⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⊱﹝楽園﹞
Los días calurosos de verano eran los días desgraciados para el europeo, no sólo porque provenía de la tierra más fría de todas. Era también porque no tenía más algún atuendo que ponerse, excepto ropa de invierno. Odiaba el verano por ello, era como una especie de paraíso perdido que no entendía. Maldecía al sol por existir y calentar la tierra a insoportables temperaturas inhumanas.
Lamentablemente, no era dueño del sol ni mucho menos tenía el poder de controlarlo. El verano aunque no quisiera, siempre iba a llegar. Aunque vamos... El verano no era tan malo después de todo, en aquella época conoció a su actual marido. De tantas personas las cuales estaban detrás de él, eligió al que más le insistía tanto.
Así es. Eligió ni más ni menos que a Shibusawa Tatsuhiko, la persona más insistente que jamás haya conocido en su vida. Al principio le parecía extraño que fueran amigos tan de repente, tuvieron algunos roces bastante incómodos -culpa de Shibusawa mayormente quien quería acercarse más a Fyodor-, también tuvieron varias citas las cuáles asistían. Mediante su tonto y cliché romance de secundaria, cayó en lo que nunca quiso caer Fyodor; en el amor.
Y pues... ¿Por qué no eligió a Dazai quién compartía mismos gustos con él o Nikolai quién estaba dispuesto a protegerlo a coste? La razón todavía la tenía inconclusa. La verdad es que sólo le comenzó a atraer y ya.
Después de graduarse, Tatsuhiko formalmente le pidió su mano en matrimonio -algo bastante pronto puesto que tenía apenas unos 19 años- y él rechazó debido a que no mantenía un trabajo estable. Aunque aquello no cambió su relación, más bien la hizo más fuerte.
Pesar de los años que mantenían como pareja, la segunda vez que le pidió matrimonio; dijo que sí. Y de allí es que viene esa tontería de la boda feliz, rosa, blanco, pétalos, etc... La verdad es que no mentía si dijera que fue el peor día de su vida, estaba tan nervioso que casi vomitaba encima de Osamu.
Pero en fin, de seguro a nadie le importa que cuente su aburrida historia matrimonial sin embargo; es importante donde se encontraban ahora mismo.
Si al principio dijo que odiaba el verano, es que era la puta verdad. Odiaba el verano, el calor, la playa, la arena, el mar, el sol, odiaba todo lo que tenía que ver con verano. Exactamente ahora mismo estaba sufriendo el peor desierto de todos: un ascensor estancado, sin aire acondicionado, sentía como si no había aire en aquél elevador y además; estaba comenzando a sudar. Definitivamente al diablo con los malditos edificios nuevos con ascensores nuevos.
━ ¿Cómo puedes soportar tanto calor llevando tanto abrigo?━ le preguntó su acompañante quien también estaba atrapado con él.
Olvidó mencionarlo, había querido salir al cine con su amado esposo para arreglar las cosas y lo hicieron; sin embargo al regresar y subir el ascensor. Se quedaron atascados. La noche fue fresca y joven, por ello es que decidió llevar abrigo pero no esperaba que estuviera en esa situación.
━ ¿Me ves qué estoy soportando el calor aún sudando?━ izó una ceja preguntando de manera irónica. Estaba tratando de abanicarse con la mano pero no estaba funcionando. ━ Piensa antes de preguntar.
━ Ah mierda, aquí vamos de nuevo. ━ rodó sus ojos fastidiado. ━ Tuve suficiente con la discusión anterior y la de ayer, ¿no te cansas de insultarme?
━ ¿Y tú no te cansas de ser un idiota?
Y comenzaron de nuevo. Iban a estar discutiendo un muy buen rato...
⊱﹝間奏﹞
Hace tiempo que se habían mudado los dos a aquellos edificios nuevos, querían salir de la zona rural la cual estaban viviendo para experimentar los aires de la ciudad de Yokohama, eran frescos pero claro; aquellos aires no eran tan frescos cuando era verano. Parecían un horno de hecho. Tatsuhiko entendía que Fyodor era demasiado delicado, odiaba el calor y prefería el frío, amaba lo agrio y odiaba lo dulce, le hartaban las películas de romance barato y amaba las películas de terror sangriento.
Por ello es que cómo le tenía tanto amor a su esposo; compró un apartamento nuevo y vendieron la casa rural la cual vivieron cuando comenzaron a estar juntos como un matrimonio. Eran bastante estables, su rutina era acaramelada. Después del trabajo, Shibusawa llegaba y saludaba a Fyodor con un beso, él lo recibía aún sino estaba de buen humor. Fyodor cuando llegaba también del trabajo, alguna veces se encontraba a su marido acostado en el sofá durmiendo de lo cansado; aquellas veces las recordaba con una buena imagen... Le parecía bastante tierno. Cuando se mudaron, decidieron que iban a iniciar con el pie derecho y que iban a fortalecer su relación aún más. Y por fortalecer pues; digamos que experimentaron su primera vez juntos.
¿Curioso qué nunca hubiesen tenido relaciones después de llevar tanto tiempo juntos, no?
Al estrenar la casa nueva, allí fue donde comenzaron los problemas.
━ He vuelto. ━ pronunció Tatsuhiko abriendo la puerta de su departamento, todo estaba iluminado pero no le pareció ver rastro del ruso con el que vivía. ━ ¿Fyodor?
Sus pasos se fueron hasta la cocina buscándolo y después se dirigieron hasta el cuarto donde abrió la puerta, para su sorpresa se encontró a Fyodor enfrente del espejo mirándose. Vanidoso. Fue lo que pensó primero.
El azabache se giró y miró con a su marido quien había entrado a su habitación la cuál compartía con Shibusawa, sonriendo se giró de cuerpo completo. Tenía sus manos en su cuello tratando de abrochar bien algo de lo que el japonés, no pudo ver bien hasta que se acercó.
━ ¿Te gusta? Lo pedí hace dos semanas y recién llegó. ━ le preguntó mostrándole un collar de esos pegados. Era rojo vivo y tenía una campana de oro en el medio, arqueó su ceja tratando de entender la razón la cuál lo compró.
━ Es bastante lindo pero no creo que seas un gato, Fyodor-kun. ━ soltó una risotada y su dedo índice se fue hasta la campana. La agitó un poco e hizo el sonido.
Al escuchar su comentario frunció su ceño. Lo había comparado con un animal... El peor animal de todos, un gato.
━ Dime, ¿te gusta o no?━ preguntó nuevamente acercándose a Tatsuhiko quien se rascó la mejilla nervioso.
No sabía que decir, no entendía la razón la cuál el europeo se había comprado eso; ¿aniversario? ¿Cumpleaños quizás? Aunque debía de admitir que el rojo le quedaba bien al ruso, resaltaba con su pálida piel. Posando una mano en la testa pelinegra del hombre más bajo, Shibusawa revolvió sus cabellos con ternura. Aquello causó que Fyodor se sintiera más pequeño y eso no era lo que quería provocar en el peliblanco.
━ Pues... Diría que me gusta el color pero la campana suena un poco raro, así que... ━ suave sonrisa esbozó y luego bajó la caricia de su mano hasta su mejilla.
Aquella noche, Shibusawa durmió en el sofá mientras que Fyodor durmió solo en la cama matrimonial. Solo porque le dijo que no le gustaba el collar.
Después de ello, el peliblanco pensó que el ruso lo iba a perdonar pero todo fue de mal en peor. Dostoyevsky empezó a ignorarlo, comenzó a salir con aquél puto collar a todas partes pero lo que más le molestaba; era que siempre lo venía a recoger la persona, era el ser humano que más despreciaba.
Nikolai Gogol. Sí, aquel chico de la secundaria que estaba detrás de Fyodor junto a Dazai, a veces le reprimía de que no debía de salir con ese imbécil pero Dostoyevsky le contraatacó que era su amigo y podía salir con quien se le daba la gana. Él no era su dueño. Habían momentos los cuales el ruso también se molestaba con el albino y todo era porque a veces se le olvidaba cosas, se le hacía insoportable su marido y hasta lo amenazaba con firmar los papeles del divorcio.
Aunque todo fuera una maldita broma, aquello le ponía mal a Tatsuhiko porque ya no tenían una conversación decente y él dormía múltiples veces afuera... En el día no se veían debido a que ambos trabajaban, aunque Fyodor era el primero en llegar a casa; él se encerraba en su cuarto cada vez que Shibusawa llegaba. Después de allí... Ni palabras cruzaban. Intimidad ya no tenían. Solo discusiones idiotas que no podían solucionar mediante el diálogo por orgullo.
Su vida matrimonial estaba decayendo poco a poco, el azabache no lo quería admitir porque... Era muy orgulloso. Amaba a Shibusawa más que a nadie en la vida, deseaba que lo tocara de una manera atrevida, quería volver a besarlo, decirle que era su mundo... Pero el problema era ese. El orgullo. Por otra parte, Shibusawa era un poco menos orgulloso. Directamente se disculpaba por decir alguna estupidez, habían veces las cuáles no sólo para hacer sentir mal a su esposo y que terminara de una vez yendo a sus brazos.
Pero eso nunca pasó...
Hasta que un día, Tatsuhiko intentó por primera vez ponerle fin a eso.
Al llegar a casa y ver la puerta sin seguro del cuarto, la abrió y observó al ruso leyendo un libro; cuando él escuchó sus pisadas lo echó del cuarto pero él se sentó en la cama y le dijo;
━ Te extraño, Fyodor. ━ enunció y con sus manos tocó la mejilla del azabache quien se ruborizó ligeramente. El entendió el mensaje que le trató de transmitir. ━ Quiero ponerle fin a todo esto.
Y tras ese hecho, besó profundamente al europeo después de varias semanas sin hacerlo. Fyodor correspondió y posó sus manos en el cuello del albino para que se apegara más a su cuerpo, la cercanía que ambos tenían les provocaban una corriente eléctrica en sus columnas vertebrales. En menos de lo que se dieron cuenta, los besos subieron más de tono y fueron más rápidos. La necesidad que sentían el sentirse el uno al otro, esa inexplicable.
A través de los besos del peliblanco que fueron bajando desde su cuello donde se topó con aquel collar de gato que había comprado su novio, ignoró aquel hecho de haber recordado a Gogol... No quería arruinar el momento. Desprendiendo de la camisa del más bajo y siguiendo su camino de beso hasta su vientre, Shibusawa se detuvo allí para desprender también de su pantalón dejándolo solo en bóxer. El ruso le refutó de haberlo dejado semi-desnudo y que el todavía tuviera la ropa puesta, el de cabellera más larga hizo justicia para su novio donde dejó que éste le quitara la ropa.
Las delicadas manos de su marido se posaron primero en la bata blanca donde con desesperación se encargó de quitársela y lanzarla hacia otra parte de la habitación. La demás ropa como la camisa y sus pantalones negros, también los retiró de su cuerpo dejando al albino en las mismas que él. Se besaron otra vez solo que con un poco más de ternura y amor, Dostoyevsky olfateó a su amado para deducir que tipo de colonia usó ésta mañana.
Sin embargo, lo que olfateó no le gustó y malinterpretó las cosas.
━ Tatsuhiko... ¿Me estás engañando con otra?━ por más dramático que sonara, preguntó con el ceño fruncido. El albino lo miró perplejo ante la pregunta de repente.
━ ¿De qué estás hablando? Yo nunca te engañaría con alguien más, tú sabes que...━ sin embargo lo interrumpió el europeo.
━ Explicame entonces, ¿por qué hueles a perfume de mujer?
Oh eso. Bueno, quizás no hablaba mucho con Fyodor pero la cosa era qué había llegado una doctora nueva a su trabajo. Su nombre era Yosano, recién graduada de la universidad y su aprendiz. Desde hace un par de semanas congeniaron y se llevaron muy bien, la joven muchacha tenía una pareja al igual que él; a que a veces ella tratando de ser amable y transmitirle confianza más al albino, lo abrazaba a veces.
━ Es porque tengo una aprendiz en mi trabajo quien...
━ Oh genial, ¿follas entonces con ella en el trabajo mientras yo no estoy contigo? Vaya hijo de puta eres.
━ Dejame terminar maldita sea, ella ya tiene pareja. Tiene a otra persona, ¡yo te tengo a ti!━ le exclamó explicándole lo más rápido posible, pero el ruso era ignorante y nuevamente cerró su corazón.
Ese día también, Fyodor lo echó del cuarto a empujes y durmió -semi-desnudo- en la sala otra vez.
⊱﹝間奏﹞
La razón explicada anteriormente, cuenta como un intento más del albino para arreglar su matrimonio difícil con el terco de su marido, solo que está vez no involucraba una falsa infidelidad. Involucraba un error técnico en el edificio donde ambos quedaron atrapados y sin decirse una palabra más después de que terminaron de discutir.
Fyodor estaba abanicándose con su propia camisa tratando de agarrar un poco de aire, de vez en cuando sonaba su collar debido a que se movía con a la par que buscaba aire. Shibusawa estaba en la otra esquina del ascensor ignorando a su pareja, jugando juegos en su celular para matar su aburrimiento; se quejaba a murmullos por perder de vez en cuando en alguno de los niveles más difíciles. Cuando se acabó las vidas y su batería de celular era poca, guardó su teléfono. Y así duraron un buen rato, el ruso estaba entre pensamientos y obstinado de que el elevador no funcionaba aún. Dios, cuánto calor hacia, solo quería sentir el aire acondicionado de su hogar en cuanto saliera de allí.
━ Dosto. ━ lo llamó Shibusawa provocando que el ruso lo observara. ━ Lamento haberte puesto en esta situación, solo quería ya sabes... Arreglar las cosas contigo de una vez por todas pero lo único que he hecho; es haberlo estropeado como siempre...
Ante esa confesión, el muchacho de cabellera pelinegra se cruzó de brazos aún indignado. El collar que siempre portaba sonó, su cabeza ladeó hasta la pared quitando su mirada de él. Tatsuhiko no sabía qué otra palabra decir para que el hombre lo perdonara, solo quería escuchar un "Te perdono" o aunque sea sentir un beso suyo en sus belfos. Por ello es que iba a demandar tal cariño del ruso, acercó su cuerpo hasta a él y lo obligó a que lo observara. El ruso no tenía camisa y tenía de esa prenda de ropa en la mano buscando algo de aire, el albino lo observó y él también; Fyodor tenía unas ganas de perdonarlo y disculparlo pero tenía otra intención en mente.
━ ¿Me disculpas por ser un idiota?━ y aquello le hizo caer en la cuenta que el albino había caído en su trampa.
━ No. ━ fingió molestia y sonrió con cierta superioridad y malicia, el albino se acercó más a él y posó sus manos en los hombros del azabache. ━ ¿Qué parte de no, no entien-?
Sin embargo, el mayor lo interrumpió poniendo sus labios sobre los suyos, sus manos que yacían en sus hombros se habían ido hasta sus mejillas, donde Fyodor observó los párpados cerrados del albino mientras sus labios buscaban movimiento con los de él. Dostoyevsky se sentía satisfecho por haber sentido después de un largo mes de disputas, sentir de nuevo el contacto de su esposo con su piel, lo hacía estremecer. Sus ojos cerró sintiendo la calidez ávida de sus labios queriendo ir por más, cuando sintió esa necesidad; el albino se separó de ellos y miró el rostro de su amado esposo.
━ Te extraño. ━ comentó a milímetros de sus belfos, Fyodor pudo sentir su respiración combinandose con la suya. Deseaba que lo volviera a besar. ━ Y te amo como no tienes idea, Fedya...
El ruso simplemente ubicó sus brazos alrededor de su cuello y acercó su rostro hasta al albino, un beso profundo paró en aquellos labios que tanto extrañó y se prohibió de volver a besarlo debido a su orgullo, Tatsuhiko respondió a ellos de la misma forma que él; lenta y amorosamente, sus manos esbeltas se fueron hasta las muñecas del azabache y dio unos pasos hacia adelante. El europeo había chocado su espalda con la pared del ascensor mientras que el japonés, había alzado los brazos de éste para apegarlos también con la pared. Se separaron por unos escasos minutos para recuperar el aire, pero luego volvieron a darse un beso más desesperado.
Fyodor con atrevimiento usó su lengua para colarse en la boca del albino, Shibusawa respondió a aquello positivamente por lo que decidió también imitar su acción, ambos desatando así una guerra de lenguas para ver quien era el triunfador. Obviamente que el ruso iba a serlo pero el doctor no lo dejó, mordió su labio inferior provocando que el opuesto jadeara y moviera de su cabeza haciendo que el collar sonara, nuevamente Tatsuhiko volvió a besarlo solo que con un poco más de velocidad y fiereza. Algo que Fyodor no pudo calcular y así fue como perdió.
El albino se separó, solamente para mirarlo a lo ojos y así ambos tomar aire al mismo tiempo.
━ Aún sigo sin perdonarte, es tu culpa de que nos hayamos peleado hace un mes. ━ se mofó el europeo; las manos del peliblanco ahora estaban sosteniendo la delgada cintura del menor. Fyodor quién tenía intenciones de torturarlo por haberle hecho trampa, cuando se estaban besando; izó una de sus piernas y la enredó en la cadera del más alto, éste la sostuvo y acarició sus esbeltas piernas por encima de su pantalón.
━ ¿Y por qué mi culpa?━ cuestionó el hombre reposando su frente en la de él.
━ Me compré esté collar por ti y tú lo haz despreciado. ━ frunció el ceño el ruso chasqueando su lengua, Shibusawa soltó una carcajada divertida al ver su rostro arrugado. ━ ¿Tan divertido se te hace ser un hijo de puta? Incluso me engañaste.
Ante ese comentario, la risa de Tatsuhiko se desvaneció y su rostro formó una línea recta indicando que no le gustaba estar escuchando ello. Sobretodo si le dijo que era "un hijo de puta", apretó más su muslo causando que su pareja arrugara la nariz.
━ Primero; yo no te engañé, siempre malinterpretas todo y haces un drama. Segundo; podré ser un hijo de puta pero tus labios siguen demandando de mis besos, ¿o me equivoco?━ arqueó una ceja divertido, Dostoyevsky se ruborizó ante lo que escuchó.
Intentó refutar aquello pero inesperadamente, el albino dio un beso corto en sus labios y bajó su boca hasta su cuello donde con la lengua; movió aquella cinta roja provocando un tintineo, un jadeo Fyodor emitió de sus labios. Maldita sea, estaba jugando muy sucio y parecía como si podía leer su mente, de verdad que amaba sus besos. Caricias sintió subir desde su muslo hasta su cadera, el mayor retiró lentamente de su pantalón a lo que Fyodor lo ayudó a retirarlo posando su pierna elevada en el piso, cuando lo hizo; quedó solamente en boxers.
━ Date la vuelta. ━ ordenó el albino, sin embargo; él ruso no se iba a dejar tan rápido. Además de que le parecía injusto que no lo deje terminar, él estaba incluso más desnudo que el albino.
━ No. ━ negó cruzándose de brazos. ━ Tengo muchas quejas y las vas a tener que escuchar una por una.
Shibusawa rodó sus ojos desinteresado, iba a tener que hacer las cosas a su manera para divertirse, si el ruso no iba a obedecer; iba a tener que sacar esa "bestia" que tenía dormida adentro, la situación daba mucho a su favor. Ambos encerrados en un ascensor, hacia calor y estaban en la necesidad de sentir el contacto de sus pieles.
━ Primero...━ comenzó a hablar el ruso pero fue interrumpido, gracias al albino otra vez, quién bruscamente lo volteó haciendo que Dostoyevsky mirara hacia la pared. ━ ¡Idiota, estoy hablando!
━ Puedes seguir contándome de tus quejas, las escucharé todas y responderé cada una de ellas. ━ pronunció para después pasar sus manos por el torso desnudo de su esposo. Con los dedos acarició su espalda, causando que el azabache sintiera un hormigueo en todo su cuerpo. Tembló ante eso.
El ruso definitivamente no iba a poder concentrarse, las caricias que iniciaron alrededor de todo su torso desnudo iban descendiendo cada vez más a través de su abdomen causando que su respiración se volviera más errática, de sus labios soltaba ciertos murmullos intentando pronunciar alguna palabra pero solo soltaba balbuceos incoherentes.
━ N-No me gusta que estés... Con otras mujeres. ━ jadeó esbozando una sonrisa sorna, dando así la primera queja que anteriormente advirtió que enumeraria. ━ ¿Son más lindas qué yo?
━ Si hablas por lo del perfume, es porque tengo una pasante en mi estancia de trabajo, ella ya sostiene una relación con otra persona y yo solo soy su orientador. ━ respondió posando sus belfos en la espalda del europeo, donde plantó besos delicados allí. Luego subió sus besos hasta la oreja del azabache, la cuál con la punta de su lengua acarició y mordió el lóbulo. ━ Sabes que para mí, eres incluso más caliente que ellas. ━ le susurró y aquello causó un estremecer en las piernas del opuesto, sentir su respiración allí tan cerca; le daban ciertos impulsos de mandar todo a la mierda y solo disfrutar en aquél ascensor su reconciliación.
━ Segundo. ━ volvió a tomar la palabra. ━ Nisiquiera te gusta mi collar, vuelvo a decir que lo compré para ti...━ sintió como la mano ajena se introducía por dentro de su ropa interior, sintiendo el calor de su mano darle ciertos cariños a su virilidad que de momento se encontraba despierta; un gemido bajo soltó al sentir aquél tacto ameno. ━ Y t-tercero... No me gusta estar completamente desnudo mientras t-tú...━ pausó para luego reprimir un gemido gracias a que el mayor, tomó su miembro y empezó a masajear de arriba hacia abajo. ━ S-Sigues vestido.
Más sonidos obscenos salieron de la boca del pelinegro quien se encontraba, clavando sus uñas en la palma de su mano a la par se sostenía de la baranda del elevador con sus codos, sus esbeltas piernas se sentían como gelatina y varias gotas de sudor comenzaron a hacerse vistas en su frente; la temperatura había aumentado a su vez la mano del peliblanco quien se encontraba fascinado con su espalda, dando besos en ella y marcandola a mordiscos. Dostoyevsky solo cerró sus ojos sintiendo su cara caliente al igual que todo su cuerpo, no podía contener sus gemidos gracias a que todas esas sensaciones; eran su debilidad.
━ Me gusta tú collar, se te ve bien sin embargo; cuando te veo con Gogol, me hierve la sangre. ━ alejó sus belfos de su espalda para después retirar de su mano, que se encontraba acariciando la intimidad de su pareja. Como le pedía él, se quitó de la camisa sintiendo un poco más de fresco, luego se bajó el cierre del pantalón y aflojó un poco la correa de éste. ━ Trato lo menos posible no desnudarme por si está cosa se mueve inesperadamente. ━ explicó refiriéndose al lugar el cual estaban ubicados.
Luego de allí, las palabras sobraron y chasquidos provenientes de los labios de ambos resonaron en el lugar; sus labios devoraban los suyos con desesperación y devoción, jadeos soltaban ambos debido a que se quedaban sin aire, las respiraciones erráticas se hacían presentes cada vez que separaban sus belfos en busca de oxígeno. Fyodor quería moverse y estar enfrente de su amado, la posición la cuál estaba le hacía doler la espalda, sin embargo le excitaba. Él se consideraba "versátil" de alguna manera pero extrañamente; se sentía bien era ser tomado por detrás.
Sintió como si la única prenda que portaba era retirada por el opuesto, ahora estaba completamente desnudo. El dedo índice extendió el japonés para el ruso, éste abrió su boca y se lo llevó a la boca a la par de tres dedos más los cuales lamió con lascivia. Más tarde los chupó ensalivando bien aquellos dígitos, cuando se separaron de su boca; Shibusawa le ordenó que separara las piernas un poco, acató el mandato, un primer dígito rodeó el círculo de cavidad trasera y cerrando sus ojos preparándose para el dolor en su parte de abajo; gemido alto dejó escapar al sentir como el dedo índice lubricado por su saliva, era introducido en su entrada. Para los oídos del albino, los sonidos que hacía Fyodor eran como música para sus oídos; excitantes y adictivos. Permaneció sin mover aquel dígito hasta ver que el europeo haya recuperado el aliento, unos segundos más tarde decidió hacer un movimiento de mete y saca con el dígito. Otro dedo se unió al índice, el dedo medio, esperandose el gemido de placer del azabache quién se mantenía con los ojos cerrados mordiendo su labio inferior y reposando su cabeza en la pared. El hombre más alto aumentó la frecuencia y rapidez de sus estocadas con los dígitos, el europeo agitaba sus caderas con el fin de buscar más placer en ellos. Ya estaba lo suficientemente dilatado como para que Shibusawa enterrara su erecto miembro allí.
Retirando de sus dígitos y bajándose un poco el bóxer, sus manos tomaron de la curvilínea cintura de Fyodor y con sus propias caderas posicionó su pene en la entrada del muchacho. Ante ese roce, ambos gimieron, se necesitaban desde hace tiempo. Tatsuhiko jugueteó un poco más con su esposo, rozando de manera descarada la punta de su pene fingiendo como si ya iba a entrar, aquello le hartó a Dostoyevsky por semejante juego.
━ ¿La vas a meter o no?━ preguntó en un tono fastidiado. Risotada se escuchó por parte del peliblanco quien se hizo oído sordos y siguió haciendo lo que hacía.
━ Oh Fyodor-kun, no creí que estuvieras tan desesperado, pensé que te habías acostado con Gogol para así no soportar un maldito mes sin tener relaciones conmigo~. ━ dicho eso soltó un gruñido dándole caricias pequeñas en la cintura al azabache.
━ Tengo amigos pero eso no significa que sostenga relaciones con ellos, yo solamente...
Pero entonces fue interrumpido por un gemido alto, Shibusawa se había enterrado dentro de él sin avisar; nuevamente volvió a clavarse las uñas en las palmas de sus manos soportando el dolor efímero. Más caricias leves el peliblanco le transmitía en su cintura ayudando a que pasara el dolor. Dios, como sus paredes aprisionaban a su miembro se sentía como si estuviera en el mismo cielo, la manera la cuál se sentía tan estrecho... Trataba de no perder la locura, estaba esperando a que su amado se recuperara para así poder continuar.
Besos dejó en su cuello con cariño, esperaba a que relajara los músculos y no estuviera tan tenso como ahora mismo. Sintió como funcionaba, así que procedió a dar la primera embestida; sacó de su erección y luego volvió a meterla en su entrada con suavidad.
Pero Dostoyevsky no quería ello.
El quería que lo embistiera tan fuerte, que grabara su nombre en su piel para así nunca olvidarlo; no necesitaba un descanso o quería que su marido fuera delicado, él quería que sacara a esa bestia la cuál siempre encerraba bajo llave dentro de su ser. ¿Qué mejor manera que insultarlo? De esa manera se enojaba y lograba sacar a ese gran dragón rojo que poseía su esposo.
━ No me dijiste que l-la ibas a meter ya...━ jadeó incorporando su espalda un poco para no quedar tan encorvado. ━ Si hubiese follado con Gogol, él de seguro me lo hubiera dicho que la iba a meter...━ ante ese comentario, el albino frunció su ceño sosteniendo con una mano la cintura del ruso mientras que con otra agarró su miembro para empezar a masturbarlo. ━ A-Además... Su pene es tan grande, mhng~.
Se burló el azabache, aunque si bien eso era mentira; nunca había visto el tamaño de la intimidad del rubio pero consideraba el tamaño de Shibusawa era increíblemente grande para su entrada quién lo recibía a gusto. Meramente era para molestar a su esposo y lo logró, notando de su ceño y como las embestidas cambiaron a unas lentas pero fuertes; causando un sonido obsceno ante el choque de pieles de ambos hombres y el sonido del collar con aquella argolla que resonaba cada vez se le movía, Dostoyevsky gimió de placer cuando sintió tan profunda cierta embestida. Si estuviera en la cama se hubiera retorcido pero como estaba parado, simplemente sus piernas temblaron casi cayendo de no ser por la mano izquierda de Shibusawa quien lo sostenía, la mano derecha seguía acariciándolo, cierto líquido pre-seminal comenzó a salir de la punta que fue acariciado por el dedo pulgar del opuesto.
Los jadeos y gemidos de ambos hombres nunca cesaron. Sus bocas buscaron donde refugiarse y se fundieron en un beso desordenado, las embestidas del hombre más mayor cambiaron a unas más rápidas y por ende; más profundas. El ruso tiró del labio inferior del japonés provocando que soltara un gemido, a la par éste seguía con las embestidas, cuando llegó hasta cierto punto que causó la completa locura de su amado; Fyodor lo miró a los ojos demandante, Tatsuhiko alzó la mano que estaba en su cintura para luego ubicarla en su collar.
━ ¿Te gusta allí?━ sonrisa esbozó y con los ojos cerrados el ruso asintió, la pequeña campana del collar sonó varias veces, a la vez que era más rudo. Mierda, por alguna razón eso le pareció excitante. Le estaba empezando a gustar el collar. ━ ¿Así?
━ M-Más profundo...━ jadeó dejando caer su cabeza mareado por el calor del momento. No podía dejar de morderse el labio inferior. El hombre más alto acató su pedido y por ende, sus caderas movió como lo pidió. Prudentemente profundo hasta alcanzar ese punto cuyo provocaba que Fyodor se pusiera de esa manera.
Se sentía en su límite, luego de varias estocadas tocando su próstata; sintió la necesidad de querer correrse a lo que Shibusawa lo dejó quitando su dígito de su virilidad. Liberándose de aquella molesta erección y el contrario retirando su miembro de la entrada del azabache. Aún seguía duro sin embargo, le pareció inapropiado correrse dentro de su esposo, no es como si nunca lo hubiese hecho; es solo que quería ahorrarse otra discusión, recuperó aliento cuando posó sus manos y reposando de su cabeza en la pared del ascensor, se sentía cansado tras todo el trabajo que hizo.
━ No creí que ibas a ser tan rudo...
━ No deberías de hacerte el inocente, de todas maneras tú fuiste quién lo provocó.
Su respiración seguía siendo la misma. Rápida y errática, necesitaba agua y sobretodo si seguían atrapados en aquél ascensor. Justamente cuando pensó en querer que el ascensor se moviera, se movió causando la sorpresa del albino. Sin embargo no tenía de qué preocuparse, a éstas horas en el edificio, no estaba muy transcurrido a lo que simplemente se arregló el pantalón y ayudó al ruso a recoger su ropa. Le indicó que no había necesidad de ponérsela aunque eso sí, lo cubrió con su abrigo largo que siempre portaba.
Observando con su pupila que pronto iban a llegar al piso donde ellos vivían, Tatsuhiko cargó como si fuera una novia a su marido y al abrirse la puerta del elevador; asomó la cabeza para ver si había alguien, al ver ninguna alma cruzar por el pasillo, a grandes zancadas -es decir: corriendo- se fue hasta la puerta de su apartamento, trató de buscar las llaves que pensó que se encontraban en su pantalón pero el ruso se las otorgó debido a que las tenía él.
Con dificultad pero inteligencia logró abrir la puerta, entró rápidamente a su apartamento y cerró la puerta con seguro suspirando aliviado. Aire acondicionado... Lo que más le gustaba al ruso. El albino lo bajó y éste con algo de dificultad -seguía sin recomponerse del orgasmo recién- caminó agarrado de la pared hasta la sala.
━ Pensé que iríamos a dormir toda la noche en esa cosa...━ comentó el europeo sintiendo como el aire lo abrazaba, más si seguía desnudo. ━ Me gustó bastante la ci-.
Por tercera o bueno... Quizás cuarta vez, fue interrumpido por un beso sorpresa de Tatsuhiko, ¿acaso lo iban a hacer otra vez? Apenas podía caminar, si volvían a follar lo más probable es que no pudiera caminar bien a la mañana siguiente. Pero ese era el claro objetivo del albino. Ya había liberado a esa bestia, a ese dragón rojo que seguía necesitado, pasó un mes preocupado por la estabilidad de su relación y con miedo de un divorcio, además de haber pasado días con sólo el consuelo de su mano pensando en su marido... No debía desperdiciar está oportunidad. Lo extrañó.
El europeo soltó de su ropa y está cayó al piso, el albino dio pasos adelante empujando a su amado hacia el cuarto que ambos compartían. Fyodor sin querer se tropezó y cayó en la cama, el hombre más alto miró con sus ojos aquella obra de arte, la deleitó con su pupila. Sus cabellos estaban desordenados y cayendo como de cascada hasta su cuello, el collar que poseía resaltaba a la luz de la luna, sus piernas finas y esbeltas estaban alzadas mientras su cuerpo estaba semi-arropado con aquél abrigo negro que traía el chico. Manos posó en el colchón acercándose a Fyodor y lo besó de manera corta para después suspirar enamorado, mientras reposaba su frente en la suya.
Tatsuhiko de verdad estaba agradecido de haberse casado con la persona más preciosa del planeta. Se sentía afortunado de tenerlo en brazos. Él amándolo y manteniendo una relación recíproca.
━ ¿Vamos a volver a repetir lo del ascensor?━ cuestionó Dostoyevsky con curiosidad, el peliblanco asintió y aunque estaba cansado; se había propuesto a amarlo toda la noche.
━ Te haré el amor hasta el amanecer. ━ confesó el peliblanco sonriendo cálidamente, ante esa sonrisa; Fyodor se derritió.
No hubieron más palabras algunas, el peliblanco retiró de aquella tela que portaba Fyodor y la lanzó hacia alguna parte de la habitación. Se retiró completamente de sus pantalones y después acomodó al azabache en la almohada, podía ver claramente su rostro; como sus ojos destellaban de lujuria y amor al mismo tiempo, como su boca se abría respirando entrecortadamente cuando decidió besar y mordisquear su collar. La campana sonaba cada vez que con la lengua movía esa tonta joyería barata, un tonto collar pero le quedaba muy bien al ruso... Incluso para follar. Sus besos castos y fogosos subieron hasta la boca entreabierta del azabache, con una de sus manos acarició uno de los mechones del ruso para poder ver mejor su rostro; no podía dejar de pensar en él, ni por un minuto.
Separó sus belfos que yacían en los del ajeno, sus dígitos se fueron hasta su boca donde chuparon los mismos tres dígitos de la vez recién, cuando estuvieron lo suficientemente lubricados; sin pudor alguno metió dos al mismo tiempo en la entrada del azabache. Gemido era de esperarse a lo que el pelinegro izó uno de sus brazos y con sus manos, alcanzó la cabellera larga de su pareja; algo que sabía que le excitaba a Tatsuhiko, era que él adoraba que le tiraran del pelo, le rasguñaran de la espalda hasta sangrar y le hacía perder la cordura que lo insultaran. Alguien masoquista si... Pero si bien, era tan alguien malditamente experto en la cama. Para Fyodor lo era. El peliblanco gruñó en forma de hacerle saber a Dostoyevsky, que estaba excitado por esa acción, su virilidad palpitaba deseando poder disfrutar de un paraíso perdido. Tres dígitos ahora el ruso sentía en su interior, algo inexplorado y nuevo; pero vaya que se sentía bien, cómo se relajaban con facilidad sus músculos, como se anchaban tan bien... Dios, iba a fallecer, los gemidos que soltaba eran algo inhumanos.
Al retirar sus dedos, el mayor se acomodó entre sus piernas tomando de sus muslos, su lengua pasó por su pierna derecha y aquello provocó ligeramente el sonrojo de la persona de abajo. Tatsuhiko rozó su intimidad con la entrada de Dostoyevsky, el azabache lo abrazó y apretó de los dedos de sus pies, sintió aquella intromisión nuevamente en su parte baja por lo que soltó un gemido alto diciendo su nombre. Besos castos el albino dejaba en su faz. Desde sus labios hasta su cuello donde tenía la fascinación de mordisquear aquél collar provocando que así la argolla dorada se escuchara, el pelinegro tenía sus brazos posados en su cuello mientras seguía tirando de sus hebras. Jaló de su pelo incluso más y arqueó su cabeza al sentir la primera embestida fuerte, apenas habían empezado y el albino sabía perfectamente donde se encontraba su punto tan dulce. Bajó de sus manos y sus uñas clavó en su espalda, causando que dos embestidas seguidas haya dado. Aquello hizo que el peliblanco se estremeciera.
━ No sabía que podías gemir de esa manera, Fyodor-kun. ━ observó a su pareja a los ojos, su cabeza se retorcía dando arcadas de placer. Esa imagen le resultaba excitante, juró jamás borrarla de su mente.
━ E-Eres un... A-Ah...
━ ¿Un qué, mon amour?━ cuestionó tocando descaradamente su próstata, el ruso no pudo gesticular más palabras al sentir esa estocada.
Ambos estaban disfrutando del contacto del otro, gozando por haber alcanzado un punto sin retorno, algo que ambos gustaban gracias a tales personajes que eran; los gemidos que salían de las bocas de ambos hombres nunca pausaron, palabras de amor, murmullos incoherentes, el sonido del collar del azabache, labios los cuáles se fusionaban buscando más calor en el ambiente e incluso el chirrido de la cama moviéndose, a la par hacían el amor se escuchaban en toda la habitación. Todo se sentía único.
A Shibusawa no le importaba que los vecinos le escucharan, prefería mil veces hacer más ruido para molestarlo con tal de que supieran quién era la persona que tanto amaba.
Gotas de sudor bajaban de su frente, quizás el sexo podía parecerse como el deporte; te causaba fatiga y te hacía sudar, el albino quería terminar de una vez y Fyodor notó su cansancio. Por lo tanto, enredó sus piernas en la cintura de Shibusawa y lo abrazó incluso más fuerte. Rasguñando y tironeando de su cabellera. Las paredes de Fyodor aprisionaban tan bien su virilidad, siempre tocando aquél punto. El ruso no sabía cómo pero le causaba entrar en un estado de locura por tanto placer dado por su esposo, sintió como llegaba al segundo orgasmo de la noche; jadeó a la par dejaba caer sus brazos en las sábanas y se dedicaba a esperar a que Tatsuhiko hiciera lo mismo que él; por ello es que atacaba fervientemente su entrada, entraba y salía de una tan bestia y desordenada. Al cabo de pocos segundos, entre dos y tres embestidas más logró llegar al clímax. Pensó que iba a escuchar una queja de parte de su pareja pero éste al contrario lo abrazó cuando se dejó caer cansado encima de él. Dostoyevsky daba leves caricias en sus hebras escuchando como sus respiraciones agitadas, estaban poco a poco normalizandose.
━ Eres increíble...━ suspiró el azabache sonriendo y frotando sus ojos, sabía que eran pasadas las doce pero no sabía exactamente qué hora era.
━ Pensé que era un hijo de puta. ━ risotada soltó el peliblanco citando sus palabras. El ruso de la misma manera rió y sintió como el albino se retiró de su entrada, dispuesto a recuperar el aire antes de volver a empezar nuevamente; el pelinegro pudo sentir como un líquido se escurría entre sus piernas pero decidió no alterarse.
━ Pues entonces eres un increíble hijo de puta, pero aún así te amo como no tienes idea~. ━ pronunció para luego besarlo en los labios.
━ ¿Eso significa qué me perdonas?━ en su tono hubo un brillo de esperanza.
Fyodor alzó su cuerpo y sus manos posó en sus anchos hombros, los masajeó para después montarse encima de él; otro beso dio en sus labios y con cierta iniciativa decidió hacer todo el trabajo en manera de recompensa por haberlo follado tan rudo y fuerte como el demandó.
━ Ya veremos eso cariño, ¿crees que puedes soportar una vez más entrar a un paraíso perdido?
⊱﹝終わり﹞
[Nota(s) del autor]
@galaxolya tenía que hacer el meme, bueno.
No pregunten, eran las 3 de la madrugada, estaba volviendome satanás mientras pensaba en qué smut terminar (curiosamente este es uno de los tres que era bien nasty o hacía el intento) y bueno no sabía si publicarlo porque; pena...
Me basé en el fanart de la multimedia y también en un edit de mi amix Rodzel, que por alguna extraña razón; adora traer hornyness to the world.
Además de King Angst depresión, soy un idiota, btw.
En fin, no tengo más comentarios. Bye~
━ Despair.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro