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○ PARTE ÚNICA ○

La música estaba muy alta y retumbaba en sus oídos con vibraciones constantes. Veía a la gente bailar a su alrededor, todos pintados, vestidos, adornados con los colores del arcoiris. Jungkook se perdía en todas las figuras y sonreía enormemente. Todo era demasiado natural, se disfrutaba sin prejuicios y se sonreía con orgullo.

Era su primera Pride Parade y estaba feliz de haber asistido.

Jungkook había llegado hasta allí gracias al montón de eventos que se habían generado en facebook para promocionar la marcha. No era la primera vez que había visto algo parecido y siempre había querido sumarse a una convocatoria tan liberadora como era esta, pero el hecho de que aún no fuera un homosexual asumido lo frenaba en seco. No sabía como reaccionarían sus padres, familiares o amigos si lo veían en algo así cuando el jamás se había pronunciado sobre su sexualidad durante toda su vida.

Bueno, eso hasta hace una semana.

La decisión fue más fácil de lo que pensó aunque hablar con todo el mundo era otra historia. Sus padres se mostraron sorprendidos en un momento aunque finalmente le dijeron que lo apoyarían sin importar nada. El resto de sus familiares puso una que otra cara extraña y se preguntaban unos con otros como es que no se habían dado cuenta antes, cosa que a Jungkook le molestaba en sobremanera pero podía soportar. Sus amigos se mostraron comprensivos dejando claro de inmediato que aquello no cambiaría la forma en que se trataban, para ellos el seguía siendo Jeon Jungkook. Se podía considerar que su coming out fue un éxito y tanto así que no quería quedarse con eso solamente, ahora deseaba disfrutar de aquella libertad que gozaba e integrarse en el movimiento como durante tantos años deseó.

Siempre miraba las Pride Parade desde afuera. Todo era tan colorido y bello que parecía un enorme imán que le invitaba a acercarse. Por mucho tiempo lo evitó, se quedó como un fantasma mirando como la vida pasaba frente a él pero ya no quería que fuese así. Por eso llegó ese día a participar de verdad en la Parede, quería caminar por las calles anunciando que se sentía orgulloso de quién era y que lucharía por sus derechos para poder vivir la vida que se merecía como ser humano.

Se movía con la masa mientras la música electrónica se filtraba por sus oídos. A pesar de que todo el mundo bailaba el aún era demasiado tímido para moverse al ritmo del compás. Tan solo se dedicaba a mirar a todo el mundo y sonreír al ver que estaban tan felices como el de estar allí. Quizá hubiese seguido de esa forma hasta el final de la Parade sino fuese porque escuchó la voz de alguien más demasiado cerca de su oído.

− Creo que deberías bailar un poco.

Jungkook de inmediato se da vuelta encontrándose con la imagen más hermosa que alguna vez vio en la vida. ¿Quién dijo que los ángeles no marchaban por el orgullo?

Justo frente a él había una hermosa cara con melena rosa como chicle, mejillas donde se habían pintado dos arcoiris con brillantina y labios rojizos que dejaban ver una bella sonrisa. Además de eso el desconocido contaba con una camiseta de un tono rosa pálido donde se podía leer la frase en distintos colores "be proud of who you are" y llevaba una bandera del movimiento en la mano derecha que en ese preciso instante era hondeada por el viento.

Era cierto que durante su vida había estado atraído por ciertos chicos (sino jamás había hubiera dudado de su sexualidad), pero jamás alguien había captado su atención como aquel desconocido. No sabía que era exactamente, quizá podía ser el echo de que sus ojos se convertían en una línea recta cuando le regalaba una sonrisa o el simple echo de que todo su cuerpo en conjunto parecía haber sido esculpido por un artista para dejar a todos embobados con su belleza.

Jungkook estaba en shock, jamás le había pasado algo parecido y tan solo después de un minuto entero fue capaz de procesar las palabras dichas por ese chico.

− No sé bailar −Admite y siente como las mejillas se colocan rojas.

El desconocido hace un ademán con las manos como si dijera "¿Y qué importa?" Mientras que Jungkook suelta una risita encantado. No podía hacer otra cosa que perderse en los ojos de ese chico, tan penetrantes como un rayo de luz que venía directo a quitarle todo. El sigue absorto en ello hasta que siente las manos del desconocido sobre las suyas. En ese mismísimo instante el corazón le late fuerte y no sabe qué hacer exactamente para calmarse y no decir alguna estupidez.

− Baila conmigo, por favor.

Fue una petición a la que no pudo negarse ni aunque hubiese querido, cosa que no era el caso, porque el chico comenzó a moverse a su alrededor mientras una nueva canción sonaba a través de los parlantes de los carros alegóricos. Jungkook se quedó quieto mirando hasta que se le fue imposible no seguirle el ritmo al desconocido. Dio un paso para acercarse y sin soltar el agarre de ambas manos comenzó a menearse de lado a lado intentando no verse tan ridiculo.

− Viste, no es tan malo.

Claramente no lo era porque Jungkook de inmediato se sintió cómodo saltando y bailando como si fuese el fin del mundo. Seguía a la multitud mientras todos sonreían y gritaban diciendo que estaban orgullosos. El desconocido reía ante sus movimientos aunque le seguía sin miedo alguno, Jungkook nunca fue el tipo de chico que gozaba de una gran personalidad y podía hacer todo ese tipo de cosas en público, pero se sentía tan feliz que en su mente no cabía una forma de actuar diferente. Si iba a celebrar el orgullo pues lo haría de la mejor forma posible y al lado de un chico muy guapo que le había hablado de la nada.

− ¿ESTÁN PASÁNDOLA BIEN? −Grita una DragQueen a través de un megáfono desde el carro alegórico que iba a su lado.

− ¡Sí! −Gritan tanto Jungkook como el desconocido.

Jamás se había sentido tan como en casa en un lugar lleno de gente. Mucho se había perdido gracias al miedo que sentía por las reacciones de las demás personas y que ahora parecían un montón de tonterías. Por fin entendió que jamás hubiese podido sentirse completo si nunca se aceptaba al 100%. Ahora no tenía ningún problema de decir que era un chico homosexual porque eso no definía a su persona, tan solo era un detalle sobre sus preferencias. El seguía siendo un ser humano con derechos y deberes, nada había cambiado, tan solo su interior dando paso a una felicidad que le inundaba por completo. Jungkook estaba experimentando lo que muchos llamarían como aceptación genuina.

− Jamás te había visto por aquí −Escucha decir al desconocido después de que el baile se había calmado un poco.

− Es mi primera Pride Parade −admite−, siempre quise venir pero nunca fui capaz.

Pensó que se ganaría una cara de "que cobarde" pero el chico tan solo le regalo otra de esas sonrisas brillantes que le dejaban en Plutón.

− Te haz perdido de mucho, pero no te preocupes. Haré de este el mejor día de tu vida.

Y así fue.

Además de bailar, gritaron. Además de gritar, rieron. Además de reír, cantaron. Además de cantar, sonrieron de oreja a oreja.

Jungkook se sentía cómodo alrededor del desconocido. Era como si en menos de unas horas hubiesen creado un mundo aparte donde todo calzaba de forma perfecta. Descubrió que el chico era bailarín de danza contemporánea y el le contó que estudiaba psicología. Parecía que eran de ese tipo de personas que jamás hubiesen estado destinadas a encontrarse pero que por una pequeña equivocación del destino sus caminos se habían cruzado. A decir verdad, él no creía en esas cosas, se le hacía demasiado difícil imaginar que todo estuviese pautado por una fuerza mística que los guiaba de alguna forma. Pero ahora que miraba al desconocido las dudas sobre sus creencias aparecían de inmediato.

Hablaron también de por qué se encontraban allí. Jungkook le dijo que apenas hacia una semana salió del closet mientras que el chico le dijo que el siempre asistía porque le había hablado a sus padres de sus preferencias a temprana edad. Eran dos historias tan distintas que Jungkook enserio se preguntaba de donde había salido ese chiquillo con mejillas de arcoiris.

También bromearon sobre cosas triviales. El chico se indignó cuando le dijo que no le gustaba el chocolate pero que no podía vivir sin el manjar dejando claro que la combinación de ambos era el cielo mismo. Jungkook se reía mucho, enserio jamás se había sentido tan cómodo con alguien y no importaba si no se sabía ni siquiera el nombre del desconocido. Parecía que aquel era un detalle sin importancia porque en ese momento lo que importaba eran ambos como personas.

Cuando la marcha ya estaba llegando al punto más importante donde había un escenario para el show final sintió la mano del chico sobre la suya una vez más para guiarlo lo más cerca del escenario posible. Las mejillas de Jungkook volvieron a teñirse de un rojo fuerte al sentir aquel contacto, tan solo deseaba controlar su cuerpo para no quedar como un tonto frente a él desconocido que le robo el aliento durante todo el día.

Apenas ya eligieron un espacio para esperar por el cierre de la Pride Parade el chico tomo una botella de agua que había comprado metros atrás y usándola como una especie de micrófono se la acerco a Jungkook a la boca.

− ¿Y cómo ha estado tu primera marcha por el orgullo LGBTQ+? −Pregunta cuál entrevistador y Jungkook no puede evitar soltar una risita.

− Pues muy bien, he conocido a personas muy agradables.

− ¿Ah, sí? ¿Alguien en especial?

− Pues sí, un chico muy simpático que me ha echo mucho reír.

− Me alegro mucho por ti −Responde el peli-rosa algo sonrojado ante la aclaración−... Segunda pregunta, ¿qué ha sido lo mejor de esta Pride Parade para ti?

Y Jungkook ni siquiera meditó la respuesta.

− Tú.

Pero no consiguió una respuesta porque justo en ese momento el show final comenzó y la atención de ambos fue dirigida hacia el escenario donde otra DragQueen empezó a animar al público. Dieron paso a los distintos artistas que venían a apoyar la convocatoria y escucharon discursos sobre la importancia de la igualdad ante los derechos de las personas parte de la comunidad LGBTQ+. Jungkook escuchaba atentamente y se sentía pleno. Jamás pensó que liberarse de un secreto tan grande le traería tanta paz a su mente.

Mientras el show seguía su curso llegando a la parte final en la enorme pantalla que habían colgado en el escenario comenzó a aparecer una "Kiss Cam" que enfocaba a distintas parejas de la multitud hasta que estás se besaran. Jungkook sonreía al ver parejas de jóvenes, adultos y hasta ancianos demostrando su amor sin vergüenza alguna. Aplaudió hasta que sus manos dolieron al igual que el chico con cabello rosa que seguía justo a su lado.

− Enfoquemos a la última pareja de esta noche...

Las palabras de la DragQueen suenan como un eco en su cabeza cuando ve que el la pantalla aparecen su rostro y el del desconocido. A Jungkook se le corta la respiración mientras escucha como la gente comienza a pedir un beso. Se detiene a mirar al chico que estaba igual de sorprendido que el y con las mejillas rojas de vergüenza tan solo susurra para preguntar:

− ¿Puedo?

El chico sonríe y asiente.

− Claro.

Con eso Jungkook toma el pequeño rostro de aquel desconocido que había echo de la Parade un momento que jamás olvidaría en su vida entre sus manos para luego juntar sus labios de forma suave y mágica. En el momento en que el tacto ocurre parece como si en el interior de ambos hubiesen explotado un millón de fuegos artificiales cubriéndolos de emociones que jamás pensaron ser capaces de sentir. Jungkook estaba encantado y es que los labios de chico se adecuaban perfectamente a los suyos como si estuviesen echos para él. En medio del beso se le escapó una sonrisa porque jamás había sido tan feliz como en ese momento.

Después de unos segundos se separan mientras escuchan a la gente aplaudirlos y un montón de confeti comienza a caer sobre ellos. Ambos se ríen nerviosos para que luego la DragQueen siguiese con el show final. Toda la gente devolvió la atención hacia el escenario menos ellos que seguían compartiendo miradas cómplices. Jungkook se lame el labio con timidez antes de hablar cortando el silencio que se había formado entre ambos.

− Mucho gusto −dice presentándose ya que no lo había echo en todo el día−, soy Jeon Jungkook, el chico que nunca había venido a una Pride Parade... ¿Y tú eres?

− Me llamo Park Jimin −contesta el desconocido que ahora poseía un nombre−. Es todo un gusto para mi conocerte, Jungkook.

Y esa es la historia de cómo Jungkook conoció a su alma gemela en el Pride Parade.





{ 🌈 }





Nota: Segundo OS por el final del Pride Month sobre la Parade en sí. Creo que este es el más especial porque me inspiré en la marcha del orgullo y ps nada, todo es re bello.

Bueno, eso. El tercero lo subiré mañana porque tengo que estudiar para mi examen. Un beso, disfruten.

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