Parte 18
-No te preocupes Gwen. Ship y yo nos encargaremos de ayudar a Ben, puedes estar tranquila. - insistió la joven de un precioso cabello negro, recogido delicadamente con una diadema rosada a través del holograma de la insignia de plomero que sostenía la pelirroja.
- lo sé, pero si ocurre algo no dudes en llamarme. Arrastrare a Kevin hasta la nave si es necesario, puedes estar segura de ello - afirmó con total seguridad - Aunque después tenga que soportar todas sus quejas en el camino - agrego, con un cierto tono de fastidio en sus palabras, mientras se dibujaba una sutil sonrisa en su rostro. Después de todo, lo que más apasiona a su novio en todo el universo, son los autos. ¿Y donde se podía encontrar lo mejor en tecnología vehicular?.
Bueno, al parecer la especie de Musculoso es conocida por fabricar lo mejor en tecnología vehicular se refiere y Kevin al ser un experto en el tema. Estaba al tanto de ello y de los eventos que se realizaban en Khoros cada año. Dejando muy en claro, que no tenia la más mínima intención de perderse la oportunidad de asistir a uno de sus eventos cuando el abuelo Max les informo de su próxima misión, la cual seria fuera de la tierra. Lo que nadie espero, fue que su primo en el momento que escucho en dónde seria dicha misión, brinco emocionado de donde se encontraba sentado, insistiendo que no deberíamos de perdernos el evento y que el solo se podía encargar de la misión sin ningún problema. Algo que a todos sorprendió y aunque sabíamos que algo estaba tramando. Por no perderse el evento, Kevin le dio por su lado, afirmando que él podía hacerse cargo. Algo que ni a ella, ni a su abuelo les pareció una buena idea, ahí era donde entraba Julie.
-descuida -insistió la joven, captando la atención de la chica -solo tenemos que ayudar a un plomero con su problema con las plagas, será pan comido. Además, tenemos a Ship, ¿Verdad chico? -pregunto con entusiasmo al aire, recibiendo un alegre "ship, ship" por parte de su querida mascota, la cual se trataba de la misma nave en la cual estaban viajando por el espacio.
Gwen sonrió, cortando la comunicación sin antes disculparse por ultima vez con la chica. Julie se despidió cordialmente, pero tan rápido como la pelirroja finalizo con la transmisión, se dejo deslizar sobre su asiento, soltando un cansado suspiro de alivio.
- Hahhhh!, ¡se preocupa demasiado, parece tu mamá! - expreso agotada - ¿no lo crees?... ¿Ben? - pero al no recibir respuesta alguna se enderezo sobre su asiento, volteando a ver donde se encontraba el castaño.
Del otro lado de la nave, Ben estaba sentado con las piernas extendidas sobre el panel de control de la nave. Hipnotizado, jugando con su nintendo DC color morado, decorado con una calcomanía de la trifuerza de su videojuego favorito. Estaba tan metido en su juego que parecía que si Vilgax atacara en ese preciso momento, el chico ni se percataría de su llegada.
Julie simplemente negó con la cabeza, sonriendo para si misma. El castaño no se encontraba en la tierra en estos momentos, no literalmente por supuesto.
Oh bueno, eso ya no importaba, porque a través del cristal de la nave, podía contemplar como un hermoso como majestuoso planeta con múltiples soles a su alrededor, deslumbraba con su brillo natural su vista.
Habían llegado a su destino, Revonia.
...
La nave comenzó a descender, levantando polvo al aterrizar en el área de aterrizaje designada, cercas de las granjas en las laderas y los cultivos que se extendían por todo sus alrededores sobre las montañas excarvadas como terrazas, ordenadas en la roca.
Frente a ellos un joven Revoniano vistiendo un traje de plomero tradicional, los esperaba al abrir la compuerta y descender la escotilla. Tan rápido como ship regreso a su pequeña forma Mecamorfica y brincaba a los brazos de Julie. Ben se adelantó a reunirse con el plomero que los esperaba.
- Rook!, que bien te vez, me alegro de volver a verte amigo! - expreso con entusiasmo, olvidando por completo que esta se suponía que era la primera vez que se encontraba con su antiguo compañero. Error que se dio cuenta al ver el rostro sorprendido del azulado.
Genial, ¿tan rápido había metido la pata ya?. Pensó, al verse obligado a mantener esa boba sonrisa en su rostro. La cual fue rápidamente correspondida con entusiasmo por parte de Rook. -Es un honor poder conocerlo, señor - expreso con cordialidad, extendiendo su mano al portador del Omnitrix.
Ben la observo un momento, incrédulo ante la manera tan educada de expresarse de su antiguo socio hacia su persona. Dejando escapar el aire de sus pulmones al sentirse aliviado.
Era verdad, no importaba si este universo estaba revuelto o loco. Rook siempre seria Rook y eso era algo que agradecía. Con el mismo entusiasmo de antes, estrecho con fuerza su mano y con alegría sonrió - Ben, dime solamente Ben.
...
Los jóvenes caminaban por la orilla de la ladera, siendo guiados por Rook, el cual los estaba poniendo al tanto respecto a su extraña situación con los Muroides.
- Entonces, ¿Qué tan grandes son los roedores de por aquí?. Quiero decir, para que necesites ayuda de los plomeros - cuestiono la chica a sus espaldas con Ship en sus brazos. Era evidente que esto no se trataba de un simple problema de plagas como había pensado originalmente, era más grave, lo podía sentir por la tensión en el ambiente. Los habitantes que se encontraban trabajando en los cultivos se veían cansados, pero alertas. Ocasionalmente cruzaban miradas entre si y los observaban.
- Bastante grandes - confirmo Rook, captando la atención de la joven - pero el tamaño no es el problema. Lo extraño es su resiente comportamiento.
- ¿Qué quieres decir?
- No me digas! - interrumpió Ben - comenzaron a caminar en dos patas y ahora están robando toda la Ogia del lugar - comento con un cierto tono de fastidio en sus palabras por la simple idea de tener que lidiar con el idiota de Fistrick y su interminable "hermano" en cada oración que decía. "Odia" con cada fibra de su ser, que lo llame así.
- De acuerdo no lo hare - estuvo de acuerdo el azulado, causando sorpresa y a la vez disgusto en el héroe al recordar que en efecto, era Rook. El mismo granjerito recién graduado de la academia que no comprendía las expresiones ni el sarcasmo de la Tierra... genial.
Julie simplemente se rio entre dientes, al notar el ceño fruncido en Ben y ese puchero infantil que en su rostro comenzaba a formarse. Aunque era un año mayor que ella, en ocasiones el castaño podía llegar a ser muy infantil cuando algo le disgustaba.
- Pero - Continuo Rook - considero que será más eficaz si lo observan por ustedes mismos - explico, deteniendo su paso y haciéndose a un lado para darles a los dos humanos una mejor vista del verdadero problema por el cual, el mayor los había llamado.
Ben levanto su vista, reconociendo al instante el lugar donde se encontraban. Se trataba del área donde los granjeros almacenaban la Amber ogia para todo el año. Enormes contenedores fabricados de la resina de la ogia, la cual era debidamente procesada para la construcción. Se encontraban casi por completo desmanteladas, solo quedaban algunos vestigios que delataban que antes había una construcción en ese lugar.
- Viejo, ¿Qué fue lo que paso aquí? - cuestiono, claramente confundido el menor.
- Me avergüenza admitirlo, pero mi gente y yo... fuimos superados - confesó - Originalmente habíamos tenido problemas con algunos aldeanos que intentaban robar las naves que arribaban en el planeta, pero cuando suspendimos el acceso de las naves a Revonia los incidentes se detuvieron, pero ahora los Muroides comenzaron a mostrarse más agresivos de lo normal. Causando destrozos en los silos, además de saquear las herramientas que usamos para la cosecha y la construcción - explico, para sorpresa de los dos humanos presentes.
Era extraño, ¿cómo unos simple roedores pudieron hacer algo así?. Aunque pensándolo bien, no estaban en la tierra y todo lo relacionado con alienígenas y Ben era más que suficiente para rayar en lo extraño y anormal. Pensó la joven al observar el rastro de garras que sobresalía en la superficie de algunas de las partes de los escombros que yacían en el suelo.
- ¿Y la ogia no la han tocado? - cuestiono Ben, acercándose a un lado de su ex compañero.
- Cuando los incidentes empezaron, dejaron de prestarle interés a la Amber Ogia, eso fue lo más extraño, solo estaban destrozando las instalaciones para robar sus partes y algunas herramientas de trabajo, pero recientemente comenzaron a intentar robarla causando más perdidas. - izo una pausa, desviando la vista del menor - Me temo, que si esto persiste, será muy difícil para mi gente lograr cosechar y almacenar toda la Amber ogia para este año. Fue por eso que solicité ayuda a la base de los plomeros, antes que las pérdidas fueran inconmensurables. - confeso. Ben lo observo, su amigo estaba claramente preocupado y no era para menos, la ogia lo era todo para su gente.
Sin pensarlo, intento tranquilizarlo dándole unas cuantas palmaditas en la espalda. Acción que a Rook desconcertó y aunque no sabia, ¿el porque?, agradeció.
- Gracias, pero todo esto simplemente no tiene sentido, es como si.
- ¿Cómo si alguien los estuviera controlando? - termino su oración provocando sorpresa en el joven, Rook asintió a lo cual Ben comenzó a pensar sin darle demasiada importancia a la mirada interrogante de parte del azulado hacia sus palabras. Coloco su mano sobre su barbilla, pensando. Ciertamente este no era el estilo de Fistrick, pero era evidente que alguien más los estaba controlando, ¿pero quien y para que?.
Fue cuando el grito de un revoniano se hiso presente, sacándolos a ambos de sus pensamientos.
¡Muroides!, ¡Muroides!, se escuchaba a lo lejos, acompañado por los golpes de las herramientas al chocar entre si. Atrayendo la atención de los aldeanos presentes.
- Muroides?!, esta ya es la tercera vez en este día - expreso con desdén al sujetar su arma, preparándose para reunirse con su gente. Pero antes de siquiera dar dos pasos, Ben se interpuso en su camino, extendiendo sus brazos para bloquear su paso. - wow!, tranquilo amigo, pero si te parece bien. ¿Qué tal si lo hacemos a mi manera?, creo tener una idea de donde se puede estar escondiendo el responsable. Pero te advierto, tendrás que tener la mente abierta y confiar en mi.
- Rook lo observo confundido, ¿mente abierta?, ¿necesitaba tener la mente abierta para dar con el responsable?, ¿Cómo se abría la mente?, pero más importante, ¿tenia que ser en este preciso momento, cuando los muroides estaban atacando los silos?. Ben al ver su rostro pensativo y su sien que se fruncía con cada segundo que pasaba, sonrió. Dándole un fuerte manotazo en la espalda, sacándolo de sus pensamientos. - es solo una Expresión!, no lo tomes tan literal - declaro con humor, provocando la confusión en el mayor.
...
No muy lejos se encontraban seis silos más, los cuales eran custodiados y vigilados por los aldeanos presentes. Entre ellos, un revoniano de edad avanzada el cual maniobraba con precisión y habilidad su herramienta de trabajo, para golpear a los Muroides que se abalanzaban con intenciones de llegar a los silos.
- No dejen que se acerque más!, ya suficiente destrozos han provocado! - exclamó el mayor de los Rook, su voz gruesa denotaba colera y cansancio. Ya era la tercera vez que atacaban ese día, no podían permitirse bajar la guardia ni un solo segundo. Tomo una gran bocanada de aire, para girar su arma en su mano y golpear a otro roedor a sus espaldas. Solo le gustaría que su hijo mayor estuviera aquí y no afuera con esos extranjeros a los cuales había pedido ayuda. Golpeó a otro roedor, soltando el aire de sus pulmones, pero aun que no le agradaba la idea, debía de admitir que a estas alturas cualquier ayuda sería de utilidad en estos momentos, incluso si provenía de afuera.
- Padre! - advirtió la mayor de sus hijas, Rook Da al oírla alzo su brazo, atrapando la bengala que su hija le había arrojado.
- ¡no se rinden, espero que Blonko no se encuentre muy lejos y pueda venir con la ayuda!. ¡La necesitaremos si esto continua así! - Shar encendió su bengala y junto a su padre se unieron a los demás aldeanos en la lucha.
A pesar de su claro temor por el fuego, los roedores corrían con frenesí hacia los silos, envolviendo su cuerpo para esquivar las bolas de fuego qué los aldeanos lanzaban de sus bengalas a los roedores. Varios de ellos eran golpeados siendo rápidamente remplazados por otros que continuaban con su carrera, lanzándose contra los aldeanos, los cuales bloqueaban sus mandíbulas con las bengalas. Uno de ellos arranco la bengala de las manos de uno de los aldeanos con sus fauces para brincar sobre él y atravesar el sendero, los demás roedores al verlo comenzaron a imitarlo. Consternado a los aldeanos presentes, que no podían creer que los estuvieran sobrepasando.
Fue solo cuestión de segundos para que los roedores alcanzarán los silos y se dispusieran a trepar sobre ellos. Al ver eso, el más pequeño de los Rook se las arreglo para alejarse de la seguridad de su madre y atravesar el camino entre los Muroides y los aldeanos. Rook Da se percató de las intensiones de su imprudente hijo menor. - Pequeño!, regresa aquí! - exclamó. Sin ser escuchado por el menor de sus hijos, Rook Shar al oír las palabras de su padre mando a volar a uno de los Muroide con su arma, para ir a darle freno a su pequeño hermano menor. - Yo me encargo, padre!.
Al llegar al silo, dio un salto, subiendo a la escalera y sin pensarlo dos veces se dispuso a subir. Paso a paso iba subiendo, les mentiría si dijera que el menor tenia un plan, pero la realidad era todo lo contrario. Su juventud e inexperiencia lo empujaban hacerle caso a su instinto de proteger y ayudar a los suyos como todos los adultos de su aldea. Subió un poco más, sus ojos se agrandaron cuando una parte de la estructura fue violentamente arrancada por los roedores que ya se encontraban arriba, cayendo a unos cuantos sentimientos de él. Soltándose en el proceso para terminar colgado únicamente de su cola, agradeciendo aún no haberla perdido.
- wow!, je eso estuvo cercas- se dio la vuelta para sujetarse de la escalera cuando le pareció haber visto algo extraño moverse a través del rabillo del ojo. Se giro, pero solo alcanzó a ver como un manchón se movía a gran velocidad, levantando el polvo a su paso entre los aldeanos y Muroides precentes.
- ¡increíble!, Que es eso?! - expreso extasiado al ver cómo ese manchón subía por el silo, perdiéndolo de vista. Emocionado continuo avanzando hasta ver desde su posición cómo los Muroides salían volando, cayendo hasta el suelo, donde alcanzó a ver como su hermana mayor se detenía frente a la escalera, la chica subió su vista ignorando los roedores que caían a su alrededor y huían presas del pánico. Su mirada estaba llena de severidad, lo cual erizo el pelaje del pequeño. Ya se imaginaba la reprimenda que le darían sus padres después de esto, trago saliva pero al intentar bajar uno de los Muroides que había sido lanzado termino por chocar contra el infante.
- Ahhhhh!!! - grito al sentir como su cuerpo era atraído por la gravedad del planeta. Shar entro en pánico, sintiendo como su sangre se helaba de golpe, mientras su corazón latía con fuerza en su pecho al ver como su hermano caía al vació.
- Ups - dijo Ben convertido en Spidash al asomarse por arriba del silo, desapareciendo en un instante al correr hacia abajo. Antes que el infante se estrellara contra el suelo, él menor se cubrió con ambos brazos el rostro cuando sintió como era atrapado en el aire por un extraño ser escamoso. Se deslizo unos metros, deslizando su cuerpo para girar y frenar con sus orbes negros en su pies azules, levantando una camino de polvo a su paso.
- ¿Te encuentras bien, pequeño? - pregunto el kineceleran al levantar al menor a su altura. Pequeño lo observó con esos grandes ojos Ámbar, sonriendo al darse cuenta de quien era. - ¡Ben 16!, realmente eres tú?!, Esto es asombroso!!. - exclamó emocionado al mover su cola de un lado a otro. Spidash sonrió, el pequeño siempre fue un gran fan de su hermana, corriendo y brincando extasiado cuando la miraba. Siempre le pareció alguien muy tierno con esa colita que el menor tanto insistía en querer deshacerse de ella. El alíen lo bajo, revolviendo con simpatía el pelaje del menor con su mano - tomaré eso como un si, ahora quédate con tu hermana mientras yo me encargo de esto - dijo al salir corriendo hacia los silos y continuar derribando Muroides como si meros pinos de bolos se tratarán.
Shar solo alcanzó a ver cómo ese extraño ser se alejaba, su expresión de alivio cambio a una de confusión - ¿como sabe que soy tu hermana?.
- Es Ben 16!, de seguro Blonko le dijo!.
- Si?, tal vez, aunque fue extraño.
Una vez que terminó de deshacerse de los roedores que insistían en trepar a los silos, presiono un botón en su casco negro, deslizándose la visera que cubría su rostro. Observó hacia abajo, los aldeanos estaban logrando ahuyentar a los Muroides restantes, mientras estos huían a la misma dirección donde recordaba que el idiota de Fistrick se escondía con su séquito de hermanos roedores. Bajo una vez más la visera al observar a un Muroide no muy lejos de donde se encontraba él, intentaba huir con unas cuantas Amber Ogia. - perfecto - dijo al bajar del silo y correr hacia su dirección. Atrapándolo en un instante entre chillidos histéricos por parte del roedor.
- Muy bien, si sabes lo que te conviene empieza hablar, dime ¿quién es tu líder?, ¿Albedo?, ¿Khyber?, ¿el raro del pueblo?, ¡Solo no me digas hermano!, Porque ahí si, tú y yo vamos a tener un serio problema, ¿Oíste amiguito?. - cuestionó mientras lo alzaba y lo hacía girar de arriba a bajo, de izquierda a derecha en busca de alguna pista del responsable. El pobre Muroide chillaba en pánico, mientras le brotaba esa viscosa saliva del hocico. Spidash se detuvo, al ver que el roedor intentaba decir algo.
- Na.. nave - fue lo que dijo entre chillidos, mientras sus ojos intentaban dejar de dar vueltas dentro de sus cuencas.
- Nave? - cuestionó el héroe, cuando el Muroide lo mordió en el antebrazo, causando que lo lanzara al aire y callera en el suelo de espaldas, mientras el Kineceleran agitaba frenéticamente su brazo de un lado a otro - ahhhhhhh!!, Que me da!, Que me da!, Que me dio!!.
El Muroide al reincorporarse de pie, solo lo miro y tras una pequeña pausa, repitió la misma palabra antes de huir junto a sus compañeros. Dejando a Spidash confundido ante la extraña declaración del roedor.
- Nave?, ok... eso si es nuevo. ¿Pero que quiso decir con eso?... Y espero no contraer una extraña enfermedad después de "Esto" - hiso una mueca de asco al ver en su brazo rastros de baba de roedor. - espero que Rook y Julie hayan tenido suerte.
N/A: me tomo tiempo armar bien esta aventura, escribía una parte y continuaba con la otra, para darme cuenta que la primera estaba mal o no coincidía con lo que estaba escribiendo y si lol
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