¿ Dónde estoy?

¿ Acaso morí?

—¡ tío...!—una pequeña mano se posa sobre la  mía, reacciono y me incorporo sobre mis codos buscando a mi hermano que hablaba en voz baja con....¡ Saga!

Él nota que desperté, Aioria se calla y le permite el paso. Esperaba encontrarme caras de suma preocupación, que el médico les haya dicho que una enfermedad me aquejaba producto del estrés y los acontecimientos pasados, más no... ambos me sonríen tontamente, en especial Aioria.

—¡ ve a afuera cachorro!—ordena mi hermano, Saga posa sus orbes sobre el niño que asiente obediente—después hablamos de lo que te dije hace pocos minutos ¿ de acuerdo?

—si, papá.

—veló por ti mientras tu hermano hablaba conmigo—comenta Saga en voz baja—sin duda alguna Kanon estaría orgulloso de él.

—¿ de qué hablan con tanto secretismo ustedes? ¡ eh!

Ignoro deliberadamente a Saga que me mira herido, lo siento amigo pero mi prioridad es saber mi estado de salud, podemos hablar después.

  — ¿ qué te dijo el médico?— pregunto sin rodeos.

Los dos se hablan con la mirada, mi hermano alza ambas cejas y Saga asiente, al fin luego de escasos segundos de silenciosa charla telepática, mi amigo abandona la habitación.

  — tú y Saga se llevan muy bien me parece— suelto de repente.

— ¿ celoso mi querido hermano?— dice en son de broma para soltar una queda carcajada.

El chiste me hace sonreír inconscientemente, solo podía sentir celos si algún osado u osada tan siquiera con el rabillo del ojo mirara a Shura, ¡ de eso me puedo jactar! ¡ sólo yo podía tocarlo, besarlo y mirarlo con fascinación, lujuria y amor...!

  — al grano Aioria— mi hermano se sobresalta ante la potencia de mi voz— ¿ qué es lo que tengo?

— tú lo sabes— me contesta ya repuesto— Dahval está muy contento y seguramente si Shura viviera ya lo tendrías abriendo una botella de vino español y sirviendo a lo loco.

Dejo de actuar como un imbécil para tartamudear a la vez que comenzaban a sudarme las manos, lo que anhelabamos tanto ya tenía vida, pero de golpe me entristecí y Aioria lo notó al verme bajar la mirada.

— no lo conocerá... pero tú le dirás que él lo quiere desde donde esté— consoló mi hermano— sabes que lo pensé mejor con respecto a la charla de hace unas horas....

  — ¿ dejarás que Kanon lo conozca?

— si, pero sólo podrá verlo dos días  por semana— antes de que yo protestara por eso  me corta  alzando la mano— Saga está de acuerdo, esta noche le comentaré a Shaka ¿ debería de agradecer porque accedí a pesar de lo que pienso de él?

  — al fin de cuentas eres su " madre", tienes todo el derecho del mundo de estipular las condiciones, sin embargo... si a él no le agrada ese trato, podrá demandarte y lo sabes.

Frunce el entrecejo y el gesto le añade cinco años más. Se levanta de la cama y me da la espalda, fui sincero y eso le molesta. En la sala, Saga conversaba con el pequeño y este le contestaba sin rodeos todas sus preguntas y adicional le insinuaba entre líneas lo que quería de regalo de cumpleaños, el gemelo le seguía el juego ¡ pequeño pillo! 

  — pero se olvida— Aioria me dirige la palabra nuevamente— que puedo hundirlo por lo que me hizo.

  — aja— digo sin más.

Muere el diálogo entre ambos, entonces dirijo mis pensamientos a la buena nueva en mi vida, el pequeño ser que se gestaba por obra y gracia a las tantas noches de pasión y promesas de estar juntos siempre. Cada vez que nos fusionábamos lo hacíamos no sólo por saciar la sed de sentirnos y expresarnos si no por perpetuarnos a través de un nuevo ser humano.

De seguro ya lo sabrás... y lo compruebo cuando una suave brisa acaricia mi rostro y alborota mi cabello. Es tu respuesta. Nuestro hijo o hija te conocerá a través de mi, nuestra historia tomará forma lo aseguro.

  — ¡ Prepárate!— le digo a Aioria que se había dedicado a fisgonear mis cosas,  para dar regalos de bautizo, navidades y cumpleaños cada año.

— me viste cara de millonario ¿ o qué? ¡ es broma! ¡ claro que consentiré a la pequeña cabrita o arquerito! 

  — ahora... ¡ cómprame un helado de vainilla y agrégale  papas!

  — ¡guacala!  ¡eres repugnante! 

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Saga.

Volví a ser derrotado.

Cuando me avisaron que Aioros se puso " mal", no dudé en salir corriendo hasta su casa,  ya que no habían alcanzado a llevarlo a una casa de salud y su hermano recurrió a llamar a un doctor a domicilio; desoí los gritos histéricos de Kanon al que dejé hablando solo. Esquivé autos con choferes que me gritaron millón insultos, más sin embargo tenía mi mente puesta en llegar hasta mi destino.

Fui recibido por un niño castaño de ojos verdes vivaces, Aioria al verme suspiró aliviado, pude notar el miedo y la incertidumbre de no saber qué le pasaba a Aioros. El médico lo revisaba en su habitación y lo único que nos quedó fue esperar....

Resultó que el famoso doctor era nada más y nada menos que Camus, la pareja de Milo el cual hacía un tiempo se sentía atraído por mi; me obsequió una mirada de desdén apenas me vio a lo cual me hice de la vista gorda.

Sin rodeos le explicó que Aioros no tenía nada grave que un pequeño intruso era el causante de ese desgaste.

  — lo que quieres decirme, Camus es que mi hermano....

— así es, hay un niño en camino— aquello lo dijo aludiéndome, como diciéndome... " jamás ocuparás el lugar de Shura"

— pesado— murmuré.

Cuando el constipado se fue, fui a ver a la causa de mis suspiros fustrados, creo que estoy pagando por no haber correspondido a los sentimientos de Milo y Mu. En resumidas cuentas, me propongo como sea conquistar a Aioros, sé que la memoria de los muertos es sagrada, pero por amor se hace de todo.

Al rato, salen los dos hermanos, verlos juntos me causó auténtica confusión... parecían gemelos literalmente, Aioria toma de la mano a su hijo para llevárselo a otro lado de la casa, el niño antes de irse me dice...

  — buena suerte tío Saga. Conquista eso que quieres....

— ¡ Dahval!— reprende su progenitor.

— pero papá... le decía por su trabajo...— protestó mientras era sacado de nuestro campo de visión.

 Era mi momento. El retrato de Shura, su mirada esa que se suavizaba cada vez que veía a Aioros ya no me asusta. Algo me dijo que quizá él estaría de acuerdo con que Aioros se dé una oportunidad conmigo.

Lo imagina.

  — te parece si hablamos con calma—me invita afuera de la casa donde los estragos de la tormenta pasada estaban frescos, se detiene en un banco cubierto de hojas y roció los que aparta salpicando su ropa.

— eso está mojado.

— no me tomes por débil Saga— refuta divertido— si quieres ganarme... debes aprender a reconocer signos imperceptibles en mi.

Agudizo mis cinco sentidos... ¿ acaso es una propuesta? ¿ una prueba?

  — estoy dispuesto, aunque me toque esperar siglos, no pretendo desterrar el lugar que Shura ocupó en tu vida, simplemente quiero que me des una oportunidad Aioros— hablo como si me aprendí un discurso de memoria ante lo cual alza ambas cejas admirado— si pudiera decirle que conmigo estarás bien... 

  — díselo— murmura con la mirada fija hacia el horizonte para luego posarla en mi.

Mi corazón late desbocado, esas joyas me traspasan, aunque veo un poco de tristeza en ellas, estoy seguro que desaparecerá una vez que tenga a su pequeño o pequeña en sus brazos y me acepte.  

No sé que mas decir. Aioros bosteza en tanto adopta una expresión de niño que quiere algo.

  — ya ahora que te volviste a confesar.... ¡ quiero que me compres algo de comer, muero de hambre!

¿ En qué me metí...? ¿ apenas está en estado y se pone exigente...?

Ya me parece oír la estúpida y arrogante risa de Kanon  burlándose y diciéndome...

¡ TE LO DIJE HERMANITO!

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Ya falta poco para que finalice y de antemano muchas gracias por el apoyo y he tardado mucho en actualizar esta y varias historias más.

No sé si les agradará que haya un SagaxAioros y si les gustaría que Kanon se consiga alguien que lo quiera. Se los dejo a su libre elección.

Se los quiere mucho, abrazos y nos leemos pronto :D