice Devon.

-Bueno, no tanto, la verdad es que los que visitábamos frecuentemente esa zona éramos los estudiantes y pescadores. Solía hacerse una fiesta cada viernes en la noche, para celebrar los partidos de fútbol en el instituto.

-¿Y cómo eran?- pregunta Cam. Nat levanta una ceja.

-¿Jamás has ido a una fogata?

Cam y Devon se miran entre sí.- No es que tuviéramos mucho tiempo.- Se encoje de hombros.

-Oh.- Nat se queda sin palabras.- Por lo de... sí, entiendo. Bueno, no puedo decir que es pacífico, hay música y alcohol y muchas personas bailando alrededor del fuego o a la orilla del lago. Abby, Cody y yo solíamos ir a veces pero nos manteníamos más apartados, nos gustaba más ir a ese lugar cuando estábamos solos, íbamos en una canoa y pasábamos horas ahí.- Sonrío al recordar eso, pero me pregunto qué habrá sido de esa canoa.- Ahora que viviremos ahí, tal vez quieran acompañarnos al lago, pasar un rato ahí, ya saben.- Hace ademán con la mano.

Devon y Cam se miran entre sí otra vez y luego la miran a ella.- No lo creo.

Ella frunce el ceño.-¿Qué?¿Tienen alergia a ser sociales?

Devon sonríe.- No es eso, es que no estamos acostumbrados a socializar con gente que no es de nuestro círculo.

Nat se mira confundida.- Pero Sam lo hizo.- Me señala a mi.- Es amigo de Abby y ella no es una cazadora.

Cam ladea la cabeza mirando a su amigo. Sam no le devuelve la mirada, me mira a mi.- Ella es diferente.- Contesta sin dejar de hacerlo.

Nat rueda los ojos.- Como sea, si él pudo, ustedes también.

-Seré sincero contigo.- Dice Cam y en cuanto lo hace sé que algo ofensivo saldrá de él.- No nos agrada ninguno de los de tu círculo.

-¿Por qué?- Pregunta intrigada ella.-¿Sólo porque no son como ustedes?

-No, porque parecen perros fieles a Caín. Ustedes no lo ven de esa forma, tal vez tú, Abby y sus padres sean la excepción porque conocen algo más, pero el resto que ha estado con él por demasiado tiempo, son peligrosos.

Frunzo el ceño y lo veo.-¿Peligrosos?- Pregunto.

Sam interrumpe a Cam que ya estaba abriendo la boca.- No le hagan caso, no sabe lo que dice.

Cam rueda los ojos.- No.- Digo yo.- Estoy intrigada por escuchar eso.- Sam me lanza una mirada y yo se la devuelvo, al fin se rinde y se encoje de hombros, dándole luz verde a Cam para hablar.

-Es algo más que sólo su amigo, no crean ni por un segundo que si tienen que elegir entre uno de ustedes o su líder, las escogerán a ustedes, nosotros lo sabemos por experiencia propia, en cada batalla, al único que cubrimos es a nuestro líder, el resto puede caer a nuestros costados pero no nos deteníamos a recogerlos, nos centrábamos en él y la misión.- Lo dice mirándome y es cuando lo comprendo, comprendo a qué se refiere. Ellos no se detuvieron por mi porque primero estaba Caín y la misión. Si hubiera sido él en vez de mi, no dudaba que habrían parado todo. Trago saliva porque no lo había visto de esa forma. Sabía que mis padres y Nat eran la excepción puesto que estaban demasiado lejos, pero era verdad algo. Los gemelos, Aria... ellos estaban muy cerca de mi y no se detuvieron a ayudarme.

-Yo no haría eso.- Dice Natalia.- Ayudaría a cualquiera que cayera a mis costados, Caín no es como mi líder, no es quien me manda, yo estoy aquí por Abby, por mi.

-Como dije antes, son la excepción, pero el resto, su círculo personal no.

Ellos lo sabían porque habían protegido a su líder, y su líder era Sam.

Eso me recuerda que muchas veces se ha dicho entre ellos que no se puede confiar en nadie, quizá lo decían hasta por ellos. No lo dudaba, eran muy buenos chicos, no dudaban en ayudarme y todo eso, pero tampoco dudaba de las palabras de Cam.

-Creo que es obvio que no se puede confiar ni en la familia.- Dice Natalia.- Así que no dudaría si lo que dices es verdad, de todas formas, no es que les guarde tanto cariño o algo así, para mi son sólo compañeros, Abby es la excepción, es como mi hermana y eso sí, la protegería con mi vida.

Sam sonríe de lado.- Es bueno escuchar eso.

-¿Así que esa es la razón por la que siempre están apartados del resto?

Todos asienten.- Bueno, no tienen que hacerlo con nosotras y por cierto, la propuesta de ir al lago, era sólo para nosotros.- Nos señala a todos.- Y claro, para mi amigo Zack, que también piensa como yo, él jamás nos traicionaría.

-Si es así.- Dice Devon.- Creo que aceptaré la propuesta.

Cam rueda los ojos.- Como sea, si soy picado por mosquitos te culparé y no será bonito.- Le advierte a ella, pero esta no hace más que sonreír de manera creída.

-No te tengo miedo, fui entrenada por un líder de cazadores.

Eso los sorprende a todos.-¿En serio?- Pregunta Drew.-¿Algún familiar?

-Mi padre.- Dice en voz baja. Aprieto sus hombros en modo de consuelo.- Yo no sabía que era Medio Origen hasta hace unos cinco meses, luego, cuando empecé a desarrollar mis dones él me contó la verdad y me dijo que tenía dos opciones.

-Conozco el procedimiento.- Dice Cam.- Supongo que declinaste la oferta de dejarte llevar por tu naturaleza.

-Digamos que a medias, me dejé entrenar por él, ahora me muevo como uno de ustedes pero estoy en contra de lo que los cazadores hacían.- Cam rueda los ojos.

-No sé por qué no me extraña.

Sam sonríe divertido.- Conozco a alguien así.- Murmura y levanto mis cejas.

-No me digas...

Me sentí cómoda hablando con todos ellos, a pesar de que todos ellos eran cazadores, a pesar de que Cam cada vez que podía me lanzaba dagas con la mirada. Pero eso sí, el peso de la verdad me golpeó. Yo los consideraba a todos como una familia y el hecho de que ellos no a mi, era algo triste. No había pensado antes las cosas del modo que Cam, pero tenía razón, ellos seguían a Caín ciegamente y sin quejas, incluso cuando Caín pasó por su etapa oscura.

Nos quitamos los trajes de combate y nos pusimos nuestra ropa. Las maletas de todos estaban agrupadas y esperando para ser llevadas por el portal, los chicos bajaron, todos excepto Aria. Todos estábamos ansiosos por dejar el lugar, yo estaba preocupada, habían dilatado más de lo normal. ¿Y si algo les había pasado?

Mis uñas eran desastre deforme, Natalia me dio un manotazo para apartarlas de mi boca, la miré mal.

-Ah, ya déjame estar nerviosa en paz.- Me quejo.

-Es anti higiénico.- Ruedo los ojos. Es peor que mi madre cuando quiere.

-Dice la personita que se las comía hasta hace dos años.

-Exacto, sé de eso, tus uñas no se mirarán bonitas si te las comes.

-Tis iñis ni si...

-Si me arremedas de golpeo.- Me advierte.

Estaba medio quedándome dormida sentada a la par de Natalia cuando el portal se abrió de la anda, ella y yo nos pusimos de pie casi al instante. Pensé que el primer rostro que vería sería de Zack, o quizá el de Lilith, pero no me había preparado para ver el de él.

Sebastian Galeano salió del portal luciendo casi idéntico al chico que conocí hace meses, con la diferencia de que ahora su cabello lucía corto. Miró a su alrededor mientras salía del camino del portal, miraba todo con el ceño fruncido hasta que se detuvo en mi.

-Vaya, ahí estás.- Me señala sonriendo.- Es bueno verte chica.

Camino hacia él.- Sebastian.- Digo sonriendo.- tanto tiempo, ¿Cómo estás?- Me separo de él.

-Como la mierda.- Contesta una voz detrás, me giro para encontrar a Sabrina.

-¡Oh por Dios!- Ella viene a abrazarme, mirándose igual de ruda y hermosa que siempre, ningún cambio en ella, el mismo cabello sedoso, largo y liso, las mismas curvas ardientes y una mirada penetrante.

-Es extraño que diga esto a alguien, pero te extrañé.

Zack es el próximo en salir y luego su madre. Yo aún estoy con Sabrina pero Lilith me saluda brevemente.

-Hola de nuevo.- Asiente en mi dirección.

-Hola Lilith, es bueno tenerla aquí.- Luego miro a Sabrina y a su hermano. Caín cierra el portal con él detrás y lo escucho preparar a todos para nuestra salida permanente.-¿Cómo es que están aquí?

-Estábamos con Lilith cuando ambos llegaron.- Sebastian señala a Caín y a Zack.- Pensábamos lo peor, ya sabes, por todo lo que está ocurriendo, y luego vimos de quienes se trataban, Sabrina y yo estábamos a punto de marcharnos cuando Caín nos propuso algo.- Los miro curiosa.

-¿Venir?

-No sólo eso.- Contesta ella.- Ayudar, dijo que podíamos venir con ustedes pero a cambio de un pequeño favor.- Las cosas empiezan a encajar en su sitio, ellos son hechiceros, Caín necesitaba dos hechiceros para el hechizo protector, tenía amigos supuestamente, pero todos sabíamos que una vez que estáramos fuera, regresar sería peligroso.

-El hechizo.- Murmuro asintiendo.-¿Y ustedes están bien con eso?

-Claro que sí, queremos sobrevivir, además, ya extrañábamos al chico y a nuestra increíble nueva ahora no tan nueva amiga.

Sonrío.- Yo también los extrañé, han pasado muchas cosas desde que no están.

Ella asiente mientras me mira de pies a cabeza.- Así veo.- Se acerca a mi y me susurra al oído.- te crecieron los pechos, sigue así querida.

Me echo a reír con ella antes de ser interrumpidas por una muy celosa Natalia.

-Hola.- Sonríe abiertamente mirando a Aria con los ojos entrecerrados.- Soy Natalia, la mejor amiga de Abby.- Le da la mano a Sabrina y ella con cautela la toma.- Controlo el metal, ya saben, balas, cuchillos...- Su sonrisa se amplía.

-Uh.- Me mira Sabrina.- Soy Sabrina, amiga de Abby, soy una hechicera, ya sabes, puedo hacer que al aire abandone tus pulmones y tus huesitos se quiebren...- Sonríe.

Ruedo los ojos.- No se conocen y ya se están matando con las palabras.

Aunque me sentía halagada.

Caín les presentó a Sam, Devon, Cam, Drew y a Julian, a los hermanos Galeano, explicando brevemente que ellos serían los hechiceros que lo ayudarían con la protección del pueblo, dejamos que Caín y Zack se cambiaran de ropa para reunirnos con nuestras maletas, me quedé cerca de mamá y James mientras Caín abría el portal. Nuevamente estaba nerviosa por esto, viviríamos nuevamente en Old Town, quizá hasta podamos reconstruir algunas cosas. Íbamos a estar a salvo. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro