23
Reescrito.
Pero no me importa nada en absoluto, porque tengo muchos sentimientos por ti, y actúo como si no me importara, como si esos sentimientos no estuvieran ahí.
Idfc – Blackbear.
. . .
Miró el teléfono en su mano sintiendo un escalofrío al leer el mensaje y enseguida respondió.
"Para: Taehyung.
Diles que aceleren, llamaré al médico."
Giré mi vista hacia Hoseok y este enseguida frunció el ceño.
― ¿Sucedió algo?
―Jimin está inconsciente, llama al doctor Hyee. ―Hoseok asintió al instante y Yoongi suspiró tratando de mantener la calma.
De repente se sintió asustado y pidió al cielo, si es que había alguien allí, que lo mantuvieran a salvo.
Resiste, pequeño, resiste. Susurró en sus pensamientos cerrando los ojos con fuerza. Hoseok hablaba con el médico a través de su auricular y de repente aceleró.
―El doctor Hyee estará en el escondite en quince minutos ―observó como empezaba a entrar en el campo donde se encontraba la casa-refugio.
Todo estaba oscuro y en silencio, lo único que iluminaba la gran extensión de pasto eran las farolas de las camionetas que se deslizaban con rapidez entre la vegetación del bosque. Al cabo de varios minutos la gran casa se divisó entre las sombras, oculta entre los árboles, sin duda era un escenario digno de una película de horror, pero para ellos no existía lugar más seguro que ese. La casa parecía una simple sombra, no había luces en todo el lugar, ni siquiera en el interior del lugar, y aun si hubiera no se verían debido a que las ventanas estaban cubiertas con gruesas placas de hierro.
El lugar se mantenía solo la mayoría de las veces, solo se usaba en casos de emergencia y de vez en cuando venían algunas personas a limpiar. Aparcaron entre los árboles tratando de esconder las camionetas entre estos lo más posible y luego bajaron con linternas en sus manos.
Hoseok sacó un par de linternas del asiento trasero y le ofreció una al pelinegro bajando de la camioneta, él también bajó y al instante corrió a la camioneta donde venían Taehyung y Jimin. Jungkook mantenía a Jimin en sus brazos, quien estaba totalmente inconsciente, su piel estaba pálida y brillante a causa del sudor frío que lo cubría, enseguida los chicos avisaron que podían entrar y así lo hicieron. Un interruptor fue presionado encendiendo todas las luces de la casa al instante, Jungkook dejó a Jimin sobre el sofá y Yoongi lo observó inquieto, se sentó a su lado y tomó su mano sintiéndolo fría.
Levantó un poco su camisa encontrándose con su herida, aquella no lucía para nada bien, estaba empapado en sangre y temió lo peor por un momento. El médico entró en la sala apresuradamente cargando todo su equipo con ayuda de algunos miembros.
Enseguida el hombre le indicó que se alejara y se inclinó a Jimin tomando la presión del chico, dos enfermeros entraron al salón cargando algunas cosas más e indicaron que llevarán a Jimin al cuarto que utilizaban como "sala de urgencias".
Yoongi tomó a Jimin en brazos y corrió a la habitación, los chicos abrieron la puerta dejándole pasar y entró al lugar dejando a Jimin en la camilla. El médico conectó todos los aparatos al instante con ayuda de los enfermeros y comenzaron a revisar a su pequeño.
―Perdió demasiada sangre. Es increíble que aún este vivo ―El médico retiro la camisa de Jimin y uno de los enfermeros le puso una aguja al mismo tiempo que el otro preparaba algunos instrumentos en una bandeja―. Necesito qué salgas, Min.
Lo pensó unos segundos, pero antes de salir, habló. ―Él no es un chico más, Doctor Hyee... Lo necesito con vida.
Frunció los labios y el doctor apenas volteó a verlo, conociendo ya la actitud del chico.
―Entiendo. Haré todo lo posible.
―No. Haga hasta lo imposible, Doctor. No quiero que usted sea el receptor de mi rabia si algo le pasa a Jimin. ―Su voz sonó gélida en una clara amenaza y enseguida salió de la habitación.
Caminó al salón donde se encontraban Hoseok, Taehyung, Jungkook, Baekhyun y Chanyeol. Todos le miraron al instante, pero Jungkook fue el primero en hablar.
― ¿Se pondrá bien?
Yoongi tragó duro manteniendo su mirada inexpresiva y luego caminó hasta uno de los sofás para sentarse. ―No lo sabemos.
Por primera vez desde que habían herido a Jimin sintió que de verdad podría perderlo y un nudo amargo se formó en su garganta, sintió como sus entrañas se revolvían causándole arcadas, su cuerpo tembló y miró al suelo, sintiendo una mano sobre su hombro.
―Se pondrá bien. ―La voz de Hoseok resonó en sus oídos y luchó por creer sus palabras.
―Por más que me niegue a admitirlo, es mi culpa, Hoseok―bufó exasperado sin levantar la mirada―. Yo lo metí en todo esto.
―No digas eso Yoongi, las cosas pasan porque tienen que pasar. Y eso desgraciadamente iba a pasar, allí o donde fuera ― habló el pelirrojo mientras sobaba su hombro―. Son cosas del destino. Y no podemos cambiar el destino.
Se limitó a responder, solo miró a Hoseok dándole un asentimiento. Su vista se paseó por el lugar y suspiró cansado. Cerró los ojos tratando de relajarse, pero sintiendo que era casi imposible.
Sus pensamientos se dirigieron al pequeño chico de cabellos rosas, ese el cual había conocido por casualidad, o, mejor dicho, por obra del destino como decía Hoseok. Desde el momento en que lo vio, supo que debía tenerlo, que sería suyo. Cuando lo veía sentía como esa necesidad se hacía cada vez más y más grande. Su aroma se había convertido en su droga, su risa era su melodía favorita, sus lágrimas, y sus gritos de dolor eran su oxígeno, su cuerpo tan perfecto, era su hogar. Jimin, él, todo él era suyo. Todo lo que necesitaba era él, tan perfecto.
Había robado un ángel. Estaba cometiendo el peor de los pecados al romper a aquel ser magnífico. ¿Pero que podía hacer? Si Jimin había sido hecho para él, estaba seguro. Desde el principio de los siglos, hasta el final de sus días.
Y solo él podría romperlo, solo él podía hacer lo que quisiese con él. Nadie más. Y él que le pusiera un dedo encima sin su consentimiento, iba a morir.
Se mantuvo perdido en sus pensamientos por varios minutos hasta que escuchó pasos en las escaleras y enseguida volteó observando al doctor Hyee. Se puse de pie y de inmediato caminó hasta el hombre quién le dedicó una sonrisa.
―Todo salió bien. La bala rozó su pulmón, pero no causó nada grave, perdió mucha sangre, pero logramos parar la hemorragia y sacar la bala. Es un chico bastante fuerte, se pondrá bien. ―Sintió el aire llenar sus pulmones nuevamente y estrechó la mano del hombre.
―Muchas gracias doctor.
―No hay de qué, por ahora solo debe descansar y llámenme si ven cualquier complicación en la herida. ―El doctor salió del lugar seguido de los enfermeros y todos en la sala suspiraron aliviados.
―Vamos a verlo ―habló Baekhyun levantándose emocionado, pero enseguida Chanyeol lo tomó del brazo.
―Por ahora deberían dejarlo descansar ―dijo el pelirrojo.
Todos asintieron en acuerdo y Yoongi caminó cuidadosamente hasta la habitación donde se encontraba Jimin. Abrió la puerta con cuidado ingresando al lugar el cual estaba bastante frío debido a que habían encendido el aire, Jimin estaba aún tendido en la camilla ahora sin camisa y con una venda cubriéndole el abdomen.
Ahora estaba menos pálido y mantenía los ojos cerrados y los labios entreabiertos, se acercó un poco observándolo de cerca, habían limpiado la zona de la herida, pero el resto seguía igual, la camisa de seda negra se encontraba rasgada en el suelo manchada de sangre seca, recorrió su brazo con la mirada observando la aguja en este la cual estaba conectada a una botella de suero.
Yoongi tomó algunos pañuelos de una repisa y los mojo un poco con agua para humedecerlos, los pasó por el cuello y la cara de Jimin limpiando los restos de sangre con suavidad, limpió sus brazos y su pecho y una vez listo quitó la aguja de su brazo antes de cargarlo con sumo cuidado para salir del cuarto de emergencias, caminó hasta la habitación que le pertenecía en esa casa y con algo de esfuerzo abrió la puerta recostando a Jimin en la cama para luego sacarle los zapatos y quitarle los pantalones.
El pelinegro se inclinó y sacó una maleta debajo de la cama, abriéndola y encontrándose con un montón de ropa limpia, sacó una simple camiseta y se la puso a Jimin tratando de no hacer ningún movimiento brusco que pudiese lastimarlo.
Una vez vestido lo cubrió con una manta para protegerlo del frío que estaba haciendo, la puerta se abrió y giró observando a Hoseok.
― ¿Como está? ―preguntó el pelirrojo dando un paso dentro de la habitación.
―Creo que bien ―respondió el mayor sentándose en el borde de la cama.
―Namjoon vendrá mañana. Pero no tan temprano así que puedes dormir hasta tarde. ―Yoongi abrió los ojos sorprendido y enseguida se dio por muerto. Cuando Namjoon se enterara de que había dejado que lastimaran a Jimin, le daría una paliza.
―Ya sabe lo de Jimin, así que agradéceme por ahorrarte esa explicación ―Yoongi asintió resignado y se dejó caer en la cama―. Hasta mañana ―susurró Hoseok saliendo de la habitación.
Yoongi se quitó la ropa sintiendo su cuerpo pesado y caminó al baño para tomar una ducha rápida antes de volver y colocarse una muda limpia para luego acostarse a un lado de Jimin dándole espacio tratando de no lastimarlo en lo absoluto.
Apagó la luz y enseguida se encendió una pequeña lámpara que apenas proyectaba un débil resplandor. El pelinegro suspiró cansando y se inclinó hacia Jimin besando sus labios suavemente para luego dejar caer su cabeza en la almohada durmiéndose profundamente casi al instante. Había sido un día bastante intenso.
Un quejido de dolor a su lado lo hizo despertarse, enseguida su vista se dirigió a Jimin quien luchaba por incorporarse con una mueca de dolor en su rostro, al instante lo detuvo colocando una mano en su pecho.
―Hey, hey. Tranquilo. Te harás daño ―habló Yoongi agarrando sus brazos haciéndolo que se recostara de nuevo.
― ¿Q-Qué me paso? ―balbuceó el menor mirando cada rincón de la habitación.
―Te dispararon, pero ya estás fuera de peligro, estamos en el refugio. ―Jimin soltó un suspiro aliviado. Los recuerdos comenzaron a golpearlo, lo último había sido Taehyung susurrándole algunas cosas antes de caer inconsciente.
― ¿L-La misión? ¿Encontraron lo que querían? ―Yoongi asintió lentamente― ¿Qué paso al final?
Jimin recordó a Taehyung cargarlo fuera del edificio cuando la policía comenzaba a llegar, cuando subieron a la camioneta y luego el sonido de un estallido, el reflejo de las llamas, Jungkook sosteniendo su cuerpo y por último las sirenas de policía detrás de ellos, luego se desmayó.
―Quemé el lugar. Luego tuvimos que escapar de la policía. ―Jimin asintió aun procesando la información.
― ¿Quemarlo era parte del plan?
―No. Pero que te dispararan tampoco era parte del plan. ―Jimin entendió lo que Yoongi trató de decirle y bajo la vista por su rostro topándose con sus labios sin querer.
Yoongi captó la mirada del menor y no pudo evitar relamerse los labios. Se acercó a él y cuando estaba por juntar sus labios, la puerta sonó.
―Namjoon viene en camino, los esperamos abajo en diez minutos. ―Jungkook habló entrando a la habitación y Yoongi bufó molesto.
― ¿No sabes tocar puertas, conejo mal formado? ―Yoongi se levantó y empujó al castaño fuera de la habitación haciendo caso omiso a las quejas del menor.
―Ya lo oíste, diez minutos ― habló Yoongi girándose hacia Jimin y lo ayudó a sentarse en la cama―. Vamos, te ayudaré a bañarte.
Jimin se levantó con ayuda de Yoongi y caminaron juntos hasta al baño a paso lento mientras el menor se acostumbraba a la molestia en su abdomen.
Diez minutos después se encontraban saliendo de la habitación ya bañados y vestidos. Yoongi mantenía una mano en la cintura del ahora de nuevo pelirosa, ayudándolo a mantener el equilibrio ya que le causaba un poco de dolor debido a la herida.
Al llegar al salón todos se encontraban allí, Baekhyun apenas vio a Jimin salió corriendo en dirección y justo cuando estaba por tirarse encima de él Yoongi lo freno.
―Recuerda que está herido ―advirtió. El ahora de nuevo rubio se alejó casi al instante disculpándose.
― ¿Como te sientes, Jimin? ―preguntó Baek ayudando a Jimin a sentarse.
―Sobreviví ―bromeó el rosado sacándole una risita al mayor. Yoongi se paró a su lado y en ese momento Hoseok entro a la casa.
―Ya llegó ―musitó el pelirrojo haciendo que los que estaban sentados se pusieran de pie casi al instante, excepto Jimin.
Segundos después entró la imponente figura del pelimorado, seguida de quién menos esperaba, su alma salió de su cuerpo y quiso que se lo tragara la tierra.
¿Qué hacía SeokJin aquí?
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