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21

Reescrito.

Dime mentiras agradables, mírame a la cara, dime que me amas incluso si es mentira, porque no me importa nada en absoluto.

Idfc - Blackbear

. . .

Jimin se había pegado a la ventanilla para estar lo más alejado posible de Yoongi mientras Hoseok conducía con la vista fija en el frente y Taehyung miraba a todos lados con evidente nerviosismo.

Lo único que se oía en el vehículo eran las respiraciones de los cuatro. El pelirosa mantenía su mirada fija en el asiento de Taehyung frente a él y mordía sus labios con ansiedad.

La verdad no podía decir con exactitud como se sentía, por un lado, se encontraba aún en shock debido a la situación que había presenciado, y por otro lado los celos aun lo atacaban debido al chico de cabello largo que había estado sentado en el regazo de Yoongi momentos antes, pensó en si sería el mejor momento para formar una escena de celos, pero claramente no lo era así que se mordió la lengua.

Miró de reojo a Yoongi quien se encontraba viéndolo fijamente, automáticamente se tensó y desvió la mirada sintiéndose nuevamente molesto.

― ¿Creen que se darán cuenta de que fuimos nosotros? ―Taehyung rompió el silencio y pasó su vista de Hoseok a Yoongi.

―Probablemente. Pero da igual ―respondió Yoongi apartando su mirada de Jimin y girando la cabeza para mirar atrás.

― ¿Qué hacías esta noche aquí, Jimin? ―El pelinegro clavó su gélida mirada nuevamente en él.

―Trabajo ―respondió seco evitando mirarle.

― ¿Con Kim Minseok? ―Jimin se limitó a dar un leve asentimiento con la cabeza.

―Hm... no me agrada mucho verte cerca de otros hombres. ―Jimin volteó su mirada hacia el pelinegro haciendo que se sorprendiera debido a la molestia reflejada en su mirada.

― ¿Quieres que hablemos de cercanía con otros hombres? ―Su voz fue amarga e hizo que Yoongi alzara una ceja―. Aunque debo decir, qué aún no sé si eso era un chico o una chica.

―Eso ―interrumpió Taehyung en un susurro y luego soltó una risita seguido de Hoseok.

―Silencio ―Los cayó a ambos y devolvió su vista a Jimin antes de hablar―. Y es un chico, se llama Jeonghan.

―No te pregunté su nombre.

―No actúes así, Jimin. ―Yoongi no sabía cómo reaccionar ante la molestia del menor.

― ¿Qué? ¿Prefieres que actúe como si me agradara tu amiguito? Lo siento, no llego a ese nivel de hipocresía. ―Hoseok y Taehyung contuvieron las risas y Yoongi se pensó que responder, la verdad no tenía idea de que pudiera decir antes de que el pelirosa le diera una bofetada.

― ¿Estás celoso?

―No hay motivos para estar celoso, claramente soy mucho mejor. Lo que si te puedo decir es que le arrancaré las greñas si te vuelve a tocar.

Observaba fascinado el modo agresivo en el que estaba el menor y se sorprendió aún más cuando estiro su brazo para tocarlo y este se apartó bruscamente.

― ¡No me toques! Báñate en cloro primero, o en ácido, no sé, es lo mismo.

Taehyung y Hoseok estallaron en carcajadas al instante y seguidamente la camioneta fue estacionada en el patio de una gran mansión, que era de color blanco y se veía demasiado imponente. Yoongi lo fulminó con la mirada y él lo ignoró imperiosamente bajando del auto.

El jardín se encontraba iluminado por pequeñas farolas, estaba repleto de grama verde muy hermosa, y había una fuente en el medio demasiado grande. Al frente había un total de 8 autos demasiado lujosos aparcados, luciendo como parte de la ostentosa decoración del lugar.

Otra camioneta negra igual a la que conducía Hoseok paró cerca de ellos, y de esta bajaron unos hombres que no reconoció junto con Jungkook y el tal Jeonghan.

Jimin miró mal al chico de cabellos beige y se cruzó de brazos pensando en distintas formas de asesinarlo. Jungkook por otro lado se acercó a él y sonrió.

―Jimin. ―El castaño lo envolvió en un abrazo que correspondió casi al instante bajo la atenta mirada de Yoongi y Taehyung.

― ¿Qué tal todo, Kookie? ―El chico de cabello largo se acercó hasta ellos captando su atención y enseguida la sonrisa de Jimin se borró.

―Ah mira, Jimin. Él es Jeonghan. ―El castaño señaló al nombrado y Jimin lo miró de arriba abajo, Jeonghan hizo lo mismo y luego fijó su mirada en su cabello.

―Pareces un algodón de azúcar. ―Se burló alzando una ceja y esbozó una mueca de asco.

―Y tú una puta ―contratacó Jimin cruzándose de brazos. Yoongi se acercó a ambos con cautela.

―Uy, ya empezó a ladrar la perra esta. ―El chico se cruzó de brazos al igual que el rosado y ambos mantuvieron sus miradas fijas en el otro.

―Yo seré la perra, pero tú eres quien lleva las pulgas. Con ese pelo debes tener un criadero de piojos. ―Jeonghan abrió la boca ofendido y buscó a Yoongi con la mirada.

― ¡Yoonie! ¿Vas a permitir que me hable así? ―Yoongi elevó las cejas y retrocedió un paso―. Y, de todos modos. ¿Quién es este?

―Park Jimin, la nueva pareja de Yoongi ―habló Hoseok metiéndose en la conversación.

Jeonghan miró a Yoongi exigiendo una explicación y este solo se encogió de hombros. ― ¿De qué circo lo sacaste?

―Otra palabra y te arranco las greñas ―advirtió Jimin. Lo miró serio y todos retrocedieron excepto Jeonghan.

―Yo que tu no lo molesto... ―dijo Yoongi.

― ¿Te tenían encerrado en una jaula o eras un payaso? ―El de cabello largo habló con diversión y Jimin entrecerró los ojos apretando los puños― ¿Te tenían como un fenómeno? Eres bastante enano. ¿O eras el entretenimiento sex...?

Y esa fue la gota que colmó el vaso. Antes de que lo pudieran procesar Jimin se aventó sobre Jeonghan jalando sus cabellos y mandando un golpe directo a su mejilla seguido de una patada en su pierna izquierda haciéndole caer, Jeonghan trataba de jalar los cabellos de Jimin, de defenderse de alguna manera, pero era en vano. Jimin poseía una fuerza descomunal, y la rabia multiplica sólo aumentaba el esfuerzo. Se encontraba sobre él golpeando su rostro con los puños, en otro momento lo tomó de los hombros y los sacudió haciendo que su cuerpo golpeara con el suelo.

―Ya deberían alejarlo, lo va a matar ―habló Taehyung señalando al pequeño pelirosa, todos observaban la escena sorprendidos y fue hasta el momento en que Jimin se disponía a golpear la cabeza de Jeonghan contra el borde de la fuente, que corrieron a separarlo.

Entre Hoseok y Taehyung tomaron a Jimin, quien se removía como una fiera, escupía maldiciones y luchaba por soltarse del agarre de ambos chicos.

― ¡Basta, Jimin! ―gritó Yoongi haciendo que Jimin dejará de moverse y girará su vista para verlo.

―Tú te callas, qué a ti también planeo matarte. ¿Quién es ese? ―Jimin señaló con la cabeza al chico aún tendido en el suelo.

―Hm... Creo que es mi ex pareja.

― ¡¿Y qué hacías con el?! ―escupió lanzando llamas por los ojos. Yoongi solo encogió los hombros en respuesta.

La respiración del pelirosa comenzó a normalizarse luego de unos minutos, y cuando creyeron que era seguro lo soltaron lo hicieron. Jeonghan había sido llevado al interior de la mansión y ahora solo se encontraban afuera Yoongi, Hoseok, Taehyung, Jungkook y Jimin.

― ¿Van a llevarme a mi casa? ―habló con la vista perdida en la nada y todos se miraron entre sí.

―Deberías quedarte, así podemos explicarte mejor tu misión de mañana ―dijo Taehyung. Jimin asintió en respuesta.

Los chicos comenzaron a caminar hasta el interior de la mansión y Jimin los siguió, al entrar al lugar era justo como se imaginó que sería, llena de lujos demasiado absurdos, las paredes de color crema estaban cubiertas por pinturas abstractas y retratos de algunos hombres con traje, la rimbombante decoración era moderna y en tonos sobrios, los muebles eran de piel y los suelos eran de mármol pulido, justo como sería una mansión que pertenece a la mafia.

Yoongi se paró a su lado y lo miró tendiéndole una mano. Miró a su mano y luego a él, alzó una ceja. El pelinegro sonrió. ―Dormirás conmigo.

―Si me llegas a tocar, ya sabes lo que pasará.

Yoongi asintió divertido y retiró su mano comenzando a caminar hacia las escaleras, las cuales se situaban en el medio del salón y en el medio se dividían hacía un pasillo hacia la izquierda y otro a la derecha, ellos subieron hacia la izquierda. Caminaron en silencio y atravesaron un pasillo lleno de puertas hasta que Yoongi paró frente a una y la abrió dejándolo pasar. La habitación era simple, pero mantenía ese estilo moderno, había una cama bastante grande en el centro y un armario de pared de color negro, un sofá frente a una mesita de café y nada más. Cerró la puerta detrás de ellos y comenzó a quitarse el saco, Jimin también comenzó a desvestirse quitándose los zapatos y desabotonando su camisa blanca. Podía sentir su mirada fija en sus movimientos, al final se sacó los pantalones con calma, fingiendo que no notaba su contemplación. El mayor le arrojó una camiseta indicándole que se la pusiera y Jimin negó con la cabeza.

―No pretenderás dormir así. ¿O sí? ―Jimin sonrió inocentemente.

―Así no ―El pelirosa tomó el elástico de su bóxer y los bajó quedando totalmente desnudo―. Así sí.

El alma de Yoongi cayó al suelo y enseguida sintió ese calor abrazador en todo su cuerpo, hizo un escaneo rápido sobre su cuerpo desnudo sintiendo como su miembro endurecía haciéndole jadear.

―Jimin ¿Cómo esperas que no te toque si estás desnudo? ―El pelinegro tragó duro sintiendo una angustia sofocante.

―Este es mi castigo para ti. ―El pelirosa sonrió tiernamente y se tiró a la cama boca abajo dejando su precioso culo a la vista.

Toda la blanca y fina piel del menor contrastaba a la perfección con las sábanas claras de la cama, Yoongi lloriqueó debido a la frustración y se desvistió dejando sólo su ropa interior, tomó una gran bocanada de aire tratando de ignorar la presencia del chico desnudo en su cama, apagó la luz y luego caminó hasta la cama metiéndose debajo de las sábanas junto a él.

Podía sentir el calor corporal emanar del cuerpo del chico, tuvo que contener la respiración para alejar todos los pensamientos sucios que lo asaltaban en ese momento. Pero Yoongi no sabía demasiado de autocontrol.

Jimin se removió quedando de espaldas a Yoongi, tuvo que contener la risa cuando escuchó la respiración dificultosa del mayor, él de verdad estaba luchando por contenerse. Estaba recostado boca arriba con un brazo tapándole los ojos, respiraba con los labios entreabiertos y jadeaba debido a la dolorosa erección que comenzaba a formarse, el aroma de Jimin lo ponía mal, y el saber que estaba desnudó a su lado no ayudaba en absoluto.

El pelirosa mantenía los ojos cerrados con fuerza, pero no tenía ni un poco de sueño, podía sentir el calor de Yoongi debajo de las sábanas y se sobresaltó cuando lo sintió aferrarse a su cintura y pegarse a él.

―Y-Yoongi... ―Jimin abrió los ojos al sentir la erección de Yoongi presionar contra sus nalgas desnudas.

―Lo siento, Jimin... no puedo contenerme. ―La voz del pelinegro sonó ronca enviando una ola de sensaciones por todo el cuerpo del menor.

Estuvo a punto de protestar cuando sintió las manos de Yoongi comenzar a bajar por todo su abdomen haciendo que se estremeciera, acarició la suave piel de su cuerpo y olfateó su cuello embriagándose con el aroma suave que desprendía.

El pelinegro chupó uno de sus dedos para humedecerlo y luego lo adentró entre sus nalgas tanteando su entrada haciéndolo estremecerse, introdujo su dedo con cuidado haciéndolo jadear y removerse, lo embistió suavemente sacándole suspiros al menor quien había caído ante Yoongi una vez más. ¿Pero cómo no?, si solo él sabía dónde debía tocarlo, solo él tenía la llave de su cuerpo, solo él podía despertar tantas sensaciones que no conocía.

Besó su cuello al mismo tiempo que introducía otro de sus dedos, mordió y lamió el borde de su mandíbula haciendo que Jimin echara la cabeza hacia atrás dándole mejor acceso.

Jimin ronroneaba complacido como un gatito, por primera vez Yoongi estaba siendo suave y delicado. No supo en qué momento se había desecho de su ropa interior, pero ahora pudo sentir su erección desnuda rozar con sus muslos.

El mayor dio vuelta Jimin haciendo que quedara boca arriba y separó sus piernas metiéndose entre estas, suspiró al sentir como se hacía paso dentro de él, arqueó la espalda y Yoongi comenzó un vaivén suave pero firme con sus caderas. Se agarró a la cabecera de la cama para obtener mayor equilibrio y continuó embistiendo al chico con un ritmo demasiado satisfactorio.

―Joder, se siente tan bien. ―La voz de Jimin salió ahogada y cargada de emociones.

Yoongi lo miró con ojos brillantes y su corazón se apretó al sentir todos aquellos nuevos sentimientos invadirlo. Probablemente no estaba pensando con claridad, pero ahí estaba Jimin debajo de él, gimiendo bajito y jadeando de placer y no de dolor. Y aun así le fascinaba, simplemente le encantaba el menor, solo él.

Se sorprendió de sí mismo al saber que estaba disfrutando demasiado el momento, la simple acción de estar penetrándolo suavemente, de sus paredes calientes rodeándolo y de ver su rostro sonrojado contrastando a la perfección con su suave cabello. Y fue allí que entendió, que le encantaba Jimin. Ya no solo le gustaba causarle dolor, le gustaba Jimin, le gustaba su cuerpo, su piel, sus rasgos, la manera en que su culo apretaba su pene, era malditamente fantástico.

Yoongi golpeó fuerte en el interior de Jimin rozando su próstata y haciendo que se retorciera debajo de él.

―Y-Yoongi... ―gimió. Jadeaba incesantemente mientras apretaba las sábanas entre sus puños.

El pelinegro tomó el miembro de Jimin y comenzó a masturbarlo, ambos gemían complacidos sintiendo su orgasmo cerca, Yoongi se sentía mareado debido a las nuevas sensaciones y el conocido cosquilleo en su vientre.

Llegaron al clímax al mismo tiempo, haciendo que Yoongi cayera a un lado de Jimin totalmente exhausto, tomaron varias bocanadas de aire para tratar de normalizar su respiración y lo tomó de la cintura para pegarle a él.

Su respiración hacía cosquillas en la nuca del contrario y sin duda sus palabras lo tomaron por sorpresa. ― ¿Qué estás haciendo conmigo, Jimin?

¿Acaso ahora Yoongi entendería como se sentía Jimin?


Los ruidos en la planta baja de la mansión lograron despertarlos a ambos y Yoongi gruñó cuando sintió a Jimin removerse entre sus brazos. Dos toques en la puerta y luego la voz de Hoseok se oyó.

―Arriba bello durmiente y bruja malvada. Debemos preparar todo para esta noche.

― ¡Ve a coger a Taehyung y déjame en paz, caballo! ―respondió Yoongi amablemente en un gruñido antes de acurrucarse más escondiendo su rostro en el cuello de Jimin.

―Tienen quince minutos. ―Dicho esto se escucharon los pasos del pelirrojo alejarse y Yoongi suspiró resignado levantándose de la cama.

Jimin se relamió los labios al ver el cuerpo desnudo del mayor y este sonrió al percatarse.

―No me mires así, no hay mucho que podamos hacer en quince minutos.

Las mejillas de Jimin enrojecieron y enseguida se levantó dirigiéndose al baño que se encontraba en la habitación.

Una vez bañados y vestidos salieron juntos de la habitación para encontrarse con los demás.

Bajaron encontrándose con todos riendo y comiendo sándwiches, Jungkook al verlos sonrió y corrió a abrazar a Jimin quien correspondió el gesto del menor amablemente.

Una adorable muchacha le tendió un sándwich a cada uno y luego de un momento Hoseok comenzó a hablar.

―Bien, ha habido un ligero cambio de planes, debido a que Jeonghan no se encuentra en condiciones de ir a la misión ―Taehyung ahogó una risa―. Alguien... casi le desfiguró el rostro.

Hoseok miró a Jimin y este apartó la mirada fingiendo demencia.

― ¿Entonces como haremos? ―preguntó Jungkook.

―Baekhyun irá con Jimin y Kai ocupará el lugar de Jeonghan ―Todos asintieron atentos y esperaron a que Hoseok continuara―. Bien, repasemos el plan. Yo estaré en el último piso en el cuarto de cámaras vigilando todo, Jimin y Baekhyun entrarán para distraer a los ministros junto a Jungkook. Yo daré la señal a Yoongi y Taehyung para entrar, Kai se encontrará cuidando la puerta donde guardan los documentos que estamos buscando. El resto estará afuera rodeando el lugar por si algo sucede. Es muy sencillo, y tenemos todas las de ganar.

Todos asintieron captando las indicaciones de Hoseok y Jimin sintió su cuerpo temblar de emoción.

―Jimin, tú irás con Baekhyun, él te explicará que debes hacer. ―Como por arte de magia el rubio apareció en el salón con su típica sonrisa de diamantes.

― ¡Buenos días! Casi tardes ―El mayor miró su reloj y corrió a saludarlos a todos―. ¡Jimin!

El rubio envolvió a Jimin en uno de sus abrazos aplasta sesos. ―Baek, lleva a Jimin para que lo preparen. ―El mencionado asintió firme y tomó el brazo de Jimin para jalarlo mientras se despedía de todos.

― ¿A dónde vamos? ―preguntó una vez se alejaron del resto.

―A crear tu imagen para la misión. ―El rubio sonrió emocionado y abrió una gran puerta negra al final del pasillo dejando ver un gran salón de belleza. Está mansión sí que era increíble.

Una chica alta y delgada salió con una gran sonrisa saludándolos a ambos, su cabello era corto de color rojizo y tenía unas pecas que la hacían ver muy linda.

―Jimin, ella es Kim Lee, la mejor estilista del mundo. ―Baekhyun señaló a la chica y esta sonrió dulcemente.

―Mucho gusto, Jimin. Y no soy la mejor estilista del mundo, pero gracias por el cumplido. ―Lee guiñó un ojo y estrechó la mano de Jimin quién le sonrió de forma simpática.

― ¿Cambio para la misión de esta noche? ―preguntó dándose media vuelta e indicó que la siguieran.

―Sí, aquí están las sugerencias. ―Baek le tendió un pequeño trozo de papel a la chica y esta lo leyó cuidadosamente.

―De acuerdo, tomen asiento mientras busco las cosas. ―La pelirroja se alejó y ambos chicos se sentaron.

― ¡Esto es tan divertido! ―El rubio aplaudió emocionado cuando la chica llegó con varios frascos y peines dejándolos sobre uno de los tocadores.

―Primero que nada, tinte temporal negro. Fueron claramente específicos respecto a eso ―Jimin sonrió y se quedó quieto poniendo toda su confianza en manos de Lee―. Manos a la obra.

La chica se colocó unos guantes negros y sacó una brocha, se acercó a Jimin primero y puso lo que parecía un gel negro en todo su cabello, una vez que el cabello del pelirosa estuvo empapado en aquella sustancia procedió a hacer lo mismo con Baekhyun.

Pasaron largos minutos en los que la chica peinó, corto, lavó y seco los cabellos de los chicos.

Al terminar se vieron al espejo sorprendidos por el color negro tan brillante que poseían sus cabellos ahora, Baekhyun miró a Jimin y le sonrió en grande haciendo que Jimin no pudiera evitar sonreírle de vuelta.

― ¡Te ves hermoso! ―exclamó Baekhyun mientras apreciaba el cabello de Jimin.

― ¡Tu igual! ―Ambos chicos sonrieron y siguieron a la estilista quien los había llamado.

Caminaron un poco hasta un pasillo y la chica abrió una puerta dejando ver un vestidor que parecía más una tienda de ropa de diseñador.

Baekhyun saltó emocionado y enseguida corrió a ver todo lo que había en los estantes.


Había pasado tiempo ya, Yoongi, Hoseok y Taehyung se encontraban preparando las últimas cosas mientras esperaban a Jimin y Baekhyun en el salón.

― ¿Llevarás esto? ―preguntó Hoseok alzando una pistola, una Grand Máster X para ser exactos.

― ¿De dónde sacaste eso? ―dijo Taehyung abriendo la boca con ojos brillantes.

―La compré el otro día a un tipo que diseña armas de lujo.

―Eso pasa cuando tienes tanto dinero que no sabes en qué gastarlo ―habló Hoseok entregándole la excepcional arma a Yoongi.

Los chicos siguieron guardando todo en bolsos, desde pistolas, navajas, dagas hasta granadas y demás explosivos. Yoongi se encargaba de las armas junto a Taehyung y Hoseok arreglaba el equipo de monitoreo, incluyendo cámaras, micrófonos, etc.

Jungkook entro en la sala luciendo un fino traje Armani, que le sentaba a la perfección. ― ¿Como luzco?

―Bastante bien ―respondieron Hoseok y Yoongi.

―Te verías mejor sin nada ―respondió Taehyung haciendo que el menor se sonrojara levemente.

Estuvieron a punto de reír cuando Jimin y Baekhyun llegaron. Los ojos de Yoongi brillaron de fascinación al ver al ahora pequeño pelinegro.

Ambos llevaban el cabello de color negro e iban vestidos iguales, con camisas de seda sin botones con cuello v más abajo de las clavículas, pantalones negros de vestir ajustados, zapatos de vestir, y el accesorio que completaba su atuendo era una gargantilla de encaje del mismo color con algunos pequeños cristales del mismo color. Lucían sublimes y elegantes, pero a la vez malditamente sexys, en especial Jimin.

―Ya está todo listo ―habló Chanyeol entrando mientras ajustaba las mangas de su camisa, sonrió embelesado cuando sus ojos captaron a Baekhyun y se acercó a él enseguida para besar sus labios.

Ambos chicos llevaban un perfume bastante llamativo, era cítrico y dulce a la vez, era adictivo, hacía que quisieras aspirarlo todo el día. Los chicos tomaron sus cosas y se prepararon para salir, intercambiaron miradas y asintieron dando la señal de que estaban listos.

―Andando. ―Chanyeol camino junto a Baek mientras mantenía una mano en su espalda para guiarlo hasta afuera.

Jimin suspiró tratando de calmar los nervios cuando sintió a Yoongi tomarlo del mentón y girar su cabeza para besar sus labios. El menor sonrió ante el gesto y lo miró a través de sus ojos levemente maquillados, el mayor aprecio la belleza del chico de cerca, dándose de cuenta de que no había ni siquiera un defecto en aquel ser.

― ¿Estás nervioso? ―preguntó Yoongi acariciando una de las mejillas del menor.

―Un poco. ―Jimin se encogió de hombros y Yoongi le tendió una pistola plateada.

―Qué nadie te toque, pequeño. 

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