Parte 17
Un inconfundible auto deportivo color morado con dos rallas negras, verticales en el centro, se estacionaba en frente de una residencia en medio de ese tranquilo barrio. Tranquilo mientras ningún villano se le ocurriera atacar a nuestro héroe en su propio hogar. Lo cual si había ocurrido en el pasado.
El castaño se bajo, despidiéndose con una sonrisa de su prima y su amigo, mientras los veía alejarse. Sonrisa la cual se borro cuando los perdió de vista al girar en una esquina.
- Vaya día - se quejo al sacar su celular para observar sus mensajes y leer por onceava vez, el mensaje que le había mandado Julie, hace una hora atrás.
Realmente lo había arruinado, ¿Por qué la única vez, que parecía que por fin tendría la oportunidad de impresionar a la chica que le gusta, se le tenia que ocurrir al universo sacarse de la manga ese mentado aniquecosa y amenazar con destruir el universo?.
- Ahhhh! - se rasco la cabeza en frustración y aunque sabia perfectamente, que tenia que agradecer que al final todo resulto en una farsa y el universo no estaba realmente en peligro, ¿Qué hubiera pasado si no hubiera sido así?.
Era frustrante no saber lo que iba a pasar, se suponía que todo esto ya lo había vivido antes, pero aun así. El universo se empeñaba en encontrar una manera u otra, para hacerlo quedar como un idiota, cada vez que las cosas no ocurrían como lo habían hecho en el pasado.
Suspiro, pero eso ya no importaba, esa caja ya no era problema suyo y ahora era problema de los plomeros, pero gracias a eso, termino por perderse el partido. En verdad agradecía mucho que Julie fuera tan comprensiva con él, no por nada eran amigos desde el preescolar y la chica ya sabia a lo que se atendía con él, más ahora que tenia el Omnitrix. Es por eso que tenia que pensar en algo para recompensárselo. ¿Tal vez una nueva raqueta?, no... ya le había regalado una en su cumpleaños, ¿quizás algo para el cabello?. ¡Si!, Eso es, a las chicas les gustan esas cosas, sonrió con más confianza al abrir la puerta de su casa y entrar.
- Regrese!. - aviso como era de costumbre.
- Bienvenido, Benjamin - lo recibió una voz masculina, que no era para nada la de su padre. Lo cual lo tomo por sorpresa, alertándolo hasta el grado de dar un salto a la defensiva hacia atrás, apunto de activar su Omnitrix. Si no fuera porque alcanzo a reconocer a la persona que lo recibía.
- Veo que ya te acostumbraste a usar el Omnitrix, esta vez tus instintos reaccionaron tomándolo en cuenta, no como la ultima vez - comento con humor aquel hombre de aspecto peculiar que se encontraba sentado, tranquilamente en la sala de estar, observándolo.
- ¿Paradox?, ¿Por qué siempre tienes que asustarme así?. ¿No puedes enviarme un mensaje al celular como la gente normal? - cuestiono, más en broma que hablando en serio. Sabia perfectamente que eso era algo que no podía hacer el profesor.
Paradox sonrió, comprendiendo el humor en las palabras del menor. Ben simplemente cerro la puerta detrás de él, para dirigirse a la cocina y sin voltear a mirar al hombre, pregunto - ¿café o te?
- Una tasa de té me parece bien - acepto complaciente.
Paradox era la única persona además de él, que sabia la verdad respecto a esta realidad. Lo que paso ese día, Alex y el desgarre que provoco en su dimensión. Al principio debía de admitir que le pareció un hombre extraño con un gusto excéntrico en la moda. Sin mencionar que casi no le entendía cuando hablaba del universo. Era como escuchar a Azmuth, pero sin los constantes regaños a su persona.
Pero después de su pequeña crisis cuando despertó en su cuerpo de 10 años, descubriendo lo inestable y peligroso que era su mana, el viajero le había prometido que no lo dejaría solo y que seguiría viniendo para guiarlo y saber sobre su progreso. Lo cual cumplió y aunque en realidad el hombre ignoraba sus verdaderas razones para usar el Omnitrix, creyendo que lo portaba como una manera de recordar a su hermana. La realidad no podía ser más diferente y aunque no le gustaba mentirle, sabia que solo lo preocuparía más, si le decía la verdad.
Lo ultimo que quería era que le tuvieran lastima o compasión. No era como que él fuera la única persona en todo el universo que perdía un ser querido, mucho menos la ultima, pero quizás si la más egoísta por aferrarse a un imposible y querer cambiar esta bizarra realidad en la que esta obligado a repetir.
Lo único que si agradecía sinceramente, era tener a alguien con quien poder hablar sin que lo trataran como un loco o un paranoico.
Fue un error garrafal contarles la verdad a su familia y amigos, hubiera sido más fácil fingir ignorancia y actuar como lo hiso su hermana en primer lugar, pero lo hecho, hecho esta y ahora tenia que cargar con las consecuencias de su error.
Pensó al servir el agua caliente en una taza color blanco con un decorado de geranios pintados en ella. Mas tranquilo, camino hacia la sala de estar donde estaba sentado el profesor, observando o eso parecía que estaba haciendo, el ventanal de la sala de estar. Parecía pensativo.
No le dio mucha importancia y sin más, solo coloco la tasa de té frente a él, captando su atención. Paradox agradeció, tomando la taza entre sus manos y prosiguiendo a beber de ella. Ben se dejo caer en el sofá junto a él, en silencio. No era la primera vez que lo veía así, en ocasiones el profesor se encontraba inmerso en sus pensamientos, como si algo le preocupara. Creía que se debía a su labor como heroe del tiempo, ya saben. Debía de ser muy duro ser la única persona en todo el universo capas de arreglar la historia. Pensó al sacar del bolsillo de su chaqueta café su Nintendo DC color morado y comenzar a jugar.
- Debo decir - inquirió el profesor, esperando captar la atención del menor - Que ciertamente me pareció curioso ver a la señorita Gwendolyn y a kevin, afuera de tu casa en lugar del joven Rook Blonko como era lo habitual.
- Si, ¿Qué te puedo decir?, mi universo, dimensión o realidad esta revuelto y me odia - se quejo el castaño sin apartar su mirada de la pequeña pantalla de su portátil.
- ¿Quieres contarme sobre ello? - insistió, esperando una respuesta favorable. Ben simplemente suspiro, soltando su portátil sobre sus piernas y cruzándose de brazos. - quiero decir, no me malinterpretes es genial y todo tener a Gwen y a Kevin conmigo en esta realidad. ¡Pero lo que no puedo entender!, ¡¿es porque tantas otras cosas más, tienen que ser tan diferentes a como eran antes?!. - expreso exasperado, alzando sus brazos con disgusto - por ejemplo, solo esta semana. Primero Khyber y su mascota decidieron aparecer hace unos días atrás, causando un alboroto en pueblo bajo, en lugar de hacerlo cuando tenía 11 como lo hizo cuando estaba tras mi hermana y después, ¡aparecen nuevos payasos como ese loco de Vapor Smythe y su cuervo raro con su anticuado ideal de un mundo sin tecnología y bla, bla, bla, o algo por el estilo. ¡Oh yo que se!... la verdad, no es como que los escuche del todo, solo empiezan a dar sus discurso de villano de segunda y automáticamente pierdo el interés en escucharlos.
- Comprendo, pero considerando las consecuencias desastrosas que puede conllevar una ruptura en una realidad. Considero que una cuantas incoherencias en tu historia es un pequeño precio a pagar. Después de todo, en el peor de los casos, bueno. Ya lo as experimentado con la destrucción de casi toda la existencia de tu realidad, perdiéndote por un momento "fuera del tiempo". - hiso énfasis en lo ultimo, provocando un escalofrió en el castaño al recordar ese desolador lugar en blanco.
- Ni me lo recuerdes - lo ultimo que quería era regresar a ese lugar - bueno al menos el día de hoy no estuvo tan mal, fue un caos y un desastre para variar, pero al final resulto ser una farsa ese mentado aniqueya, que tenia a todos tan aterrados e histéricos. Jejeje, quiero decir, Incluso Argit estaba más histérico que de costumbre y Kevin, oh viejo su cara - expreso con humor, recordando como tenia a todos aterrados esa pequeña cajita. Cuando Paradox se levanto de golpe de su asiento, sorprendiéndolo.
- ¡¿El Anihilaard apareció en este universo?! - cuestiono él profesor con una repentina seriedad y preocupación en su tono de voz, lo cual no paso desapercibido para el castaño.
Era verdad que, desde que fueron a investigar una serie de disparos proveniente de una nave abandonada a las afuera del planeta. Terminaron envueltos en una persecución con Argit, los hermanos Vreedle y el emperador Milleous por una supuesta arma que podía destruir todo el universo y aunque al principio se mostraba escéptico ante las advertencias de Kevin y Argit. No negara que por un momento si se llego a preocupar por la posibilidad de estar en peligro universal y ahora con la reciente reacción del profesor. Comenzaba a preocuparse si fue una buena idea habérselo dejado a los plomeros, cuando era bien conocido que su seguridad no era la mejor.
- Si?, pero quiero decir, no paso nada al final, resulto ser falso. - intento restarle importancia al asunto.
- Ben - interrumpió al castaño, colocando sus dedos sobre su cien, presionándola. Esto era justo la razón por lo cual debía de estar atento a las anomalías de este nueva realidad. Eran demasiado impredecibles y algunos eventos no debían de ocurrir como en otras dimensiones o realidades. Principalmente cuando este Ben aun carecía de una muestra de ADN de un Celestialsapien en su Omnitrix. Suspiro, manteniendo la compostura - El Anihilaarg es real y puedo asegurarte con total seguridad, que las leyendas que rondan sobre él son verdaderas y verídicas - afirmo con seriedad.
- En ese caso... ¿fue bueno que Gwen lo haya atrapado en el ultimo momento, antes de caer al suelo cuando todos se estaban peleando por él? - bromeo, intentando ocultar su nerviosismo.
- si y debo preguntar la ubicación del Anihilaarh en cuestión - pregunto, alzando una ceja.
- ¡No te preocupes!, el abuelo Max dijo que lo aguardaría en una de las bóvedas de máxima seguridad de los plomeros y si no es suficiente. Yo mismo me encargare de ocultarlo.
- Ben, esconderlo en una caja de zapatos dentro de tu armario no es el lugar ideal para esconder un arma capas de destruir todo el universo.
- ¿Mi?, ¿como sabias que estaba pensando en eso? - en ningún momento había dicho algo de su armario y no era como que alguien más aparte de Alex supiera de su habito por esconder algunas de sus cosas en las cajas de los zapatos, ni tan importante como para que el profesor estuviera enterado de algo tan trivial. Después de todo, ¿Quién buscaría algo tan importante en el armario de un adolescente?.
Paradox guardo silencio por un segundo, aclarándose la garganta - Eso no es importante por el momento, la prioridad aquí es asegurarnos que el Anihilaarh no caiga en manos equivocadas. Por lo cual, preferiría que esa arma no estuviera aquí, ¿podrías? - extendió su mano hacia un lado de la sala de estar, abriendo un vórtice color azul en el proceso.
Ben lo observo y con fastidio, se levanto sin ganas de su asiento - Bien, pero si me meto en problemas te echare la culpa.
- Me parece bien - acepto la amenaza del menor.
- Dices eso porque nadie te conoce. - argumento el castaño, mientras entraba en el vórtice a regañadientes, siendo seguido por el profesor.
- Precisamente - dijo al final para después cerrar el vórtice tras de él.
Lo que ninguno de los dos sabia, era que a tan solo unos segundos de su partida hacia los cuarteles de los plomeros. Sandra, la madre del castaño entraría por la puerta principal, cargando varias bolsas de papel con diversas frutas y verduras en ellas.
- ¿Ben? - pregunto confundida al jurar que había escuchado la voz de su hijo, acompañado con lo que le pareció, ¿un hombre mayor?.
Alguien tendría que dar muchas explicaciones cuando regresara, eso era seguro.
N/A un capitulo corto, pero importante, Ben necesitaba desahogarse lol. En el siguiente capitulo comenzaremos con otra aventura de nuestro heroe Ben 16.
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