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03. Losing Mind

Un fuerte golpe en la cabeza y los gritos de su nombre era lo último que recordaba. Tenía miedo, estaba oscuro y podía sentir las cadenas rodeando sus muñecas y cintura, sabía que el consejo no se arriesgaría a perderla de nuevo, después de todo; ¿donde consigues un conejillo de indias tan resistente como ese?

Su cabeza dolía, casi podía escuchar sus latidos por el dolor. Comenzó a abrir sus ojos con lentitud y pronunció la primera palabra que se le pasó por la cabeza.

—Nine —dijo casi en un susurro y no le sorprendió demasiado no obtener ninguna respuesta, pero ella no iba a rendirse tan pronto—. ¡NINE!

Continuó gritando aquel nombre de la única persona que le inspiraba seguridad y confianza en ese terrible lugar, pero cualquier intento fue en vano. Sus sospechas habían sido ciertas al comprobar que aquel lugar había sido creado para contenerla, a ella y su poder.

—Buen intento, pero no podías permanecer escondida por siempre.

Las luces se encendieron, pudo sentir como su ritmo cardíaco aceleraba y su respiración comenzaba a agitarse, reconocía esa voz a la perfección. Titubeó mientras trataba de dar la vuelta y aquella molesta voz volvió a hablar.

—Solo un error, era lo único que necesitábamos para dar contigo y mira lo que pasó. Fuiste lo suficientemente tonta para dejarte ver.

La sangre le hervía, volteó hasta dar con aquella cyborg de mirada inexpresiva. Sisu no dio tiempo a mostrarse sorprendida o contrariada, endureció su expresión lo más que pudo para evitar verse débil, pero esto solo provocó una sonrisa socarrona en la otra eriza.

—Me alegra ver que no has cambiado 1512 —siseó—. Sigues siendo esa pequeña asustadiza que se esconde detrás de una mirada de desprecio, sigues siendo tan... tú.

—Tu tampoco lo has hecho Rose, sigues siendo la misma marioneta que conocí hace años. Me sorprende en lo que ellos te convirtieron —dijo con desprecio—. Lástima que no seas lo suficientemente inteligente como para sabotear tu sistema y probar un poco de la libertad.

—¿Me puedes recordar de que te sirvió aquello?, si de cualquier modo volviste al lugar en donde empezaste.

Sisu dirigió su mirada a cualquier otro lado, no quería darle la razón a aquél robot.

—¿Donde están los otros dos? —preguntó la eriza enfatizando la palabra dos. No quería que descubrieran su punto débil.

—Con el consejo, no sabes lo felices que están de tenerte de vuelta —burló.

Lo sabía, Sisu sabía lo mucho que Rose la detestaba, siempre se lo había hecho saber. Cada maldito minuto que ella había permanecido en ese viejo laboratorio, Rose se había encargado de hacerlo un infierno para ella, aunque desconocía el motivo.

—Supongo que para ti es algo malo ¿no?, tu amado consejo pasó por alto el hecho de que tu me buscaras estos últimos tres años y le dieron el reconocimiento a Babble. El adorable bebé al que le debo mi regreso.

El cambio en la actitud de Rose fue muy obvio, la seguridad que había mostrado hasta el momento se esfumó. Sisu sonrió como vencedora, pero aquello no duró por mucho. 

—Tendrás la oportunidad de agradecerle en un momento, no vine hasta acá abajo solo para saludar. Podrás hablar con ellos en persona.

La castaña palideció, unas profundas náuseas brotaron del fondo de su estómago y sintió que se desmayaba. Al ver aquél cambio, Rose retomó su postura a la defensiva, satisfecha de lo que sus palabras lograron en la castaña. Se acercó hacia la eriza y la liberó de la cadena que la mantenía prisionera de la cintura. Acto seguido, le señaló la puerta y le indicó que avanzara.

—Hay cientos de eggforces preparados para disparar —susurró en la oreja de Sisu—. Solo lo digo por si tratas de hacer algo estúpido.

Sisu apretó los puños y caminó en la dirección que Rose le señalaba. Al cabo de un rato, comenzó a escuchar las voces de Sonic y Nine, aquello le indicaba que estaban cerca. De lo poco que alcanzó a entender, su nombre fue mencionado en varias ocasiones, ambos preocupados de su paradero. Rose ingresó una contraseña y la gran puerta que estaban por pasar se abrió. La habitación estaba oscura, pero después de presionar unos cuantos botones, una brillante luz blanca, consumió parte de la oscuridad

Los ojos azules del zorro se encontraron rápidamente con la eriza y finamente pudo dejar de culpar al azulado. Soltó un suspiro que no fue audible pero que sí lo dejó descargar toda la la preocupación que había generado en un instante. Nunca se lo diría a la eriza, pero casi se moría por el simple hecho de no saber en donde estaba.

Sisu por su parte, miró con reproche al erizo de mirada esmeralda que permaneció callado por un buen rato y le dedicó una suave sonrisa a Nine. Ella tampoco lo confesaría, pero se había desgarrado la garganta gritando su nombre, solo para tratar de recibir la respuesta de que se encontraba bien.

—Entonces... ¿Sisu no está contigo o está muy molesta como para contestar? —volvió a preguntar Sonic. Pues sus ojos todavía estaban llorosos por la repentina aparición de la luz.

—Ya te había dicho que-

—Ahorra saliva erizo, ya estoy aquí —interrumpió la oji-azul.

Rose rápidamente la colocó al lado de Nine, experiencia para nada agradable, pues en ambos lados, habían eggforces con armas. Pendientes a cualquier movimiento de ambos prisioneros.

—¡Sisu! —el erizo dejó salir un suspiro y después rió—. ¿Cual de todas las manchas borrosas eres...? ¡Ah!, ¡¿AMY?!

La sorpresa tanto en Sonic como (T/n) fue inevitable. Sonic estaba feliz de reencontrarse con su mejor amiga y Sisu estaba confundida, pues ese erizo conocía el nombre de la cyborg. 

—¡Amy!, ¡genial! ya estamos avanzando. ¿Me das una llave? 

—Negativo, mi identificación es: Rusty Rose —respondió la eriza de pelaje rosa.

Los ojos de Sonic finalmente se acostumbraron al penetrante brillo de esas lámparas y pudo observar con sus propios ojos el nuevo aspecto de quién conocía como la eriza más amable en el mundo, pero que ahora lucía como aquellas máquinas que el tanto odiaba.

—¿Eres un robot? —preguntó sin creerlo.

—No, mejorada mecánicamente, adaptación requerida para sobrevivir como pronto descubrirás —soltó Rose, sin expresión alguna.

—Ay, Amy —fue lo único que Sonic pudo decir.

—Rusty Rose —corrigió la cyborg—. Deja de hablar, necesitas todo el aire que puedas acumular si quieres sobrevivir.

Cinco nuevos individuos ingresaron a la habitación. La eriza que para ellos era conocida como " proyecto 1512/(T/n)", no pudo evitar que el pánico se mostrara en su rostro. Conocía bien a el Consejo del Caos: Done-it, Deep, Don't, Babble y Mr. Doctor Eggman. Todos y cada uno peor que el anterior. Todos y cada uno, responsables de lo desgraciada que era ahora.

Todos responsables de que lo único que le importaba en el mundo y el ser vivo que le dio algo de esperanza, se estuvieran debatiendo entre la vida y la muerte en ese instante

《PARADOX》

Mantenerse invisible era su objetivo, y lo estaba logrando. Los minutos pasaban y los doctores apenas y la notaban, claramente ella no podía ser más feliz. Pasaría desapercibida, Nine y ella escaparían y podrían volver a la vida que tenían. Solo debía esperar.

—Se los dije; "eso" parece saber quienes somos, pero no tenemos información de "eso" en el banco de datos —informó Mr. Dr. Eggman, después de ver como Sonic parecía no estar tan sorprendido al saber de su existencia, pero si mostraba confusión al escuchar el nombre del Consejo del Caos.

—"Eso", ¿en serio? —preguntó el erizo con indignación.

—Es como si hubiera aparecido de la nada —opinó el Dr. Deep.

—¡¿Qué?!, eh estado aquí todo el tiempo, hermano —respondió Sonic, como si se burlara de ellos.

—Tal vez la respuestas estén en la firma de energía de esta criatura.

Lo dicho por Rusty captó la atención de todos los presentes, pues inmediatamente comenzó a proyectar todas y cada unas de la acciones provocadas por el erizo desde su llegada. Nine solo volcó los ojos ante tales imágenes, ese erizo no sabía nada sobre un perfil bajo y lo importante que era en esa ciudad. Sisu por su parte, miró cada vez más asombrada como Sonic podía destruir a tantos robots a la vez, el era la clave para derrocar al consejo y hacerlos pagar por sus fechorías.

—¿Puedo sugerir unas pruebas de diagnostico crueles y peligrosas para obtener su verdadero nivel de energía?, a no ser que nuestra querida (T/n) quiera ahorrarle el sufrimiento al erizo y decirnos su verdadero límite —propuso Rose, mirando a la eriza de puntas violetas.

La chica que había sido invisible para el Consejo hasta el momento, se llevó toda la atención de los doctores tan pronto escucharon su nombre. Los cinco pares de ojos la miraban sin descaro alguno, examinando cada expresión facial de la oji-azul. Afortunadamente, no mostró vulnerabilidad ante tal hostigamiento psicológico, y permaneció serena.

—¡Ah, magnífico! Finalmente tenemos de regreso a 1512/(T/n). No sabes cuánto te extrañamos pequeña —siseó Mr. Dr. Eggman.

—El placer de verlos de nuevo es todo mío, doctores —masculló la eriza tratando de sonar despreocupada, aunque muriera de miedo por dentro.

—¡Pero vamos niña!, Da un paso al frente para que nos expliques la energía que posee ese ser —señaló el anciano doctor Done-it.

Nine le dio una mirada preocupada a la contraria, ella suspiró profundamente para tomar valor y se acercó a Rusty Rose. Sus piernas le temblaron a cada paso que daba, el miedo crecía en su interior y mordía su lengua para evitar soltar lágrimas. Los recuerdos la invadían y solo podía sentir odio hacia los seis seres que parecían deleitarse con su temor.

—¿Y bien?

El doctor Don't despegó su vista del videojuego que jugaba, para prestar atención a lo que Sisu tenía por decir. Lucían impacientes por no generar el miedo que querían en la eriza, así que tenían que buscar nuevas formas para generar aquél sentimiento en ella.

—La verdad no eh pasado el tiempo suficiente con esa cosa como para descubrir el límite máximo de la energía que posee —suspiró la castaña.

Nine la miró aliviado, pues los doctores no parecían molestos con la respuesta como lo creyó. Pero celebró demasiado pronto, pues una descarga eléctrica terminó por hacerle sentir un fuerte dolor en todo el cuerpo. La eriza no lo vio venir y colapsó por un instante.

—¡No!

Sin embargo, el zorro no pudo acercarse a ella y los intentos de escape de Sonic fueron en vano. Solo les quedó ver cómo el consejo disfrutaba aquel momento. Con una total expresión de disgusto y un fuerte dolor en el brazo donde impactó el golpe, Sisu se reincorporó.

—¡Mientes roedor! Sabemos que los tres años que pasaste escondida no estuviste sola y esos dos debieron ser los que te ayudaron a escapar —escupió Done-it, apuntando a la eriza con su bastón.

—En primer lugar: soy un erizo, segundo: no me escondí, ustedes son demasiado idiotas como para ver lo que es mas que obvio —jadeó, con ambas manos en su estomago—. Y para terminar, yo no necesité ayuda para escapar, soy totalmente capaz de hacerlo por mí misma. 

Una nueva descarga atentó contra Sisu y segundos después, contra Nine, pues el zorro no había resistido más y había corrido en su ayuda. Sonic continuó forcejeando con la trampa que lo aprisionaba, no soportaba ser solo espectador de la destrucción de dos de las personas que más quería en el mundo: la chica que amaba y su mejor amigo. 

—¡Espera!, no miente, la conocí hoy —los doctores miraron al cobalto que lucía desesperado, así que el continuó:—. La conocí hoy, lo juro.

Nine ayudó a Sisu a levantarse, aunque el también se sintiera fatal internamente. El consejo sintió que ya había sido suficiente, así que volvieron al erizo cobalto.

—Todos los que estén de acuerdo en hacer pruebas con este roedor azul digan: Sí —dijo Done-it.

El consejo entero apoyó la decisión.

—Rusty, comienza las pruebas. Veamos que tan poderoso es —proclamó Mr. Dr. Eggman.

La cyborg cumplió con lo ordenado y encerró al erizo en una habitación diferente, pero con una pared de cristal que les permitía ver lo que ocurría con el.

—No te resistas, las cosas terminarán mal para ellos —indicó Rose, señalando a la eriza y al zorro que fueron nuevamente atacados por una descarga eléctrica.

Sonic miró horrorizado y solo pudo gritar que se detuvieran en lo que le hacían a sus amigos. Rose lo liberó en aquella habitación continua, para dar inicio a sus pruebas, después de ver que el erizo no se atrevería a nada mientras ellos tuvieran a Nine y Sisu como rehenes.

—Okay comencemos con la pruebas, entre más pronto comencemos, más pronto saldremos de aquí —aseguró Sonic.

Una parte de Sisu quiso detenerlos, no quería que alguien mas sufriera de lo que ella había tenido que aguantar por años, pero otra le decía que Sonic lo merecía, era su culpa que los hubieran atrapado. Nine en cambio, observó asombrado, si su teoría era cierta, Sonic tenía la misma energía que el fragmento que alimentaba la ciudad.

《PARADOX》

Sonic iba relativamente bien. Era descuidado y muy confiado en si mismo, pero esa actitud era lo que lo hacía pensar sobre la marcha. Aunque como cualquier ser vivo, también se comenzó a cansar, para el deleite del consejo.

—¿Es en serio, una bola para hámsters? ¿Pero cual es su problema?

—Las pruebas aún no son concluyentes, su límite máximo aun permanece desconocido —indicó Rose.

—Haz que la comadreja azul, corra —ordenó nuevamente Done-it.

Rusty asintió y aumentó la velocidad de la rueda y por ende, del erizo.

—Por favor Amy, ten compasión por tu amigo Sonic. ¿Qué no tienes corazón? —preguntó el oji-esmeralda.

—Birdie no está de acuerdo —la cyborg, presionó un botón que abrió la parte de metal que cubría su pecho, dejando ver a una pequeña flickie que le proporcionaba energía.

—Okay, no me refería a eso.

Sonic estaba atónito. ¿Eso era realmente requerido para sobrevivir? No quería imaginar el estado de Amy como para haber requerido tal mejora, eso solo lo hacía sentir peor consigo mismo.

—¡Sonic! —exclamó Nine, recibiendo un nuevo choque eléctrico.

Esto terminó por colmar la paciencia del azul.

—¿Quieren ponerme a prueba huevos? Pregunta: ¿Como molestas a un erizo? —su velocidad comenzó a incrementar—, respuesta: metiéndote con sus amigos

El erizo comenzó a correr con más fuerza en aquella rueda para hámster en la que se encontraba, liberando diferentes ondas de energía a cada paso que daba. 

—Yo me voy a quedar con sus púas —masculló Don't, sin reparo alguno.

Sisu lo miró con molestia y repulsión, ahora de verdad se comenzaba a preocupar por lo que haría Sonic o lo que esperaba lograr corriendo así de rápido.

—¡Lo sabía!, tiene la misma energía que alimenta la ciudad —le susurró Nine.

—¿Hablas en serio?

—Sí, solo observa las lecturas de la robot. Ni siquiera ah llegado a su límite máximo.

El asombro en el rostro de la oji-azul fue muy notorio, pues de un momento a otro, Rose comenzó a alejarse del monitor que comenzaba a sacar chispas.

—El campo de energía esta sobre-cargando nuestros sistemas —verbalizó Eggman.

—Resulta que la comadreja azul tiene energía después de todo —coincidió Done-it.

Sonic no se percató del momento en el que se dejó de sentir en esa bola para hámsters y comenzó a correr en un lugar diferente, adelgazando la barrera entre Nueva Yugork y el fragmento-espacio.

—Sonic está roto, todo está roto...

La silueta del erizo azabache apareció y desapareció tan rápido que Sonic no tuvo tiempo de pensar si era real o solo su imaginación.

—¿Shadow? Oh-oh, creo que los hot dogs con chilli ya hicieron efecto.

—¡¡SONIC!! —su voz. No era la intimidante voz de Sisu, era la dulce voz de (T/n), su (T/n). Lo estaba llamando.

El erizo miró a todas partes, esperando encontrarse con esa brillante mirada azul.

—¡(T/n)! —gritó, buscando a su Kai.

—¡Sonic, es el prisma!, ¡El prisma paradoja!...

Su voz comenzó a escucharse cada vez más lejos, pero nunca apareció una silueta tal y como sucedió con Shadow. Sonic comenzó a recordar un poco de los sucedido antes de aparecer en aquel lugar: el hablando con (T/n), ambos llegando al loop-de-loop, el yendo a recargar y su pequeña discusión con Shadow, pero después... nada.

Tal vez ese golpe del azabache había sido demasiado fuerte o solo estaba perdiendo la cabeza.

《PARADOX》

ANTES DEL ROMPIMIENTO DEL PRISMA.

Los seis héroes se encontraban en la cima de el Loop-de-loop como habían acordado, y aunque todos trataban de prestar atención a los detalles y armar un plan,  las continuas miradas que Amy lanzaba hacia los dos erizos que habían llegado juntos solo distraían a los demás. 

—¿Tu que opinas Amy? —preguntó (T/n) a Amy.

—¿Sobre que? —se exaltó.

—¿No estabas poniendo atención?

—¿Ah?, ¡sí! Permanezcamos juntos y...—la sugerencia de Amy se vio interrumpida por su erizo favorito.

—¡Gran idea!, iré a recargarme.

Dicho esto, el cobalto emprendió el camino en búsqueda de rings.

—¡Sonic! —Tails y (T/n) trataron de detenerlo.

—Supongo que no oyó lo de; permanezcamos juntos —comentó la peli-rosa.

—¿Alguna vez lo hace? —preguntó Knuckles con su típica expresión seria.

—Bueno, pero al menos nunca nos ha dejado peleando solos —defendió (T/n) con solemnidad. Knuckles la miró incrédulo pero le sonrió de cualquier modo.

—¡Exacto!, nunca nos ha defraudado cuando de verdad cuenta —la apoyó Tails—. Conocen a Sonic nos encontrará en algún momento.

El resto asintió ante lo dicho por el zorro y la morena, sabían de la profunda lealtad y devoción que le tenían al cobalto. Nada podría cambiar aquello.

O eso creían...

《PARADOX》

Los héroes se montaron en el avión para llegar a la cima de la montaña en donde se había generado la explosión. Amy iba sentada en el asiento delantero y Knuckles y (T/n) no vieron problema en ir cada uno en el ala del avión. Rouge por su parte, volaba por su cuenta.

—Wow, ¿están viendo esto? ¡Miren la franja de la falla!—dijo Tails, señalando una fractura en la montaña.

— Va directo a la cima de la montaña —informó la oji-azul.

—¿Alguien mas nota eso? —Amy señaló la bruma que cubría la montaña— la nube no se ah movido un centímetro. Eso no es natural. ¡Tails!

—Estoy en ello —acertó el zorro, dirigiéndose a las nubes.

La grieta los dirigió a una cueva que se había formado gracias a ella. Un grupo nutrido de badniks custodiaban la entrada y fue ello lo que les llamó la atención

—Wow ¿creen que Sonic este ahí? —preguntó el doble cola.

—¿Con todos esos badniks aun de pie? —Rouge se mostró incrédula.

—Nuestro amigo no es precisamente sigiloso —enunció Knuckles.

—¿Llegamos antes que el?, ¿cómo? —preguntó (T/n), buscando algún indicio de Sonic.

—Encuentra donde aterrizar, averigüemos que está pasando.

Tails obedeció a la peli-rosa y en ese instante, un presentimiento invadió a la castaña. No sabía porque, pero ese día tenía que comportarse más atenta a los detalles de lo normal. Algo en su interior le decía que esta vez no sería muy fácil.

Cuanta razón tuvo.

《PARADOX》

PRESENTE

Una onda de energía impacto en toda la ciudad, llevándose consigo la energía eléctrica. Los diferentes robots que el consejo usaba para mantener a raya a sus ciudadanos cayeron y estos aprovecharon para darles su merecido, esto también lucía como una oportunidad para que los rebeldes se infiltraran y rescataran a Sonic, Nine y Sisu, esperando que el primero los ayudará a re-obtener el hogar que conocían.

Las luces de Nueva Yugork volvieron a encenderse, Nine y Sisu contemplaban el espectáculo en silencio. Sonic yacía en el suelo, al parecer aquella onda lo había dejado inconsciente por un momento, pero al instante comenzó a balbucear.

—Prisma paradoja... Shadow... (T/n)...

—Prisma paradoja —repitió Sisu, que había escuchado todo lo que el cobalto susurró—. ¿Es ese el nombre del cristal que alimenta la ciudad?

Quedó pensativa por un momento, durante su tiempo encerrada había escuchado diversas cosas del consejo, y una de ellas había sido la de el fragmento que les proveía de energía que ocupaban para esclavizar a toda la ciudad. 

—¿Y? ¿qué me gané por pasar esta prueba eh? —rió Sonic.

—Unos minutos más de vida, supongo —Sisu se encogió de hombros.

—Esa rata azul, halló la forma de robarse nuestra electricidad.

—Corrección su eminencia, el no se robó la electricidad —dijo Rose—, si no...

—El trajo la suya —interrumpió Nine.

—¡¿Qué?! —se escandalizó Deep—, ¿a que te refieres con que trajo la suya?, ¿Como es que un erizo llega aquí con la misma energía que nuestra batería?

—Increíble nuestro cristal más su carga de energía nos daría suficiente electricidad para al fin aplastar a la resistencia y acabar con esos molestos rebeldes para siempre —intuyó Mr. Dr.

Babble comenzó a balbucear una serie de cosas que solo el consejo y Sisu pudieron entender. Y básicamente se resumía en extraer la energía de Sonic.

—Uy, ¿en serio?, ¿no crees que es un poco excesivo? —Babble negó—. Ya oyeron al bebé, traigan el extractor de energía.

Las ordenes fueran claras y cumplidas, aquel extractor se acercó peligrosamente al erizo, poniéndolo nervioso de inmediato.

—¿Alguien mas recuerda cuando usó frenos o solo yo? —trató de bromear.

—¡Saquen la energía prismática que tiene dentro de su pelaje espinoso! —ordenó el doctor Done-it.

—¡Momento! —interrumpió Sonic—. ¿Un erizo no merece sus últimas palabras?

—¡Bien!, pero se breve.

—Pues... ah...

—¡Erizo!, ¡Hazlo de una vez!

—Solo quiero decir que toda mi vida ha sido un paseo alocado —dirigió su mirada a Sisu y Nine, el último guiñó, dándole una esperanza de un plan al erizo—. ¿Quién hubiera imaginado los lugares a los que fui?, o los hot dogs con chilli que me comería al llegar a ellos. Pero al final de cuentas, no se trata de los altos o de los bajos, de los zigs o de los zags si no de los amigos que hicimos en el camino —volvió a mirar a Nine y a Sisu con más atención, por un instante sintió un deja vú, y dirigió un guiño esperando el plan del zorro.

—¡YA BASTA DE GUIÑARSE EL OJO! —ordenó Eggman con molestia.

—Sí un momentito, ya casi termino eh. ¿En que iba? ah...¡Amigos! a ver ¿en que estaba?... Big y Froggy siempre están ahí para levantarme el ánimo y... ¡Rouge! Ah ella y su corazón de oro escondido debajo de esas alas y... ¡Knuckles! con su... ¡Knuckles! También quiero agradecer a Amy...

—¿Agradecer? —cuestionó Deep—. ¿Cree que está ganando un premio o que?

EL bebé se desesperó y terminó por interrumpir el discurso del erizo.

—Babble tiene razón, casi es hora de cenar. ¡Acábenlo!

—Aww ¿tan rápido? —preguntó el erizo con un puchero—, pero todavía no eh terminado. Oye, señor muchos guiños, eh... tienes un plan ¿verdad? —se dirigió a Nine.

—No, perdón. Tengo polvo en el ojo —le restó importancia el zorro.

—Creo que esto es: Game Over —gimoteó Sonic, dio una mirada al lugar y se detuvo en los dos pares de ojos azules que lo miraban con atención—. Adiós amigo, adiós Kai...

Les sonrió sintiendo que sería la última vez que los vería y cerró los ojos ante la atenta mirada de los dos. Nine estaba confundido, ¿por qué de repente tenía las ganas de salvar al culpable de que él y el único que valía la pena en Nueva Yugork, estuvieran encerrados? Sisu por otro lado, pudo volver a confirmar la poca sensibilidad del consejo. Solo usaban a los demás para su beneficio personal, eso no podía seguir así, liberaría a Nine y ese erizo así perdiera la vida en el intento.

Los segundos transcurrieron con una tortuosa lentitud para el azulado, pero no pudo evitar soltar un suspiro totalmente aliviado al ver que el extractor se había detenido a escasos centímetros de su cara. 

—Estoy vivo, ¡estoy vivo! —exclamó con alegría genuina, que contagió a Sisu, la oji-azul que sonreía levemente ante la suerte del erizo.

Pero aquel milagro se debía a los líderes de la resistencia, quienes se habían infiltrado al laboratorio del consejo, dispuestos a liberar al erizo. Esos rebeldes eran conocidos por Sonic como: Knuckles y Rouge.

—¡Atrápenla! —ordenó Mr. Dr. a los Egg Forces que custodiaban a Sisu y Nine.

El zorro aprovechó esto para sujetar a la eriza de las manos y esconderla detrás de la computadora de Rusty, esperando el momento en el que ella se alejara para que el pudiera liberar a ambos erizos.

—¿Ya dejamos de ser sigilosos? —preguntó el equidna rojizo a su compañera, después de destruir un robot.

—Si, 100% —respondió la murciélago mientras lo imitaba.

Provechando su pequeña ventaja, los rebeldes se dirigieron hacia Sonic para tratar de liberarlo y que los ayudara a combatir, pero fueron detenidos por Rusty que les dio pelea de inmediato.

—Sucios rebeldes —espetó Eggman con desagrado—. ¡Destrúyanlos!

—Egg Forces, aseguren a los objetivos —ordenó Rose.

Más Egg Forces comenzaron a entrar al laboratorio y ahora Rusty también se encontraba en combate, lo que le dio la oportunidad a Nine de usar la computadora y liberar tanto a Sonic como a Sisu y él.

—Muy bien erizo, te toca —indicó con una sonrisa cómplice.

—Si quieres, pero estoy mareado por las pruebas de laboratorio —informó el cobalto, sobando su cabeza—. ¿Rouge? ¿Knuckles?

—¿Como sabes nuestros nombres? —pregunta la murciélago mientras trata de librarse de Rusty Rose.

—¡Rebel!

El equidna llega a tiempo para ayudar a su compañera con la cyborg. Sisu observó como los intentos de los rebeldes para acabar con Rusty eran en vano, así que decidió actuar por su cuenta, pero un fuerte agarre en su mano la detuvo.

—¡No! Ellos se están encargando, tú debes quedarte aquí —habló Nine, con un tono autoritario que Sisu no había escuchado jamás.

—Nine, si no nos deshacemos de Rose, ninguno de nosotros saldrá de aquí.

Los dos voltearon a donde había sido lanzado el equidna que anteriormente se batía en duelo con Rusty. Nine lo pensó, pero no podía arriesgarse a perder a quién más le importaba en todo el universo.

—Por lo que más quieras, no hagas nada que te mate —masculló antes de soltarla.

—Descuida, en un abrir y cerrar de ojos estaremos de vuelta en casa riéndonos de lo ocurrido —trató de bromear.

El zorro sonrió a medias y se encargó de hacer su parte al tratar de jaquear (según la RAE) las computadoras del consejo. Sonic seguía mareado por lo que solo se dedicaba a esquivar los robots que atentaban contra el. 

—¿Por qué sigue girando la habitación? —preguntó el oji-esmeralda.

—La habitación no gira, tu sigues mareado —enunció la eriza.

—¡(T/n)! —Sonic corrió inmediatamente a abrazarla, a lo que ella lo apartó segundos después.

—¿Te suena: (T/n) es el nombre de un experimento, llámame Sisu? —ironizó ella volcando los ojos.

—Tienes razón, suerte que para mí eres Kai —expuso Sonic con cierto tono coqueto y juguetón, que fueron suficiente como para hacer sentir algo nerviosa a la eriza.

—Parece que se termino la suerte.

Lo dicho por el equidna llamó la atención de ambos, pues ahora el láser daba vueltas, pero para fortuna de os rebeldes, les ayudaba en la destrucción de Egg Forces.

—O tal vez no —sostuvo la murciélago.

Debido al rayo láser, el consejo del caos prefirió huir del laboratorio para ponerse a salvo, para agrado de Sisu que confirmó su cobardía. La oji-azul ocupaba sus chem balls para congelar ciertas partes de los robots y facilitar su destrucción, pero eso no evito hacerla sentir un profundo miedo cuando observó como un robot se acercaba a Nine, dispuesto a atacarlo por la espalda.

Antes de que pudiera hacer cualquier cosa, Nine ya había desarmado algunas partes del robot con ayuda de sus colas, para después, empujarlo hacia el láser que seguía girando lentamente por toda la habitación. Miró a la eriza que no pudo contener su asombro y le dedicó una sonrisa picara, provocando un rubor carmín en las mejillas de la contraria.

Contrariado por la actitud del zorro y ciertas partes metálicas que formaban parte de su cuerpo, el equidna se acercó amenazante al zorro, aunque este ni se inmutó.

—No —lo detuvo—. Ponte al corriente equidna, yo soy uno de los buenos.

El tono desdeñoso en la voz del cánido, no dejo del todo convencido a Knucks, que se acercó a su compañera para seguir combatiendo a su lado.

Sonic seguía aun fuera de sí, por lo que al criterio de Sisu, todavía no era muy útil en la batalla. Así que fue ella quien se encargó de entretener a Rusty Rose, mientras los rebeldes se encargaban de los Egg Forces que aún amenazaban con destruirlos.

—Me sorprende lo predecible que eres (T/n) —rechistó Rose, esquivando dos chem balls.

—Tan predecible que no me pudiste encontrar en tres años Rose —burló, atinando a una de las piernas de la cyborg.

Encolerizada, Rose lanzó lejos a la eriza con uno de sus brazos y se libro de la trampa de Sisu. La de púas castañas terminó cayendo al otro extremo de la habitación, para fortuna de ella, sin ninguna herida más que dos raspones en los codos.

Rusty se cansó de juegos y fue por su objetivo, Sonic. Lo inmovilizó contra una pared y preparó su puño para lanzar el que sería el último golpe para el erizo.

—Pequeño erizo —masculló entre dientes—. Exterminar.

Sonic cerró los ojos viendo por última vez a Sisu, que corría hacia el con una chem ball en la mano, de un brillante color celeste.






Cap. 03 Losing Mind/Perdiendo la cabeza.

09/08/2023

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