—Yo...

Su voz baja, parecida a un susurro fue lo único que pudo liberar, trato de tomar fuerza y seguir hablando, pero su pequeño vecino lo saco de su estado.

—¡Humano! Viene el transporte.

Cierto, el pelirrojo volvió a razonar, Raon todavía tenía que ir a la escuela.

—¿Puedes darme tiempo?

Cale se impresiono al ver que ahora las palabras fluían más rápidamente, sin embargo, algo que lo molestaba es no saber la razón por la que desviaba la mirada, es decir, Cale siempre y en cualquier situación que fuera, siempre miraba a las personas, pero esta vez... Por alguna razón, no quería mirar que tipo de expresión tenía el pelinegro en su rostro... Mucho menos quería verlo a los ojos, algo en ello le hacía doler.

—¿Eh?

—... Solo, dame tiempo. Te responderé.

El silencio que se mantuvo por unos segundos le parecieron demasiado eternos a Cale. La sensación de opresión en su corazón le lastimaba, la necesidad de acariciar su pecho cruzo por su mente, sin embargo, no hizo ningún movimiento.

—... Sí. Toma, uh. Puedes tomar tu tiempo...

Después de eso, Cale y el pequeño Raon subieron al autobús.

Sin embargo, notaron que el pelinegro no subió con ellos, eso hizo que Cale sintiera un pequeño dolor. Todavía estaba a tiempo para preguntar, el pelirrojo pensó que aún estaban a tiempo, antes de pronunciar palabra, las puertas ya se habían cerrado y no mucho después, empezaron a alejarse más y más.

Trataba de no pensar mucho en ello e incluso obligó a su mente a enfocarse en otra cosa, pero el silencio de su vecinito no ayudaba. Normalmente el niño no pararía de hablar sobre sus actividades escolares, atribuira su silencio a que hoy estaba bastante cansado, lo suficiente como para dejarlo callado.

No quería pensar demasiado en como sus palabras afectaron a Choi Han, ni mucho menos pensar en cómo estás le afectaron igual.

Quizá estaba demasiado impresionado por la confesión que no supo realmente como responder...

Necesitaba pensar bien en esto.