Vigésimo día de verte
Y aquí estaba.
Ahogando sus penas en pasteles, ramen, comida y muchas bebidas completamente sanas y muy deliciosas.
Solo necesitaba helado...
Ahora que lo piensa, cree a ver visto unos cuantos postres que contenían helado.
Adiós a sus ahorros...
Enfrente de él estaba una pelirroja muy bonita.
Rosalyn.
Su amiga.
Confidente.
Psicóloga.
Su apoyo emocional.
Su mejor amiga.
Ella es tan amable.
Mira que acompañarlo en este momento de pena. Ella era muy buena amiga, la mejor que pueda tener.
Y aun lado de ella estaba Lock, después de un tiempo se habían reunido los tres, nuevamente.
Aunque el chico parecía un poco nervioso y su mirada mostraba mucha preocupación.
Pero agradecía su compañía, la apreciaba enormemente.
Él se convertirá en su otro apoyo.
Su mejor amigo.
Confidente.
Psicólogo.
—Choi Han...
Concentro su mirada en Rosalyn, ignorando su cabello rojo brillante.
Soltó un suspiro.
Comió un poco de kimchi.
—Choi Han... Si comes mucho te dolerá el estómago.
Siguió comiendo, atendiendo los fideos.
Ah~ era delicioso.
Ahora, quizá se pregunten como se encontró con la desaparecida de Rosalyn y con el amable de Lock.
Bien, este lindo encuentro dio lugar justo cuando estaba regresando a su casa, totalmente perdido. Como no tomo el autobús y no quería quedarse ahí por más tiempo, decidió caminar.
El sol no podía afectarlo.
Siguió caminando, sentía un poco de orgullo ya que no lloro.
No sabe cuanto tiempo le tomo, estaba sudando mucho y su respiración estaba un poco agitada, sentía su garganta seca y al lamer sus labios para humectarlos se dio cuenta que no tenía suficiente saliva.
Con un suspiro saco su botella llena de refrescante agua de su mochila.
Su mirada se mantuvo en la botella corriente, tal vez estaba recordando su botella favorita y el día en que se la entrego al lindo pelirrojo.
Bien... Debe calmarse, si sigue pensando en Cale solo obtendrá daño a su corazón... Pero es imposible no pensar en él.
Pensó.
Esta bien. No se conocen, son solo dos extraños.
Piensa... Cree poder entender un poco a Cale.
Que alguien venga de repente a confesar su amor... Y que pida permiso de ser tu pretendiente, no debe ser algo fácil de digerir.
¿Debió esperar un poco más? Tal vez... No debió de confesarse.
Es decir... Comenzar primero con un acercamiento lento, conocer a la otra persona, saber cuales son sus metas, sus objetivos, su pasado, sus amigos, los miedos, sus gustos... Determinar si realmente esta enamorado de él o no.
Puede que él diga muy fácilmente que esta yendo en serio con esto... ¿Realmente es así? Como ya lo ha dicho... No conoce a Cale ¿Solo esta yendo en serio con él porque es lindo? ¿Por su apariencia?
Bueno... Fue así.
Se sintió tan atraído por su belleza.
Hipnotizado.
Pero piensa nuevamente e imagina.
Su corazón late como loco.
En su imaginación, hay una persona.
La edad era mostrada en su rostro.
Las notables arrugas.
Su cabello rojizo tenía algunas canas.
Tenía una sonrisa astuta en sus labios.
Era Cale.
Y se veía hermoso.
A un lado.
Estaba otro hombre.
Miraba fijamente al de cabello rojizo canoso.
Su sonrisa parecía imborrable.
En su cabello negro, las canas eran más notables.
Con su mano derecha sostenía la izquierda de la otra persona.
Delicadeza y ternura en un solo agarre.
Es él.
Y le encantaba la sensación que inundaba su pecho al ver esta escena.
Con un suspiro volvió a la realidad.
Ni siquiera sabía que había cerrado sus ojos.
No estaba confundido, ni equivocado.
Realmente le gustaba Cale.
Estaba enamorado de Cale.
Tal vez... Pueda llegar a tener un concepto nuevo de amor.
—¡Choi Han!
Levanto su mirada de la botella, miro a sus lados hasta encontrar a la persona que le había llamado.
Fue ahí cuando se dio cuenta que estaba en un pequeño parque, no había muchas personas o niños, pero no estaba completamente vacío.
—Es bueno volver a verte, Choi Han.
Ah, era Lock quien le había hablado.
Le sonrió al chico y platicaron un poco.
—Oh, estaba con Rosalyn, pero ella fue a comprar algo, me dijo que la esperara... ¡Ven! Estoy seguro que le alegrara verte.
Así es como se dio dicho encuentro.
Regresando ahora con los tres.
Choi Han seguía comiendo.
Las otras dos personas comían un poco menos.
Se veían preocupados por la condición del pelinegro.
—... ¿Sucedió algo?
Choi Han dudo un poco, pero al final decidió hablar.
—Hoy me confesé a la persona que me gusta.
—Oh.
—¿Tienes alguien que te gusta?
—Lock...
—Lo siento...
Choi Han soltó una risita.
—Esta bien...
—¿Te rechazo?
Pregunto con cautela la chica.
El corazón de Choi Han dolió un poco ante la palabra, tomo aire y solo negó con la cabeza.
—Él me pidió que le diera tiempo.
------------------------
Las canciones tristes, de desamor y romance me tienen mal.
Lo dejo hasta aquí... Lo siento jaja.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro