
XVI
Hoy vi una foto tuya
y estabas con otra.
le dabas un beso en la mejilla
mientras ella te sonreía.
Se me partió el alma
al ver los gestos que le hacías,
aquellos que nunca me dedicaste,
aquellos que pisoteaste.
Y, con eso, sentí envidia,
¿Cómo es posible que estes con otra chica?
Si fui yo la que terminó herida,
aplastada, podrida
lavando la vajilla
mientras tú sonríes con alegría
y yo duermo entristecida.
No te entiendo, no,
más bien, no quiero.
No quiero entenderte,
no quiero comprender
que ya no estás presente.
Tampoco quiero escuchar
que ya te he dejado de amar,
y que tus recuerdos se los llevó el mar.
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