17
Reescrito.
Capítulo corto, especial.
Jimin se encontraba sentado sobre el mesón de la cocina observando fijamente un vaso de agua, llevaba haciendo esto alrededor de quince minutos con sus pensamientos perdidos en Yoongi y todos los problemas que lo rodeaban.
Para empezar, su padre no dejaba de fastidiarlo con el tema de Yoongi y la "información". Y junto con esto estaba el pelinegro, a quien no veía desde hace más o menos una semana. En el tiempo que llevaba conociéndolo ya había aprendido que el pelinegro tenía la manía de desaparecer por periodos cortos o algos de tiempo.
En segundo lugar, se sentía solo, había enviado a Seokjin con Namjoon hyung para que su padre no pudiera hacerle daño.
Y, por último, pero no menos importante, Jackson había llenado su departamento de pañuelos y botes de helado desde que Mark se había ido hace, casualmente, una semana.
Miró el reloj y bufó al saber que no faltaba mucho para que el pelinegro llegara nuevamente nadando en un mar de sus propias lágrimas. La situación desestabilizaba bastante a Jimin, ya que se le hacía muy difícil ver a su enamorado amigo sufriendo por la partida de su novio que ya no lo quería. Dejó caer su cabeza golpeando su frente contra el mesón cuando el timbre sonó insistentemente. Arrastró los pies hasta la puerta y abrió sorprendiéndose un poco al ver a Jackson evidentemente ebrio. Un lunes, a las tres de la tarde.
― ¡Increíble! Ya de por si te tenía que aguantar sobrio, ahora decides llegar ebrio.
Jimin cerró la puerta cuando el mayor entró dejándose caer en el sofá. No estaba totalmente ahogado en el alcohol, pero si se tambaleaba un poco e hipaba cada vez que respiraba.
El pelirosa se sentó junto a su amigo observándolo con pesar cuando las lágrimas empezaron a resbalar una vez más de sus ojos.
―T-Terminó conmigo... ―El pelinegro sorbió su nariz y miró a Jimin con ojos de cachorro, el corazón del pelirosa se rompió ante el tono de voz del chico y su mirada destrozada. Jimin suspiro abatido y se acercó aún más para abrazar a su mejor amigo y acariciar su cabello, esas eran unas palabras que Jimin había estado esperando desde el primer día que llegó llorando desconsoladamente a su casa.
― ¿Enserio? ―empatizó Jimin mordiendo su labio inferior cuando sintió las lágrimas mojar su camisa, pero aun así siguió mimándolo en silencio.
―D-Dijo que debíamos darnos un tiempo... --Para que yo no sufriera ―El pelinegro paso su mano por sus ojos antes de volver a hablar―. Dijo que no sería permanente... que íbamos a volver.
Jimin abrazó a Jackson con más fuerza como si eso pudiera unir las piezas rotas de su corazón. Lo sostuvo con fuerza varios minutos, dejando que el pelinegro se desahogara. Odiaba ver a su amigo así y lo juraba por Seokjin que si pudiera hacer algo para que estuviera mejor lo haría, sin importar que.
Luego de un tiempo la respiración de Jackson se normalizó y cuando Jimin creyó que caería dormido este habló.
―Jimin ―susurró el pelinegro y Jimin bajó su mirada a su rostro ―. Yo...
Jimin lo miró esperando a que hablara. ―Quiero... No sé cómo lo vayas a tomar... Probablemente me des una bofetada me botes de tu casa.
El pelirosa frunció el ceño claramente confundido y el mayor suspiró. ―Quiero qué tengas sexo conmigo.
Jimin abrió la boca en forma de "o" sin saber que decir y miró al pelinegro buscando algún indicio de broma, pero este estaba totalmente serio.
― ¿Q-qué? ¿Estas escuchando lo que me estás pidiendo? ―Jimin luchaba por asimilar las palabras del pelinegro.
―Yo sé qué suena como si estuviera aprovechándome.
―Me estarías utilizando, Jackson... Para olvidarte de Mark. ―Jimin pensó en sus propias palabras. "Si pudiera hacer algo para que estuviera mejor lo haría, sin importar que."
―No te estaría utilizando, Jimin... Tú me atraes, siempre he insinuado que me gustaría acostarme contigo.
Jimin mordió su belfo meditando su respuesta. ―Por favor, Jimin. Ayúdame a olvidar. Al menos por un momento.
El pelirosa cerró sus ojos y suspiró resignado asintiendo suavemente. ―De acuerdo.
Inmediatamente Jackson se incorporó tumbando a Jimin sobre el sofá y besando sus labios suavemente. Jimin luchó un momento, pero consiguió seguirle el beso, el pelinegro masajeó la cadera del menor consiguiendo que este se relajara poco a poco. Jackson comenzó a besar el cuello de Jimin haciendo que este cerrará los ojos dejándose llevar por la sensación.
No iba a mentir, Jackson le atraía físicamente, era guapo, tenía buen cuerpo y estaba logrando calentarlo, el chico sabía dónde tocar.
El mayor comenzó a retirar la ropa de Jimin mientras la arrojaba al suelo, luego hizo lo mismo con la suya dejando al pelirosa deleitarse con la imagen, los hombros anchos y el abdomen bien marcado de su amigo eran una imagen digna de apreciar. Jimin se mordió el labio y acarició el abdomen del pelinegro volviendo a besarlo. Jackson besó el pecho de Jimin y lo hizo chillar cuando comenzó a lamer sus pezones, deleitándose con la suave textura del menor.
En poco tiempo la ropa comenzó a desaparecer, hasta que solo estuvieron cubiertos por su ropa interior, Jimin gemía contra la boca de Jackson sintiendo como este masajeaba su erección sobre la tela del bóxer y movía sus caderas creando fricción entre ambos.
Jackson retiró la ropa interior de Jimin e hizo lo mismo con la suya, dejando a la vista su miembro bien proporcionado, Jimin relamió sus labios y sintió su entrada palpitar.
No podían culparlo, él era un chico joven con las hormonas al cien y un amigo bastante sensual.
El pelinegro lamió dos de sus dedos y seguidamente los condujo a la entrada de Jimin, los metió lentamente haciendo que el pelirosa arqueara su espalda y soltara un gemido.
―Mierda... Estás tan apretado. ―El pelinegro mordió sus labios y comenzó a mover sus dedos de adentro hacia afuera.
Un tercer dedo irrumpió en la entrada del pelirosa quien movía sus caderas al ritmo de los dedos del mayor, ya comenzaba a excitarse demasiado.
Jackson estiró su mano hasta el pantalón que yacía en el piso y sacó un preservativo de este para ponerlo en su miembro. Tomó a Jimin de la cadera y lo giró haciendo que este quedará sobre sus rodillas.
Jimin contuvo la respiración al sentir la erección de Jackson presionar contra su entrada. Gimió al sentir como Jackson se enterraba en él y se aferró al borde del sofá tratando de no pensar demasiado.
―Te sientes tan bien... ―Jackson se aferró a los hombros del menor y comenzó a aumentar el ritmo de sus estocadas haciendo que Jimin echara su cabeza hacia atrás por lo bien que lo hacía.
Comenzó a temblar cuando sintió un golpe en su próstata haciéndolo gemir alto, el mayor tomó a Jimin y volvió a ponerlo de nuevo debajo de él embistiéndolo con fuerza. Jimin comenzó a masturbarse cuando sintió su orgasmo acercarse. Jackson gimió cuando la entrada de Jimin lo apretó succionándolo por completo y haciendo que su semilla se derramara dentro de él, Jimin jadeó tratando de recuperar el aliento y Jackson salió de él dándole espacio. Jimin se levantó dejando que Jackson se recostara en el sofá.
―Eres increíble. ―Jackson miró a Jimin relamiéndose los labios y sonriéndole de manera coqueta.
―Para eso estamos los amigos. ―Jimin le guiñó un ojo y subió a su habitación para darse un baño.
Algo sobre la cama llamó su atención y se acercó observando una nota sobre la almohada, la tomó frunciendo el ceño y su piel se erizo cuando leyó el mensaje en esta.
"¿Sabes cuanta sangre puede perder un humano antes de morir?
Espero que hayas disfrutado este "favor" ya que no te quedaran ganas de volver a hacerlo."
Jimin se sentó en la cama aún con la nota en manos y sintió como se estremecía. No había que ser muy listos para saber de quién se trataba, tampoco tenía tiempo para pensar cómo había llegado eso allí.
Park Jimin, considérate muerto.
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