Un día cualquiera de un mes insignificante donde me apetece expresar todo lo que llevo dentro. No es 14 ni es 22, solo es el hoy como un regalo para nuestra vida y al cual denominamos presente y como un presente, te traigo esta corta historia, directamente para ti.

Hace 4 mil millones de años se creó un gigante en el espacio o al menos eso es lo que cree un grupo de personas acreditadas. Compuesto de gas y con una densidad más baja que el agua, sin embargo, es mucho más grande que Gaia (actualmente conocida como Tierra).

Para algunos no será fácil deducir de quién o de qué va este relato pero yo se que tu sí lo sabes. Y es que ambos sabemos que estoy hablando de Cronos o mejor dicho de Saturno. El majestuoso planeta gaseoso que podría contener 740 veces a la Tierra y que se asocia a algo tan imponente como el tiempo. Y aunque para algunos no tienen nada en común ambas cosas, Socrates sí lo supo al reconocer al tiempo como expresión de la vitalidad del cosmos y del ser vivo que lo percibe. Yo, por supuesto, haré caso de sus palabras.

Y hablando de tiempo, trasladamos esta historia un poco más adelante en esta misma línea temporal. Llegando hasta hoy, al presente (a ambos) y quizás de una forma más espiritual y difícil de creer para muchos, pero que tiene todo el sentido del mundo a que tú fueses el Saturno de mi galaxia privada. ¿Entiendes? Tan ligero como un gas y capaz de contenerme cuando estoy a punto de quebrarme. No todos los planetas pueden contener y albergar vida, como mismo no todas las personas tienen la capacidad de sostenerme como tú.

Siguiendo el hilo astrológico (aunque no crea en eso por hoy me lo permito) y dejando de lado la parte astronómica, te puedo decir que lo que Saturno significa para la vida terrenal se asemeja a las restricciones y a los obstáculos que deben enfrentarse con responsabilidad. Y de obstáculos tu y yo casi que sacamos la licenciatura. Sin embargo, como todo en el universo es relativo, coexisten las cosas negativas y otras, no tanto. Así que para defender a Saturno debo añadir que también simboliza el paso del tiempo, la tradición y, lo que para mi es más importante, la paciencia.

En el peor de los casos restringe los esfuerzos de las personas pero en el mejor de los casos los potencia a gran escala. Es deber de nosotros saber en cuál de ambos casos nos encontramos y por cual de los dos debemos dejarnos influenciar. Tu como mi Saturno, decides.

Sus anillos fueron vistos desde la Tierra, y al igual que Galileo con su precaria tecnología, me quedé asombrada por todo lo que desprendes a tu alrededor. Ese halo maravilloso que te acompaña siempre y que como los anillos de Saturno, no se puede distinguir de qué están hechos a simple vista. Para ser sinceros, tu y yo sabemos cual es el verdadero anillo que deseamos y que representa muchísimo más para nosotros porque solo rodearía un dedo, no todo un planeta.

Pero que a partir de ahí seríamos como Cronos y Gaia. Liderando nuestra propia galaxia y ejerciendo influencia en el otro. Logrando así ser los precursores de lo que estoy segura, será un lindo hogar.

Llegando al arco final de esta historia, hago mías estas palabras: "Nada tiene tanto poder para alterar nuestra perspectiva de nosotros mismos y de nuestro sitio en el cosmos como las imágenes de la Tierra que obtenemos de lugares tan lejanos como Saturno".

Así es como te agradezco por encontrarme, no soltarme y permitirme conocerme a mí misma y todo de lo que soy capaz. Gracias a ti encontré mi lugar en el cosmos y es justo a tu derecha. Por eso cada vez que pienses en lo mucho que te gustan las historias del espacio piensa en mí y en lo que Saturno significa para la Tierra. Entonces en ese justo momento, sabrás lo que tú significas para mí.

Un último detalle que no se puede pasar por alto es que sin Saturno la Tierra no existiría y no hablo solo de la mitología griega donde Cronos y Jupiter dieron forma al sistema solar para que así iniciara la vida. También es un hecho astronómicamente hablando de que si la órbita de Saturno fuera un poco diferente, en la Tierra no contáramos con las temperaturas compatibles con el agua en su estado líquido. Lo que significa que pasaríamos parte del año fuera de la zona habitable que se conoce como zona de Ricitos de Oro. Concluyendo que si Saturno dejara de existir, la vida en la tierra también.

Por lo que sin mucho más que añadir y para terminar esta breve pero interesante historia, quería darte mi presente (en todos los sentidos). Te regalo un Saturno que simboliza dos cosas: 1- Lo que el tiempo nos robó y no pudo ser. 2- El amor que trasciende en el tiempo y el espacio. Y sabes perfectamente por cual de las dos te lo regalo.

Cuídalo, ya sabes que si Saturno desaparece, la Tierra también. Así mismo si tu no estás, yo dejaría de existir.