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Parte 13

Pueblo bajo, un pequeño pueblo situado justo de abajo del Bellwood. Se encontraba en estos precisos momentos en un completo caos. ¿La razón?, un mortífero Terroranchula se encontraba persiguiendo a un pequeño Insectoid, destruyendo todo a su paso.

- Ahhhhh!, Aun lado, voy pasando! – le advertía el pequeño alíen amarillo a la multitud de alienígenas y vendedores que iban pasando, los cuales al verlos hacían todo lo posible por salir de su camino.

El pequeño alíen dio vuelta en una esquina al intentar alejarse lo mas posible de las zonas pobladas y perder a su perseguidor. Pero cuando creyó que al fin lo había perdido, su atacante lo sorprendió reapareciendo justo a unos pocos metros de distancia de él. Destrozando uno de los establecimiento de comida alienígena locales del lugar.

- Woww!, ¡¿como izo eso?! - El temible alíen rugió con ferocidad, provocando conmoción y pánico entre los habitantes que circulaban cercas de la zona.

Los cuales, sus gritos no se hicieron de esperar al huir presas del pánico y el terror, mientras el alíen comenzaba a crear una especie de red de energía de color roja con sus afiladas y puntiagudas patas, listo para atrapar al héroe. Cuando una pequeña Kineceleran que huía con su madre quedo atrapada entre las redes del alíen, al ser empujada por accidente a causa de la multitud. La pequeña intentaba frenéticamente de liberarse, aterrada al ver como la horripilante cara sonriente de aquel alíen se acercaba lentamente a su lado.

Al verla, él pequeño alíen amarillo apresuro su carrera sobre la bola de baba en la que corría. Haciéndola cada vez mas grande a cada paso que daba, entre cerro sus ojos amatistas y en un salto audaz, le dio una fuerte patada, estrellándola justo en la cara del depredador antes que pudiera hacerle algún daño a la pequeña. La fuerza de la explosión fue tal, que mando al Terroranchula contra unos establecimientos cercanos. Desasiendo la red en el proceso.

- ¡¿Te encuentras bien?!- pregunto él pequeño alíen al acercarse a la pequeña.

- Hah!, si – respondió apenas con su pequeña voz temblorosa.

- Bien, ahora sera mejor que te alejes de aquí, antes que regrese.

La kinecelaran asintió agradecida antes de alejarse en busca de su madre, la cual la buscaba entre la multitud. Al ver que la pequeña estaba fuera de peligro dirigió su vista hacia su depredador, para darse cuenta que ya no estaba ahí – ¡no puede ser!, ¿Y ahora donde se metió?

Pero su pregunta fue respondida tan rápido como fue formulada al recibir una fuerte envestida de parte de su depredador, enviándolo a través de los puestos hasta atravesar una ventana de un establecimiento de artesanías.

- aaaaaaahh!!, Mi tienda!, tu, tu pagaras caro por esto, Ben Tennyson!! – grito inundado de cólera un pequeño alíen regordete, mientras daba pequeños saltos de un lado a otro. Siendo segado en medio de su rabieta por una intensa luz morado brillante, dejando al descubierto al castaño ante un muy malhumorado Pakmar.

- Lo siento señor Pakmar, pero este no es momento para que me regañe, tiene que salir de aquí antes que.

- No!, escúchame tu a mi!, siempre es lo mismo, Pakmar abre un humilde establecimiento para ganarse la vida honradamente, para mantener a su familia y después Ben Tennyson aparece y lo destruye todo!!. Pakmar vuelve abrir otro negocio y Ben Tennyson vuelve a destruirlo!. Tienes idea de lo frustrante que es para Pakmar!.

- Ammm... 

Pakmar estaba realmente furioso. Su mandíbula fuertemente apretada, rechinaba al moverla de un lado a otro, mientras golpeteaba el suelo con su pie, frenéticamente en frustración. Esperando una respuesta del humano, Ben lo noto, pero realmente no tenia tiempo para eso. Tenia a su depredador pisándole los tobillos y Gwendolyn y Kevin aun no llegaban. ¿Que podía ser peor?, fue ahí cuando la ventana por la que había atravesado fue destruida por completo, causando el grito de Pakmar, un grito más de incredulidad que de miedo por los constantes daños a su negocio.

De ella, el Terroranchula había entrado, emitiendo un amenazador grito, tan ensordecedor que provoco que tanto Ben como Pakmar se cubrieran los oídos por el insoportable alarido del alíen. Las ventanas y los jarrones comenzaron a explotar por las altas frecuencias, cayendo pequeños pedazos de vidrio sobre él castaño y él pequeño alíen a su lado.

- Ahhhhhhh!, les enviare la cuenta! – grito Pakmar al salir corriendo fuera del lugar, dejando solo al castaño.

- Lo se! – respondió el castaño al verlo huir.

Ben se giro hacia su depredador, buscando a su alrededor una forma de distraerlo y poder salir de esa peligrosa situación, cuando él alíen repentinamente guardo silencio, provocando la seriedad del castaño al verlo retirarse del lugar. Ya se imaginaba lo que seguiría a continuación.

Subió su vista, intentando levantarse cuando comenzó a escuchar el crujir del vidrio, confirmando lo obvio.

- Khyber – pronuncio el castaño con desdén.

Ante Ben, el cazador se acercaba tranquilamente, mientras desenvainando su afilada espada hacia su dirección. Su filo amenazador y sus ojos carmesí, como podría olvidar a ese villano.

- Mmm, ¿Ya nos habíamos visto antes? – cuestiono él cazador ante el inesperado nombramiento de su persona.

- Digamos que, tu reputación te precede – contesto él castaño sin quitarle la vista de enzima al cazador, mientras detrás de su espalda, intentaba activar su Omnitrix.

ya le parecía extraño que en todos estos años no hubiera hecho acto de presencia. Cuando años atrás, Alex y él lo conocieron cuando tenían 11 años, proclamándose ser el mejor cazador de la galaxia y que había llegado a la tierra con la intención de agregar a su hermana como su nuevo trofeo de caza, como podría olvidarle.

...

Bellwood, 12 años atrás.

Era otro día normal en Bellwood, Alex y Ben regresaban a su casa después de un largo día, ser una súper heroína a los 11 años no era nada fácil, mucho menos si aun debía de asistir a la escuela.

Alex exhalo, cansada de estar corriendo por todo Bellwood al intentar detener a un grupo de Megawhatts que jugaban en las instalaciones eléctricas cercanas al muelle, en verdad esos aliens podían llegar hacer tan traviesos y escurridizos, le recordaban de cierta manare a su testarudo hermano menor. Él cual, sin importar cuantas beses le regañara, siempre lograba seguirla a pesar del peligro o de los constantes sermones de parte del abuelo, debido a que no podía simplemente lanzarse a la acción sin pensar. No importaba si él se estaba encargando de enseñarle todo lo que sabia del oficio de ser un plomero, era demasiado imprudente y podría no solo salir lastimado, si no también lastimar a alguien más.

Y ahora, se encontraba de pésimo humor por haber sido presa de las constantes bromas y juegos de los Megawuash.

Era divertido, tanto que no podía evitar reír a carcajadas cada vez que volteaba a verlo, porque ahora el cabello del castaño parecía un arbusto eléctrico brillante debido a los ataques eléctricos de esos aliens. En verdad lucía tan gracioso con los cabellos en punto y su puchero infantil. Pensó mientras sonreía para si misma.

- Que es tan gracioso – pregunto irritado él menor, al ver la sonrisa boba de su hermana.

- Oh, nada... solo recordaba lo gracioso que te mirabas cuando los Megawash te estaban disparando rayos para hacerte bailar – comenzó a decir la castaña, mientras comenzaba a reírse, realmente por más que no quería burlarse de su hermano, le parecía casi imposible.

- En primera, no fue gracioso y en segunda... no estaba bailando... - desvió la vista enojado y apenado. Detestaba que cada vez que quería ayudar a su hermana. Siempre terminara siendo la burla de los villanos.

Cerro sus puños en frustración, pero eso no se quedaría así, ya se los demostraría, se lo demostraría a todos. Pensó él castaño, decidido en cambiar el rumbo del tablero a su favor, cuando de la nada tanto Alex como él, fueron sorprendidos por un fuerte temblor. El cual provoco que ambos cayeran al suelo por la fuerza de este. Alex se giro, sorprendida por la repentina sacudida cuando sus ojos se agrandaron en sorpresa y pánico al lograr captar como detrás de su espalda, una especie de gusano monstruoso emergía del suelo, destrozando el concreto y tragándose a su hermano como si de un bocadillo se tratara.

- Ben!! – Alex grito al asomarse dentro de las entrañas de aquel enorme agujero que había dejado ese extraño ser .

...

Fueron varios minutos, cuando aquel gusano surgió de nuevo entre las profundidades de la tierra a las afueras de Bellwood. Interrumpiendo la quietud del apacigüe bosque, fue cuando el sonido de un silbido se escucho, asiendo que aquel gusano expulsara de sus entrañas al humano, cubierto completamente de una extraña sustancia pegajosa, movió su cabeza de un lado a otro, intentando remover el liquido viscoso de él – ¡que asco!, ¡¡creo que eso fue lo mas horrible y asqueroso que me a pasado!! – se quejo con asco y horror por haber visitado él interior de un extraño monstruo, alíen, criatura o sea lo que fuera lo que se lo había tragado.

Intrigado y confundido, subió su vista para percatarse de que no estaba solo. En frente de él, un extraño sujeto, alto, con armadura de lo que parecía ser, ¿huesos?, se acercaba a él. Ben intento retroceder, pero su huida fue impedida al chocar contra algo grueso y fibroso que bloqueaba su paso. Se trataba de aquel extraño gusano, él cual bajo su cuerpo lleno de púas, abriendo sus enormes fauces amenazadoramente hacia su dirección, mientras emitía un alarido feroz. Él menor se cubrió al instante, temiendo ser tragado nuevamente, cuando escucho aquel silbido.

El gusano al oírlo, se detuvo para regresar una vez mas entre las profundidades de la tierra.

- Slamworm el depredador natural de los habitantes del planeta Terraexcava. Fácil de atrapar, pero difíciles de entrenar. - Dijo al sujetar al menor de la parte trasera de su playera. Levantándolo hasta su altura.

- Wuaahh?!, ¡suéltame!, ¡suéltame cara de hueso!, ¡¿quien te crees que eres?! – Ben agitaba sus brazos frenéticamente, intentando liberarse del agarre de su captor. – ¿¡que es lo que quieres!?, ¡para que lo sepas, hoy tuve un pésimo día!. ¡Para que tú y tu gusano subdesarrollado vengan a empeorarlo!

- De ti, no mucho realmente. Solo eres la carnada para atraer a mi presa.

- ¿Presa?, ¿de que hablas?

- De tu hermana, planeo convertirla en mi nueva adquisición para mi colección – dijo él alíen tranquilamente con su profunda voz, provocando una extraña inquietud en él castaño. Trago saliva y nervioso pregunto. – ¿a que te refieres?.

- Si necesitas saberlo. Siento una fascinación por el deporte, la caza es mi vida. Eh dedicado mi tiempo en viajar por todo el universo, cazando a las mas fieras criaturas de la galaxia y con el tiempo, bueno. Me he hecho de exóticos trofeos - comenzó a explicar mientras caminaba tranquilamente con él menor en sus garras hacia el interior de su nave, Ben al ver lo que estaba ocurriendo no pudo evitar ponerse más nervioso. No solo porque estaba siendo llevado justo al interior de la nave de un lunático que quería cazar a su hermana y ponerla como trofeo en su pared, si no por el mismo sujeto que lo llevaba apresado. Esa vos profunda y ronca al hablar y ese rojo intenso en su mirar, no sabia quien intimidaba más, si Vilgax o aquel extraño sujeto.

...

Mientras tanto, Alex buscaba una forma de seguir el rastro de su hermano, el Omnitrix a un no terminaba de recargarse y en serio tenia que apresurarse a salvarlo del estomago de ese gusano. Por un momento pensó en correr a la casa de su prima para que le ayudara junto a su abuelo, pero entre más tiempo pasaba más rápido Ben seria digerido y...

- Noooooo! – comenzó a gritar al mismo tiempo que revolvía su cabellera castaña al pensar en la idea de su hermano convertido en excremento de gusano mutante – tengo que apurarme!

Justo al lado de la acera, un niño de cabellera oscura y ojos color avellana iba tranquilamente andando en su bicicleta azul cuando de la nada, una niña de playera negra con una franja blanca en el centro, se abalanzo sobre él, empujándolo fuera de la bicicleta

- Pero que?! – exclamo el niño, confundido al ver como aquella niña se subía frenéticamente en su bicicleta, como si del fin del mundo se tratara.

- Hermano!, gusano!, excremento!, lo siento!, no hay tiempo!.

Dicho eso, Alex se apresuro en bajar lo más pronto que pudo por el túnel. dejando a un sorprendido e intrigado chico sobre la acera.

- Ok... una parte de mi me dice que no me involucre, que lo deje pasar. Pero la otra parte de mi... me dice que eso no seria divertido – dijo eso ultimo con una sonrisa juguetona en su rostro.

...

Fueron varios metros de pedaleo intensivo por ese enorme túnel. La poca visibilidad y la tierra floja no le ayudaban mucho para avanzar, ya estaba cansada y bañada en sudor. Parecía que no tenia fin, por que por más que avanzaba no lograba ver la luz al final del túnel. La única luz que sus ojos lograban percibir era ese molesto brillo de recarga en su Omnitrix,.

- Ahhhhhh!!, que acaso esto no tiene fin!? – grito la castaña ya agobiada – parece como si hubiera pedaleado, "por horas".

Bufo molesta para observar su Omnitrix y desviar su vista fastidiaba – lo olvidaba, esta cosa no da la hora – se quejo cuando un hermoso sonido llego a sus oídos, alegrándola. El Omnitrix estaba una vez más cargado y listo para la acción.

- Oh si!, es hora de aumentar la velocidad a esto – Alex comenzó a buscar a uno de sus alienigenas, una vez seleccionado el alien, presiono la dial del Omnitrix, iluminando todo a su alrededor con una intensa luz morada brillante. Para revelar una forma humanoide, parecida a un lagarto color azul oscuro, con una larga cola rallada, haciendo juego con un traje negro con el centro de su pecho color morado.

- Veamos que tan rápido puede pedalear Lardash jeje.

Dicho eso, la chica se fue a gran velocidad por el túnel, casi quemando las ruedas de la bicicleta en el proceso.

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