XVII
Cuando el insomnio me alcanza
y veo fotos de gente que se ama,
yo recuerdo tu mirada,
la sonrisa de oreja a oreja
que me dedicabas.
Misma que ahora esta extinta,
misma que está desaparecida,
aquella que ya no me dedicas.
Sin embargo, aquí me encuentro
dedicándote estos versos
y rogando frente a esas fotos
encontrar un amante nuevo
para saber qué se siente ser amado,
correspondido,
deseado,
soñado,
anhelado,
pensado,
amado.
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