Varios meses más tarde.

" Tengo ganas de ti, hoy...."

Sus ojos mostraron deseo, sus manos respondieron a la petición despojándose de su camisa la cual delineaba su perfecta anatomía deleitando a su amante que se mordió el labio inferior extasiado por la sublime visión. Coló sus dedos en la espesa y corta cabellera castaña atrayéndolo hasta su boca la que besó con desesperación.

" Quiero sentirte, gritar tu nombre y probar tu néctar S...."

" Aún no me he ido... yo aún estoy en su corazón....."

Unos ojos verdes oliva teñidos de ira cortaron su " fantasía", una manos heladas se cerraron alrededor de su cuello arrebatándole el aire; un momento agradable según él se transformó en una espantosa pesadilla.

" Sólo serás un reemplazo en este mundo, así que respeta su condición si quieres conseguirlo.."

  — ¡ maldición!—despertó casi asfixiado luego de aquel episodio en el que creyó que moriría a manos de su rival fallecido—¡ cof! ¡ cof!

Kanon dormía peor que una piedra por lo que no lo oiría aparentemente.

Tanteó sobre su mesita de noche hasta que palpó su inseparable reloj cuyas letras rojas indicaban que eran las 3:00 AM, pero producto de la oscuridad sin querer tumbó un adorno que recibió de regalo de parte de sus estudiantes ya que él laboraba como docente de un colegio. Maldijo su suerte, de seguro por la bulla despertó a sus vecinos.

  —¡ carajo!— no tuvo más remedio que prender la luz.

Perturbado, Saga se agachó a buscar el bendito objeto que había rodado hasta la puerta la cual se abrió de golpe mostrando a un adormilado Kanon que se tropezó con el mismo. El gemelo soltó una ráfaga de groserías mientras se sobaba su dedo gordo.

— no sé porqué aceptaste esa baratija...  

 — te haría bien ser más amable con los demás— comentó  sin más— recuerda que tienes un hijo y en algún momento te tocará relacionarte con más gente por él...

  — un hijo que quizá no veré más— ante eso Saga   se puso alerta, tenía entendido que Aioria había cedido para que Kanon viera al cachorro y de paso lo reconociera legalmente.

  — pero el acuer....

Kanon lo interrumpió hastiado mientras reprimía un bostezo.

— un acuerdo injusto que él mismo rompió cuando supo que salía con Sorrento. ¡ También tengo derecho a rehacer a mi vida! ¿ no lo crees hermanito?

— Quizá lo hace porque no conoce bien a tu novio— razonó Saga.

— ¿ me quiere humillar? ¡ castigó al niño cuando supo que fui yo que le compró esa cosa..! ¡ si quiere desquitarse que lo haga conmigo...!— descargó toda la frustración contenida en su pecho, sus intenciones se rompían en mil pedazos.

  — lo haría con gusto Kanon... no olvides que las esposas te asechan. Así que tranquilízate y espera sus siguientes pasos.

Chasqueó la lengua. Necesitaba ahora más que nunca la opinión de Sorrento el cual lo asesoraba acerca de la situación con el cachorro, fue durante todas esas conversaciones que el romance surgió y en cierta forma el gemelo logró superar el tóxico amor que sintió por el hermano de Aioros. Bueno no del todo...

Otro bostezo indicó que la conversa debía finalizar, nada ganaban con quejarse a esas horas de descanso por lo que cada cual regresó a su cama.

******************

Después de la pesadilla, el gemelo movido por una súbita superstición acudió al cementerio a visitar la tumba de Shura.

 — no soy quién para desplazarte de su corazón— comenzó repasando con la yema de los dedos un alto relieve con la constelación de Capricornio— pero creo que él merece ser feliz...

Al finalizar de decir esas sencillas palabras sintió un pinchazo en su brazo.

  — no fui santo de tu devoción, sabías que estaba enamorado de Aioros, sin embargo te aseguro que querré a tu hijo como si fuera mío....

Parecía que le había complacido ese gesto, por lo que Saga más aliviado giró sobre sus pasos y se marchó.

*****

Casa de Aioria.

Faltaba poco para el nacimiento, debería sentirse feliz, pero de un momento a otro se vio preso de la ansiedad. Desde el tercer mes vivía por insistencia de su hermano en casa de este aduciendo que en la soledad de aquella casa se deprimiría y no le haría bien al bebé.

Saga atento y solícito se presentaba cada dos días en la casa de Aioria también para visitar a su sobrino que ya sabía que él era su tío y que el hermano gemelo de este era su otro papá. 

Ahora  nervioso  caminaba de un lado a otro, la cita para saber el sexo del bebé se llevaría a cabo en media hora y su acompañante es decir Saga no daba señales de vida, Aioria se había ido a trabajar y el niño a su escuela por lo tanto estaba solo.

Shura guardaba silencio desde hacía un mes, ya no lo buscaba en sueños desde que el gemelo iniciara con su " cortejo". Le había consultado a Shaka para que utilizara su " don" y tratara de hablar con él, pero el rubio le contestó que el ibérico adoptó el silencio y que probablemente  se esté preparando para cruzar al otro lado.

—¡ Aioros!—el alma volvió a su cuerpo.

Pero antes de abrir la puerta, sintió como una voz reconocible para él erizó cada vello de sus brazos, cuando volteó a ver, notó a alguien caminar hacia las habitaciones con un niño de la mano que se desprendió de la diestra para girar en sus talones y dejarse ver.

Era blanco como la leche, cabello castaño oscuro y ojos verdes con pequeños matices azules, su sonrisa era el reflejo de la de Shura

" Hola papá... soy yo tu futuro hijo... mi otro padre ya me conoce"

La otra figura desapareció, en otro imperceptible pestañeo el niño se tornó diáfano encegueciendo al griego que paralizado en su sitio trataba de palparlo. Saga insistía a voces mientras aporreaba la puerta.

" Te ama  ¿ sabes? aunque está todavía receloso con aquel señor que te ronda, no se irá hasta que vea que estaremos en buenas manos..."

Antes de que emitiera palabra alguna, la ilusión desapareció quedándose solo el eco de aquella última frase.

  — ¡ Aioros...!

Masculló al reparar que el escándalo de seguro tendría alarmados a los vecinos.

— ¡ creí que...!— Saga calló al ver la cara de pocos amigos de Aioros— ¡ lo siento... como no salías...!

— no importa, es que me quedé dormido— cerró a puerta de la casa de su hermano y le colocó llave— ¡ muero por saber cómo será...!

  — si es niña ...¿qué nombre le pondrás ?

  — cuando nazca lo sabré— contestó mientras entraban al consultorio en el que los cuadros con bebés sonrientes era el tema principal— supongo que será un nombre español, no sé aún.

— ¡ ahí estás!— la encargada de realizar el eco, una joven mujer de cabellos lilas largos y lacios de nombre Saori, salió luego de desocuparse de otro paciente, Saga se quedó en una de las sillas en tanto tomaba una revista sobre cuidados de recién nacidos en tanto el castaño entraba.

En el consultorio.

   — ¿ en planes o ya es oficial? — preguntó la mujer mientras preparaba los instrumentos a utilizar.

— amigos por ahora , aunque no lo sé si deba...— habló bajito el castaño como si temiera a algo — sabes que aún el recuerdo de Shura está latente.

Ella lo asintió comprensiva, Shura le había caído simpático cuando lo conoció, le parecía perfecto para Aioros. Le indicó que se acostara en una cama, le colocó un gel y procedió a desplazar el aparato llamado transductor por toda el área, poco después la pantalla mostró a la personita que se formaba en su cuerpo.

   — parece que tenemos a un caballerito — señaló entre las piernas del feto — ¡ mira!

Fue suficiente para él. La visión se cumplía, Shura le había dado la primicia y era verídica. 

**********

Durmió mal, el escenario de no ver a su hijo nunca más lo mantuvo con el sueño intranquilo durante el resto de la noche. Para cuando la Aurora con su grácil figura trajo el nuevo día, decidió escribir a su pareja, necesitaba su opinión ante el cambio del curso de las aguas.

" Será chocante para el niño si algún momento se entera lo que pasó entre ustedes"

" No tienes que recordarme que puedo ir preso por eso, me arrepentí ese mismo día y él no quiere escuchar razones..."

Sorrento sabía la escabrosa historia, por supuesto tuvo que oír las dos versiones y en base a eso sacar sus propias conclusiones, un niño estaba de por medio y lo que menos quería era que sus padres se terminaran devorando como un par de lobos sedientos de sangre. La sinceridad del gemelo le gustó y con varias charlas y consejos, terminaron enamorándose.

Le pareció extraño que el castaño diera marcha atrás al reconocimiento del pequeño, quizá necesitaba hablar con él, convencerlo de que Kanon sólo quería asumir su responsabilidad y nada más...

Ahora tomados de la mano caminaban bajo un sofocante sol, ese día aduciendo calamidad doméstica el mayor de los dos no acudió a trabajar. La gente esquivaba los largos tramos de sol, las botellas de agua estaban a la orden del día; Kanon hastiado del calor se detuvo debajo de la carpa de un pequeño restaurante en tanto su pareja analizaba los menús de ese día.

  — me voy a derretir— resopló apartándose un mechón de su sudorosa frente.

Escuchó maldecir a alguien luego a un niño que corría en su dirección al que logró atrapar ya que Sorrento se lo advirtió por medio de un grito.

  — ¿ qué haces Dahval?— al oír el nombre su corazón se paralizó por un nanosegundo— ¡ lamen...!

Aioria se quedó a media palabra, su mano se aferró con inusitada fuerza del brazo del niño que chilló por la fuerza al darse cuenta de quién tenía en sus narices. Jaló con violencia al cachorro que se prendió cual garrapata al cuerpo de Kanon, este aturdido por el inesperado encuentro balbuceó un par de palabras.

  — ¿ qué haces aquí maldito infeliz!— la rabia se apoderó del león mayor— te dije que no quería verte ni que te atrevieras a acercarte a mi hijo.

  — ¡ papá! ¡ no te vayas!—rogó el niño sacudiéndose con furia — ¡ suéltame! — bramó a Aioria — ¡ me prometiste que vería a mi papá... te odio!

Un par de bofetadas y un sacudón que puso lívido al infante, logró despegarlo del gemelo que impotente veía a su hijo siendo " maltratado de esa forma", el llanto indignado de Dahval le rompió el alma. Sorrento quiso intervenir, pero la mirada glacial de Aioria lo paralizó en su sitio, varias personas murmuraban sobre la lamentable escena.

   — ¡ vamos! ¡ ya no quiero pegarte!

— ¡ no seas egoísta! — trató de hacerle entrar en razón — ¡ si quieres vengarte de mi... hazlo, pero a él no...!  

Dahval sollozaba con la cabeza gacha, ¿ porqué tanto odio y dolor entre sus padres? ¡ Se sentía feliz de saber que contaba con otro padre, más el echo de ver a su " madre" en ese estado a tal punto de no reconocerlo era insólito!

   — ¡ TÚ CIERRA LA MALDITA BOCA! —rugió preparando su puño —y tú —se dirigió a Sorrento que respingo impresionado por el odio destellando en las pupilas del castaño —más te vale alejarte de este degenerado si no quieres ser una víctima de su lujuria...

Acongojado, el pequeño se dejó llevar, su carita lucía sucia por la tierra y los mocos, sus ojos verdes antes vivarachos ahora lucían cristalinos de tanto llorar. Con eso probablemente nunca más en su vida lo vería, había sido abrazado por una llama violenta, las cenizas quedaron esparcidas y lo único que le quedaba era la foto, la sonrisa y el agradable parloteo infantil y ese breve título que él le había dado....

" Papá..."

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Bueno mi hermosa gente, este es el último capítulo del año 2018, debo decir que me siento agradecida profundamente con ustedes por el apoyo a esta pequeña historia que verá su final a lo sumo a finales de enero del nuevo año.

Quizá no se vea mucho el AiorosxShura, más sin embargo el amor de ambos es latente en la historia. Estoy presta a sugerencias, y como siempre cada capítulo dedico a todos ustedes que leen y comentan.

Hay ciertas cosas que desconozco aún, disculparan algún error.

En fin, con este fic nos vemos el otro año, entre sábado y domingo actualización de otros dos fics más y uno nuevo que sólo tendrá un capítulo como cierre de este año.

Saludos, se me cuidan y nos leemos pronto :D