-continuación del capitulo anterior-
Camino hasta que estuvo a un lado de Cale y los niños, no podía evitar pensar en que esto parecía como una especie de cita.
Caminando por el parque, en un día soleado, con Cale perfectamente vestido con lo que parecía ser su pijama y él con ropa deportiva, los niños con lindas camisas estampadas de un dragón negro y uno rojo.
Imagino como se verían y la imagen le gusto mucho.
Era tranquilo al rededor de ellos cuatro, no había un silencio incomodo, disfrutaban del viento, del sonido que ocasionaban las personas, las hojas de los árboles o algunos animales.
Se sintió tan irreal.
Él no solía ser de los que se mantuvieran en silencio por mucho tiempo, a pesar de que en algunas ocasiones suele tener vergüenza esta no le pide ser un poquito extrovertido con las personas, mostrar su energía en su día a día era algo natural para él.
Pero estar así, en esta tranquilidad, lograba instalar una emoción completamente diferente en su corazón.
Era una emoción que no podía describir del todo.
Se sentía como... Como si fuera a explotar de alegría en cualquier momento, pero también sentía una calma abrumadora que hacia de sus latidos menos rápidos.
Se sentía como si... Estuviera fuera de si, no lograba reconocer algunas cosas de si mismo, pero le gustaba, no sabía que podía comportarse de esa manera... De una manera un poco tonta, más que decidida, con una valentía tan grande de la que nunca creyó fuera capaz de portar.
Y al mismo tiempo, se sentía tan temeroso, lleno de miedo, de que a la más mínima cosa podría cometer un error que podría costarle su pequeña estabilidad emocional.
No sabe que le ocurre, pero cada una de las cosas que esta experimentando le gustan, le gustan por el simple motivo de que Cale las provoca.
Puede sonar un poco tonto, pero es así como se siente.
—¿Choi Han?
—¿Si?
Volteo a ver al pelirrojo, prestando completa atención, notando que sus mejillas seguían rojas... Más bien, al parecer estaban un poco más coloreadas.
—Falta poco para llegar... Tú ¿Podrías esperar abajo?
—Por sur puesto, Cale.
—... Bien.
Al parecer el sonrojo en sus lindas mejillas no iba a desaparecer.
Quería reír y besar las mejillas de Cale.
¿Todo su rostro se pondrá rojo?
Deseaba averiguar eso.
Pero ahora no, debía ser fuerte, ya habría momento especial para besarlo.
Ahora quien tenia su rostro todo rojo era él.
Siguieron caminando hasta llegar a un edificio, se veía elegante y tranquilo.
Cale subió junto con los niños y el espero pacientemente sentado en la banqueta, a veces miraba sus manos, jugaba con sus dedos, trataba de ver si había una hormiga con la que pudiera hablar... No había ninguna y tampoco había rocas cerca.
Estaba nervioso, no lo iba a negar y solo estaba buscando formas de calmarse o distraerse.
Pensó en las razones por las cuales Cale le pidió que le esperara, no pudo evitar emocionarse un poco, sus mejillas se tornaron color rojo. Si Cale le pidió que esperara abajo para darle una respuesta y que esta sea positiva... Podría volverse el chico más dichoso de todo el mundo.
El simple pensamiento de que tal vez Cale acepte su persecución le da una alegría tan grande... No, no cree que pueda encontrar la palabra correcta para describir el como le hacia sentir.
Un nuevo pensamiento vino a su mente, el cual devolvió sus nervios.
Si Cale lo aceptaba... ¿Cómo lo va a conquistar? Algunos concejos de sus compañeros aun pueden ser rescatables... Bueno, en realidad no sabe eso.
¡De igual forma!
No se hará ilusiones, él aceptara cualquier respuesta de Cale y punto, independientemente de si sea un si o un no.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro