Vigésimo cuarto día de verte
—Podemos irnos...
Choi Han inmediatamente se levanto de la banqueta, limpiando sus pantalones del inexistente polvo que tenían, con un torpe carraspeo se dio la vuelta quedándose sin aliento en el proceso.
Unas pequeñas gotas de agua resbalaban por las mejillas del pelirrojo, su cabello parecía estar un poco mojado aun, prueba de que no se ha secado del todo bien, se había cambiado de ropa, ahora tenía una playera blanca y unos jeans que se ajustaban a la perfección a sus delgadas piernas, sus tenis eran blancos con unas cuantas líneas en azul y al parecer no tenía calcetas.
Todo él parecía tan limpio, daba una apariencia suave, capaz de transmitir una calma placentera a las personas.
Choi Han solo pudo asentir tontamente.
Comenzaron a caminar nuevamente, volvieron al parque en donde se encontraron, esta vez había más personas y niños.
Choi Han no estaba muy seguro del lugar al que irían y bueno, no es como si realmente le tomara mucha importancia, anteriormente le había dicho a Cale que iría a donde quiera que fuera.
En su cabeza trataba de formular alguna clase de conversación, tratar de hablar un poco en esta tranquilidad y es que tampoco quisiera provocar que el ambiente entre ellos se vuelva incomodo.
Decidió no decir nada y continuar con el silencio lleno de tranquilidad, pensando en que a Cale también le gustaba esta clase de momento.
—Um... Choi Han.
—¿Si?
—Puedo acompañarte a tu casa.
¿¿... Disculpa??
No le molestaría tener a Cale en su hogar, pero ¿Por qué tan de repente?
Hizo un esfuerzo por recordar, tenia unas cuantas cosas de la escuela tiradas por ahí, lo cual era un poco vergonzoso de mostrar a la persona que le gusta. Pero quitando ese pequeño detalle, todo esta limpio y ordenado.
Miro a Cale con atención, pequeñas gotas de agua dejaron una mancha casi imperceptible en la camisa.
Oh.
—Entonces te molestare un poco Cale.
✿ - ✿ - ✿
Ambos se encontraban frente a la vivienda de Choi Han, era una casita que a simple vista parecía pequeña, pero era lo suficientemente espaciosa.
Tenia un pequeño jardín delantero y el patio detrás de la casa estaba adornado por varias flores, era lindo y daba un toque aun más hermoso y natural a la casa.
Los dos se mantenían en un silencio un poco incomodo, estaban nerviosos y sus pensamientos los alejaban de la realidad.
Por suerte esto pareció no durar mucho tiempo.
—¿Quisieras entrar? Bueno, quiero decir... No quisiera que esperaras aquí y seria uh, creo que lo mejor es que me esperes dentro... Bueno, ah estarás, podrás estar más cómodo.
—Bien.
El sonrojo en sus mejillas delataba el bochorno ante tal situación.
Una vez dentro de la acogedora casa, Choi Han no tardo mucho en preparar un poco de té y un platito con deliciosas galletas, además de eso no tenia otra cosa más que agua por ofrecer.
Cale agradeció la atención por parte del pelinegro y lo instó a arreglarse.
Ni lento, ni perezoso, Choi Han llevo a cabo la "orden" de su amado.
Trato de no tardar demasiado tiempo en bañarse y sobre todo, hizo un esfuerzo sobre humano para no ponerse indeciso ante la ropa que debería usar.
Unos pantalones y zapatos negros, una camisa de manga y cuello largo negra, arriba de esta una playera blanca.
No se miro demasiado tiempo en el espejo o iba a cuestionar su elección de vestir.
Seco rápidamente su cabello y lo peino casi descuidadamente.
Esperaba no verse mal.
✿ - ✿ - ✿
Mientras tanto un pelirrojo comía de forma despreocupada una galleta de vainilla con un delicioso té.
El aroma y sabor de estas dos cosas juntas sin duda lo relajaba.
✿ - ✿ - ✿
El pelinegro salió de su habitación, camino hacia la sala para encontrarse con Cale.
—Termine de arreglarme, uh...
—Entonces podemos irnos.
—Oh, sí, sí...
Con la mirada ubico su cartera y sus llaves, los recogió asegurándose de que tuviera dinero, se detuvo por unos momentos a pensar ¿Debería llevar un suéter? Tal vez en estos momentos sea difícil portar uno dado que estos últimos días han sido muy calurosos, sin embargo, por las tardes puede hacer demasiado frío.
Llevaría el suéter solo por Cale.
Quiere decir... Si Cale llegara a tener frío él puede ofrecer su suéter de forma desinteresada, es más, podría regalar su suéter a Cale, no le importaba... Y bueno, Cale no llevaba un suéter.
El pelinegro abrió la puerta, moviéndose a un lado para dejar pasar al pelirrojo que en algún momento había dejado el sofá.
Ambos salieron de la casa sin ningún rumbo fijo, no había camino o ruta por seguir, un plan de diversión parecía ser inservible para ambos.
Primero pararon en un pequeño puesto en el vecindario de Choi Han, era un pequeño local con unos cuantos clientes dentro, la dueña al ver al pelinegro le saludo con una sonrisa. Choi Han conocía a esta amable mujer, la ayudaba en algunas ocasiones con las compras o en su pequeño local, se puede decir que esta dama conocía muy bien al joven Han... Pero por alguna extraña razón se sentía que su sonrisa parecía contener un leve rastro de burla.
La mujer los invito a sentarse en una de las mesas vacías y tan pronto como los dos chicos tomaron asiento ella se volvió a la cocina, las dos personas en la mesa quedaron desconcertados por el comportamiento de la mujer.
Pasaron unos minutos esperando, pero no veían a un solo mesero que pudiera tomar sus ordenes.
Pronto, un carraspeo les llamo la atención, vieron que la dueña del local estaba sosteniendo varias cosas extrañas en una bandeja y en sus brazos y a su lado se encontraba un joven de cabello café quien sin ningún aviso, pero con una leve disculpa, comenzó a quitar las cosas que estaban en la mesa, reemplazándolas por un pequeño florero transparente, un lindo servilletero cuadrado de madera, dos vasos de vidrio que fueron inmediatamente llenados con jugo y platos que parecían ser extremadamente delicados, estos últimos desprendían un aroma delicioso, se trataba de un desayuno ligero, pero que otorgaba la suficiente fuerza como para resistir su día.
Una vez que todo estuvo perfectamente en orden, el joven de cabellera castaña se fue, mientras que la mujer aun seguía ahí con su sonrisa, parecía que nada ni nadie podría quitársela.
—Es una alegría ver al joven Han acompañado de alguien, me preocupaba verlo siempre solo. Pero me calma mucho saber que no es así, solo te pido que lo cuides bien ¿Si? Puede ser un poco tonto en ocasiones, sin embargo, es el mejor hombre que podrías encontrar, les deseo lo mejor.
Choi Han sabía que aquella dama solo se preocupaba por él, pero ¿Qué se suponía que eran todas esas palabras? No pudo evitar pensar que la mujer estaba entregándolo como una madre cuando entrega a su hija...
Ese no debería ser el punto en el que se concentre, tal vez, pensó Choi Han, ella solo se refería a como amigos. No ha tenido el tiempo suficiente de invitar a sus amigos a este pequeño local, por lo que siempre venía solo a comer algo.
'No pensare más en eso.'
Decidió, pero el sonrojo en su rostro no parecía disminuir.
—Lo cuidare bien.
¿Eh?
—Bien, disfruten el desayuno.
¿Eh?
Quedo así lo que duro su pequeño desayuno, al parecer a Cale no le importaba mucho realmente el no tener una conversación en la mesa, podría concentrarse en la deliciosa comida frente a él, pensando interiormente que la persona o las personas que estuvieran encargadas de la comida realmente tienen una habilidad grandiosa.
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Después de un delicioso y tranquilo desayuno, ambos se despidieron de la amable mujer que con una sonrisa y ojos cristalinos les deseo lo mejor.
Su corazón se sintió cálido por la preocupación de la mujer.
Ellos continuaron su caminata de forma tranquila, contaban con mucho tiempo para divertirse y pasar tiempo juntos.
Por ahora, por sorprendente que pareciera para Choi Han, estaba manteniendo una conversación con Cale, el tema principal eran los libros... Más específicamente, novelas.
Compartían sus opiniones respecto a algunas novelas que han leído, sus pensamientos sobre los personajes o la trama en si.
Al parecer, el leer era algo que ambos disfrutaban y ambos se sorprendieron gratamente al saber que tenían una novela favorita en común.
"El nacimiento de un héroe"
Una novela bastante atrapante.
Tanto el pelirrojo como el pelinegro al comenzar a leer dicha novela no esperaban tener un sentimiento de familiaridad con el nombre del protagonista... Aunque no fue únicamente con él.
"Choi Jung Soo"
El protagonista de "El nacimiento de un héroe".
Ambos tenían este sentimiento indescriptible al pronunciar el nombre.
Aun así, ambos decidieron no darle tantas vueltas al asunto, por lo que continuaron con su pequeña charla.
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¿Quién esperaba que pusiera "El nacimiento de un héroe" en esta historia? Yo no JAJAJAJA
Posdata: estoy sufriendo un bloqueo de escritor (?) imaginativo (?) ... Un bloqueo eso.
Se supone que este debió ser el ultimo capítulo... Oh ups
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