Tragando saliva una vez más.

Siguió dejando que la vista de un Cale sorprendido y sonrojado siguiera causando estragos en él.

Pero... ¿Qué debía hacer ahora?

Sabe que debe esperar por la decisión de Cale, aun si eso le provoca miedo.

Ah.

Justo ahora quisiera recordar algún otro concejo para esta situación, pero al parecer ninguno puede adaptarse a este momento.

Volvió sus manos en puños, notandose aun más la presión que ejercía sobre las pobre correas de la mochila.

—Yo...

Soltó un suspiro de forma inconsciente al escuchar a Cale pronunciar algo por fin.

—¡Humano! Viene el transporte.

Tanto él como el pelirrojo volvieron sus miradas hacia el pequeño pelinegro, para después dejarlas en el autobús.

Nunca había estado tan molesto y tan triste por que viniera el transporte.

—¿Puedes darme tiempo?

—¿Eh?

Oh no.

¿Qué significaba esa mirada?

¿Por qué no le estaba viendo?

Su ceño estaba fruncido, esos ojos marrón rojizo vagaban por cualquier parte que no fuera él, solo para al final decidir que lo mejor que podía ver era a Raon.

Volvió a tragar saliva.

Esta vez, fue mucho más difícil.

—... Solo, dame tiempo. Te responderé.

Sintió un pequeño pinchazo en su corazón.

Esta bien, esta bien...

No lo rechazo, eso es bueno.

No tiene porque dolerle el corazón ¿Verdad?

...

¿Por qué tiene ganas de llorar?

—... Sí. Toma, uh. Puedes tomar tu tiempo...

Trato con todas las fuerzas que tenía, que su voz no saliera entrecortada, ni fuera baja.

Trato con todas sus fuerzas, que las lágrimas no salieran.

Trato con todas sus fuerzas, de retener el impulso de salir corriendo.

Trato con todas sus fuerzas, de despedirse de las dos personas con una sonrisa en su rostro.

¿Por qué estaba triste?
¿Por qué se sentía así?

El pelirrojo no lo rechazo, tampoco le dio permiso.

Tiempo.

Estaba bien.

Solo era un tiempo.

Le dijo que iba a responder.

...

No subió el autobús.

Vio a Cale y a Raon subir.

Vio el autobús alejarse.

Mordió sus labios con fuerza, saboreo el sabor característico de la sangre.

Oh Dios.

Había confesado sus sentimientos a Cale.
Le dijo si podía ser su pretendiente.
Le dijo "me gustas" a Cale.

No sabía mucho de confesiones.

Su poco conocimiento se basaba en algunas películas, dramas y unos cuantos libros de romance.

Cuando uno se declaraba a su persona amada, la otra parte respondía con un sonrojo, una sonrisa enorme, ojos brillantes, en algunos casos también aparecían respuestas como las lágrimas.

...

Cale no tenía un lindo sonrojo en su rostro.
No pudo saber si sus ojos brillaban.
No hubo una sonrisa.

Tampoco ha visto muchas películas de desamor.

Su corazón no podría aguantar ese tipo de escenas.

Miradas tristes, miradas incrédulas.

No lo sabia.

¿Cómo puede saber?

¿Eran esas verdaderas señales de que la otra parte no correspondía?

No lo sabe.

Es la primera vez que se confieza a alguien.
Es la primera vez que siente algo tan hermoso y abrumador por alguien.
Es la primera vez que le da tanto miedo algo, al punto de querer hacerlo retroceder y esconderse.

Cale es su primer amor.

Y es hermoso lo que sintió... Lo que le hace sentir.

Le hace sentir calidez, nervios, vergüenza, felicidad.

Le gustaba lo que Cale provocaba en él.
Pero también le aterraba.

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Ups...