Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 26

Cuando la luz me consume y dejo de verla por mis ojos entrecerrados pienso que ya estoy muerta, pero cuando escucho el sonido de mi corazón, me doy cuenta de que no lo estoy, y también me doy cuenta de que ese sonido proviene de dos corazones que laten al mismo ritmo.

Había estado equivocada al pensar que estaba muerta ya que nunca me sentí tan viva.
Cuando mis ojos se abren y son cegados por otra luz, la luz del sol, me doy cuenta de que algo cambió dentro de mi.
No me muevo al instante porque temo que el dolor en mi cuerpo me haga volver a desmayarme, pero me doy cuenta que ya no hay dolor, ni en mis manos por aferrarme tanto al edificio, ni en mi tobillo por haberse torcido ni en mi corazón por haberse detenido.
No hay nada, salvo bienestar.
El sonido del corazón que no me pertenece parece tranquilizar al mío y cuando suelto aire de pronto soy consciente de que hay brazos que me rodean.

Cuando Sam levanta su rostro hacia mi y sus ojos verdes y brillosos revelan que realmente está aquí, no puedo evitar sollozar.

Sam abre sus ojos como platos y no lo piensa dos veces antes de estrellarme contra su pecho.

-No pensé que funcionaría.- Lo escucho decir preocupado. Mis brazos parecen moverse solos hacia él, y se aferran a su cuello. Estoy sacudiéndome contra su pecho, las lágrimas no dejan de salir. Estoy viva pero consiente de algo que él dijo.

-Sam.- Pronuncio su voz lentamente, deleitándome al saber que puedo pronunciarlo de nuevo.- Sam.- Me aparto para verlo sonreír.- De verdad eres tú.- No puedo creerlo.

Sam sonríe, amo su sonrisa. Levanta su mano hacia mi rostro para limpiarlo y luego besa mi frente, cierro los ojos y suelto aire aliviada.-Volviste.- Susurra contra mi frente, parece aliviado pero noto algo en él, alg extraño, la manera en que sus brazos tiemblan mientras me sostiene y hay bolsas debajo de sus ojos que antes no estaban. Algo le pasa.

Mis ojos se abren de golpe.-¿Cómo que volví?- Pregunto en voz baja, noto que parece abatido mientras se separa de mi para mirarme. Hay cansancio en sus ojos, demasiado.

-Yo... te lo explicaré luego, debemos bajar de aquí, debemos seguir con el plan.- Miro a mi alrededor, seguimos en el edificio, en la misma posición que en mi.... no fue un sueño. Todo pasó realmente. Sam salvándome, diciéndome que no me vaya, tarareándome...

Cuando me muevo no siento dolor, ni siquiera en mi tobillo herido, también los golpes habían sido reales, lo sé. ¿Entonces, por qué no me duelen? ¿Por qué me siento tan bien?¿Por qué siento el latido de un corazón que no es mío...?
Abro mis ojos cuando lo comprendo. Ese latido no es mío, es de Sam.
Mis dolores no existen, a causa de Sam.
Y ese cansancio suyo que antes no estaba impregnado en su rostro, es a causa de lo que hizo.

Las alarmas suenan en mi cabeza y tomo su rostro entre mis manos, lo miro a los ojos, rogando en silencio que no sea anda malo.-¿Qué has hecho?- pregunto angustiada. Sam me sonríe de lado y toca mis labios con cuidado.
-No es tiempo.- Susurra cerca de mi oído.

-No.- Lo detengo cuando quiere ponerse de pie.- Sam, por favor dime que lo que sea que has hecho, no te matará.
Sam se relame los labios y tarda demasiado tiempo en contestar.- Prometo que me tendrás por mucho tiempo a tu lado, aunque ya no me quieras contigo, lo siento pastelito, no hay devociones.

Me pone de pie. Sus palabras se hunden en mi pecho, extrañé tanto su voz.

Cuando tanteo mi tobillo, no parece hay señales de la lesión.

-¿Cuánto estuve fuera?- Le pregunto acostumbrándome a estar de pie. Otra vez, ahí estaba ese latido.-¿Y por qué escucho tus latidos?
Su boca se abre por la sorpresa y no sé si en sus ojos hay alegría o temor.-¿También lo escuchas?- Pregunta mientras lleva mis manos hacia su pecho y él coloca su mano en el mío. Me sobresalto cuando lo hace, no me lo esperaba.

-¿A qué te refieres con "También"?- Pregunto cautelosa.
Sam sonríe, y jamás lo había hecho tan abiertamente.

-Yo también puedo escuchar tu corazón.- Me dice, y susodicho órgano, se acelera, eso hace que Sam suelte una risita.
-Oh mi Dios.- Susurro impactada.-¿Cómo es esto posible?
-Nuestro vínculo.-Dice.

-Es lo que hiciste ¿verdad? algo le hizo a nuestro vínculo...

-Lo avivó.- Suelta, lo miro sorprendida.- Lo hizo más fuerte pero... lo necesitabas, tú estabas muriendo.- Ahora parece preocupado.- Tú estabas en mis brazos y no podía hacer nada, entonces tu corazón se detuvo...- Cierra los ojos con fuerza y gruñe.- No podía dejarte ir así que volví mi decisión egoísta de convertirte en mi compañera en algo más egoísta.- Lo miro confundida mientras levanta mi muñeca derecha, ahí hay un pequeño corte, luego me enseña su muñeca del mismo lado, hay una herida gemela a la mía. Niego con la cabeza sin entender.- Lo hice real.

Y mi respiración se vuelve dificultosa.

-¿Real?- Pregunto anonada.- Pero ya éramos...
Niega con la cabeza.- No del todo, dije las palabras, te ofrecí ser mi compañera e incluso nos comportamos los dos como si lo fuéramos pero para completar la unión se debe mezclar la sangre de ambos para convertirnos en "uno" Lo lamento Abby, sé que fue egoísta de mi parte unirte a mí pero... no podía dejar que murieras, no, no quería dejarte ir.- Su voz sale rápido y entrecortado, la manera en que me mira es suplicante, como si esperara verme golpearlo o escupirle encima. Pero no iba a hacerlo, todavía procesaba todo.
¿Sam y yo no habíamos estado realmente unidos?¿Entonces por qué fingió ser mi compañero?¿Por qué se sacrificó aquella noche por mi sabiendo que podía morir?

Al verlo aquí frente a mí, en ese estado, me doy cuenta que siente lo mismo que yo siento por él.

Lo había dudado tantas veces, él lo había ocultado muchas veces más.
Tenía dudas incluso cuando me besó de aquella forma, incluso cuando quiso dormir conmigo antes de irse. Pero ahora ya no tenía dudas, él estaba enamorado de mi, por eso ha hecho todo lo que ha hecho por mi, pero al igual que yo, tiene miedo. Yo le quitaré ese miedo.

Ahora todo empieza a tener sentido. El por qué nunca sentí ese lazo entre nosotros, ese lazo que ahora siento que nos une. El por qué James miraba tanto mis muñecas cuando le pregunté por los compañeros. Por qué cuando Sam se fue, aunque me dolió, no sentí un tirón en mi pecho como cundo moría. Sam me quiso y me vio desde antes como una compañera porque no quería ser mi amigo pero no quería ser mi pareja aunque tenía sentimientos por mi, así que decidió ser mi compañero. Ahora lo éramos realmente, Sam había completado el ritual necesario e incluso mientras moría, todavía dije que sí al vínculo. Ahora puedo sentirlo, puedo escuchar su corazón que parece latir dentro de mi. Mi compañero, quien había salvado mi vida. Estábamos unidos, realmente unidos.

Sentí unas lágrimas correr por mis mejillas, lo que me recordó a la lágrima de Sam antes de que quedara inconsciente.

-Por favor di algo.- Me pide. Quiero quitar esa mirada de terror en él, quiero verlo sonreír otra vez.

Estoy a punto de contestar cuando escucho la voz de Zack.- Las bombas están por explotar, armas de fuego deben estar en sus posiciones.
Miro a Sam de inmediato.- Yo soy una de las armas de fuego.- Digo inquieta.
Sam mira a su alrededor con impaciencia.- Debes ir ahí, no temas por tu fuera, estás recargada.
-No llegaré a tiempo.- Susurro.

-Te llevaré lo más cerca que pueda, recorrí prácticamente todo el pueblo antes de llegar hasta ti.- Murmura negando con la cabeza. Puedo ver la culpa en su mirada.- Voy a llevarte.- Me tiende su mano y la tomo sin vacilar, antes de que pueda teletransportarnos lo detengo.
-te prometo que hablaremos de esto después y Sam, jamás podría estar enojada contigo por salvarme la vida, y menos por querer unirme a ti.

Su sonrisa sale aliviada mientras aprieta nuestro agarre y entonces dice:- Hagámoslo.
En un parpadeo estamos parados sonriéndonos, al siguiente parpadeo estamos corriendo y al siguiente ya no estamos.
Aterrizamos en otros edificios, cada vez me cuesta menos estabilizarme y corremos más rápido.
-¡Ahí!- Señalo frente a nosotros, la plaza.
Sam asiente y nos teletransporta lo más largo que puede.
Las calles parecen despejadas, lo que significa que el plan ha funcionado. Se escuchan tiros cerca de la plaza, una de las distracciones antes de que todo suceda. Cuando hacemos el último brinco lo detengo.
-Esto se va a poner feo, no quiero el fuego cerca de ti.- Lo miro a los ojos mientras hablo y él sonríe.
-Tú eres mi fuego.
Mis mejillas se sonrojan y quiero reír como una tonta pero no, no es el momento.
Me limito a sonreír.- Lo dijo en serio.- Le doy mis armas.- Cúbreme, vuelvo por ti.
Me deja alejarme y siento un tirón en mi pecho y sé sin siquiera voltearme que es él. Su latido me acompaña mientras salto de edificio en edificio y me balanceo para caer sin lastimarme. Y mientras corro para posicionarme en mi lugar, arriba de uno de los edificios que rodea la plaza llena de Caníbales, me doy cuenta de que soy más rápida, que cuando caigo en el pavimento, este se fractura y cuando miro hacia el frente, soy capaz de ver los rostros de Caín, Jordy y Aria mirando hacia mi. Corro más rápidos, dejándome llevar por la conexión en mi pecho y cuando salto más alto que lo que saltaba antes, caigo justo en mi posición. Justo cuando las bombas se activan por debajo del lugar en que están parados los Caníbales. El fugo se propaga por el aire y entonces actuamos.
Uso mi poder para mantener todo el fuego abajo, los chicos hacen lo mismo. Las llamas parecen ser detenidas por una barrera, no sale de entre los edificios.
Siento el calor en mis venas consumirse, me bien, tan bien que ni siquiera puedo creer lo que pasó hace unos minutos. Todavía sigo dándole vueltas por lo complicado que es. Pero de algo estoy segura, y es que no me arrepiento de ser su compañera, creo que es lo mejor que pudo haberme pasado.
Cuando moría y vi esa luz sobre mi cabeza que bajaba hacia mi, me pregunté a dónde iría, si al infierno o al paraíso. Me llevó hacia Sam, hacia mi propio paraíso.

Cuando el fuego es apagado y los cientos de cuerpos hacen sido convertidos en cenizas, el silencio parece envolver al pueblo. El viento sopla y se lleva las cenizas que parecen ser agua oscura desde el punto alto en que me encuentro. Lo hemos logrado, hemos triunfado.
Miro a los chicos en sus respectivos edificios, lucen cansados, drenados. Yo no me sentía así.
Miré a Caín tocar su intercomunicador y seguido de eso, Zack se comunica con todos para dar inicio a la última fase.
-Prepárense para la última fase.- Yo seguía mirando hacia abajo, la adrenalina corriendo por mis venas. Sabía que tenía muchas cosas en la cabeza que no me permitían estar al cien por ciento atenta. ¿Pero cómo evitarlo? ahora no sólo era capaz de sentir a mi corazón, también sentía el de Sam. Algo ha cambiado en mi, podía sentirlo, es algo que no sé cómo explicar. Me siento más viva, quizá esa es la respuesta.

Estoy consciente de que todos empiezan a moverse, reunirse en los grupos para empezar a buscar en el pueblo si habían Caníbales que sobrevivieron, pero yo no podía moverme del edificio. Una mano se posa sobre mi brazo y cuando medio me giro encuentro a Sam tras de mi.

Su cabello se mueve con el viento y me dan unas inmensas ganas de acomodárselo, pero no me muevo, no puedo.

-Todo esto es demasiado para ti.- Murmura.- Es mi culpa.- Sé que de verdad se siente culpable pero no entiendo por qué, sólo estoy procesando todo, soy nueva en esto, mi cuerpo se está adaptando.

Siento cómo su corazón se acelera cuando coloco mi mano sobre su mejilla y eso me hace sonreír, hace que la confusión se aclare un poco.- No lo sientas Sam, porque yo no lo hago.-

Sus ojos verdes me escudriñan.- Puedo sentir tu corazón, está preocupado.- Me contesta él

-No es por lo que crees, no es porque me arrepienta. Dios, Sam, me salvaste la vida. Sólo necesito acostumbrarme ¿Está bien? Hay cosas que aún no tengo claro y necesito que después de esto me ayudes a comprenderlo.

Todavía no podía creerlo, era la compañera de Sam, podía sentir su corazón junto al mío. Tantas peleas entre nosotros, tantos desacuerdos, tantas miradas cargadas de tensión, cada momento que pasamos juntos y jamás imaginé que esto llegaría a ser así. Me pregunto si así se siente ser el alma gemela de alguien, si así se hubiera sentido el unirse con Caín. Aunque lo dudo, sé que si se tratara de alguien que no es Sam, estaría asustada, porque aprendí a confiar en él, aprendí a pensar como él y al final terminé enamorándome de cada uno de sus defectos y palabras.

Cuando su mirada cambia y se vuelve abierta, como si de verdad me estuviera leyendo, respiro profundo y toco mi pecho.-¿Puedes sentirlo ahora?- Le pregunto.-¿Puedes sentir lo bien que me siento al ser tu compañera?- Quiero que lo haga, lo necesito. Sam asiente lentamente y suelta aire.

Devon y Cam llegan a nosotros con el bolso lleno de armas pero Sam no se aleja o se gira a ellos, continúa observándome como si de momento a otro cambiaría de opinión y le gritaría lo mucho que lo odio por hacerme esto. Eso no pasará.

Tengo que mirar a los chicos.-¿Estamos listos?

-Lo estamos.- Dice Cam mirando entre nosotros.

-Sam-. Lo llamo.- Creo que deberías quedarte oculto, sé que estás cansado.- Digo en voz baja.

Pero niega con la cabeza, como sospeché que haría.

-No, iré contigo.- Dice sin vacilar.

-¿Cansado?- Pregunta Cam con sarcasmo.- Yo diría drenado.

Lo miro con el ceño fruncido al mismo tiempo en que Sam se gira hacia él con enojo, prácticamente puedo sentirlo irradiar ira.

-Cierra la boca, Cam.

Este niega con la cabeza.- De verdad lo hiciste.- Dice con enojo.- Y no sólo eso, le diste parte de tu energía, pudiste haber muerto.

Mi corazón se acelera. Por eso me sentía tan bien, tan fuerte. Por eso Sam se miraba tan cansado, con esas bolsas debajo de sus ojos, por eso sus movimientos eran más lento. Se gira hacia mi y lo miro asustada.

-¿Qué hiciste?- Mi voz apenas es un susurro.

Sam sonríe de lado pero no es la sonrisa de siempre, luce enfermo, está pálido.- Lo necesario para salvarte.- Dejo salir un suspiro entrecortado. Pensé que el vínculo me había salvado, ahora no entiendo nada, parece que lo que James me contó es apenas un tercio de toda la información y no lo culpo, seguro pensó que no era necesario que supiera los detalles.

Agarro a Sam por los hombros.- No vas a pelear.- Demando y al mismo segundo en que lo digo el me mira enojado.

-Estás loca si crees que te dejaré hacer eso sola.- Lo miro con los ojos entrecerrados, recuerdo la primera vez que me llamó loca, quizá si lo estaba y no me había dado cuenta.

No podía dejarlo ir conmigo, su energía estaba por los suelos, no iba a dejarlo ir. Le lanzo una mirada a Devon que lo dicen todo.

-Lo siento Sam, pero esta vez tendrás que hacerlo.

-¿Qué...?- Devon ya se está moviendo y lo noquea con un golpe en el cuello.

Por alguna razón un estremecimiento me llega en la misma zona y de manera involuntaria hago una mueca de dolor.

-Sientes un tercio de su dolor.- Dice Devon.- Es por el vínculo, cuando entiendas como funciona, será más fácil leerlo.

Casi no entiendo sus palabras pero de igual forma asiento y mi mirada se dirige al Sam desmayado en el suelo.

-Cuídalo, Devon.- Le ordeno.- Cuídalo con tu vida.

Asiente. Respiro profundo mirando sus ojos cerrados y obligo a mis piernas a moverse, Cam me sigue, no debo ver hacia atrás, no debo hacerle caso a ese tirón en mi pecho mientras me alejo de él.

Cam y yo recorremos las calles del pueblo, revisamos las casas y puestos abandonados, siempre con un arma en alto por si hay alguno de ellos escondidos, a lo lejos se escuchan un par de disparos, pero no demasiados. Entre los dos encontramos a tres y les disparamos ahí mismo. Yo quemo los cuerpos y los hago ceniza no sin antes preguntarle a Cam si cada vez que use mi don eso afectará a Sam o viceversa, porque si era así las cosas se iban a complicar.

-No, cada uno conserva su energía, pero pueden curarse entre sí siempre que uno esté herido, eso tiene el costo de absorberte un poco de la tuya, por eso los cazadores que tienen un compañero sólo se curan entre sí cuando la herida es demasiado grave.- Yo había estado grave, casi muero.

-¿Todos vieron lo que pasó?- Pregunto sin dejar de caminar. Cam tampoco lo hace y debo admitir que de los dos es el que más atento está, es que yo no puedo estarlo, hay tantas dudas en mi cabeza, mi propio cuerpo se siente otro pero no de una mala manera.

-Te vimos saltar del edificio en ruinas, James, tu madre y Natalia eran los que más lejos estaban pero igual te vieron, los escuché gritar, nadie más pudo llegar hasta ti porque incluso los que estaban por tu zona, no podían cruzar tan rápido las distancias, pero Sam apareció, fue rápido y llegó hasta ti justo cuando casi caías, el resto no se vio claramente, cuando se advirtió que estabas a salvo seguimos con el plan, aunque muchos de tus amigos quisieron dejarlo todo para verte personalmente, sin embargo sabían que si lo hacían entonces todo el plan fracasaría.- Cam hablaba de manera neutral, no mostraba lástima por mi ni se molestaba en suavizar las cosas, entendía que nadie pudiera llegar hasta mi, lo entiendo completamente y creo que fue lo mejor, ya que así Sam pudo salvarme personalmente.

-Hay algo que no entiendo, pensé que el vínculo fue lo que me había salvado, pero al parecer fue algo más ¿No? pero de igual manera tiene que ver con esto.

Cam niega con la cabeza a la vez que entra en un local para inspeccionarlo.- Hay cosas que no me corresponden contarte, sólo Sam puede hacerlo.

-Entiendo.- Contesto mientras lo sigo detrás con la pistola en alto.-¿Alguna vez has tenido un compañero?

Cam se ríe pero sin gracia.-¿Hablas en serio?- Cuando se gira hacia mi con mirada de desconcierto lo miro confundida.

-Uh ¿Sí?- Miro de un lado a otro preguntándome si es demasiado obvio.

Rueda los ojos.- Pensé que eras más inteligente. ¿Por qué crees que Devon y yo siempre luchamos a la par?- Y se levanta la manga de su uniforme que es igual al de Sam y diferente al del resto, incluyéndome. Era el traje de un cazador.- Devon es mi compañero.

Mi boca se entre abre por la sorpresa. ¿Cómo es que no lo vi antes? sí, había pensado que se complementaban, él al ser rápido y Devon al ser fuerte. Y bueno, la manera en la que luchaban era como si estuvieran sincronizados. Ahora eso tiene sentido, cómo es que con una mirada se entienden, cómo parecen moverse como uno...

Antes de que pueda decir algo, la voz de Caín me llega desde el intercomunicador.

-Abby, encontramos a los Caníbales que derribaron los edificios, estamos en la iglesia.

Frunzo el ceño a nadie en particular. La iglesia. ¿Por qué la iglesia?

-Vamos para allá.- Contesto mirando a Cam y rápidamente le trasmito el mensaje antes de que ambos salgamos pirados a dicho lugar.

Sé que la cosa se puso fea cuando escucho disparos y gritos, y al instante me doy cuenta de que los que disparan, no son solamente de los nuestros. Miro a Cam y trato de que mi rostro no muestre lo asustada que estoy. Una cosa era que ellos estuvieran desarmados y otra muy distinta a que nos esperen con armas hasta por los dientes. ¿Dónde estaban mis padres en estos momentos? no quiero imaginarme a mamá al frente de la balacera.

-Tenemos que hacer algo.- Digo eufórica.

-¿Algún plan?

-Claro.- Digo casi sin aliento.

Empujamos las puertas traseras de la iglesia con una patada y los rifles apuntando al frente, ellos no nos miraron entrar ni percibieron el momento en que les disparamos. Estaban distraídos disparando a los míos que se encontraban tratando de derribarlos desde la entrada, Cam y yo atacamos desde atrás.

Disparamos sin parpadear y cuando lograron girarse hacia nosotros ya era tarde, ya estaban muertos.

Cuando una lluvia de balas vino hacia nosotros, logramos escondernos y escudarnos con una pared de yeso, esta fue atravesada por más de una docena de balas, las conté todas y supe cuando fue momento de que recargaran, entonces volví a salir contando con la ventaja de ser invisibles y volví a disparar. Era increíble que ya no pudiera sentir lástima por ellos.

Pero en un mundo tan retorcido y malvado, uno no puede permitirse romperse a causa de la culpa de defenderse. Así que ya no sentí remordimiento, ni cuando disparé, ni cuando los vi caer ni cuando la sangre de ellos manchó el piso de la iglesia.

-Ve a la planta de arriba.- Le ordeno a Cam.- Todavía hay un par disparando desde arriba.

Luego de que se va me comunico con Caín.- Limpiamos la primera planta, Cam se encargará de los de arriba ¿Cuántos son?

-Cuatro, nos han lanzado bombas, estamos entre los edificios para tener mejor visión.

-Ya no disparen, pueden herir a Cam, él se encargará, saldremos cuando...- Supe en ese instante que Sam estaba despierto, porque el cambio radical de sus latidos mostraba preocupación, o quizá enojo, no sabía ya que aún no podía leerlo bien. Parpadeo varias veces para concentrarme y no en sus latidos.- Saldremos cuando acabemos con ellos.

-De acuerdo, nos encargaremos de abarcar otros lugares, aunque advierto que la iglesia era su punto de reunión, no creo que hayan más.

-De todas formas revisen.

Me quedé en la primera planta registrando el lugar, me di cuenta de que la iglesia había sido modificada al pisar un tablón flojo, aparté una de las largas bancas de madera y tanteé hasta despegar el tablón. Estaba oscuro pero metí la mano y sentí la textura de algo parecida al cuero, escuché pasos y me giré rápidamente. Era cam.

-Despejado.- Murmura con la respiración agitada.-¿Qué encontraste?- Se arrodilla junto a mi.

-No lo sé, creo que es un bolso.

-Déjame ver.- Me aparto para darle lugar y me dispongo a seguir probando los tablones, hay varios en la misma condición, despego la mayoría de los tablones que encuentro flojos mientras Cam va sacando los contenidos de cada agujero.

Le informo a Zack para que él le envíe el mensaje a todos.

-Cada bolso contiene algo diferente.- Dice él cuando hemos reunido todos los bolsos que encontramos hasta ahora.- Hay armas, desde pistolas hasta bombas, creo que ahora sabemos cómo fue lograron derribarnos, tienen misiles compactos.- Me los muestra, son de tamaño mediano y bastante pesados, recuerdo haber visto la sombra de uno antes de que se estrellara contra el edificio.- También tienen latas de comida, mira. Maíz, frijoles enlatados, carne seca, atún, cereal y un montón de botellas de agua.

-¿Por qué tienen esa comida si lo único que los mantiene con vida es nuestra sangre?

-Ponte a pensar, están las noticias por todos lados, seguro sintieron miedo de ir a cazar así que decidieron buscar otra forma de sobrevivir, tal vez pensaron que así como los humanos que comen tanto carne como vegetales, ellos podían comer nuestra carne o comida humana, no para hacerlos fuertes sino más bien para aguantar hasta encontrar algo fácil. Por eso están tan débiles, no han estado comiendo bien.

-Y por eso cayeron tan fácil con nuestro plan, el hambre los cegó.- Asiente.

-Exactamente.

-Bueno, creo que esto ahora puede servirnos a nosotros, ahora tenemos más armas y más comida, al menos por un mes no tendremos que ir a los supermercados.

-Para ese entonces los chips ya habrán sido implantados en cada persona. No sé cómo haremos con eso.

Estoy por contestar pero se escucha el sonido de palmas al chocar. Cuando ambos nos levantamos del suelo vemos a dos figuras acercarse, sé al instante que son ellos, puedo sentirlo en mi pecho.

Sam camina creído hacia nosotros, Devon a la par de él pero a distancia.

Sus ojos se encuentran con los míos y tengo que pasar saliva por la intensidad que me transmite. Oh cielos, debe estar enfadado.

Su sonrisa lobuna no hace más que alterarme más. Llega hasta mi.

-No sé si sentirme enojado por tu abuso de confianza o excitado por tu osadía al enfrentarme.- Está tan cerca que puedo ver hasta el arco que forman sus pestañas. Quisiera tocarlo, todavía no puedo creer que esto sea real, que él esté aquí, que me salvara la vida, que ahora seamos compañeros. Sus palabras me hacen sonrojar pero gracias a la falta de iluminación del lugar, salvo por las velas en el altar, nadie más puede verlo.

-Diría que lo siento pero no lo hago en absoluto.- Admito y puedo ver cómo sus ojos se dirigen a mi boca.- Prefería hacerlo sola que perderte en el intento.

-No ibas a perderme.

-Estabas débil, todavía lo estás, no podía arriesgarme.

Cuando sonríe, hay cierto gramo de ternura pero también de pasión en ella.- Cuidado Abby, cualquiera diría que te preocupas por mi.- Ladeo la cabeza ante su broma.

-Cuidado Sam, yo diría lo mismo.- Sonrío así como él y demonios, quisiera estar a solas con él para poder repetir ese beso. Mi corazón late con más fuerza cuando pienso en las posibilidades. Por la forma en que el de él late podría dejarme llevar por mis instintos y decir que también lo quiere.

Mira a Devon y a Cam de reojo.- Creo que es mejor que encontremos al resto.- Traga saliva.- Tenemos mucho de qué hablar.- Dice eso último por mi.

Cam y yo les contamos rápidamente lo que encontramos y Sam aprovecha para armarse más ya que sólo llevaba un rifle y una daga que originalmente usaba yo.

Y así empezamos a recorrer las calles los cuatro, escondimos los bolsos otra vez y prometimos volver por ellos cuando nos estableciéramos de manera permanente.

Me sentí más segura con Sam a mi lado, ya no estaba distraída, estaba alerta, me sentía más ligera. No nos topamos con más Caníbales en el camino y nos encontramos con el grupo a unas cuantas cuadras, a mi madre vi primero y no dudé en correr a su alcance. Ambas caímos en el pavimento mientras nos envolvíamos en un abrazo, había lágrimas cayendo por el rostro de mi madre. La abracé con fuerza.

-Pensé que te había perdido.- Dice de manera entrecortada.- No pude salvarte, no pude...

-Shhh.- La tranquilizo.- Estoy bien, estoy bien mamá.

-Casi te pierdo.- Jadea.- Siento otros brazos envolverme, es James, me recuesto a su hombro mientras abrazo a mamá.

-¿Qué hace Sam aquí? pensé que ya te habías ido hace tiempo.- Escucho decir a Aria.

-No.- Dice Caín, por su manera de hablar tan dificultosa me doy cuenta de que está agitado, cansado.- Sam salvó a Abby, está viva gracias a él.

Tanto James como mamá parecen sorprendidos y se giran hacia él. No me había dado cuenta de que se había estado acercando a mi hasta que lo veo. Su rostro está serio, una máscara.

-¿Eso es verdad?- Pregunta James con ojos brillosos. Miro hacia mi muñeca en donde tengo una cicatriz ahí donde Sam cortó para vincularnos de manera permanente. No sabía si él quería que todos supieran la verdad así que escondo mi muñeca y le dejo esa decisión a él, cuando me mira, asiento y le trasmito con la mirada justo eso.

-Así fue James.

Este se levanta y camina hacia Sam, por un momento me quedo tensa, creo que todos dejan de moverse en ese instante. Mamá no deja de verlos, tampoco yo.

Entonces James estira su mano hacia Sam.- Entonces te doy las gracias por ellos, gracias por cuidarla cuando yo no pude hacerlo.- Mis ojos se llenan de lágrimas mientras Sam estrecha su mano y entonces James lo jala hacia él y lo abraza, Sam se queda con los ojos abiertos dirigidos a mi, yo no puedo hacer más que sonreír discretamente.

Se separan y yo ayudo a mamá a levantarse. Natalia viene hacia mi y me abraza casi llorando.

Recibo más abrazos y escucho varios "Lo siento" y yo los acepto todo. Ninguno sabe lo que de verdad pasó ahí, nadie sabe que estuve a punto de morir este día. Ellos creen que Sam sólo me salvó de caer cuando en realidad hizo mucho más.

No sé qué nos espera a ambos, todo esto es realmente nuevo para mi, hay muchas cosas que no sé de él, hay mucha cosas que no sé del vínculo y el pensar en esas cosas me asusta. Sé que Sam no se dejará llevar tan fácil, que tiene miedo de sentir y no lo culpo porque ya he pasado por eso, temo que en cualquier momento venga a mi y me diga que necesita espacio, también temo que en estos momentos se arrepienta de lo que ahora somos, porque si tiene miedo de sentir algo ¿Cómo no va a temerle a la idea de estar vinculado de manera permanente conmigo? Las inseguridades empiezan a llegar a mi como una lluvia, no, mejor dicho, como una tormenta.

Yo me siento feliz, y eso es lo que me asusta, porque siempre que algo bueno pasa en mi vida, es borrado u opacado por algo realmente malo.

Es inevitable pensar en Jesse y el recuerdo me hace alejarme del grupo mientras ellos hablan del siguiente paso. El aire empieza a quedarse atascado en mi garganta y siento que no puedo respirar en paz. Tengo miedo, estoy aterrada de lo que pasará a continuación.

Ya me sentí así de feliz una vez, había estado tan viva en esos días que incluso pensé que mi vida podía ser perfecta, a pesar de los problemas, a pesar de nuestro enemigos. Pero yo me sentía segura con Jesse. Y había estado tan equivocada, no quiero volver a estarlo.

Me recuesto a un edificio esquinero disfrutando del silencio de las calles.

Creo que empiezo a entender el miedo de Sam, yo lo había estado presionando demasiado. Y hablando del rey de Roma... lo siento antes de que pueda verlo.

Sin decir palabra llega a mi lado y se queda ahí.

Estaba enamorada de él, pero ahora temía lo que pudiera pasar.

-Tu corazón late tan rápido que cualquiera diría que viste algo que te asustó.- Lo escucho decir.

-Creo que vi la verdad.- No me atrevo a mirarlo, porque eso complicaría las cosas.

-¿Y cuál es esa?

-Tenías razón al tener miedo.- Lo escucho tomar aire.- Lamento haberte presionado demasiado.

Lo siento rosar su brazo con el mío.-¿A qué viene esto?- Pregunta confundido.

-No lo sé yo... sólo me puse a pensar en la última vez que estuve enamorada y de repente sentí miedo, miedo a que algunas cosas se repitieran.

Miro sin parar hacia las calles, sé que puede sentir cuán alterado está mi corazón.- Creo que es mejor que olvides lo que dije esta mañana.- Las palabras arden en mi lengua, estoy dejando que el miedo gane, pero no sé qué más hacer.- Somos compañeros y no me arrepiento de eso, no sé si tu lo haces pero...

-Para.- Lo escucho decir, está enojado. Me atrevo a mirarlo, me mira como si no pudiera creer lo que escucha.-¿Qué pasa contigo?¿Por qué crees que me arrepiento de ser tu compañero? para mi lo éramos mucho antes de completar el ritual, si no hubiera querido serlo, jamás lo hubiera sacado a conversación.-Se acerca más a mi y ya no está a mi lado sino que está frente a mi sin dejarme espacio. Puedo sentir su aroma y ahora me asusta que me alivie sentirlo.-Y se te olvida algo más.

Lo miro directamente a esos ojos chispeantes.-¿Qué?

Me toma del rostro con suavidad y hace que no sólo escuche sus palabras, sino que también las sienta.

-Que yo no soy él.- Me quedo sin aliento, se atasca en mi garganta. Quería creerle porque sabía que Sam era muy diferente. Pero también esperé mucho de Jesse, él también estaba dispuesto a dar su vida por mi, muchas veces me sacó de problemas, me sentí segura en sus brazos y al final, cuando creí ciegamente en él, me hizo caer por un barranco. Lo peor de todo es que no fue él quien me empujó, Jesse sólo me guió y yo lo seguí con los ojos cerrados hasta el borde, yo di un paso de más, él se mantuvo a distancia y me vio caer, no hizo nada salvo dar la vuelta y alejarse. ¿Y si eso volvía a suceder? no creo poder soportarlo, no otra vez.

-Tú no conoces esa parte de mi pasado.- Digo en voz baja.- No sabes esa historia, creía haberla olvidado pero ahora que...- Trago saliva.- Que siento esto por ti, temo que algo de esa historia se repita.

No puedo ignorar la presencia de Sam, no sirve de nada si bajo la mirada y evito la suya, puedo sentirlo dentro de mi pecho, está ahí.

-¿Qué te hizo?- Pregunta en voz baja, hay enojo en su voz pero puedo percibir que no va dirigido a mi. Niego con la cabeza, no quiero recordar eso, no quiero recordar nada y odio a Jesse en estos momentos por no dejarme avanzar.

-No estoy lista para hablar de eso.

-Y yo no estoy listo para dejarte ir.- Mi mirada de inmediato sube a la suya, sus ojos verdes parecen suplicar lo que sus palabras expresan.- No ahora.- Las piernas me tiemblan, estoy tan vulnerable que me odio a mi misma. Sam se acerca más a mi y yo no retrocedo, ni cuando mete mechones de mi cabello tras mis orejas, ni cuando traza mis pómulos con sus nudillos. Porque no le tengo miedo a él, tengo miedo de lo que siento por él.- No soy el único que tiene miedo, así que lo mejor será...- No quiero escucharlo, no quiero escuchar cómo me hace a un lado aunque una parte de mi me dice que es lo mejor, que dejemos atrás esto que sentimos y seamos compañeros, no de manera romántica, sino amistosa, pero no es eso lo que sale de su boca.- Que lleguemos a un acuerdo.- No puedo evitar soltar el aire que retenía, la parte poco sensata de mi se alegra de escuchar eso a pesar de que no entiende del todo a qué se refiere.

-¿Un acuerdo?- Pregunto y él asiente.-¿Qué tipo de acuerdo?

-Los dos sentimos algo por el otro.- Mi pecho se estremece al escuchar sus palabras y temo otra vez por esa felicidad que me hace sentir. Temo porque sea arrebatada de mi de forma brusca.- Sin embargo no parecemos estar listos para empezar algo tan... grande.- Asiento.- Yo no sé cómo amar, no fue algo que se me enseñara desde pequeño, no fue algo que buscara desesperadamente y tú no estás preparada porque las sobras de tu pasado aún siguen atormentándote.- Vuelvo a asentir.- Así que seamos lo que somos ahora, ambos nos sentimos cómodos con el otro, nos complementamos entre sí, somos algo más que amigos, somos algo más que compañeros y hasta que los dos estemos seguros, hasta que los dos estemos listos, avanzaremos al siguiente nivel, pero lo haremos juntos.- No puedo evitar soltar un par de lágrimas por lo que acaba de decir.- Di que sí, por favor.- Sonrío mirándolo a los ojos y cuando él sonríe de vuelta me siento más viva que nunca.

-Sí.- Susurro cerca de su rostro.- Sí.- Repito alegremente.

Sam se ríe, su corazón martillea junto al mío y por un momento puedo jurar que ambos corazones laten al mismo ritmo. No lo veo venir hasta que lo siento, Sam lame mis lágrimas y yo me hago hacia atrás riendo.

-Iuh Sam.- Me quejo mientras me limpio, pero la sonrisa no se me borra.
-Hagamos esto, pastelito.- Junta nuestras frentes y yo cierro mis ojos.
-Hagamos esto, juntos.


Aquí la continuación, lo iba a subir ayer pero wattpad estaba teniendo problemas técnicos y no quise arriesgarme a que se borrara o algo. Espero les haya gustado, saludos. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro