24
Reescrito.
Estoy estático entre las llamas, es un tipo de dolor hermoso, prendiendo fuego al ayer, encuentra tu luz.
Beautiful Pain – Eminem ft. Sia.
. . .
El pelirosa tembló nervioso y sintió las gotas de sudor resbalar por su frente, tragó duro tratando de aligerar el nudo en su garganta pero le resultaba bastante difícil. Giró su vista observando a Yoongi quien se encontraba casi igual que él.
El jefe entró en la sala con SeokJin a su lado. El rubio mayor examinaba la sala y Jimin deseó volverse invisible.
―Buenos días ―habló Namjoon con voz dura y todos respondieron al instante en unísono― ¿Dónde está Suga? ―preguntó el pelimorado buscando al mencionado entre todos los presentes.
Yoongi dio varios pasos al frente quedando a la vista del mayor, este posó su vista sobre él y asintió antes de comenzar a hablar.
―La misión fue un éxito. El objetivo se cumplió —El mayor habló pausadamente observando a todos los miembros en la sala―. Pero, a último momento hubo un cambio de planes, ya que alguien...―Su mirada se dirigió a Yoongi―. Quemó el lugar.
Yoongi miró a otro lado evitando la vista del mayor, por otro lado, Jimin se encogía en su asiento evitando ser visto.
―No solo quemaste un edificio, Yoongi. Quemaste una propiedad del gobierno y mataste a un ministro, eso sin contar que eliminaste casi todo el cuartel policial de la ciudad ―Yoongi frunció sus labios para contener una sonrisa―. Aparte, dejaste que le dispararan a Jimin en su primera misión.
Jimin se congeló al escuchar su nombre salir de los labios de Namjoon. Los ojos de SeokJin se abrieron en demasía y enseguida observó a Namjoon pidiendo una explicación.
― ¿Jimin? ―El mayor buscó al pelirosa entre los presentes y suspiró resignado cuando Taehyung llegó a su lado ayudándolo a levantarse.
El peliverde lo guio al frente, quedando bastante cerca del líder. SeokJin miró a Jimin atónito sin poder creer que estuviera ahí, evitó mirar al mayor a toda costa, pues estaba seguro de que lo asesinaría con la mirada.
―Levántate la camisa, Jimin. ―El mencionado miró a todos lados sintiendo la vista de todos en la sala sobre él, observó la mirada severa del mayor y llevó sus dedos temblorosos al borde de la camiseta, subiéndola lentamente dejando a la vista las gasas y cinta médica que cubrían la herida.
SeokJin llevó sus manos a su boca al instante y luchó por no lanzarse encima del pequeño. Namjoon asintió y Jimin volvió a bajar su camiseta retrocediendo unos pasos hasta quedar al lado de Yoongi.
―Deben suponer que ahora están buscándonos en casi todo el país. Pero ya saben cómo es esto, será así durante unos días, luego se aburrirán. Mientras tanto, manténganse alertas ―Todos asintieron y algunos comenzaron a salir de la sala―. Hoseok, Taehyung, Jungkook, Jimin y Yoongi, necesito hablar a solas con ustedes.
Los mencionados asintieron y esperaron a que todos salieran de la sala para acercarse al pelimorado.
SeokJin se posó al lado de Jimin y lo obligó a que lo mirara, el pelirosa recorrió el rostro de su mayor e hizo un puchero tratando de ablandar el corazón del mayor, pero sabía que era imposible.
― ¿Me puedes decir desde cuando eres parte de una mafia? ―El mayor habló severamente pero bajito, de manera que solo Jimin pudiese oírle.
―Y-yo... ―Jimin pensó en una explicación lógica, y al final optó por decir la verdad―. Desde qué estoy saliendo con Yoongi.
El pelirosa miró al suelo y SeokJin abrió los ojos con sorpresa.
― ¿Ese Yoongi? ―preguntó Seokjin horrorizado mientras señalaba al pelinegro que se encontraba hablando con Namjoon. Jimin asintió lentamente y miró al suelo―. No sé qué es peor, el hecho de que estés en una mafia, que estés saliendo con un asesino, o que te hayan disparado
El mayor bufó y pasó sus manos por su rostro sintiéndose frustrado, Jimin acarició el brazo del mayor y le dedicó una sonrisa.
―Tú estas saliendo con el líder de la mafia ―acusó el menor arrepintiéndose al instante.
―Eso no viene al caso. Estamos hablando de ti.
Seokjin lo asesinó con la mirada y Jimin suspiró abatido.
―Estoy bien, hyung. Siempre he estado rodeado de este tipo de cosas. ―El mayor negó con la cabeza y cerró los ojos.
―Es diferente, Jimin. Tu padre no te exponía a nada si no estaba cien por ciento seguro de que estarías bien ―Eso es lo que te hacía creer. Pensó Jimin―. Estamos hablando de la mafia más peligrosa de toda Corea.
―No va a pasarme nada grave, hyung.
― ¿Nada grave? ¡¿Qué te hayan disparado no es algo grave?! ―Jimin bufó resignado, sin saber que hacer.
―No puedo dejarlo, hyung. No puedo dejar a Yoongi, y si tengo que estar aquí para estar cerca de él, lo haré. ―Seokjin miró a Jimin sorprendido ante sus palabras y ante el brillo qué iluminaba sus fanales.
―Bebé, Yoongi es un psicópata... Un delincuente, Jimin. Un desalmado, probablemente una de las peores escorias del mundo ¿Acaso sabes quién es realmente Min Yoongi? ―El mayor hablaba con el dolor en sus palabras, el pensar que su pequeño niño se había aferrado a semejante persona le partía el alma, el conocía a Min Yoongi. Después de lo que le había contado Namjoon y lo que él mismo había visto sabía que no era bueno para nada, ni siquiera para sí mismo.
―Sí, lo sé hyung. Y lo siento, pero aun sabiendo todo lo que es, me encanta. Y no hay ningún otro lugar donde quiera estar más que a su lado, y si voy a morir por estar cerca de él, pues lo haré ―continuó―. Porque después de tanto, al fin he encontrado a alguien que me haga sentir vivo, alguien que ha despertado verdaderos sentimientos, no esos sentimientos vacíos con los que he vivido toda mi vida, Min Yoongi es mi perdición, es lo peor que me pudo pasar, pero no necesito un amor color de rosa, necesito algo real, fuerte, lo necesito a él.
Jin miró en los ojos de Jimin, buscando alguna pista de broma, pero lo único que pudo ver fue decisión, la decisión de Jimin de permanecer al lado de Min Yoongi.
―Siempre estaré aquí, Jiminnie... Siempre voy a estar para sostenerte, recuerda, yo te amo, y no puedo juzgarte. ―Seokjin sonrió con dolor, y examinó a su pequeño niño, dándose de cuenta de lo mucho que había cambiado, las lágrimas resbalaron de sus ojos y atrajo al menor en un abrazo.
Él había visto crecer a Jimin desde que su madre había muerto a sus doce años, desde entonces se prometió a sí mismo que lo cuidaría siempre y que haría de él un niño fuerte e independiente, juró que le daría todo el amor que hiciese falta. Y ver a su pequeño ahora tan decidido, esa decisión que el mismo le había inculcado, le rompía el alma.
"Nunca dejes que los demás influyan en tus decisiones, Jiminnie. Es tu vida y tú decides que hacer con ella."
Había enseñado muchas cosas a Jimin, sin caer en cuenta de que su niño crecería algún día, que extendería sus alas y volaría, poniendo en práctica todo lo que su hyung le había enseñado alguna vez. Jin había visto a Jimin reír, llorar, gritar y siempre se había mantenido a su lado para levantarlo. Fue gracias a Seokjin que Jimin nunca notó la falta de afecto de su padre, porque su hyung compensó todo eso, haciéndolo sentir amado cada día, aun cuando su mundo se derrumbaba y la luz se apagaba, al final del día, Seokjin siempre estaba ahí, para decirle que no estaba del todo solo, que siempre lo tendría a él, cuidándolo y dándole todo lo que necesitara. Cómo un padre a su hijo, un padre que para Jimin era todo.
― ¿En qué momento creciste tanto? ―El rubio sorbió su nariz y abrazó al menor con más fuerza, pero sin lastimarlo.
―Muchas gracias por todo, hyung. Nunca te vayas de mi lado. ―Las lágrimas de Jimin escaparon de sus ojos y escondió su rostro en el pecho del mayor.
―Jamás, Jiminnie. Todos podrán dejarte, excepto yo, yo siempre estaré para cuando lo necesites.
Estuvieron algunos segundos más abrazados, fundiéndose con todos sus sentimientos ahí, agradeciendo en silencio por ser lo mejor de la vida del otro, jurándose estar siempre juntos a pesar de cualquier cosa.
Namjoon carraspeó a un lado de los chicos haciendo que se separasen. ―Lamento interrumpir, pero debemos irnos. ―Seokjin sonrió y asintió al mayor, y luego se acercó a Jimin para besar su frente y abrazarlo una vez más.
―Cuídate mucho por favor. Y tú Yoongi, si algo le vuelve a pasar a mi bebé, te las verás conmigo. ―Seokjin apuntó amenazante a Yoongi y este rio.
―Deberías tenerle miedo, en realidad en cruel ―habló Namjoon haciendo que Jin lo mirara mal.
Los mayores se despidieron y salieron del lugar dejando a Jimin solo con los chicos, el pelirosa los examinó a todos y sonrió con ternura al ver las manos de Jungkook y Taehyung unidas, luego de eso los tres chicos salieron de la habitación dejando a Jimin y Yoongi solos. El mayor suspiró y abrazó a Jimin tomándolo por sorpresa, el menor correspondió tímidamente su abrazo cerrando sus ojos y aspirando el aroma del mayor.
―Escuché lo que dijiste a Seokjin ―suspiró sin apartarse de Jimin―. Tantas emociones me marean, Jimin. Y no sé qué hacer o que decirte, lo que correcto sería decir que te alejes de mí, que sólo te haré miserable y que no puedes tener nada bueno estando a mi lado... Pero por otro lado soy demasiado egoísta, y te quiero solo para mí, mío o de nadie. No sé qué me has hecho, Jimin. Estas emociones desconocidas descontrolan mi sistema, no estoy acostumbrado a esto así que te pido disculpas de antemano, porque no sé cómo reaccionaré más adelante ―tomó aire antes de continuar―. Necesito preguntarte Jimin...
― ¿Qué cosa hyung? ―interrumpió sintiéndose ansioso.
―Si en realidad estás dispuesto a morir por mí, si en realidad estás dispuesto a soportar toda la mierda que viene incluida al estar conmigo, porque si no es así, debo pedirte que te alejes, porque no quiero estos sentimientos de mierda si algún día vas a irte y vas dejarme con toda este lío en mi cabeza, no quiero perder los pocos hilos de cordura que me quedan, pero sin duda Jimin, estás acabado conmigo, estás desquiciándome hasta los huesos, y no sé si me gusta, pero por ahora puedo soportarlo.
Jimin escuchaba atentamente cada palabra del mayor y podía sentir como su corazón se aceleraba haciéndolo sentir débil y vulnerable. Relamió sus labios y suspiró antes de hablar.
―Nunca estuve tan seguro de algo en mi vida, Yoongi. Sé que si hay algo que quiero es permanecer a tu lado, eres el único sentimiento vivo que tengo, quiero todo de ti Min Yoongi, no importa lo que tenga que hacer.
El pelinegro sonrió complacido y enterró su cara en el cuello del menor, cerró los ojos al sentir los besos húmedos del contrario en su cuello, acarició las suaves hebras de su cabello y disfrutó del contacto, disfrutó del sentimiento, de la presencia del mayor y de lo mucho que le encantaba ese chico de ojos negros y sonrisa desquiciada.
―Debemos irnos ahora mismo, la policía viene para acá. ―Hoseok habló entrando al lugar y recogiendo todos los papeles que se encontraban sobre la mesilla o en los estantes.
― ¿Qué? ¿Pero...? ―La voz de Yoongi se vio interrumpida por Hoseok.
―Debemos quemar el lugar, no puede quedar nada, Namjoon lo ordenó. ―Yoongi luchaba por entender.
― ¿Qué tiene esa puta gente conmigo? ¿No pueden dejarme descansar ni siquiera un día? ―Hoseok negó rápidamente.
―No vienen por ti, vienen por Jimin. ―El pelirosa casi se ahoga al escuchar las palabras de Hoseok.
― ¿Q-que... c-cómo? ―El menor balbuceó y enseguida Yoongi ayudó a Hoseok a recoger los papeles.
―Creen que Jimin mató al ministro, conociendo a la policía estoy seguro de que ya crearon un expediente criminal del tamaño de una enciclopedia con su nombre. Ahora tienen excusa para atraparnos a todos juntos.
Todos comenzaron a bajar cargando los bolsos y metiéndolos a las camionetas, el ambiente se tornó pesado y la casa se volvió un caos en pocos minutos, todos corrían por el lugar y guardaban cosas de importancia y destruían lo que pudiese servir como evidencia.
Hoseok terminó de guardar los papeles y asintió en dirección a Yoongi. ―Ya sabes que hacer, Yoongi.
El mencionado asintió y enseguida llegó Taehyung con varios frascos, comenzaron a esparcir el líquido por toda la casa con ayuda de otros chicos.
―Cinco minutos ―habló Chanyeol recogiendo más bolsos para subirlos a las camionetas.
―Ya está, salgan. ―Apenas Yoongi habló todos salieron de la casa incluyendo a Jimin.
El pelirosa se subió a la camioneta junto con Hoseok, Taehyung y Jungkook y esperaron a Yoongi. El pelinegro salió de la casa corriendo y segundos después un estallido hizo que las llamas envolvieran el lugar.
Las sirenas comenzaron a oírse a lo lejos, enseguida Yoongi saltó dentro de la camioneta y arrancaron a toda velocidad seguidos de los demás. La respiración descontrolada de Jimin hacia que su herida doliera así que luchó por calmarse.
― ¿Y adónde iremos? ―preguntó Yoongi sin dejar de ver hacia atrás.
―Primero debemos salir de aquí. Luego Namjoon nos informará a donde ir.
El teléfono de Yoongi sonó anunciando una llamada y Jimin lo miró atentamente un sabor amargo en la boca. El mayor intercambio algunas palabras y su ceño se frunció, Jimin dedujo que hablaba con Namjoon, Hoseok prestó su atención a él pelinegro también.
―Destrozaron la casa de Jimin ―dijo Yoongi en shock apenas colgó la llamada.
―Eso no es obra de la policía ―intervino Taehyung mirando por el espejo retrovisor.
Un mensaje sonó en el celular de Taehyung y tan rápido como lo leyó giró su vista para ver a Jimin.
―Arrestaron a tu padre ―anunció. Los ojos de Taehyung miraban atentamente a Jimin sin poder creer lo que había leído―. Te acusaron como su cómplice.
― ¿Qué? ―Todos en la camioneta protestaron al mismo tiempo y los nervios comenzaron a recorrer a Jimin quien tragó fuerte.
―Tú padre quiere que te entregues. ―Taehyung habló mientras seguía viendo el mensaje.
¿Y ahora qué carajos haría?
Un golpe al auto hizo que Hoseok perdiera el control del volante durante unos instantes, Jimin volteó a todos lados divisando los autos que usaban los hombres de su padre, el pelirosa maldijo entre dientes y se vio enormemente frustrado.
―Quieren que les entreguemos a Jimin. ¿Qué hacemos? —Taehyung tragó saliva y miró a Yoongi.
El pelinegro se levantó de su asiento y se pasó a los del frente indicándole a Hoseok que le diera el volante, hicieron un cambio y Hoseok se sentó ahora en la parte de atrás. Yoongi pateó el acelerador y dio un giro brusco desviándose por una carretera de tierra en el bosque.
―Hoseok, ordénales a los demás que se deshagan de los autos. ―El mencionado asintió y enseguida encendió su micrófono dando la orden.
Yoongi golpeaba bruscamente el volante haciendo que la camioneta girara, y en menos de cinco minutos ya estaban de vuelta en la carretera de la autopista, el pelinegro pisó el acelerador a fondo haciendo que los chicos se estremecieran, Jungkook cerró los ojos y suspiró tratando de relajarse, pero era totalmente imposible en estos momentos.
―Pregúntale a Namjoon a donde vamos ―habló Yoongi en dirección a Taehyung.
―El refugio C-4. ―Yoongi asintió y dio un volantazo haciendo que los chicos se inclinarán hacia la derecha cuando el auto giró.
Los autos de policía aparecieron como por arte de magia y enseguida Hoseok, Taehyung y Jungkook sacaron sus armas.
―Empiezan a estresarme ―gruñó Jungkook sacando un rifle AK-47 y bajó la ventanilla.
El menor se sentó en la ventana y apuntó disparando a los autos, Taehyung copió su acción y sacó una metralleta disparando hacia atrás. Yoongi se concentró en conducir lo más rápido posible. El teléfono de Jimin vibró sacándolo de sus pensamientos y lo tomó casi enseguida.
"De: Papá
Con que jugando con la mafia ¿Eh, Jiminnie?"
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