Epílogo
Reescrito. Ya es mañana (?
Yoongi se encontraba sentado en los escalones de la puerta que daba al jardín trasero de la mansión mientras veía a Jimin corriendo por el lugar como si fuese un niño pequeño. El castaño perseguía una mariposa y una vez esta estuvo sobre una flor se paró cerca de ella acercando su dedo, haciendo que la mariposa se posara sobre este. Jimin sonrió en grande y Yoongi no pudo evitar copiar su acción al verlo, el menor se paseaba entre las flores acariciando estás con sus dedos.
Yoongi observaba la obra de arte que era Jimin, tan hermoso y perfecto a la vez, su cabello castaño caía por su frente, combinaba con sus ojos, esos ojos brillantes que él podría mirar durante toda su vida.
Se acercó hasta Yoongi y se puso de cuclillas frente a él, dedicándole una sonrisa, el mayor estiró su mano y acarició su mejilla haciendo que cerrara los ojos para disfrutar del contacto.
Yoongi se levantó y le tendió su mano, esté la tomó y se incorporó con su ayuda, entrelazó sus dedos y comenzó a caminar seguido del castaño al interior de la mansión. Subieron a la habitación y Yoongi cerró la puerta detrás de ellos, Jimin se paró frente a él y este lo hizo retroceder hasta chocar con la cama, lo empujó haciéndolo caer a la cama y en respuesta le sonrió con picardía.
― ¿Quieres jugar, hyung? ―ronroneó Jimin.
―Ha pasado más de un mes, estoy algo necesitado. ―Jimin se acercó hasta Yoongi y se puso de rodillas aún sobre la cama.
Retiro la camisa del mayor y pasó sus manos por su abdomen haciéndolo suspirar. Sacó su lengua y la paso desde el abdomen hasta su pecho haciéndolo gruñir. El menor jugueteó con el broche de sus pantalones y acarició por encima de la tela el bulto que comenzaba a crecer entre las piernas del contrario. Yoongi mordió su labio inferior cuando Jimin besó el bulto, tratando de tomarlo entre sus labios. Desabrochó los pantalones del mayor y los bajó con ayuda de él quien terminó de sacárselos y los tiró a algún lado de la habitación. Jimin siguió acariciando su miembro por encima de la fina tela de su bóxer sacándole gemidos silenciosos.
―Has algo rápido, Jimin ―gruñó.
Jimin sonrió y bajo su ropa interior de un tirón, la rojiza y gruesa erección de Yoongi salto emocionada antes sus ojos y no lo pensó dos veces antes de meterlo en su boca. Chupó el glande con insistencia y lo masturbó con su mano lamiendo toda su longitud con apetito, Yoongi echó la cabeza hacia atrás y agarró los cabellos del menor comenzando a follarle la boca, moviendo sus caderas con frenesí mientras oía como se atragantaba con su polla.
Jimin gimió al sentir todas las venas de Yoongi en su lengua y ahueco sus mejillas dejándose guiar por él, podía sentirlo rozar su campanilla provocándole arcadas, sin embargo, no hacía nada más que apretar los ojos y gemir complacido de ser usado de aquella manera. Luego de unos segundos el castaño sintió aquella conocida sustancia inundar su boca y lo tragó todo, lamiendo su polla para limpiarlo por completo, Yoongi estaba maravillado con la imagen, y a pesar de haberse corrido su erección no bajaba.
Se acercó a Jimin y besó sus labios tumbándolo nuevamente sobre la cama. Estiro su mano hasta un cajón de la mesilla de noche y sacó un par de corbatas atándolas al espaldar de la cama, tomó uno de las manos de Jimin y lo amarró fijamente, luego hizo lo mismo con su otra muñeca haciendo que el menor mantuviera sus brazos sobre su cabeza. Besó el cuello del menor haciéndolo gemir, y en un movimiento brusco lo volteó poniéndolo boca abajo.
Jimin chilló cuando sintió la mano del mayor estamparse tan duro con una de sus nalgas que ardió.
―D-De nuevo... ―jadeó Jimin cerrando los ojos.
El mayor azotó sus nalgas aún más fuerte con sus dos manos haciendo que arqueara la espalda, sintió como rasguñó sus muslos haciéndole enloquecer, luego acercó sus labios a su oreja y lamió el lóbulo acariciándole mientras azotaba una vez más.
Jimin sintió como los dedos del mayor tanteaban su entrada así que elevó su trasero por instinto y separó un poco más las piernas. Acarició su rosada entrada y lamió uno de sus dedos antes de introducirlo en su interior.
El castaño sentía como el mayor metía y sacaba su dedo bruscamente de su interior, de repente dos dedos más irrumpieron en su entrada de golpe y gimió complacido. Yoongi penetró al menor con sus dedos mientras besaba su espalda, arqueaba los dígitos en su interior haciendo que gritara cada vez que tocaba su punto, y luego de un rato ya estaba tan desesperado que movía las caderas contra sus dedos tratando de sentir más. Cuando estuvo preparado levantó más su trasero e hizo que su pecho quedase pegado al colchón.
― ¿Quieres qué sea suave? ―preguntó Yoongi alineando la punta de su miembro en la entrada de Jimin.
― ¿Qué clase de pregunta es esa? P-Párteme en dos si es posible. ―Yoongi atestó una nalgada al menor.
―Cuida esa boquita, bebé. ―Y justo cuando Jimin estuvo por responder se enterró en él con brusquedad.
Jimin chilló y arqueó la espalda, sintiendo como el mayor lo embestía con agresividad. Las caderas del pelinegro chocaban con sus nalgas provocando un sonido que era música para sus oídos. Gemía en descontrol y mordía sus labios con desespero sintiéndose demasiado bien.
―Ngh... Y-Yoongi...
Yoongi agarró las nalgas del menor con sus manos y las masajeó, rasguñando con fuerza estás haciendo que chillara, mientras que mantenía su mirada fija en la forma en que su polla se perdía dentro de su culo.
Soltó las manos de Jimin y lo levantó de la cama haciendo que enredara sus piernas en su cadera. Lo pegó a la pared y volvió a penetrarlo bruscamente. Jimin saltaba debido a la fuerza con la que Yoongi chocaba con él, esta vez sintiéndolo más profundo gracias a la posición. Se aferró a los hombros del mayor sintiendo como este rozaba su próstata haciéndolo enloquecer.
El vaivén de sus caderas era frenético, y Yoongi sentía de maravilla el hecho de que la entrada de Jimin lo apretara de esa manera. Alzó su vista para verlo a los ojos, y en ese momento lo sintió más suyo que nunca. Jimin jadeaba con los labios entreabiertos y las mejillas sonrojadas viéndose malditamente sexy ante sus ojos. Juntó sus labios besándolo con desespero sintiéndose demasiado excitado, y cuando se cansó de sostenerlo, sintiendo que sus piernas no aguantarían más, lo bajó y Jimin automáticamente posó sus antebrazos sobre el tocador que estaba junto a ellos abriendo las piernas y alzando el culo para él. Yoongi se paró detrás y volvió a embestirlo, Jimin lo miraba a través del espejo y gemía cada vez que tocaba su próstata. Gimió alto cuando sintió su orgasmo cerca y Yoongi envolvió su miembro con una mano, masturbándolo.
Las piernas de Jimin temblaron cuando su orgasmo lo invadió y al instante sintió la esencia de Yoongi llenarlo por completo y tan abundante que escurrió fuera de su entrada. El pelinegro se quedó de pie unos segundos mientras regulaba su respiración y luego se sentó con Jimin sobre sus piernas.
― ¿Por qué cada vez se siente mejor que la anterior? ―preguntó Jimin con su voz cansada.
―No lo sé. ―Yoongi se dejó caer de espaldas en la cama y Jimin cayó sobre su pecho.
El mayor acarició sus cabellos y cerró sus ojos, sintiéndose en paz y completo, sintiendo que había ganado la entrada al cielo aún sin merecerlo. Jimin era todo lo que él necesitaba, Jimin era un ángel que había nacido para ser robado por él.
Jimin había regalado una pequeña chispa de luz a la vida de Yoongi, un poco de claridad a toda esa oscuridad, un poco de perdón a todos sus pecados.
Justo allí era su lugar favorito. Uno junto al otro.
El teléfono de Yoongi sonó sacándolo de sus pensamientos y miró a Jimin dormido sobre su pecho antes de tomarlo para leer el mensaje.
De: Namjoon.
Ahora sí. El proyecto AQ ha dado inicio. Carga tus armas y busca los encendedores, Yoongi. Esto es matar o morir. Somos nosotros contra el gobierno y probablemente el resto del mundo.
Una sonrisa se extendió por su rostro. Había empezado el juego, y el objetivo era: qué ninguno que no esté de su lado quede vivo.
El veneno, las drogas sintéticas, y la sangre, correrían por las calles de Corea.
Fin.
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